Otra vez
Halloween; la noche en que los espíritus de los muertos caminan entre los
vivos. Ya sabéis que me encanta esta fiesta pagana incrustada en el corazón del
cristianismo. Y también sabéis hasta qué punto me parecen tontos esos
argumentos contrarios que se quejan de Halloween porque es una tradición
importada. ¿Acaso la Navidad es una fiesta autóctona? Pues no. Ni la Semana
Santa; ni, si vamos a eso, tampoco Todos los Santos, que fue una festividad
cristiana creada para superponerse al Samhain, la fiesta celta que es el
precedente de Halloween. Y el Samhain sí que es autóctono, pues hasta hace
menos de medio siglo se seguía celebrando en Galicia y en el norte de Cáceres.
Además, demonios, qué más dará si una fiesta es o no producto nacional; lo
importante es que sea divertida. Y Halloween es divertidísimo para los niños.
Aunque, claro, puede que haya quien piense que ir a rezar a un cementerio es
mucho más excitante que disfrazarse de monstruo y salir por ahí pidiendo
chucherías. Claro, hombre; dónde va a parar. El poder de la oración, sí señor.
Samhain era
el fin de año celta; de hecho, marcaba el final de la temporada agrícola. Y
también el comienzo de la oscuridad. Durante una noche, los fantasmas de los
muertos regresaban al mundo; y los vivos, para contentarlos e impedir que los
devoraran, les dejaban comida fuera de las casas (de ahí la petición de
chucherías de Halloween).
¿Sabéis?,
empiezo a pensar que España se está convirtiendo en una especie de
Samhain/Halloween sin pizca de gracia. Pensad en toda la gente que no tiene
trabajo, ni futuro, ni esperanza, en aquellos que rebuscan en los contenedores
o son asiduos de los comedores sociales. Son como muertos vivientes, sombras,
espíritus hambrientos, fantasmas.
Y ahora
pensad en lo poquísimo que hacemos por esa gente, en los cada vez más escasos
subsidios, en las pensiones no contributivas, en los asilos públicos, en la
caridad... ¿No se parece eso mucho a la comida de Samhain o las chucherías de
Halloween? Les damos a los espíritus lo justo para que no se enfurezcan y así
evitamos que nos devoren.
Pero eso no
puede durar; Halloween no es eterno, sólo es una noche. Aunque, claro, luego
llega la oscuridad. Y en esa oscuridad, los muertos vivientes pueden despertar
a una bestia terrible, parda y gamada, un monstruo brutal que, ese sí, podría
devorarnos a todos. Mirad a los países de nuestro entorno; ya está comenzando a
suceder.
En fin, no
nos pongamos sombríos de verdad, sino tenebrosos en broma. Disfrutad de la
noche de los muertos; sois merodeadores, caminantes de las sombras, viajeros
nocturnos; estáis hechos para las tinieblas.
Feliz
Halloween/Samhain, amigos.
¿Truco o
trato?
Jo, César, a veces das miedo. Ya solo falta que saques a Cernunnos, como haces en "La Catredral", que leí no hace mucho. Por cierto, que en cierto momento creí que ibas a mencionar a los cátaros por lo de la veneración al diablo, pero al final ya vi que no. La historia me gustó (el tema me interesa bastante), y aunque me vi venir muchas cosas (Trismegistos, la identidad de la estatua, la catedral al revés...), debo confesarte que no me esperaba la puesta en escena del final. Chapeau. Muy inquietante también la imagen del millón de moscas posadas.
ResponderEliminarCasi hubiera preferido que la catedral se hubiera localizado en Finisterre. Por lo que sé (que tampoco es mucho y de dudosa procedencia), venía a ser lo mismo que Kerloch, pues era un destino de peregrinaje pagano antes de que se instaurase el Camino de Santiago. Pero supongo que era más verosímil situar la acción en un lugar más remoto.
"¿Truco o trato?"
Pues la verdad es que no me gusta la traducción de ninguno de los términos. Por lo que sé, el dicho original viene a significar algo así como nuestro "paga o pego". Todavía 'trato'... se puede dejar pasar, pero 'truco' no lo veo correcto. Yo lo hubiera llamado 'treta', que, según tengo entendido, se parece más a la acepción de 'trick' que se usa aquí, y se parece lo suficiente a las palabras del dicho original (de hecho, se parece más a 'treat' que 'trato'). Así que me quedo con 'treta'.
