Un enclave tutelado por César Mallorquí, el Abominable Hombre de las Letras, en colaboración con la Sociedad de Amigos del Movimiento Perpetuo. Si no te interesa la literatura, el cine, el comic, los enigmas, el juego y, en general, las cosas inútiles, aparta tus sucias manos de este blog.
jueves, octubre 4
Juana de Arco no.
Después de tanto tiempo, ya no sé qué he escrito en este blog. Entre mi mala memoria y que Babel cumplirá pronto siete años, temo empezar a repetirme como esos abueletes que te contaban veinte veces el sitio de Belchite. Por cierto, ya deben de quedar muy pocos abuelos que hayan pasado la Guerra Civil. ¿Qué batallitas contarán ahora los nuevos abuelos? Cuando me llegue el turno, me enrollaré con la dictadura y la heróica lucha contra Franco, ya lo tengo todo preparado. Me relamo pensando en los coñazos que voy a dar. Pero me estoy yendo por las ramas. Decía que no sé si os he contado ya cierta anécdota; aunque en el fondo da igual, porque os la voy a contar de todas formas. Su protagonista fue Buster Keaton. Como sé que hay merodeadores muy jóvenes rondando por aquí, aclararé que Buster Keaton fue un actor cómico del cine mudo (en España se le conocía por Pamplinas). Era un genio, tanto como Charles Chaplin. Aunque sean en blanco y negro y mudas, ved sus películas; sobre todo El maquinista de la General.
Bien; ¿sabéis cuáles fueron las últimas palabras de Keaton antes de morir?: “Juana de Arco no”.
Resulta que Keaton, ya muy mayor, estaba moribundo en la cama, rodeado por un grupo de familiares y amigos. De pronto, exhaló un suspiro y se quedó absolutamente inmóvil. “Creo que ha muerto”, dijo alguien. Y otro sugirió: “Tocadle los pies; dicen que la gente, cuando va a morir, tiene los pies fríos”. Entonces Keaton, que seguía vivo, dijo con un hilo de voz: “Juana de Arco no”.
¿No os parece genial? Creo que es el mejor epitafio que he oído en mi vida. Si hubieseis estado allí, en ese momento tan dramático, ¿qué habríais hecho, reír o llorar? Es fantástico que alguien te ponga en esa tesitura, ¿verdad? Hay que ser muy grande para convertir el momento de la propia muerte en un gag. Pero para eso precisamente existe el humor: para conjurar el horror.
Hace poco, mi amigo Samael me remitió una frase de Winston Churchill que yo no conocía: “La imaginación consuela a los hombres de lo que no pueden ser. El humor los consuela de lo que son”.
Al final, en última instancia, cuando todo ha fallado, eso es lo que nos queda: la risa. Aunque no haya motivos; o, mejor dicho, precisamente porque no hay motivos.
Vivimos en un mundo que es para troncharse.
Original sí que es, lo que me intriga es en lo que estaría pensando: en una visión pre-mortem en la cual Juana de Arco era como San Pedro y le esperaba con espada en mano, o acaso pensaba en la versión hecha por Cecil B. DeMille en 1916 con fotogramas coloreados y más concretamente en Geraldine Farrar, la cual todavía sigo sin verla en ese papel,y a lo mejor le produjo algún trauma en su años mozos cuando estaba en el ejército y para motivar a los soldados les ponían películas fervorosas y un día viéndola por 5ª vez se le escapó un: "Juana de Arco no" y en su lecho de muerte recordó aquel instante o por su cerebro pasaron imágenes de ese filme y aquello más que un epitáfio fue un lamento del tipo: "Mierda, la joímos", lo cual no dejaría de ser cómico y le vendría que ni al pelo. Hubiese sido el colmo para un personaje tan ecléctico, pero creo que a pesar de esta retahíla que me ha venido al leer tú post, seguiré dándole vueltas a la cabeza.
ResponderEliminarIván, no creo que se le pasase ninguna de esas cosas por la cabeza. Lo que quería decir, evidentemente, es que Juana de Arco no murió con los pies fríos (puesto que la quemaron en la hoguera). Es decir, que siguió haciendo chistes y gala de su ingenio hasta el último minuto. Genio y figura...
ResponderEliminarY sí, yo también recomiendo encarecidamente que veáis si no lo habéis hecho "El maquinista de la general". Una joya del cine.
Rickard
Antes en la tele echaban cine mudo a caño. Debía ser barato , pero creo recordar que a mí, mis hermanos , a mis padres, a mis amigos , a todos nos gustaba : El Gordo y el Flaco , Harold Lloyd , Keaton , Chaplin y otras que echaban a veces que no salía nadie conocido y era como una emisión pirata de una dimensión paralela.
ResponderEliminarRecuerdo que de crío me impactó mucho una película de Keaton ( El Herrero ¿ ?) , la cuestión era que ya en los años veinte la chatarra industrial se comía a la gente . Este hombre se podía haber hecho profeta.
Un genio.
ResponderEliminarPor cierto, hablando de genios y cine mudo el otro día vi empezar en un canal del TDT "la quimera del oro". Y digo empezar por que solo aguanté 3 minutos. EL HORROR.
Era una edición nueva a la que han puesto una voz en off que va explicando toda la película. Hasta se han inventado los diálogos. Absolutamente lamentable. Me pregunto el nivel mental del público target de este engendro. Os aseguro que mi crio la vió con 4 o 5 añitos en la versión de toda la vida y la entendió perfectamente y disfrutó como el enano que era.
