Amo el cine
casi tanto como amo la literatura. De hecho, como escritor suelo utilizar
técnicas de narrativa cinematográfica en mis textos. No soy el único que lo
hace; la literatura del siglo XX está influida por el cine, igual que el cine
estuvo influido por la literatura desde su nacimiento. Son artes primas
hermanas.
Como
lector, ha habido grandes hitos en mi vida, libros que me han maravillado, que
me han cambiado aunque sólo sea un poquito. De entre todos ellos destaca, con
gran diferencia uno que leí cuando tenía 17 o 18 años; en realidad dos: Ficciones y El aleph, de Jorge Luis Borges. Nunca había leído nada igual; fue
una especie de epifanía, como cruzar una puerta que te conducía a un universo
paralelo. En realidad, leer los relatos de Borges supuso una experiencia que
trascendió lo literario y me llevó a... no sé, lo metafísico, lo numinoso, o
quizá más bien lo lisérgico. ¿Podemos llamarlo experiencia iniciática? Pues
como escribo yo y el blog es mío, podemos. Fue como tomarse un tripi.
El equivalente
cinematográfico de esto ocurrió cuando, teniendo yo 16 años, fui con mi padre a
ver 2001: Una odisea del espacio.
Levité sobre el asiento. Vamos a ver, yo era un pirado de la ciencia ficción y,
de repente, veía de forma absolutamente verosímil lo que tantas veces había
leído. Es decir: nunca había visto nada igual; aquello era un experiencia
totalmente nueva. Tened en cuenta que, hasta entonces, los efectos especiales
más elaborados habían sido los de, no sé, Planeta
prohibido quizá. Y son de barraca de feria, podéis comprobarlo en YouTube.
Pues bien, de repente te encuentras con unos efectos totalmente realistas y te
quedas con la boca abierta. De hecho, pese a los 44 años que han transcurrido
desde su estreno, y pese a estar realizados con la clásica técnica analógica
del caché/contracaché, los efectos de 2001
siguen siendo asombrosamente eficaces.
Pero no
solo era la perfección técnica de la película, sino también los temas que
trataba -clásicos de la cf: el primer contacto, la exploración espacial, la
inteligencia artificial-, la majestuosa dirección, la música, las coreografías
en gravedad cero... En fin, no voy a enrollarme. 2001 era, y es, sobre todo un grandísimo espectáculo, con sus rutilantes
70 mm proyectados en una pantalla gigantesca. Fue una experiencia del todo
nueva, una experiencia que trascendía lo narrativo para adentrarse en lo
puramente sensorial. Eso sí que era como tomarse un tripi. De hecho, así se
anunció la película: 2001 a space
odyssey. It's a trip.
Más tarde vi en el cine otros grandes
espectáculos visuales basados en efectos especiales: Star Wars, Encuentros en la
tercera fase, Matrix, El señor de los anillos, la más bien
tonta Avatar... Pero, con
independencia de lo mucho o poco que me gustaran esas películas, ninguna supuso
la experiencia alucinada que fue para mí 2001.
La verdad es que, saturado como estoy por la sobreabundancia de efectos
especiales cada vez más perfectos, pensaba que ya nada podría sorprenderme. Me
equivocaba, porque lo importante no es la perfección técnica de los efectos,
sino el uso que se haga de ellos.
El pasado
domingo tuve el gozoso privilegio de volver a zambullirme en la misma epifanía
que sentí cuando presencié 2001. Vi
algo que jamás había visto, una experiencia sensorial y lisérgica totalmente
nueva. Vi Gravity, de Alfonso Cuarón.
Y me quedé con la boca abierta.
Tanto 2001 como Gravity están ambientadas en el espacio, pero no pueden ser más
distintas. 2001 es una historia grandiosa que abarca millones de años y afecta
a toda la humanidad, mientras que Gravity
es una historia pequeña que sólo atañe a un par de personas. Por otro lado,
cabría preguntarse si mi afición a la ciencia ficción no influye en lo mucho
que me gustan ambos films. Y la respuesta es sí, claro que influye. Pero hay
algo más. Desde siempre, el firmamento nos ha fascinado; tanto, que hemos
situado allí la morada de los dioses. Y también ha formado siempre parte de la
poesía; ¿cuántos poetas han hablado del Sol la Luna y las estrellas? El
firmamento, el espacio exterior, es poesía cósmica. La música de las esferas. 2001 trasmite esa poesía, una poesía
fría y grandiosa que me recuerda a los versos de Borges. Gravity también emana poesía, pero una poesía íntima y cálida;
aunque en el fondo, ambos films son epopeyas.
