Catorce años ya, amigos míos,
cuantísimo tiempo. Dicen que los hijos son termómetros que no solo ponen en
evidencia tu progresivo envejecimiento, sino que además lo aceleran, los muy
cabrones. Y es cierto; mis hijos tienen ya mi misma edad. Bueno, pues igual
ocurre con los blogs. Si cierro los ojos, puedo evocar con nitidez la tarde del
9 de diciembre de 2005 en que, sólo por procrastinar, diseñé un blog y lo llamé
La Fraternidad de Babel. Y cómo
luego, ya puestos, lo colgué en la Red. Parece que fue ayer, pero qué coño; fue
hace catorce larguísimos años.
Y han sucedido tantas cosas desde
entonces... Algunas buenas, otras malas y también pésimas, como la pérdida de
Big Brother. No os hacéis una idea de cuánto le echo de menos. Pero también han
ocurrido cosas buenísimas, como ganar el Premio Nacional o el Cervantes Chico. En
conjunto, el balance es positivo, así que no me quejo.
Aunque vosotros sí que tenéis
motivos para quejaros. Durante los primeros años mantuve más o menos una
periodicidad de una entrada semanal, con altibajos. Pero estos últimos tiempos
se ha reducido a menos de la mitad, unos dos posts al mes. Eso no significa que
me haya cansado de Babel, qué va. Lo que pasa es que durante los últimos cuatro
o cinco años mi cuerpo se cabreó conmigo. Primero fue el repunte de una
enfermedad, luego resbalé en una ducha y me rompí la pierna izquierda. El
pasado diciembre, tropecé con un escalón y me rompí la cadera derecha. Todo eso
se tradujo en que mi ritmo de escritura se fue a hacer gárgaras con tachuelas,
en lo que respecta al blog y en lo que atañe a mi trabajo como novelista.
Escribí muy poco, demonios.
Sorprendentemente, la rotura de
cadera (mucho más llevadera que la fractura de pierna; si tenéis que romperos
algo os aconsejo esta opción) disparó un resorte en mi maltrecho cerebro y me
puse a escribir de forma casi compulsiva. Tanto es así, que en los últimos once
meses he terminado tres novelas, dos de las cuales se publicarán el año que
viene. Eso le ha robado tiempo al blog, lo siento; pero comprendedme, la
obligación va por delante de la devoción, mal que nos pese.
Una de esas tres novelas es El círculo escarlata, la segunda parte
de Las Lágrimas de Shiva, ya os hablé
de ella. Otra es una historia ambientada en un futuro cercano tras el colapso
de la civilización. Y la tercera es mi segunda incursión en el género infantil,
pero a mi manera. Una novela de aventuras ambientada en 1932, pero en un
universo paralelo dieselpunk (Terra Prima). Es la primera de dos
novelas con el título genérico de Las
extraordinarias aventuras de Dan Rider y Le Lizard. Ahora voy a ponerme a
escribir la segunda. Os hablaré más adelante del asunto.
Dentro de quince días tendrá lugar
la Gran (y única) Tradición de la Fraternidad, el cuento navideño. Ya está casi
acabado; se llamará Las sonrisas de los
niños. Como sabéis los más veteranos, suelo escribir dos clases de cuentos
de Navidad. Por un lado los que podríamos llamar “tradicionales”, que encajan
en los esquemas usuales de esas fechas (buen rollo, vamos), y por otro los,
digámoslo así, “gamberros”. Un ejemplo de la primera clase sería La historia del indiano (2017), y de la
segunda Doña Julia y los pobres
(2016). No hay ningún orden en esto, no elijo de un tipo un año y del otro el
siguiente; se me ocurre una idea y puede ser de cualquiera de las dos clases,
aleatoriamente; aunque reconozco que tienden a ocurrírseme más las gamberras.
Pero eso es por mi mente enferma.
¿Qué creéis que será Las sonrisas de los niños, tradicional o
gamberro? Seguro que acertáis, el título lo dice todo, siempre y cuando tengáis
en cuenta mi afición a la ironía.
En fin, hoy es el cumpleaños de La Fraternidad de Babel. Cerrad los
ojos... bueno, no los cerréis porque entonces no podréis seguir leyendo. Cerrad
los ojos metafóricamente e imaginad que estamos en un viejo café. La barra es de
madera y mármol, las paredes están adornadas con espejos y apliques, el suelo
es ajedrezado. Hay un gran ventanal de vidrios emplomados que da a la calle.