PD: Ah, sí. Y feliz Samhain.
pero si es que es lo mismo. Halloween viene de ALL HALLOWS DAY, dia de todos los santos. TO HALLOW también significa santificar, consagrar... (sacado de un diccionario de etimología inglesa, que ya son ganas). El origen es católico, probablemente en Irlanda, aunque suplantara una fiesta pagana anterior.
ResponderEliminarLo de trick or treat, es mucho más tardío, es americano y es el eslogan de una fábrica de caramelos que tuvo la genial idea en 1931. No, perdón, 1932.
en cualquier caso, que disfrutéis el jaloguin.
Otra cosa: Ya que mencionas la Semana Santa, quisiera comentar un dato al respecto que me llama mucho la atención.
ResponderEliminarYo soy de Sevilla y alguna vez he oído la historia de las Santas Justa y Rufina, patronas de la ciudad. En dicha historia se menciona una procesión de una imagen de Salambó (que viene a ser lo mismo que Astarté o Afrodita) llorosa por la muerte de su amado Adonis, el cual más tarde resucitaría (como muchos otros símbolos solares), de forma parecida a como se cuenta en el mito sumerio del descenso de Inanna a los infiernos.
¡Cuál fue mi sorpresa al enterarme de que en el siglo III ya había en mi ciudad procesiones de dolorosas! Me parece muy curioso. Va a resultar que Sevilla ya era una ciudad mariana antes siquiera de que existiera la Virgen María. Me pregunto si eran costaleros los que las transportaban y si los acompañantes vestían de nazarenos.
Bueno, ya dejo de incordiar. ;)
Ahí os mando una guerra de los mundos radiofonicas en español. El Halloween de orson Wells en version hispana.
ResponderEliminarhttp://www.rtve.es/alacarta/audios/radio/una-invasion-marciana-traves-radio/327131/?s1=audios&s2=&s3=
Mazarbul
Samael: Hay que ver, con lo fácil que es documentarse en Internet... Hijo mío, no has dado ni una. En primer lugar, Halloween no significa ni remotamente lo que tú dices. En realidad es la contracción de All Hallows' Eve, que en inglés antiguo significa. Víspera de Todos los Santos.
ResponderEliminarEn segundo lugar, Halloween y Todos los Santos ni son lo mismo ni coinciden en el tiempo. Todos los Santos es el 1 de noviembre y Halloween la noche del 31 de octubre.
En tercer lugar, Halloween no sólo no es una fiesta católica, sino que además está condenada por la iglesia.
En cuarto lugar, Halloween no tiene un origen irlandés, sino inglés, aunque se extendió a todas las islas y luego al continente.
Ahora bien, en algo tienes razón: lo del trick or treat es muy posterior y norteamericano. Aunque, eso sí, está basado en la leyenda británica de Jack O'Lantern. Leyenda que, por cierto, también está en el origen de las calabazas iluminadas.
Por lo demás, te has equivocado en todo.
Bueno Cesar da la casualidad que ahora mismo estoy en Galicia y me sorprendio gratamente que todos los niños en el cole dicen que celebran el Samhain y lo llaman asi, estaran volviendo a sus raices celtas??
ResponderEliminarMabel
Una fiesta tan condenada por la Iglesia que, ayer mismo, un obispo lanzó contra ella una diatriba tremenda. Claro que uno de los argumentos que utilizó es un acicate para defenderla. Dijo textualmente que "da lo mismo ser ateo que creyente para celebrarla". Pues qué bien. Una fiesta en la que se puede participar sin tener en cuenta las creencias. Qué maravilla.
ResponderEliminarPor supuesto, defendió la fiesta católica de todos los santos. Solo para creyentes, claro. ¡Estos curas tan sectarios!
A través de estas y otras entradas anteriores tuyas he aprendido algo del origen de Halloween. Y gracias a ti dejé de mirar con recelo lo que me parecía una importación desde el Imperio.
Sin embargo, ¿no crees que sí se han importado algunos aspectos de la celebración? La calabaza , los disfraces, etc. Estaré equivocado.
Y no lo digo en sentido negativo. A mi, como a ti, me da igual la procedencia de las fiestas. Lo bueno es celebrarlas.
Un saludo
Jarl-9000: En efecto, Cernunnos aparece en "La catedral". Eres el primero en darse cuenta, felicidades. En cuanto a situar la historia en el Finisterre gallego, pues sí, podría haberlo hecho. Pero por aquel entonces ese Finisterre estaba bastante cerca de lugares civilizados (como Santiago, por ejemplo), mientras que el Finisterre bretón estaba en una zona salvaje, muy aislada y muy pagana.
