Entrar en Facebook es como cruzar el
Cabo de Hornos: a poco que te descuides, te ves zarandeado por intensas corrientes,
rugientes huracanes y pavorosos maelstroms. Por ejemplo, últimamente estoy
viendo numerosos comentarios (con sus correspondientes debates) acerca del “sesgo
machista lector”. Es decir, la tendencia (falócrata) a leer más autores que
autoras. Algo que, por lo visto, está muy generalizado.
Yo siempre he pensado que eso no era
cierto en mi caso, que yo elegía los libros según mi preferencias, por
temática, por recomendaciones, por prestigio o por lo que sea; por cualquier
motivo, menos por el sexo de su autor. Pero objetar eso es hacer oposiciones a
que se carcajeen de uno, porque el sesgo lector puede ser inconsciente.
¡Córcholis!, eso te deja desarmado… Yo puedo rendir cuentas de mi consciente, pero el hijoputa de mi Id
va por libre, hace lo que le sale de las narices, de modo que a lo mejor sí que tengo un pequeño machista dentro
interfiriendo en mis gustos lectores. Una conocida polemista de FB decía, más o
menos, “Si compras más libros de hombres que de mujeres, háztelo mirar”. Vale,
pues me lo hago mirar.
Mi biblioteca es vasta; tengo muchos
libros. Gran parte de ellos constituyen mi colección de ciencia ficción. La
empecé con trece años y dejé de hacerla (de forma obsesiva) a los treinta y
tantos años. Durante ese tiempo compraba todo lo que se publicaba o se había
publicado. Todo. Como es lógico por la época, la mayor parte esa colección está
compuesto por cf clásica. Y ya sabemos que la cf clásica está escrita muy
mayoritariamente por hombres. Por tanto, de esa colección no puede deducirse un
sesgo lector, aunque la mayoría de los autores sean machotes (recordad que lo compraba
TODO).
También suelo leer divulgación
científica, y en ese género abundan los hombres, por la sencilla razón de que
hay más hombres dedicándose a la ciencia y la tecnología. No es que no haya
mujeres, que las hay (Natalie Angier, Sandra Blakeslee, la coreana Shin-Young
Yoon o Susana Martínez-Conde, por ejemplo), pero la mayor parte son hombres.
Luego de aquí tampoco se deduce nada.
En cuanto a los libros restantes de
mi biblioteca, siguen siendo muchos; demasiados para ponerme a diferenciar
caracoles de ostras (según la censurada metáfora de “Espartaco”). No obstante,
estoy razonablemente seguro de que hay muchos más autores que autoras. Por
tanto el sesgo existe… ¿O no?
Porque falta un dato muy importante,
fundamental: ¿Cómo está compuesta la oferta editorial? Es decir: En España se
publican más de 80.000 libros al año. Muchos son tesis doctorales, o libros de
texto, o manuales, o cosas raras, es cierto; pero obviémoslo. ¿Cuántos de los
títulos que se editan en este país están escritos por hombres y cuántos por
mujeres? Por extraño que parezca, ese dato no figura en ninguna parte.
Misterio. Pero es básico para determinar si hay, o no, un sesgo machista
lector; y si existe, en qué medida puede cuantificarse. Me explicaré:
Supongamos que se editaran
anualmente un 50 % de libros de autores y otro 50 % de autoras. Si yo leyera
sin prejuicios de género, lo lógico sería esperar que la mitad de los libros
que comprase fueran de escritores y la otra mitad de escritoras. Si, por ejemplo,
comprara sistemáticamente un 70 % de libros de tíos, ahí habría un evidente
sesgo. Pero, ojo, sólo en el caso de que la oferta editorial fuese fifty-fifty
(cosa que dudo).
Ahora imaginemos que la oferta
editorial está compuesta por un 66 % de autores y un 33 % de autoras. Como dije
antes, no he encontrado el dato por ningún lado; incluso lo he preguntado en FB
y nadie lo sabía. Pero tengo la intuición de que por ahí andará la cosa: dos
tercios de hombres por un tercio de mujeres. Aunque da igual, supongamos que es
así. En tal caso, un lector sin prejuicios de género tendería a comprar el
doble de libros de hombres que de mujeres. Y no habría ningún sesgo machista,
sino una compra acorde con la distribución de la oferta.
Con esto no pretendo decir que no
exista un sesgo machista lector, consciente o no. Lo que digo es que resulta
imposible saberlo mientras ignoremos cómo se reparte la oferta editorial según
el sexo del autor.
Mi buen amigo Mariano Villarreal ha
tenido la amabilidad de aportarme un dato referente sólo a la literatura
fantástica y de cf: durante el periodo
2005-2015, se publicaron un 25% de libros escritos por mujeres y un 65% por
hombres; el resto mixto. Añade Mariano que en los últimos años debe de haberse
incrementado el porcentaje de autoras, aunque ignora en qué medida. En
cualquier caso, esos números se aproximan mucho a los dos tercios por uno que
mencionaba antes.
Otro buen amigo, León Arsenal, me ha
enviado una información de El País donde se consignan los diez libros más
vendidos en España en 2017: Siete de ellos están escritos por mujeres.
De modo que ¿existe realmente un
sesgo machista entre los lectores? ¿O hay un sesgo editorial? ¿O ambas cosas? ¿O ninguna? ¿O intervienen
otros factores que no he considerado? Faltan datos, amigos/as míos/as; faltan
datos. Yo, por mi parte, seguiré leyendo lo que me apetezca sin preocuparme del
sexo del autor o autora. Salvo, claro está, que realmente haya un jodido enano
machista en mi interior mirándole los genitales a cualquier libro que esté a mi
alcance. Lo cual, si me permitís la opinión, sería una tarea muy gilipollas.