Fuera anochece, llueve y hace frío, pero el interior es cálido. En el centro
del local se extiende un pequeño archipiélago de mesas. Ahora estamos sentados
a una de ellas, chalando en voz baja. Alzamos nuestras copas y brindamos por el
aniversario del blog.
Feliz cumpleaños, merodeadores.
Pues que me has emocionado, emocionado y tranquilizado porque, casualidades, yo también con los blogs que he tenido, he pasado por el mismo proceso: mucho escribir al principio y casi abandono después.
ResponderEliminarTambién me he sentido muy identificada contigo porque casi en el mismo tiempo hemos pasado por las mismas vicisitudes. El 18 de este mes del 2014 empezaron las caídas que me tuvieron un año fuera de combate y no sigo porque ahora estoy en un momento como el tuyo de productividad, sin poderme comparar contigo, pero productivo en muchos campos, así que Felicidades a tu blog y felicidades a tu persona que es una gozada como eres como persona y como escritor.
Feliz cumpleaños a ti también. Ya nos darás noticias de esas novedades editoriales. ¿Para qué edad se recomienda la incursión infantil? ¿Y cuál fue la primera? (Disculpa que no lo sepa)
ResponderEliminarPues felicidades por estos 14 años,no solo para ti,también para tus merodeadores,tertulianos,lectores impenitentes y ansiosos amigos....entre los cuales me incluyo.
ResponderEliminarEsto de escribir con más o menos frecuencia en tu blog ya lo hemos comentado en otras ocasiones y coincidimos todos en lo mismo: que tú,a tu aire,cuando quieras,puedas y te apetezca. Por aquí nos pasamos de vez en cuando y te leemos con gusto.
Eso de las “dolamas” va a ser cosa de la edad...Yo también ando en esas,cuando no es una es otra,o peor,varias a la vez,ayyyyy
Habrá que ir leyendo lo que publicas,como siempre,y espero con impaciencia tu cuento navideño. Yo lo leo el día de Navidad,mientras desayuno,con el pijama y la bata todavía calentitas y la taza de café cerquita.Un placer.
Muchísimos besos y abrazos desde la húmeda tierra cántabra......
Aurora Boreal
Saludos:
ResponderEliminarMuy feliz Aniversario, César y demás merodeadores. Me has puesto los dientes largos con la novela dieselpunk... bueno, y también con las demás (tres novelas en once meses, podría aprender algo George R. R. Martin).
En cuanto al cuento... los niños pueden ser, y a menudo lo son, muy, pero que muy crueles... así que... voto por el gamberrismo.
Juan Constantin
Alzo mi copa virtual por otros 14 y más de Babel y que los veamos. Y muchas ganas de ese cuento navideño (y por supuesto, de las tres novelas).Estas navidades me voy a dar el «jartón» del parásito, que estaba esperando que saliera «La hora zulú» para leerlo de golpe.
ResponderEliminarFelicidades a
ResponderEliminarBabel y a tí Recuerda que gracias al artículo sobre tu amigo inolvidable del blog ahora tienes la oportunidad de disfrutar de nosotros y de tragar morcilla y cordero como si no hubiera un mañana una vez al año...Un abrazo enorme!
Felicidades a Babel y a tí por crearlo y mantenerlo, que no falte, que siga muchos años con la candencia que necesites, sabemos que si haces pocas entradas es por causa mayor,¿Quien tiene hoy en dia un blog que dure ya 14 años? Muy pocos. Joder, la edad del pavo, a este blog le empiezan a mandar las hormonas... Me parece, que el cuento de este año va a ser de los cabroncetes, ¿Quién puede matar a un niño? o de ese estilo. Un fuerte abrazo y esperando esas novelas,la dieselpunk ya será para mi hija, pero se la robaré para leerla, por cierto, la Hora Zulu me ha gustado mucho,buena trilogia, espero que la publiquen en un tomo. Por cierto, ¿Alguna recomendacion de algún libro reciente que hayas leido y esté bien? es que en las librerias se me cae el alma al suelo...no encuentro nada interesante
ResponderEliminarJuan H.
