Qué cabeza la mía; de no ser por Jorge, un amable y memorioso merodeador (esto parece un trabalenguas), me habría olvidado por completo. Hoy se cumple el tercer aniversario de La Fraternidad de Babel. Tres años, carajo, cómo pasa el tiempo... Aunque, para ser sincero, se me antoja que ha transcurrido una eternidad desde que escribí el primer post. Han sucedido demasiadas cosas durante este tiempo, tanto en el ciberespacio como en el mundo real; acontecimientos inauditos, como morir y resucitar, lo que no es moco de pavo. Tres años merodeando por Babel, tres años de charlas con amigos invisibles, tres años de escritura libre, tres años dejando hablar a mi inconsciente, tres años enriqueciéndome con vuestros comentarios, tres años explorando islas imaginarias y países inexistentes, tres años de libros, comics y películas, tres años con vosotros. Menudo lujo.
La Fraternidad de Babel existe porque vosotros queréis que exista; el día que le deis la espalda, la torre se desplomará. Así que gracias a todos vosotros, gracias por elegir este sendero para algunos de vuestros paseos, gracias por compartir sueños, gracias por jugar conmigo, gracias por haberme apoyado incluso cuando no sabíais que me estabais apoyando, gracias por vuestra conversación, gracias por escucharme, gracias por contradecirme, gracias por ser y estar, gracias por visitar Babel...
Muchas, muchas, muchas gracias. De todo corazón.
La Fraternidad de Babel existe porque vosotros queréis que exista; el día que le deis la espalda, la torre se desplomará. Así que gracias a todos vosotros, gracias por elegir este sendero para algunos de vuestros paseos, gracias por compartir sueños, gracias por jugar conmigo, gracias por haberme apoyado incluso cuando no sabíais que me estabais apoyando, gracias por vuestra conversación, gracias por escucharme, gracias por contradecirme, gracias por ser y estar, gracias por visitar Babel...
Muchas, muchas, muchas gracias. De todo corazón.
Feliz cumpleaños babelero.
ResponderEliminarSi esperas a que te demos la espalda para cerrar el chiringuito, puedes ir tirando el cartel de CLOSED.
ResponderEliminarFelicidades!
ResponderEliminarHoy es también el 40 cumpleaños del ratón, no el de Disney, sino el del ordenador.
ResponderEliminar¡¡¡Felicidades!!! Ojalá La Fraternidad de Babel se mantenga muchos años más ^^
ResponderEliminarFelicidades! :P Y que sean muchos años y proyectos más
ResponderEliminarenhorabuena!
ResponderEliminarFelicidades ^^ Además, desde que empecé la carrera la torre de Babel tiene doble significado para mí: es el símbolo de los traductores :). Un beso, y a seguir contando,
ResponderEliminarCristina
Gracias a ti por abrirnos la puerta de la torre :) Y por muchos años/post más.
ResponderEliminarBueno, han pasado tres años y yo he llegado ahora. Asi estaría bien que siguiera tres años mas, por compensar.
ResponderEliminarO lo que aguante. Que por mi estoy no caiga.
¡Felicidades!
ResponderEliminarFelicidades. Y gracias a tí por regalarnos tu tiempo y tu trabajo (al fin y al cabo vives de escribir) en este maravilloso rincón.
ResponderEliminarTres años comiendome un bocata en la mesa del trabajo con un té mientras te leo... Glups.
ResponderEliminar¡Gracias a ti! Que haces cada día comience "de buen rollo". (Bueno, el bocata, también hace algo). ;)
Es del post anterior pero...
Para BIG BROTHER: Lauzier fue el que me hizo superar mis manías al cómic francés.
Forrest J. Ackerman: Sniff. Yo lo conocí en el 90, en la WorldCon de La Haya. Era un viejito entrañable que contaba unas batallitas fabulosas. Te enseñaba su anillo de Drácula (de Bela Lugosi) que siempre llevaba puesto -era un horror de plástico plateado con una piedrota roja, así como de la Srta. Pepis-. Te invitaba a ir a su casa a ver sus maravillas... Y además llevaba encima unos llaveros para regalar a los "fans" que le escuchábamos embobados en los que ponía "Remember me with every key. 4E (Forry)".
Era un abuelete Cebolleta encantador. Snifff...
¡Felicidades! Y a seguir muchos años más. :-)))
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