Un enclave tutelado por César Mallorquí, el Abominable Hombre de las Letras, en colaboración con la Sociedad de Amigos del Movimiento Perpetuo. Si no te interesa la literatura, el cine, el comic, los enigmas, el juego y, en general, las cosas inútiles, aparta tus sucias manos de este blog.
jueves, agosto 4
Canícula
¡Eeeeeeeeoooooooo!... ¿Hay alguien ahí?... Supongo que estáis todos de vacaciones o, cuando menos, con las neuronas en otra parte. En lo que a mí respecta, es el primer verano en mucho tiempo que me pilla sin estar escribiendo alguna novela. Aunque, en realidad, comencé una hará cosa de mes y medio, pero no sé yo si voy bien encaminado. Me cuesta mucho escribirla, lo que suele significar que hay algo que no funciona. Me parece que voy a abandonarla…
Ahora estoy corrigiendo la última novela que he escrito, La isla de Bowen, un relato de 500 páginas de extensión. Está ambientada en 1920, en España, Inglaterra y Noruega, y es una historia de aventuras al estilo de las de Julio Verne, un proyecto que llevaba casi veinte años acariciando. Aunque, ahora que ya está casi acabada, me doy cuenta de que no solo me he dejado influir por Verne, sino también por Conan Doyle y Wells. Cuanta la historia de un hallazgo imposible y valiosísimo en una tumba medieval, de la búsqueda de un misterio, de una expedición perdida y de la pugna por encontrarla entre un multimillonario sin escrúpulos y un geógrafo y explorador, Ulises Zarco, tan extravagante como malhumorado. Hay dirigibles, volcanes, barcos y todo lo que debe tener una novela al estilo Verne.
Confieso que casi me lo pasé bien escribiéndola. Casi, porque 500 páginas son una pasada y al final estaba un poquito hasta las pelotas. No obstante, ahora me lo estoy pasando bomba corrigiéndola. Vale, lo confieso, debo de ser el único escritor que disfruta corrigiendo sus textos. Pero es que hay que tener en cuenta mi gran axioma profesional (copiado de Fredric Brown): Odio escribir, pero adoro haber escrito. Y en eso precisamente consiste corregir: en repasar lo ya escrito. Genial, porque ya está hecha la mayor parte del trabajo y lo único que queda es retocar aquí y allá; a lo sumo, redactar un par de párrafos. Desde luego, mucho mejor que romperte la cabeza trabajando en algo que todavía no tiene forma. El caso es que ahora, mientras corregía, me he dado cuenta de las peculiaridades de la documentación que he tenido que manejar. He aquí algunos ejemplos:
-Técnicas y material fotográfico en 1920.
-Características detalladas de un carguero impulsado por un motor diesel en 1920.
-Velocidades de navegación a vapor y con motor de explosión en 1920.
-Sueldos en España y cotización de la peseta en 1920.
-Trazado del metro de Londres en 1920.
-Modelos de coches y motos a principios del siglo XX.
-Nivel del conocimiento sobre los elementos químicos en 1920.
-Historia de la iglesia de San Gluvias en Penryn (Cornualles).
-Historia de la cristianización de Escandinavia.
-Historia de la ciudad noruega de Trondheim.
-Historia e imágenes del Reform Club.
-Imágenes y filmaciones de Havoysund (cerca de Cabo Norte) y de la isla Spitsbergen en el archipiélago Svalbard (cerca del Polo Norte).
Eso sólo es una muestra. Ahora bien, ¿os hacéis una idea de cuánto tiempo y esfuerzo me habría llevado conseguir esos datos antes de Internet? No puedo ni imaginármelo. De hecho, si no dispusiera de la Red no me habría planteado siquiera buscar muchas de esas cuestiones. ¿De dónde demonios iba a sacar, por ejemplo, un plano del metro de Londres de la década de los 20? Pues bien, todo eso lo encontré en Internet, aunque es cierto que tuve que complementar algunas cuestiones a la vieja usanza, recurriendo a libros y revistas. Y las imágenes… joder, había mucho más de lo que yo esperaba, incluso imágenes de los años 20. Sin duda, Internet es una bendición para un escritor.