Muchas felicidades, César. Catorce años son muchos, es admirable la constancia. ¿Que ha bajado un poco la productividad? Me sucede lo mismo. Pero ahí estamos, manteniendo vivo el fuego bloguero. ¡Que sea por muchos más!
ResponderEliminar¡¿Tres novelas?! Ayer mismo encargué "La Hora Zulú" para Reyes... ¿y ya hay otras tres en cola? Tú no tienes compasión, digo... ¡Magníficas noticias! Especialmente interesante la continuación de "Las Lágrimas de Shiva".
ResponderEliminarAnsiando ya que lleguen esas sonrisas en Navidad, me da que nos vamos a reir, lo que no tengo claro es con qué tipo de humor, si negro o negro negrísimo. Por cierto, siempre he apreciado tu atinado uso de la ironía.
¿Estás viendo la serie de Watchmen? Maldita sea, a mí me está encantando. Empezó regularcilla pero después ha mejorado mucho. A ver cómo termina.
Y, por último, pero no menos importante, felicidades por Babel.
¡Chin, chin!
Amparo: Gracias, guapa. Este es el único blog que he tenido ("El scriptorium de Babel" es un anexo), así que aquí se resume toda mi experiencia con bitácoras.
ResponderEliminarMaite: Nunca he tenido claras las fronteras entre el infantil y el juvenil, pero yo diría que "Dan Rider & Le Lizard" estará dirigido a niños de entre 9 y 12 años, más o menos (el prota tiene 12 años). Mi primera y hasta ahora única incursión en la literatura infantil fue "El hombre de arena" (Edebé). Lo escribí porque mi hijo Pablo, que entonces tenía 9 años, me pidió que escribiera algo que él pudiera leer.
Aurora Boreal: La húmeda Cantabria, cómo me gusta. Con "El Círculo Escarlata" he vuelto a ambientar una novela allí y, al documentarme, he descubierto cosas que no sabía, como por ejemplo la "tierra paralela" de Piquio. Espero que el cuento de este año te alegre un poquito la mañana de Navidad.
Juan Constantin: Bueno, mis novelas son bastante más cortas que las de Martin. En cuanto a la naturaleza del cuento de este año, cómo me conoces, bribón...
Ana Glez Duque: ¡Te vas a meter de un tirón las "Crónicas del parásito"! Pues son más de 600 páginas, ojalá sobrevivas. Ya me contarás qué te ha parecido.
Dámaso: Pues sí, tienes razón. Pero aquello fue un contrasentido, porque yo siempre he sostenido que el blog está destinado a las cosas inútiles, y el post que escribí sobre tu padre ha sido extremadamente útil: por vuestra compañía y por la zampa. Pero sobre todo por lo primero. Un abrazo, amigote.
Juan H: ¿Sugieres que mi blog se hace pajas? Hombre, pajas mentales desde luego que sí, sin duda. En cuanto al cuento, te digo lo mismo que al otro Juan: qué bien me conocéis.
¿Recomendarte un libro reciente? Últimamente he leído "Estudio en negro", de José Carlos Somoza. No está nada mal.
Elena Rius: En efecto, somos la resistencia. Hace unos años seguía alrededor de diez blogs, de los que ahora sólo quedan el tuyo y otro más. Pero el tuyo es un tesoro tan genial que compensa sobradamente las pérdidas.
Jarl-9000: Te digo lo que a los Juanes: soy transparente para vosotros. El cuento será gamberro, en efecto. Y negro como el carbón que me traerán los Reyes Magos.
Sí, estoy siguiendo Watchmen y estoy totalmente de acuerdo contigo. Comienza ni fú ni fá; de hecho, apenas recoge el espíritu del original. Pero conforme avanza la cosa va tomando cuerpo y cada vez es más Watchmen. El capítulo 6 es magnífico, y el 8 una maravilla cien por cien Moore. De lo que estoy seguro es de que nadie que no conozca el cómic, o al menos la película de Snyder, se va a enterar de lo que sucede en la serie. Lo que no acaba de gustarme es el tratamiento que le dan a Ozymandias, tan de ópera bufa.
Algún día escribiré sobre Watchmen en el blog; sobre el cómic, pero también sobre sus secuelas, la película y la serie. Creo que uno de los grandes aciertos de Moore fue los Minutemen, por eso me ha parecido un acierto el protagonismo que le da la serie a Justicia Encapuchada, uno de los personajes más fascinantes, por enigmáticos, del original. Aunque el actor que lo interpreta (en su juventud) me parece equivocado; debería ser más grande y fuerte, una apisonadora.
