Tamara:
El asunto es más o menos así: Había una vez una pija muy pija llamada Tamara
que, aunque tenía 40 tacos, hablaba y se comportaba como una adolescente. Digo
que era pija porque decía cosas de pija, las decía con acento de pija y, qué
demonios, ella se calificaba a sí misma de pija. Pues bien, esa pija se enamoró
de otro pijo nueve años menor que ella y ambos se prometieron. Pero antes de la
boda sobrevino el desastre: aparecieron unos videos en los que se veía al pijo
morreándose con otras muchachas. No es de extrañar, porque el joven pijo tenía
un aspecto de golferas que echaba patrás. La boda se canceló y la pareja de
pijos se separó. Fin de la historia. Una gilipollez, ¿verdad? Bueno, pues esa
gilipollez ha hecho que, durante más de una semana, toda España esté pendiente
de la pija.
Me resulta asombrosa la fascinación
del público por semejantes personajes. ¿Qué ha hecho en su vida Tamara? Nada
que valga la pena, salvo aparecer en algunos programas de TV donde se mostraba
como la pija que es. Y ser hija de famosos, que eso ayuda. ¿Por qué le interesa
a la gente? Quiero pensar que por el morbo de comprobar que “los ricos también
lloran”, pero me da que no. Esto se parece más a un patio de vecinos donde
sobrevuelan los chismes. Antes, los cuernos se los ponían a la hija de la
Paqui, y hoy se los ponen a una marquesa mediática. Aunque también puede ser
por la fascinación que siempre han producido los freaks, los monstruos de feria. Desde hace tiempo, los medios han
venido ofreciendo el lamentable espectáculo de personajes grotescos. Como lo
fueron el padre Apeles, Rappel, Jesús Gil, Pocholo o Belén Esteban. Porque
Tamara es el pijerío llevado al extremo, la grotesca caricatura de una pija.
Aunque, en realidad, me temo que lo
que gran parte del público siente hacia Tamara es una fascinación aspiracional.
Les gustaría ser como ella. Y eso ya es más peliagudo. Porque Tamara es
superconservadora y supercatólica. Sin ir más lejos, esto es lo que opinó hace
poco sobre la diversidad sexual: “Estamos
viviendo un momento muy complicado para la humanidad, hay tantos tipos
distintos de sexualidades, hay tantos sitios distintos donde puedes ejercer el
mal”. Luego, añadió que lo peor de todo es que esa diversidad sexual “se ve con normalidad”. ¿Es que echa de
menos recurrir a la lapidación?
Tamara es un pija, es superficial y es tóxica. Pero ¿tonta? Teniendo en cuenta el rédito que le saca a su tóxico y superficial pijerío, creo que no; o al menos no del todo. Los tontos somos nosotros. Y si no, aquí me tenéis a mí, perdiendo el tiempo en hablar de alguien sin interés.
Putin:
Que Putin es hijo de sí mismo (un hijo de Putin) lo sabemos todos. Bueno, todos
no, como veremos. Así que no voy a perder el tiempo diciendo que es un
psicópata formado en la escuela de la KGB, un iluminado imperialista y un
asesino aficionado al polonio. No, de eso no voy a hablar.
De lo que quiero hablar es de los
viejos comunistas españoles. La verdad es que hay que tener mucha fe para
seguir siendo comunista hoy. Porque seguir creyendo en el “paraíso socialista”
después de los desmanes de Stalin, después del muro de Berlín, después de la
invasión de Checoslovaquia y Afganistán, y sobre todo después de que la Unión
Soviética se desmoronara por la ineficacia social y económica de su sistema...
seguir siendo comunista contra toda esa evidencia requiere una fe a prueba de
bombas.
Cuando comenzó la invasión rusa de
Ucrania, proliferaron en las RRSS los comentarios en contra, sin apenas
oposición. Pero algunas respuestas se iban por peteneras: En vez de comentar la
agresión rusa, enumeraban la lista de las atrocidades cometidas por occidente,
y en particular por USA. Que son muchas, no lo niego. Pero un mal no anula a
otro mal.
En un pequeño debate en Facebook, un
amigo nostálgico del comunismo hizo eso: citar todas las barbaridades cometidas
por Estados Unidos. Como si eso le restara gravedad a lo que hacía Putin. Le
respondí que vale, que sí, que todo eso era cierto. Pero que ahora el malo es
Rusia. Mi amigo respondió algo que no entendí, porque se fue por los cerros de
Úbeda. Como sin argumentos no hay debate, dejé de intervenir. Pero más tarde
leí los comentarios que mi amigo intercambiaba con otro nostálgico del
comunismo. “Desde que tengo memoria”, venía a decir, “todos los males del mundo
han venido de occidente”. Y Rusia, claro, es tan santa como el Vaticano.
Me pregunto si esos viejos
nostálgicos se han enterado de que Rusia ya no es comunista, sino una
oligarquía de tintes mafiosos y maneras fascistas. Supongo que sí, pero sus
cerebros están sometidos a un reflejo pavloviano. Oyen “Rusia” y agitan
jubilosos el rabo. Oyen “Occidente” y enseñan los colmillos.
Evidentemente, carece de sentido
comparar a Tamara con Putin. No se parecen en nada, no tienen nada en común,
salvo estar de actualidad. Aunque, espera, ahora que lo pienso, sí que comparten algo: su
odio a los homosexuales. No, si al final van a hacer buena pareja...
Buenos días.
ResponderEliminarNo, no se trata de hacer una lista de fechorías de unos y otros, ni de comparar los crímenes de USA-Europa con los de Rusia.