Pero no todo es bueno. Con mucha frecuencia, cuando buscas un dato te encuentras con el mismo texto, por lo general simplista e insuficiente, copiado y repetido decenas de veces, copando las primeras páginas. De hecho, tienes que rebuscar entre montones de páginas inútiles hasta encontrar lo que buscas… si es que lo encuentras. Luego está la calidad de la información, porque la mayor parte de los datos que encuentras en la Red no son fiables. Por ejemplo, amigos míos, Wikipedia NO ES FIABLE. ¿Cómo, que las enciclopedias en papel tampoco lo son? Cierto, pero me atrevería a afirmar que la peor enciclopedia del mundo es cien veces más fiable que Wikipedia. Y lo sé por experiencia. Lo cierto es que yo recurro a la Wiki de las narices casi exclusivamente por los links. El problema es que por Internet circulan con idéntica profusión y rapidez la información y la desinformación, y a veces no es fácil distinguir la una de la otra. Hay temas, como por ejemplo el esoterismo, que ni siquiera me planteo buscar en Internet, porque la cantidad de basura que hay hace imposible la labor. Pero bueno, ya hablaremos otro día de los problemas de Internet.
Ahora estoy aquí, en mi despacho, sintiéndome culpable por estar escribiendo esto en vez de corregir la novela, como sería mi deber. Son las doce menos cuarto de la mañana; miro por la ventana y veo la calle vacía. Agosto es como un largo bostezo, qué maravilla. No hay tráfico, no hay aglomeraciones, puedes aparcar donde quieras… una gozada. Ya conocéis el dicho: Madrid, en agosto, Baden-Baden. Aunque este año viene Ratzinger Z y la ciudad se va a poner perdidita de meapilas. Será cosa de no visitar el centro entre el 18 y el 21, no vaya a ser que me quemen en una hoguera.
Hace calor. Pasado mañana, Pepa, Óscar, Pablo y yo nos vamos de vacaciones a pasar una semana en Malta. Sí, sí, sí, acabo de volver de Noruega, lo sé; pero es que siempre partimos las vacaciones. Quince días para Pepa y para mí, solos (si alguno de nuestros vástagos quiere acompañarnos, perfecto; pero nunca quieren), y una semana con los okupas. De todas formas, últimamente estoy viajando muchísimo, es cierto. Me encanta. Aunque me temo que en Malta hará un egg de calor… en fin, añoraré el clima noruego. Pepa y los okupas están deseando tumbarse al sol; yo me buscaré un buen lugar a la sombra donde maquinar el modo de convencerles para que dediquen más horas a conocer la isla que a broncearse. También debo decidir si continuar con la novela que he empezado o ponerme con otra cosa. Como comentaba en la entrada anterior, molaría un historia de vikingos, pero creo que me atrae más un relato relacionado con la Liga Hanseática. El problema es que sé muy poco sobre el Hansa… En fin, ya veremos.
Hoy es el cumpleaños de Pepa. ¡Felicidades, reina mora! Comeremos todos juntos en el Asador Donostiarra, restaurante donde el Real Madrid solía celebrar sus títulos… cuando ganaba títulos, claro. Le he regalado a Pepa un IPad; se lo he dado esta mañana, pero durante la comida le daré un par de detallitos que no se espera. Sí, soy un encanto, lo sé.
¿Estoy divagando? Por supuesto; pero es lo que exige el verano. Y más que pienso divagar. Hasta dentro de quince días, amigos míos. Feliz verano.
¡Felicidades, Pepa! que cumplas muchos más :D
ResponderEliminarEl argumento de "La isla de Bowen" tiene muy buena pinta, me encanta ese tipo de historias. Tengo muchas ganas de leerla.
