Un enclave tutelado por César Mallorquí, el Abominable Hombre de las Letras, en colaboración con la Sociedad de Amigos del Movimiento Perpetuo. Si no te interesa la literatura, el cine, el comic, los enigmas, el juego y, en general, las cosas inútiles, aparta tus sucias manos de este blog.
viernes, enero 11
Divagaciones y buenos propósitos
Por primera vez en la historia de Babel, he escrito una entrada y, tras meditarlo, he decidido no publicarla de momento (de ahí el retraso). Porque era un poco deprimente y no quería comenzar el año con mal rollo. Ya están las cosas lo suficientemente chungas.
Lo que pasa es que durante el último año han sucedido demasiadas desgracias a mi alrededor. Han muerto varias personas a las que apreciaba; otras han enfermado o empeorado de su enfermedad; muchas tienen problemas en el trabajo. Es como si estuviese de noche en un bosque, con un farol en una mano, mirando a mi alrededor sin ver nada más que tinieblas.
Salvo que me mire a mí mismo (de ahí el farol), porque paradójicamente este último año ha sido bastante bueno para mí. Comencé 2012 ganando el Premio Edebé con La isla de Bowen, y lo cerré viendo cómo Babelia la escogía como la mejor novela juvenil del año. Ahora, con un poco de perspectiva, me doy cuenta de que ese ha sido mi proyecto literario más ambicioso (recrear un género que ya no existe). Y al parecer lo conseguí llevar a buen puerto; pero ya hablaremos de esto en otro momento También publiqué en 2012 La estrategia del parásito, que gozó de buena acogida, al menos en principio. Y durante el año apareció Prospectivas (Salto de Página), una antología del mejor cuento de ciencia ficción española actual editada por Fernando Ángel Moreno. En ella está El rebaño, quizá mi cuento más famoso; o, al menos, el que más veces se ha publicado. Lo escribí hace exactamente veinte años, pero quizá siga siendo mi mejor cuento. Con su reedición en Prospectivas ha vuelto a recibir espléndidas críticas; tanto es así, que hubo varias reseñas centradas exclusivamente en El rebaño.
A final de año apareció Bleak House Inn. Diez huéspedes en casa de Dickens (Fábulas de Albión), una antología editada por Care Santos sobre relatos de fantasmas de algún modo dickensianos (los relatos, no los fantasmas). Ahí está Cuento de verano, mi contribución a la antología. Es una versión humorística del famoso Cuento de Navidad de Dickens, y también ha tenido buenas críticas. El adjetivo más usado ha sido “desternillante”, lo que me parece de perlas. Ah, y varios merodeadores me recuerdan que también se reeditó mi novela El coleccionista de sellos (Imágica Ediciones), con buena acogida crítica.
Así que ya veis, tengo el ego de lo más pulidito. Aunque no todo ha sido bueno, por supuesto; por ejemplo, empecé a escribir una novela que se me ha ido pudriendo entre las manos poco a poco. No funciona, así que no me quedará más remedio que tirar a la papelera lo que llevo escrito. Pero bueno, no es la primera vez que me sucede, ni será la última. En general, estoy bien.
No obstante, por muy bien que uno esté, hay que hacer lo posible por mejorar. Los buenos propósitos de comienzos de año, ya sabéis. Por ejemplo, hará un año o así me propuse someterme a una dieta de libros; es decir, comprar menos libros. Analicé la situación y me di cuenta de algo: cada vez leo menos ficción y más ensayo (o non-fiction, como dicen los anglosajones). Sin embargo, por el aquel de la costumbre, seguía comprando novelas al mismo ritmo que antes, así que se me amontonaban sin más porvenir que cubrirse de polvo. Por tanto, ahora sólo compro ficción en el caso de que me interese muchísimo. Ergo, compro muchos menos libros.
Animado por este éxito, he confeccionado una lista de buenos propósitos para el nuevo año. Permitidme que os la exponga:
1. Me propongo impulsar un movimiento ciudadano cuyo objetivo será enfrentarse a los grupos de poder económico y a los políticos comprados para conformar una auténtica democracia y restaurar el Estado del Bienestar y la Justicia Social. Sacaré a la gente de su letargo, punzaré conciencias dormidas, levantaré a las masas en un movimiento imparable que comenzará en España, se extenderá por Europa y finalmente conquistará el mundo entero.
Sin embargo, como no tengo ni puta idea de cómo hacer eso, y aunque la tuviese soy demasiado doble uve –Viejo y Vago- para afrontar semejante tarea, es posible que haya que recurrir a un segundo propósito:
2. Me propongo convertirme en superhéroe. Porque si eres invulnerable a las balas y puedes dar tortas como hogazas, resulta mucho más sencillo luchar contra malvados supermillonarios. El único problema es cómo convertirme en superhéroe. Los métodos más usuales son : A) estar cerca de la caída de un meteorito; B) sufrir un accidente de laboratorio; C) someterse a una sobredosis de radioactividad o D) haber nacido en un planeta mucho más masivo que la Tierra (como Krypton, por ejemplo).