La cuestión es exponer que, quienes ahora tanto se preocupan por Ucrania, sienten la más absoluta indiferencia por el resto de conflictos bélicos en el planeta.
Hay quienes ahora, en relación a Ucrania, exhiben con orgullo su moralidad, presumen de sus valores y su compromiso ético. Y atizan con él a quien se atreva a dudarlo o ponerlo en cuestión. De ahí la comparación: quienes asistieron indiferentes a la destrucción de países enteros, ahora no callan. Se dan en la actualidad crímenes patrocinados por USA-UE (seguro que tienes una lista bien detallada). Pues bien, para ellos el silencio, se acabó la berrea.
Creo que es eso lo que ofende a esos nostálgicos comunistas. Y ofende a cuelquiera que tenga mínimamente desarrollado el sentimiento de humanidad.
Soy Flor Barroso, responsable de la biblioteca del IESO Vía Dalmacia de Torrejoncillo (Cáceres). Perdone si me pongo en contacto con usted a través de este medio, pero no he encontrado otro más “oficial” para hacerlo.
ResponderEliminarLe escribo porque desde hace varios años estamos leyendo con algunos cursos su exitosa obra Las lágrimas de Shiva. El curso pasado la complementamos además con la lectura de El círculo escarlata, siempre recibida con mucho entusiasmo por nuestros alumnos.
Como fantaseamos con la idea de que nos pueda hacer algún día una visita, aprovechamos la ocasión que nos brinda el programa “Encuentros con autores y autoras” de la Junta de Extremadura (más abajo le pongo el enlace) para hacerle la propuesta oficialmente de que visite nuestro centro.
Tal y como indica la convocatoria, la fecha del encuentro la podríamos determinar entre ambas partes teniendo en cuenta que podría ser hasta el 15 de junio de 2023.
Quedo a su disposición para cualquier pregunta en el correo florbarroso3@educarex.es y disculpe de nuevo si me he entrometido en su blog personal para ponerme en contacto con usted.
Reciba un cordial saludo
Flor Barroso Jiménez
ENLACE ENCUENTROS CON AUTORES:
https://www.educarex.es/pub/cont/com/0054/documentos/Instrucci%C3%B3n_Encuentros_con_autor_y_autoras_definitiva%28F%29%281%29.pdf
Juan: Evidentemente, es cierto casi todo lo que dices. No obstante, creo que hay que tener en cuenta ciertos rasgos de la naturaleza humana. Por ejemplo: Cuanto más cerca esté de ti un conflicto, más posibilidades hay de que te afecte personalmente, así que es lógico que lo contemples con especial interés. Es normal que una guerra en Europa preocupe a los europeos, sobre todo si ya están notando sus efectos traducidos en inflación, crisis energética y recesión económica. Y aún más si tenemos en cuenta que es conflicto podría, eventualmente, derivar en una debacle nuclear. A lo mejor no es justo ni ético preocuparnos más de lo que nos atañe personalmente que de lo lejano. Pero es humano y comprensible.
ResponderEliminarAhora bien, imagina que EEUU comete una tropelía en otro país. Por ejemplo, invade Syldavia. Y tú me lo comentas indignado. Ahora supón que yo te contesto:"¿Y qué me dices de la represión del Stalinismo? ¿Y de las salvajadas de la Revolución Cultural china? ¿Y de la invasión de Checoslovaquia? ¿Y de los Jemeres Rojos?". Probablemente pensarías "Este tío es un facha". Y con razón. Porque al citar otros males de índole ideológica contraria, la evidente sensación que produce es que le estoy quitando importancia al mal que tú has expuesto. Es decir que, ideológicamente, he dividido el mundo en malos y buenos, y ya he tomado partido.
Y ahí es donde difiero de tu argumentación. Los nostálgicos comunistas no se ofenden por la hipocresía ajena. Lo que hacen es exculpar. Hace mucho tiempo que dividieron el mundo en malos y buenos. Y tomaron partido.
Hola, César:
ResponderEliminarTe iba a decir que yo les veía bastante parecido a los dos, pero ya lo dices tú en las últimas líneas del texto.
No entiendo por qué a esa mujer se le presta tanta atención, pero es que no entiendo tantas cosas del mundo que no es de extrañar.
Un abrazo.
Dorotea Hyde: A mí también me resulta incomprensible el interés que despiertan personas que para mí carecen por completo de interés. Pero estamos en minoría, amiga mía, así que los raros debemos de ser nosotros.
ResponderEliminarYo hace años que arrumbé la tv en una esquina y no la enciendo. Me acabo de enterar que Tamara es un great hit social. Pa morir vamos. Yo creo que es por el tema freak...un circo y ella es uno de los espectáculos, pero no creo que sea tonta del todo, para poner la mano seguro que le llega.
ResponderEliminarY en cuanto a los detractores de occidente, opino igual. también he tenido alguna discusión sobre el tema alguna vez. Buenos y malos en toda regla. Es la forma más fácil y antigua de discutir. Yo siempre lo comparo con el tema vasco, ¿hubiera sido justificado destruir barrios enteros proetarras en las ciudades del norte después de un atentado? (y con esto no estoy poniendo por terroristas a los ucranianos, simplemente esgrimiendo razonamientos de una parte). Entendemos que no, pues el tema ucrania es igual, masacrar un país no tiene justificación. El problema que le veo a todo es que no parece que se luche por temas económicos sino por ideologías nacionalistas de la gran madre rusia y bla,bla, lo que da miedito, porque vete a saber si a algún loco le da por liarla más gorda.
Mazarbul
Mazarbul: Pues sí, estamos asistiendo a la resurrección de los nacionalismos, igual que a comienzos del siglo XX. Esperemos no acabar igual que en siglo XX...
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