Pues sí, con toda la información que necesitabas, sin Internet habría sido muchísimo más duro encontrarla.
Muchas gracias por tus consejos sobre Escocia; si algún día voy ten claro que los seguiré :)
Hasta dentro de quince días, amigo. Espero que Pepa, los okupas y tú disfrutéis vuestros días en Malta.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Feliz verano, César! ¡Espero que lo paséis muy bien en Malta! :)
ResponderEliminarFelicidades Pepa! Espero que lo paséis muy bien por Malta, por cierto el relato de "La isla de Bowen" tiene muy buena pinta, que ganas! Seguro que fue un largo trabajo reunir toda la información necesaria, a veces Internet nos puede jugar malas pasadas, sobretodo la tentadora Wikipedia. Hasta dentro de 15 días amigo!
ResponderEliminarLa Isla de Bowen es una mezcla de Julio Verne, Mark Twain y Alejandro Dumas. Me la llevé a Noruega y a pesar de la incomodidad de leer en el IPhone, me tuvo absorta 4 noches.
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestras felicitaciones , os mando un beso digital.
Pepa
Felix dies natalis, Iosepha. Os deseo mucha tranquilidad y felicidad, porque demostráis ser una pareja maravillosa.
ResponderEliminarUn supermegaabrazo a los dos.
Felicidades pepa. Felices vacaciones, 2ª parte.
ResponderEliminarFelicidades a Pepa, y pásalo muy bien en Malta. :)
ResponderEliminarEn plan talibán ortográfico, hay un "correjía" con "j" en el tercer párrafo del texto. Hasta lo he mirado en el diccionario porque mi cerebro no podía entender que hubiese una falta en alguno de tus textos.
ResponderEliminarY felices vacaciones :)
Pseudoliteratura: Corregido "correjía", que es casi una redundancia. Gracias por avisarme del error tipográfico :)
ResponderEliminarLo que dices de tu nueva novela tiene una pinta estupenda. En cuanto a la importancia de Internet para un escritor, llevo un tiempo pensando lo mismo pero tú, como siempre, lo has dicho mejor y más claro: de acuerdo de punta a cabo.
ResponderEliminarY sí, los vikingos molan cantidad. Ya nos dirás. Abrazos.
A mí la Wikipedia _en inglés_ sí me parece fiable. Tdo lo contrario que su versión en legua española, por lo general. Pero me gustaría conocer los motivos de tu opinión.
ResponderEliminarOtra cosa: ¿has recibido el ejemplar de BA11 con la traducción al esperanto de tu artículo? vas siendo uno de nuestros autores habituales...
http://www.beletraalmanako.com/boao/ba11/index.html
Sobre la fiabilidad de la wikipedia, depende. En materias como la historia yo me he encontrado más de una pifia en la wikipedia en inglés.
ResponderEliminarEs verdad que en la wikipedia en inglés insisten más en citar fuentes que en la wikipedia en español. Pero cuidado, no basta con citar fuentes. Para un conocimiento seguro, estas fuentes tienen que ser o bien autoridades en la materia, o bien fuentes primarias, e incluso con ellas hay que andarse con cuidado. No vale pillar el primer libro que te encuentres en la biblioteca sobre algo. Puede valer para matemáticas o física, pero en las llamadas ciencias humanas, como puede ser la historia, sencillamente no vale.
"restaurante donde el Real Madrid solía celebrar sus títulos… cuando ganaba títulos"
ResponderEliminarWe´ll be back... (o como se dice por mi tierra "nunca choveu que non escampara")
Felices vacaciones y no cojas mucho sol que es malo.
¡Eoooooo!
ResponderEliminar¡¡¡Felicidades a Pepa y al resto de la familia que os vais de vacaciones!!!
Malta. Mmmmm. Caballeros, piratas, marineros que nadaban mejor que ningún otro marinero de Europa... ;) Malta. Calor y café.
¡Pásalo muy bien!
