martes, agosto 4

El corto adiós



            Como todos los años, Babel echa el cierre en agosto. Yo descanso del blog y vosotros descansáis de mí. Este verano está siendo heavy, con temperaturas, al menos en Madrid, de cuarenta grados a la sombra o más. Afortunadamente, como he vivido toda la vida en la tórrida meseta, estoy acostumbrado (el aire acondicionado también ayuda). De hecho, para mí el verano-verano debe ser así: abrasador. Aunque eso no significa que me guste; de hecho, en cuanto puedo me abro al fresquito norte, como voy a hacer este año. Un norte allende nuestras fronteras.

            En fin, queridos merodeadores, os deseo unas muy, pero que muy felices vacaciones. También os deseo las tres Des: Descansad, Disfrutad y Desparramad. Y sed malos, porque como decía la genial Mae West: “Cuando soy buena, soy buena; pero cuando soy mala, soy mejor”.

            Hasta septiembre, amigos. Besos y abrazos. Ciao.
 
 

lunes, agosto 3

Harry Potter, Celsius y yo



            Ayer regresamos Pepa y yo del Festival Celsius de Avilés. Nos lo hemos pasado estupendamente. La organización del festival ha sido admirable, el entorno de lo más agradable y la comida -ay el colesterol- abundante y suculenta (estábamos en Asturias, no lo olvidéis). En cuanto a la compañía, simplemente inmejorable. Además, la temperatura oscilaba entre los diecisiete y los veintipocos grados (había que ponerse una chaquetita al anochecer), algo muy tonificante para aquellos que veníamos del infierno mesetario.

            ¿Qué he hecho allí? Pues, aparte de charlar con los amigos –que es lo más importante-, de escuchar a los ponentes, de conceder entrevistas, de firmar libros y de participar en un par de actos, le he prestado mi voz a un maestro sith y me he fotografiado junto a Harry Potter (podéis comprobarlo en la imagen de ahí arriba).

            Aunque, claro, no era de verdad Harry Potter, sino un niño encantador llamado Roberto que andaba disfrazado por allí, ayudando a la organización y prestándose a posar junto a quien se lo pidiese. Me entraron ganas de llevármelo a casa; pero ya sabéis lo tiquismiquis que se pone la policía con eso del secuestro infantil.

            Sólo me queda agradecerles a Jorge Iván, Cristina y Diego, los organizadores del Celsius, su amabilidad al invitarme y el excelente trabajo que han realizado. Gracias, sois un encanto.

            Como decía el viejo terminator T-800: Volveré.