¡Muy felices 14 años de blog! Qué bien leer ese colofón con un café entre las manos, ha sido un brindis muy real :)
ResponderEliminarFeliz Cumple Babeliano César!!!! Bueno, los 14 años son una edad difícil, la adolescencia ya se sabe, por eso el blog se te resiste a veces.
ResponderEliminarY caray, estoy por tirarme por la escalera, a ver si me inspiro para escribir... estoy deseando leerlas, tienen muy buena pinta. La de Lizard es un poco pulp?, por el título...parece de título de weird tales
y Cuídate de tanta caída, que el cuerpo se habitúa...
Voy pidiendo un anisete en el café virtual mientras me froto las manos esperando el cuento navideño (mil, mil gracias, por tu generosidad, como siempre)
Mazarbul
Sabela: Gracias y ¡chin-chin!
ResponderEliminarMazarbul: ¡Muchas gracias, amigote! En efecto, el blog tiene hasta acné y ya le empieza a salir la barba. Respecto a Dan Rider & Le Lizard, es absolutamente pulp. De hecho, pretende ser una recreación de todos los estereotipos del pulp clásico. Hay justicieros enmascarados dotados de poderes extraordinarios, pero no como Superman o Spiderman, sino al estilo de Doc Savage o La Sombra. Hay sociedades secretas. Hay islas llenas de dinosaurios. Hay civilizaciones perdidas. Hay gorilas gigantes. Hay pérfidos villanos orientales. Hay robots. Hay sectas de estranguladores. Hay piratas aéreos. Hay dirigibles… Todo ello en un 1932 alternativo de estilo art deco, lleno de lugares extraordinarios y mitos pop.
Muchas felicidades!
ResponderEliminarCasi siempre llego tarde a los sitios. Lo paradójico es que soy de una puntualidad británica que raya lo obsceno, pero ya se sabe que las paradojas rigen el mundo y el universo entero.
Llego tarde a tu blog y a tu obra, pero una vez llegado ya no se marchar. Descubrí esta hermandad hace un par de semanas y la he estado consumiendo sin moderación. A esta dieta draconiana (Mallorquiniana) he añadido Las lágrimas de Shiva y a punto de hincarle el diente a La isla de Bowen.
Muchas gracias por tus palabras y por compartir tu oficio con tanto humor y sabiduría.
Un abrazo y todos los buenos deseos para prontas recuperaciones.
Uri: Bienvenido a Babel, amigo mío, pero merodea con sobriedad, no te vayas a empachar. Vale puede que hayas llegado tarde al blog; pero al menos justo a tiempo para el cuento de Navidad. Espero que te guste, igual que espero que te gusten mis novelas. Un abrazo y bienvenido otra vez. Espero leerte por aquí de nuevo.
ResponderEliminarCon algo de retraso, pero ¡MUCHÍSIMAS FELICIDADES! La verdad es que Babel para mi tiene un significado especial en el sentido de que casi se podría decir que he crecido con ella: cuando entre aquí por primera vez estaba en Bachillerato (no se si te acordarás César de una entrada que era "Diez consejos para un joven escritor". Yo era aquel joven que te pedía consejo,) y lo he seguido durante la carrera universitaria, el posgrado... y aquí estamos ya de lleno en el mundo laboral. Una alegría ver que seguimos todos los merodeadores al pie del cañón... ¡y lo que nos queda! ;)
ResponderEliminarGabriel: Sí, me acuerdo de ti. Nunca lo había pensado, pero La Fraternidad de Babel, después de tanto tiempo, ya va siendo como una familia. Los chicos crecen -ahí estás tú para demostrarlo- y yo me hago cada vez más puñeteramente viejo. Bueno, pues somos una bonita familia, anárquica y dialogante. Un abrazo, amigo mío.
ResponderEliminarHola César, se publicó esa... historia ambientada en un futuro cercano tras el colapso de la civilización? Cómo se titula?
ResponderEliminarGracias
JoseV: Esa novela ya está escrita, pero todavía no publicada. Cuando se edite revelaré el título. Por ahora es secreto, sorry :)
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