Pues no todos estamos de vacances, no. Para mí, en efecto, la peor etapa de la escritura es la corrección, pero me ha gustado el axioma de Brown (me lo apunto, creo que me ayudará).
ResponderEliminarUn saludo
Leo
Pintan bien tus vacaciones. Disfrútalas tú que las tienes. Respecto a lo de las correcciones de los textos, el problema y es que siempre surgen cambios y nunca se termina de ver todo bien y redondo. Hay que buscar un momento de fin para no volverse loco. Un saludo
ResponderEliminarSobre la Wikipedia: Estoy de acuerdo con Anraman. La Wiki es bastante fiable en temas científicos y geográficos, por ejemplo. Pero de muy dudosa fiabilidad en historia y humanidades.
ResponderEliminarSally: dicen que una novela no se termina; se abandona.
Gracias a todos por vuestros buenos deseos.
Hola, César de Agosto de 2011. Vengo del futuro, concretamente de Marzo de 2016. No, no es parte de uno de tus relatos que tantos y tan buenos momentos me brindan, sino la pura realidad. Ya ves, me encuentro aquí comentando con alguien de 2011, que dejó una entrada en un blog y que me llega 5 años después, como nos llega la luz de las estrellas lejanas. Si realmente vivimos en un multiverso, de esos que representan como las imágenes de una resonancia magnética, como lonchas de un objeto, es posible que el César de 2011 pueda recibir este mensaje, si no, será el César del futuro el que lo reciba. Te adelanto, César de 2011, que tu novela La Isla de Bowen, va a ser un éxito, no tanto a nivel comercial, que para como está el mercado de la Ciencia Ficción y con la crisis que aún os queda por sufrir a los de 2011 no está nada mal. Por lo que he leído, sobre los condicionantes que has ido comentando en cuanto a la producción de la novela, conseguirás plenamente tu objetivo. La primera parte de la novela me ha resultado una vuelta a las lecturas de Julio Verne de cuando era un muchacho. El argumento me ha parecido tremendamente interesante y los guiños a la literatura de aventuras clásica me han hecho no poder reprimir más de una sonrisa. La segunda parte (y no voy a adelantar acontecimientos, para que luego no se diga que la inspiración te la dió alguien del futuro, y para no destripar una estupenda segunda parte) me parece magistral, un chute de ciencia ficción pura, en vena. Si la novela de aventuras clásica tenía que evolucionar, creo que esta sería su evolución natural. Un nuevo giro capaz de añadir un nuevo mortal para volver a sorprender a un satisfecho lector. Y no digo más, porque mientras termino estas lineas, me voy convirtiendo en el José Ramón del pasado y espero que en el futuro queden todavía muchos lectores que puedan disfrutar de las sensaciones experimentadas con tu novela. Termina de corregir la novela y ánimo, va a ser un éxito personal de primera magnitud.
ResponderEliminarJosé Ramón: Joder, yo siempre había sospechado que los viajes en el tiempo eran imposibles, y de pronto apareces tú, llegado del futuro. Me alegro de que te haya gustado "La isla de Bowen", aunque no sé qué versión del texto has leído, porque todavía lo estoy corrigiendo. A mí, de momento, me parece que es una mierda infame; pero eso es lo que me parecen todas mis novelas nada más acabarlas. Inseguridades de escritor, supongo. Pero dices que al final la cosa acaba bien, así que cojonudo. De momento, voy a presentarla al Premio Edebé, a ver si gano.
ResponderEliminarEn efecto, la primera parte de la novela es aventura clásica, y la segunda ciencia ficción también clásica. Acabo de tener una visión del futuro y he visto que un periodista me preguntará por qué he dividido el libro en dos partes, si el argumento fluye sin ninguna interrupción. La respuesta es clara: no cambia el argumento, pero sí el género de la historia.
En fin, estimado crononauta, gracias por tu visita y por tus comentarios. Por cierto, ¿te importaría mandarme los resultados de la Primitiva de los próximos cinco años?