Las últimas palabras que le oí a mi abuela fueron "¡A palparse! ¡Hay que palparse!", pero creo que después dijo alguna más. En todo caso, son las últimas que me dijo a mí, y eso me basta como epitafio.
ResponderEliminarClaro que sí, siempre hay que ver el lado positivo de las cosas. La risa ayuda a tener buena salud y a desconectar de los problemas.
ResponderEliminarUna buena noticia que Babel vaya a cumplir casi siete años, felicidades César :)
Lo de las pelis mudas explicadas por una voz en off no es nada nuevo: eso empezaron a hacerlo mucho después, cuando el sonoro acostumbró al público a que se fuera explicando todo lo que pasaba y se olvidó la capacidad de mirar y entender una imagen sin palabras. Aun hoy, el hecho de que no haya diálogos en una película es razón suficiente para no verla para más de un 90% de espectadores.
ResponderEliminarLo de "Juana de Arco no" es una genialidad, pero ruego sinceramente que no sea una simple leyenda, como lo de "Disculpen que no me levante" en la lápida de Groucho Marx, que vi hace tiempo desmentido con pruebas para mi gran disgusto.
Qué casualidad que precisamente hagas esta entrada. La figura de Keaton lleva persiguiéndome toda la semana (yo no sabía ni quién era) y ahora vas tú, César, y haces esa entrada. Justo también me acabo de terminar el "Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos" de Rafael Alberti, que tiene como tema central todos estos actores del cine mundo (aunque por supuesto, el poemario es mucho más). Hace un año empecé a ver películas de Chaplin y he quedado maravillado. Así que te haré caso, y buscaré películas de Keaton.
ResponderEliminarUn saludo.
El maquinista de la General es la mejor película sobre la guerra de Secesión, tal cual.
ResponderEliminarY el papel de Buster Keaton en Golfus de Roma es un inmenso y emocionante homenaje al cine mudo, aunque Buster hable.
Creo que era Ricardo Franco quien llamó Buster a su hijo. Otro bonito homenaje.
Estoy completamente de acuerdo con lo que dices a cerca del sentido del humor. Es lo más grande que tenemos, tanto que incluso en el peor momento de nuestra vida, puede echar una mano en la cosa del consolamentum, que decían los cátaros.
ResponderEliminarTambién existe una anécdota postrera de Pedro Muñoz Seca, que antes de que le fusilaran dijo: podéis quitarme todo menos el miedo que tengo encima.
También estoy de acuerdo con Buster Keaton.
Hace muchos años -tendría yo unos veinte- me dijo mi (nuestro) padre que habían repuesto una película muda que me aconsejaba no perderme (en el cine Proyecciones de Madrid, todavía lo recuerdo). se trataba de "el maquinista de la General" de Buster Keaton. Tengo que confesar que no conocía la peli y muy poco (solo algunos cortos destrozados por infinitas proyecciones) de su autor/actor. O sea que cuando me senté en la sala a verla lo hice con tla misma indefensa actitud que debieronn tener los pobres habitantes de Hiroshima mientras les sobrevolaba el Enola Gay con el infierno en sus tripas.
ResponderEliminarSalí del cine levitando y sigo sin poner los pies en el suelo. Una experiencia cnematgráfica total que nadie que se diga aficionado al arte se puede perder. ¡Cielo santo, qué final con B.K. subiendo y bajando sentado en una biela de su querida General!
Precisamente muchos de estos genios del humor por dedicarse a ello, ya parten de una vision ironica de la existencia, total tarde o temprano todo el mundo va a al otro barrio, y hay dos opciones hacer de ello un drama constante o incluso en esos momentos aplicar el humor y la ironia que es una forma de decir que ningun momento te vende del todo...
ResponderEliminarBuster Keaton fue un gran humorista, como Chaplin, Harold Lloyd, y mas posteriores como Andy Kauffman o Lenny Bruce...
disculpas, ningun momento te vence del todo quería decir...
ResponderEliminarAcabo de descubrir este blog y es grato a mis ojos..motivación por los temas ya que la falta de sueño me ha hecho leer hasta los códigos de barras y si..estoy de acuerdo en la calidad y valoración al cine mudo y a toda esa gente que hizo el caminito para poder llegar a algo grande(B.K,C,H.L..)..
ResponderEliminarSeguiré el camino de este blog porque si lleva siete años por el mundo es que vale la pena..un saludo
Helen: Bienvenida a Babel, amiga mía. Aunque el hecho de que el blog lleve siete años por el mundo sólo significa que soy muy perseverante... Espero en cualquier caso que no te decepcione. Un saludo.
ResponderEliminarServetus en la hoguera cuando este último estaba a punto de descubrir la circulación de la sangre, y lo mantuvo quemándose vivo durante dos horas.con leña verdde como si no fuera poco morir en la hoguera quiso ampliar su sufirmiento. La inquisición Fue una total salvajada es increible lo que la iglesia hizo con miles de personas. aunque la protestante fue peor. ya que la catolica fueron 150 brujas no mas en sus 300 años. mientras la protestante se calcula en europa 30 mil brujas. osea 100 por año en toda europa. 60 por ciento fueron mujeres 40 por ciento hombres. la iglesia de Dios iglesia satanica mas bien.
ResponderEliminarTampoco es que se trate de ver qué inquisición era más maja por el hecho de matar menos que la otra. Os recomiendo un libro fascinante que aborda el trasfondo de la política de Ginebra bajo el régimen calvinista: Castelio contra Calvino, de Stefan Zweig (Ed. Acantilado). De los mejores libros que he leído en mi vida, en serio.
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