La historia
de Gravity es muy sencilla: Durante
un paseo espacial rutinario, dos astronautas, la doctora Stone y el veterano
Kowalsky, -interpretados por Sandra Bullock y George Clooney- sufren una
accidente causado por el impacto de los restos de un satélite contra el
transbordador espacial en el que viajaban. Ambos se quedan flotando en el
espacio y su única posibilidad de volver a la Tierra es llegar a la lejana
estación espacial china, que cuenta con una cápsula de reentrada.
Todo el
metraje del film simula la gravedad cero (de ahí el título), y la mayor parte
del tiempo los personajes están enfundados en trajes espaciales. De hecho, la
película comienza con un plano secuencia de 17 minutos (¡) que muestra el paseo
espacial de tres astronautas y el accidente.
Los efectos
especiales son (casi) perfectos. Eso significa que lo que vemos parece
totalmente real. Por otro lado, la cámara se mueve en gravedad cero, vuela. Si
os paráis a pensarlo, todas las películas son bidimensionales, porque la cámara
está, o se desplaza, en un plano de dos dimensiones (el suelo). También hay
movimientos de grúa que añaden la tercera dimensión, es cierto, pero sólo
ocasionalmente. En Gravity, la cámara
siempre se mueve majestuosamente en un espacio de tres dimensiones donde no
existe el arriba y el abajo.
Por otro
lado, a la fascinante belleza de las imágenes se une la no menos fascinante
coreografía de la gravedad cero, donde cada acción lleva consigo una reacción.
Si empujas algo hacia delante, te verás proyectado hacia atrás con la misma
fuerza. Eso ocurre con todos los objetos y personajes que aparecen en pantalla,
componiendo un hipnótico ballet espacial coreografiado por Newton.
Pero nada
de eso pasaría de ser un ejercicio de estilo si Cuarón hubiese descuidado los
aspectos narrativos y dramáticos de la historia, cosa que no sucede. Por el
contrario, el espectador empatiza con la doctora Stone –el trabajo de Sandra
Bullock es espléndido-, sufre con ella, lucha con ella, se mete por completo en
su piel. Reconozco que en más de un momento me vi a mí mismo aferrado a los
brazos de mi butaca por la tensión y el suspense. Hay muchas secuencias
maravillosas en esta maravillosa película, pero dos se me han quedado
especialmente grabadas. Una, cuando la doctora Stone llega a una estación espacial
y, ya en su interior, se quita el traje y se queda flotando en posición fetal.
Es como un parto (ella ha vuelto a nacer), pero también, creo, un pequeño
tributo a 2001. La segunda secuencia
es un primer plano de la doctora Stone llorando, una de las imágenes más
poéticas que he visto en mi vida. No explicaré por qué para evitar spoilers.
Hay un tema
controvertido: las 3D. Hasta ahora, se me antojaba una chorrada que lo único
que valía es para restar luminosidad a la proyección. En ninguna de las
películas que he visto en ese formato –incluida la tan cacareada Avatar- me ha parecido que las 3D
aportasen nada. Así que, después de tres experiencias negativas, dejé de ver
películas con las gafitas de marras.
Pero leí
varias críticas donde se decía que en este caso las 3D eran imprescindibles, de
modo que volví a ponerme las gafas polarizadas. Afortunadamente. Es la primera
película que he visto donde las 3D contribuyen significativamente a la
experiencia cinematográfica. Entre otras cosas porque, como he dicho antes, en
este film la cámara se mueve en tres dimensiones. Sea como fuere, las
extraordinarias 3D de Gravity
contribuyen a que te metas más en la historia, a que la sensación casi física
de estar allí, flotando en el espacio, sea abrumadora.
¿Es Gravity
un film de ciencia ficción? Pues la verdad es que no; toda la tecnología que
aparece en pantalla se corresponde con la actual. Aunque, por otro lado, hay
una estación espacial china, y los chinos tienen previsto situar en órbita su
estación para el año 2023. Así que la película transcurriría al menos diez años
en el futuro. Pero da igual; si te gusta la ciencia ficción, el film de Cuarón
te encantará. Y si no te gusta, también.
En fin,
amigos míos; en la anterior entrada os recomendaba un libro un poco friki. En ésta
os recomiendo una gran película para todo el mundo. Id a verla, en las
puñeteras 3D, porque vale la pena. Es espectacular, es poética, es emocionante,
es grandiosa e intimista a la vez, es algo que nunca antes habéis visto, una
experiencia sensorial totalmente nueva.
¿Qué
demonios hacéis ahí sentados leyendo esto? ¡Corred a ver Gravity! ¿Acaso no ha quedado claro que es una pequeña –o grande,
no sé- obra maestra?
La veré. Ya sois demasiada gente la que me lo ha dicho. ¡Gracias por la recomendación!