ResponderEliminarRespecto a lo de "truco o trato", es en efecto una pésima traducción de un juego de palabras intraducible. El significado literal sería "travesura o dulce", pero claro, no suena bien. Quizá fuese mejor "treta o trato", pero lo que se usa en general es "truco o trato", que no significa nada.
Lo de las dolorosas precristianas es genial. De hecho, hay y hubo tallas de la virgen muy antiguas que en realidad eran estatuas de Isis o de Astarté reconvertidas.
Mazarbul: Muchas gracias por tu enlace. Ya había oído esa versión española; está muy bien.
Mabel: Me encanta eso que me cuentas. Es volver a los orígenes, porque Samhain era una fiesta gallega autóctona. Qué bien.
Anónimo de las 5:15: Genial tu observación: un obispo que considera malo algo que evidentemente es bueno. Por algo el Infierno de Dante estaba lleno de obispos...
Respecto a la contaminación de Halloween, pues claro que tienes razón. La fiesta nos ha llegado filtrada por la óptica norteamericana de las películas. Lo del "truco o trato" o lo de las calabazas no formaba parte del Halloween original. Aunque, curiosamente, en el Samhain sí que se usaban faroles hechos con vegetales, pero no calabazas, sino ¡nabos!
No llego a entender porqué para hacer una defensa de la fiesta de Halloween, hay que mofarse de los miles o millones de personas que haciendo uso de su libertad de creencia rezan a sus muertos en los cementerios, o donde crean conveniente.
ResponderEliminarFrancisco Javier x: ¿Yo me he mofado de la gente que reza? No lo creo. Me he mofado de los que, en base a la defensa de lo autóctono (y de la religión, supongo), pretenden que los niños, en vez de salir por ahí disfrazados de monstruos y recolectando golosinas, vayan a rezar a un cementerio. Sinceramente, si fueras un niño ¿qué preferirías tú?
ResponderEliminarPor cierto, ¿se supone que la iglesia católica es un modelo de respeto a las costumbres e ideas ajenas? Como por ejemplo, cuando la conferencia episcopal dice: "La fiesta de Halloween no es inocente, pues tiene un trasfondo de ocultismo y de otros tipos de corrientes que va dejando su huella de anticristianismo". O como cuando el arzobispo de Toledo dice que Halloween es "una fiesta pagana de mal gusto en la que no hay buenos sentimientos y en la que sólo se asusta y se da miedo". O como cuando el director de la comisión litúrgica afirma que Halloween es "una fiesta pagana y anticristiana que celebra la muerte en vez de la vida" (y eso lo dice el representante de una religión que tiene por símbolo un instrumento de tortura).
Entonces, si quienes rezan en los cementerios se permiten criticar de tal modo a los miles o millones de personas que, haciendo uso de su libertad, celebran Halloween, ¿por qué no puedo yo criticar las costumbres católicas del Día de Todos los Santos?
Ante todo gracias por tu respuesta. Yo solo quería manifestar que es totalmente compatible rezar a mis difuntos, y llevar a mis hijos a pedir caramelos el día de Halloween, sin remontarme a las tensas relaciones de la iglesia en el pasado.
ResponderEliminarSaludos
Francisco Javier x: Por supuesto que es compatible rezar a los difuntos y, la noche anterior, llevar a tus hijos a celebrar Halloween. Aunque, ojo, es compatible para ti (y lo alabo), pero no para todo el mundo. Porque esos comentarios que he transcrito no pertenecen al pasado; el último es de este mismo año y los otros de 2009 y 2011, si mal no recuerdo. No es la iglesia del pasado, sino la iglesia actual.
ResponderEliminarComo es evidente, yo me refería en mi post a quienes postulan que Halloween no debería celebrarse, y está claro que eso no va por ti. Por lo demás, mi crítica a la oración, en este caso, es de lo más inocente. Sostengo que, para los niños, es infinitamente más divertido disfrazarse de monstruos y salir de noche a pedir golosinas que irse a rezar a un cementerio. Eso es todo.
Hace años mi padre nos llevaba cada primero de noviembre a rezar al cementerio donde estaban enterrados sus padres. Yo ahora llevo a mis hijos, y mis hermanos llevan a rezar a sus hijos, al cementerio donde está él. Es un momento triste, no cabe duda, pero mientras permanezco allí, haciendo que escucho al cura, rememoro momentos importantes que me han hecho como soy. Que le hicieron como era. Y me alegro de sentirle vivo después de casi diez años, porque en verdad -sigo sintiendo que- nunca se fue.
ResponderEliminarSaludos