Descartando que Barcelona sea un planeta distinto a la Tierra (algo que los nacionalistas seguro que discutirían), y considerando que esperar a que caiga cerca un meteorito puede resultar a la larga una tarea de lo más tedioso, sólo quedan dos alternativas. Lo del laboratorio lo veo difícil, porque no tengo acceso a ningún laboratorio. Aunque, claro, siempre podría acercarme a la farmacia de la esquina con una bombona de butano y provocar una explosión, pero supongo que no sería lo mismo. No obstante, podría aspirar una sobredosis de Emuliquen y convertirme en el Hombre Laxante, que hace que los malvados se caguen. Pero, siendo realistas, no creo que se pueda confiar en ello.
Respecto a lo de exponerme a una dosis supuestamente letal de radioactividad... no sé, no acabo de pillarle el punto... En primer lugar, porque veo difícil lo de conseguir materiales radioactivos. Y en segundo lugar, porque si me doy un buen baño de, por ejemplo, rayos gamma... vale, sí, igual se me pone el estómago como una tableta de Milkybar y empiezo a echar rayos láser por los ojos; pero también podría transformarme en una masa de gelatina antropófaga o en un gañán verde atiborrado de esteroides; porque no hay que olvidar que los accidentes de laboratorio y las sobredosis radioactivas tanto te convierten en un superhéroe como en un supervillano. Aunque, bien pensado, ésa es otra opción: ser el supermalvado más malvado del mundo y masacrar a los demás malvados para acabar con la competencia. Así qué...
3. Me propongo hacer un curso on line para convertirme en Mad Doctor.
4. Una vez conseguido el título de Mad Doctor, me propongo construir una Máquina Infernal con la que conquistaré y/o destruiré el mundo. Vale, reconozco que ahora no tengo ni idea de cómo construir semejante máquina; pero supongo que eso lo explicarán en el curso, ¿no?
5. Una vez conquistado y/o más o menos destruido el mundo, me propongo olvidarme de esas chorradas de democracia, estado del bienestar y justicia social, y tiranizar a la humanidad, sometiéndola a mi capricho.
Moraleja: Es sorprendente lo rápido que se le sube a uno el poder a la cabeza.
Que bueno,César!!!.
ResponderEliminarTe has olvidado de otra cosa buena para tí y para nosostros este año, han vuelto a editar tu libro "El coleccionista de sellos".
Tus ideas son geniales, me he reido un buen rato, a mí la que más me gusta es la de convertirme en superhéroe o mejor aún en la acompañante de "V" de Vendetta para luchar contra los malvados, pero tampoco se como hacerlo.
Un saludo. Mabel
Huy, con lo del poder qué me vas a contar. De pequeña yo quería ser Reina del Mundo (así, como suena). Pero oye, Reina ilustrada. Siendo ya un retaco, quería ir a Harvard a estudiar medicina (sin saber que el inglés era otro idioma), estudiar derecho y dedicarme a cuidar, defender y curar a todo el mundo. Así, seguro que todo el mundo estaba contento teniéndome como Reina del Mundo. Cómo somos de críos...
ResponderEliminarLo de los propósitos de año nuevo, puedes leer mi lista en mi blog. De momento sigo sin decir palabrotas :D. Tu lista es muy interesante, aunque muy complicada. Te va a tocar trabajar muchísimo. Ay, a ver si este año leo un poco más y pillo algún libro tuyo por banda. Te echo de menos, César. En mi estantería, quiero decir (bah, qué narices, creo que alguna vez he dicho por aquí que ojalá fueses mi padre).
Espero que este año sea tan bueno o más para ti que 2012. Ah, y ni se te ocurra tirar tu novela inacabada, la que dices que no funciona. Quizá simplemente está esperando su momento y cualquier día de estos se te ocurre cómo darle forma. Un beso, guapo,
Babilonia, antaño Cristina S. Baixauli, antaño Merak... Tengo que dejar de cambiar de nick.
¡Vaya!, hacía tanto tiempo que no me enteraba de realmente buenos propósitos de año nuevo :D.
ResponderEliminarMataría por leer lo que llevas escrito de esa novela que ''no sirve''.
¿Te he dicho ya que de todos, eres mi escritor favorito?, ¿y que le ganas por mucho a todos?
Un saludo!
:)
Hace unos días otro superhéroe de ficción cometió una "pequeña" heroicidad: se negó a aceptar un premio. En los tiempos que corren, hay que tener superpoderes para rechazar algo así. Bien por Jan. (Por cierto, por ser un W no descartes nada, hay mucho yayoflauta dando ejemplo por ahí).