ResponderEliminarRickard
Pues la vi este pasado fin de semana y me pareció una experiencia abrumadora. Es de esa clase de películas que, cuando sales del cine, no sabes muy bien como valorarlas por no poder compararla con nada visto hasta la fecha. Que yo recuerde, ese estado de shock solo lo había sentido viendo Pulp Fiction y, probablemente, porque era un adolescente.
ResponderEliminarLa historia es sencilla, pero el movimiento de cámara del maestro (si, ya ha llegado a ese nivel) Cuarón hace que te sumerjas no solo en la piel, sino en el alma de los personajes. Otra novedad que aporta, en este caso las 3D, es ser capaz de dotar de mayor dramatismo a las escenas (y aquí me refiero a esa que mencionas del primer plano de la mujer llorando). Puede que juegue un poco con nuestro subconsciente, pero quien no se emocione en ese tramo es que está muerto (o dormido, que alguno vi).
También es cierto que tiene más de ciencia que de ficción, aunque hay algún momento en que puede resultar inverosímil. Pero si uno quiere una película de ciencia-ficción solo tiene que visitar (en mi caso sería re-visitar por décima u onceava vez) el anterior film de este mismo director, "Hijos de los hombres". También con unos falsos planos secuencia interminables (marca de la casa) y una historia algo más convencional, pero igualmente fascinante.
casualmente esta mañana le dijo a mi hija de ir a verla, vi el cartel en una parada de autobus.
ResponderEliminarPor cierto César, has escrito alguna vez un guión de cine?.
sds
Mazarbul
Saludos, César:
ResponderEliminarConfieso que te envidio un poquito, César. Yo nunca pude ver en pantalla de cine 2001 A Space Odyssey. La descubrí de madrugada en la Segunda Cadena de TVE, cuando era un adolescente y, aunque ya había leído sobre ella y me atraía, me sentí atrapado por el film de una manera parecida a la que despertó en mí el visionado de Solaris -la de Tarkovsky, aunque la de Sóderbergh también me gustó de otra manera- también de madrugada en la Segunda. Es una película que no deja indiferente a casi nadie: o la adoras, o la odias.
Y coincido en que lo mejor de ella son los temas que trata, antes que sus efectos especiales. Aunque estos han influido en otros filmes tales como Naves silenciosas (Silent Running, 1972, Douglas Trumbull), el tema de la Inteligencia Artificial cabrona (HAL) que va cargándose a los seres humanos poco a poco para que no estorben el objetivo final de la misión, se repite en Alien con el androide Ash, por ejemplo.
Su adaptación al cómic fue realizada para Marvel por Jack Kirby -supongo que lo conocerás-, que posteriormente realizó una serie de comic books usando y siguiendo los temas de la película y el cuento (anterior) y la novela (posterior) de Arthur C. Clarke.
¿No viste Blade Runner? Es raro que no la nombres, pues fue influyente sobre todo en la estética futurista sucia, además de dejar un soliloquio para la posteridad. Y también trata algún tema interesante.
No he visto aún Gravity. Cuando vi el anuncio, no me interesó mucho -no soporto a Sandra Bullock, aunque soy fan de George Clooney-, pero ya he leído dos críticas muy buenas sobre ella, de gente que me merece un respeto, así que me parece que este fin de semana caerá.
Un saludo
Juan Constantin
Rickard: Te gustará, ya verás.
ResponderEliminarMazcota: Totalmente de acuerdo contigo, amigo mío. En cuanto a "Hijos de los hombres", es una excelente película, pero no el espectáculo sensorial que es "Gravity". Nada en Cuarón (ni en nadie, si vamos a eso) hacía prever algo así.
Mazarbul: Pues sí, he escrito más de un guión de cine. La mayor parte no llegaron a producirse, y los que acabaron en rodaje fueron tan masacrados que más vale olvidarlos.
Juan Constantin: "Blade Runner" me gusta muchísimo. De hecho, está entre las, digamos, cinco películas de cf que más me gustan. Y reconozco su influencia. ¡Coño!, pero si el cyberpunk se lo debe casi todo a esa película. Es una obra maestra, pero por otros motivos. No es algo tan radicalmente nuevo como lo fue "2001" y ahora es "Gravity", ni tampoco es un abrumador espectáculo visual/sensorial.
En cuanto a Sandra Bullock, créeme, está espléndida.
Tengo entradas para verla esta tarde precisamente. Anda que como no me guste, voy a quedar de rarito, pero si es así lo diré en este animado debate de todas formas.
ResponderEliminarGracias por la recomendación. La pensaba ver de todas formas, pero ni me había planteado lo del 3D hasta que leí tu reseña.
