Quince años han transcurrido desde
aquel lejano diciembre de 2005 en que me dio por crear La Fraternidad de Babel. Quince largos años en los que ha sucedido
de todo, incluyendo esta distopía vírica que nos rodea. La niña bonita... ¿por
qué se le llama así al 15? ¿Es que las niñas de 16 ya no son bonitas? Da igual,
el caso es que quince son un montón de años.
Entre las muchas cosas que han
ocurrido durante este tiempo, los blogs han pasado de moda. Afortunadamente,
porque cuando inicié Babel brotaban como hongos. Y qué horror de blogs, amigos
míos. Como estaban de moda y eran gratis, todo dios tenía su blog; olvidando
que un blog hay que alimentarlo, lo cual implica tener algo que decir. Y la
mayoría no tenía nada que decir.
Yo sí que tengo; gilipolleces en su
mayor parte, pero la clase de gilipolleces que no tienen cabida en ningún otro
lugar. Así que Babel sigue adelante, aunque ha estado a puntito de desaparecer.
Blogger cambió su interfaz y empecé a tener todo tipo de problemas, como por
ejemplo que desaparecieran los puntos y aparte, o que no pudiera cortipegar
textos de Word. Era imposible seguir así, de modo que a punto estuve de tirar
la toalla y abandonar el blog. Entonces, en el último momento, se me ocurrió
algo: Yo estaba usando Explorer, un navegador que ya me había causado algún que
otro inconveniente, así que lo cambié por Chrome. Y todos los problemas se
solucionaron como por arte de magia (quizá el que Blogger pertenezca a Google
tenga algo que ver). Sea como fuere, ¡larga vida a Babel!
Que 2020 está siendo un año de
mierda es evidente. Su única ventaja es que todo el mundo lo recordará
fácilmente. ¿Cuándo fue el año de la plaga? El veinte veinte, está chupado. Es
como la batalla de las Navas de Tolosa, que todo el mundo sabe que ocurrió el
doce doce. Por lo demás, un año horrible, Y para mí, muy triste. En marzo murió
mi querido padrino Josep María Gispert. Y en mayo murió Isabel González Lectte.
¿Quién era esa mujer? Fue más conocida como Patricia Montes y era una de las
más populares escritoras de novela romántica durante los 50, 60 y 70 del pasado
siglo. Ella y su marido, Antonio Martínez Torre, fueron los mejores amigos de
mis padres. Así que, en el mismo maldito año, se han ido quizá las dos últimas
personas de mi pasado más remoto, dos personas muy queridas por mí. En fin...
Basta de tristezas, que esto es un
cumpleaños. 2020 también es un año en el que he escrito mucho. El año en que he
publicado El Círculo Escarlata, la
segunda parte de Las lágrimas de Shiva.
El año en que he continuado mi incursión en la literatura infantil, con tres
novelas. Y otras buenas noticias de las que, si los dioses son propicios, ya os
informaré. Ah, claro, y es el año en que, después de cinco lustros, me han operado
para alicatarme el tabique nasal. De momento es chungo, porque llevo tres
semanas moqueando; pero me han jurado que luego respiraré como los ángeles.
Para la tranquilidad de mi ánimo, ya
he acabado el tradicional cuento de Navidad y no tengo que estar escribiéndolo
hasta el último momento, como en tristes ocasiones ha sucedido (una vez lo
acabé el mismo día 24). Se llama “El poni” y... ¿será tan dulce como las manos
que lo han escrito, tan bondadoso y apacible como el cerebro que lo ha
pergeñado? ¿O será gamberro, irreverente y maligno, como el lado oscuro de mi
alma?. El 24 lo descubriréis, si así os place.
En fin, es el décimo quinto
cumpleaños de La Fraternidad de Babel.
Os voy a decir lo mismo que os digo todos los años: Imaginaos que estamos en un
viejo café, reunidos en torno a un velador de mármol. Es de noche; a través del
ventanal que se abre a la calle vemos caer la nieve. Alzamos nuestras jarras de
cerveza y brindamos por el blog.