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Hola César, ¿Qué tal? Espero que hayas pasado unas felices fiestas. Esta es la primera vez que te escribo y me gustaría hacerte una petición.
ResponderEliminarAl comienzo de tu blog tienes una entradilla que dice así:
"Un enclave tutelado por César Mallorquí, el Abominable Hombre de las Letras, en colaboración con la Sociedad de Amigos del Movimiento Perpetuo y la Tierra Plana. Si no te interesa la literatura, el cine, el comic, los enigmas, el juego y, en general, las cosas inútiles, aparta tus sucias manos de este blog."
Sin embargo, a pesar de que llevo siguiendo tu blog varios años nunca he visto que dedicaras una entrada al mundo del cómic y de la novela gráfica.
Como joven amateur que soy en este mundillo, me haría mucha ilusión que escribieras un post (no hace falta que sea tan extenso como los 4 que dedicastes a la ciencia ficción, que por cierto, me encantaron) comentando tus escritores y dibujantes favoritos, los mejores cómics, si prefieres el cómic americano, el europeo el japonés... etc
Gracias y un saludo
Saludos César de nuevo, y por supuesto ¡feliz año nuevo!
ResponderEliminarTus propósitos son a la vez originales y típicos (lo de típicos, porque son igual de difíciles que "ir al gimnasio" o "estudiar más").
He de comentarte que, como dijo el primer anónimo, se te olvidó mencionar la re-edición de "El Coleccionista de Sellos", lo digo porque me lo trajo un camello esta Navidad :-)
Y también comentarte que me deglutí "La Estrategia del Parásito" en un día (regalo de un gordo barbudo con traje rojo), y me dio por buscar la entrada que le dedicaste, en la que mencionas que, si el libro tenía éxito, existía la posibilidad de continuarlo... así que he de decir que espero muy mucho que esto sea así porque (no quiero espoilear) ¡quiero saber qué es de la vida de nuestros protas! Lo dejo ahí para que no peligren las sorpresas para el resto de lectores...
Nada más, sólo comentarte que a mi este año me ha pasado un poco como a ti... en lo personal he tenido un buen año, pero para tanta gente querida ha sido un año tan mierdoso que en general considero el año como mierdoso también.
Un saludo y ¡hasta pronto!
Mabel: Gracias por recordarme "El coleccionista...". Qué mala cabeza tengo. En cuanto a nuestro futuro como superhéroes, recuerda la mala vida que le daba V a su pobre ayudante. Yo probaría con Batman.
ResponderEliminarBabilona: Clarke escribió un cuento que se llamaba "Los 9 billones de nombres de Dios" y yo voy a escribir uno llamado "Lo 9 billones de nombres de Cristina". ¿No tendrás personalidad múltiple?
Una cosa, hija postiza: ¿Por qué quieres dejar de decir palabrotas? A veces son muy útiles...
Rosaura: Muchas gracias; es un honor ser tu escritor favorito, pero también una gran responsabilidad. ¿Y si algún día te fallo? Porque, créeme, con esta novela que no me funciona te fallaría.
Eladio Lestrove: Eso de rechazar premios... no sé, no me acaba de gustar. Hay que tener motivos muy poderosos para hacerlo, porque al menos a mí me suena un poco a falta de educación y, quizá, a mucha vanidad. No digo que ése sea el caso de Jan, pero...
Anónimo de las 11:56: La verdad es que sí he hablado de cómics, pero en los comienzos del blog y, es cierto, no mucho. Lo que pasa es que durante los últimos años ando un poco perdido en cuanto a las novedades, sobre todo en lo referente al comic europeo. Antes me orientaba mediante revistas especializadas, pero ya casi no queda ninguna, y si hay algún sitio en Intenet fiable no lo conozco.
De todas formas, te haré caso y escribiré sobre mi canon comiquero, porque tienes razón al señalar que tengo muy olvidado el comic.
José Antonio: Gracias por recordarme "El coleccionista...". Me alegro de que te haya gustado "La estrategia del parásito". En principio, escribí esa novela como pieza única, con un final que no es precisamente feliz. La verdad es que pensaba que la amenaza a la que se enfrentan los protas era invencible. Pero luego se me ocurrió una forma de derrotarla (sin sacarme ningún conejo de la chistera), y eso abrió la puerta a una posible continuación. Ya veremos.
SALUDOS.
ResponderEliminarEspero que todo vaya bien a tus personas cercanas y que tú continues en racha.
ZonaNegativa.com y Labd.blogspot.com suelen estar bien.
En cuanto a la novela mi humilde opinión es que si no la continuas que rescates fragmentos.
Éso es lo que hace falta, un supervillano con un fuerte sentido de la competitividad capitalista en lo referente a monopolizar el mal.
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