ResponderEliminarMe sumo a las recomendaciones: es una peli imprescindible. Cuesta creer que desde "2001..." nadie se hubiera planteado hacer una película del espacio de verdad... todavía me acuerdo en, no sé si "La guerra de los clones" o una de estas, que cuando el destructor imperial se "inclinaba" los protas se "caían". Eso me desconectó totalmente de la película.
Por cierto, he aquí un análisis riguroso de aciertos y fallos científicos y ténicos de la mano de Daniel Marín, un "friki" de la cosa espacial.
Para mi la epifanía vino de "Naves del espacio "(silent runnings) que vi siendo realmente pequeño (¿8 años?) pero que se me quedó grabada en las retinas. Sí, no era una película que respetara mucho las leyes de Newton, tal y como hemos visto en "Gravity" y "2001...", pero con esa edad fue algo inolvidable.
"2001..." la vi de adolescente y me impactó muchísimo. Al día siguiente me leí el libro con ansia. A pesar de ese impacto, no recuerdo bien las circunstancias en que la vi, aunque sospecho que fue en cine y no en TV: esas gloriosas tardes de sesión continua que ya se han perdido como lágrimas en la lluvia...
Para finalizar, de las escenas que más me impactaron de "Gravity" fue al final... no quiero dar datos para quien no la haya visto (atención: ¡¡¡destripeesss!!!)
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Me refiero a cuando Ryan trastabilla al ponerse en pie cuando llega a la orilla: lógico tras la habituación a gravedad 0. Pero yo ahí vi otro guiño a "2001..."
Ya la he visto y como prometí, me integro de nuevo al debate.
ResponderEliminarLa película es, como todo el mundo ha dicho aquí y en otros foros igual de respetables, fantástica desde muchos puntos de vista. Para mi modesta opinión lo mejor que tiene es el ritmo dramático y la narrativa, pues está hecha de tal manera que te engancha nada más empezar y no te suelta hasta que aparecen los créditos. Eso solo se ve en películas bien hechas. Olé.
Los peros están explicados en el enlace que tan amablemente ha puesto a nuestra disposición Manolo. Quizá no haya que darle importancia, pero yo sí se la doy. Como al hecho de que (atención voy a contar el final) americe en un lago justo a veinte metros de la orilla. Vaya potra.
Ni que decir tiene que la sensación de ingravidez está logradísima. De hecho os juro que durante la proyección pasaron por delante de mis ojos varias bolsas de palomitas flotando con lentitud hacia la pantalla, y alguna chaqueta perseguida por su dueño que trataba de asirla desesperadamente. Menos mal que yo estaba bien sujeto a mi asiento con mi arnés.
NO dejéis de llevarlo los que aún no la habéis visto.
Hola César, gracias por la recomendación cinematográfica, la tendré en cuenta...
ResponderEliminarMi pregunta es que si has leido algo de la recientemente galardonada con el premio nóbel, Alice Munro?
Manolo: Hacer una película del espacio "de verdad" era dificilísimo, porque no existía la tecnología necesaria. De hecho, Cuarón tuvo que esperar 7 años desde que parió el guión hasta que pudo realizarlo, porque hubo que desarrollar esa tecnología.
ResponderEliminarSí, es posible que el final también contenga una referencia a "2001".
Samael: ¿En "Gravity" hay errores científicos? Por supuesto; los que menciona el enlace y otros, como uno que he visto repetido por la Red: el pelo de Sandra Bullock no flota. Con todo, el principal error (aunque yo lo llamaría licencia) es situar a tan poca distancia el Hubble, la Estación Internacional y la estación china. Pero es que, de no ser así, no habría película.
Y ahí está la clave: "Gravity" no es un documental, ni una pieza de divulgación científica. Es una película dramática. Aún así, quizá sea la peli del espacio más fiel a la realidad jamás filmada. En una entrevista a Pedro Duque que escuché por radio, este afirmaba que las imágenes del film reproducían con mucha fidelidad la experiencia de un paseo espacial.
En cualquier caso, he comprobado que los propios científicos que han señalado los errores, confiesan que se lo pasaron de maravilla viendo la película.
Una película, no un documental.
Anónimo de las 12:21: Confieso con vergüenza que jamás he leído un relato de Alice Munro.
Desde luego vale la pena verla, y las gafas de 3D son imprescindibles.
ResponderEliminarTambién hay que reconocer que el género al pertenece es el porno: 100% excitación visual, montada en un argumento que no tiene ni finge tener el más mínimo sentido.
Cuando ella está en la estación rusa y de repente aparece un incendio de la nada para que ella tenga que salir y la lluvia de basura espacial la pille fuera, yo ya desconecté la parte del cerebro que gestiona el argumento de las cosas.