¡Feliz cumpleaños, merodeadores!
¡Feliz cumpleaños! Brindemos por las cosas que tienes que decirnos, sean gilipolleces o no. ¡Chin, chin!
ResponderEliminarUna curiosidad que tiene el quince es que es el último número del grupo de los 10 que no se construye como diez y algo, sino al revés: once es 'uno y diez(ce)', doce es 'dos y diez(ce)', etc. No obstante, por lo que tengo entendido, antiguamente le pasaba por lo menos lo mismo al dieciséis, que se llamaba también seice. De hecho, de ahí es de donde le viene el nombre a los seises de la catedral de Sevilla, aunque actualmente ya no sean tantos. Y, hablando del 16, me imagino que, si acaso, habrá dejado de ser la niña bonita para convertirse en la muchacha bonita.
Espero ansioso el cuento de Navidad. Con ese nombre y, sabiendo que es tuyo, miedo me da. ;)
Fe de erratas: has confundido "El Círculo Escarlata" con el "El Círculo de Jericó".
¡Por muchos años más de Fraternidad de Babel, César!
ResponderEliminarEnhorabuena por esos 15. Yo voy camino del 13. Ya me estoy viendo, a ti y a mí, igual que los viejos rockeros. Pero aquí seguimos porque en el fondo se disfruta.
ResponderEliminarMe da que el cuento de navidad no va a ser dulce como el turrón. Impaciente estoy.
Un abrazo, César, y a seguir adelante.
Jarl-9000: Interesante disertación sobre los números. Y gracias por advertirme de la errata; eso me pasa por escribir dos libros que empiezan por "El círculo".
ResponderEliminarElena Rius: Y que nos sigamos leyendo aquí y en tu blog, amiga mía.
Jane Jubilada: Los viejos rockeros nunca morimos, querida. Así que no crees que mi cuento sea dulce, ¿eh? Qué mal pensada eres. Y cuánta razón tienes.
Pues muchas felicidades y con gusto infinito alzamos esas jarras de cerveza bien fría para celebrar la vida,el ingenio,la inteligencia, el sentido del humor y una pizca de mala leche....A por otros quince.
ResponderEliminarBesos cerveceros de Aurora Boreal
Feliz cumpleaños y que por muchos más pueda seguir leyéndote, tanto aquí como en tus libros.
ResponderEliminarUn abrazo
Felicidades, un abrazote. Gracias, César.
ResponderEliminarFelicidades. Y a seguir, aunque sea, por mi parte, simple, llano y sano egoismo
ResponderEliminarMuchísimas felicidades y gracias por tantos buenos ratos leyendo tu blog. Por muchos más!!!
ResponderEliminarP.D.: Acabo de leer tu breve entrevista en Babelia, sencilla y muy bien.
¿Qué se dice en estos casos? ¿Felicidades o enhorabuena?
ResponderEliminarEnhorabuena parece señalar al logro de haber llegado y felicidades, en cambio, apunta más a que mereces que te revierta felicidad. Sea como sea, y aunque yo haya sido hasta ahora un merodeador que solo lee, te deseo ambas cosas.
Como han dicho por aquí, solo me mueve el más sano egoismo.
Un abrazo.
Felicidades y chin chin!!!!! Es un placer que el café siga abierto. Se agradece.
ResponderEliminarMazarbul
Muchas felicidades. Yo que soy una recién llegada, espero que el blog siga abierto mucho tiempo.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas felicidades César, he disfrutado mucho con tus recuerdos y comentarios, libros y relatos. Y esta página es siempre un refugio seguro, no la dejes.
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ResponderEliminar¿Y no celebras quinceañera y te pones de tiros largos? ;)
Gracias por ese tiempo que dedicas a contarnos tus chorradas y a mantener este resquicio de paz, confort y buena conversación.
A por los siguientes quince.
Saludos
Miguel
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ResponderEliminarRegards,
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