jueves, enero 12

Luis Alberto

En lo que respecta a la poesía, debo reconocerlo, soy un hortera. Tan patán soy, que los poemas que de verdad me gustan son los rimados y ni siquiera tengo muy claro qué es eso del verso libre, ni qué, en definitiva, lo diferencia de la prosa. Huelga, por tanto, comentar que no sigo la poesía contemporánea y que mis poetas favoritos están todos muertos. Con una venturosa excepción: Luis Alberto de Cuenca.
Conocí a Luis Alberto hace diez u once años. Era amigo de un amigo, había leído uno de mis cuentos –El mensaje perdido- y, según él, le había gustado tanto que quería charlar conmigo para comentarlo. Nos vimos, conversamos y..., bien, por mi parte fue un amor a primera vista. Luis Alberto es un hombre elegante al estilo clásico, con cierto aire de aristócrata inglés. Es, además, un individuo cultísimo, un ameno y apasionante conversador y una de las personas más amables, atentas y cordiales que he conocido jamás. También es de derechas, sí; fue Secretario de Estado de Cultura durante la segunda legislatura del PP. Sin embargo, cuando hablas con él, cuando escuchas sus opiniones, no puedes evitar preguntarte cómo es posible que un presunto conservador esté tan escorado a la izquierda.
Hay algo peculiar en Luis Alberto; posee una vasta erudición, ya lo he dicho –no en vano es doctor en Filología Clásica, investigador del CSIC y ex-director de la Biblioteca Nacional-, pero aparte de la, llamémosle así, cultura canónica, es un entusiasta de la cultura popular. Adora la literatura fantástica, consume ciencia ficción y fantasía heroica, disfruta como un enano con un buen comic y es un cinéfilo empedernido. Entre sus arquetipos, encontramos a Tintín, a Guillermo Brown, a Conan de Cimeria, a Gandalf, a Sherlock Holmes, a Flash Gordon o el Hombre Enmascarado. ¿Cómo no va a caerme bien un tipo así?
También es poeta. Supongo que podría calificarle de posmoderno, si no fuese porque eso de las clasificaciones me suena a oficina de correos. La poética de Luis Alberto es un reflejo de él, una elegante mezcla de erudición, melancolía, sentido del humor y cultura popular. Uno de sus poemas, por ejemplo, está dedicado a Red Sonja, un personaje de Howard, la versión femenina de Conan. En otro, y cito de memoria, compara a una mujer con Diana Palmer. Pero, ¿quién narices es Diana Palmer?; pues la eterna novia de The Phantom, el Hombre Enmascarado. Reconozco que me encanta ese aire travieso de la poesía de Luis Alberto, su renuncia a la solemnidad, su heterodoxia cultural, su vocación de juego. Y ahí entroncamos con el comentario de ayer. Permíteme que reproduzca una poesía de Luis Alberto de Cuenca que apareció en su antología de 1993 El Hacha y la Rosa. Se llama Los dos Marcelos.

En abril de este año hablé con Bioy Casares.
Le recordé al maestro que en un prólogo suyo de hace cincuenta años
llamó pesado a Proust,
y que en una Postdata al mismo prólogo,
escrita veinticinco años después,
cantó la palinodia:
“¿Qué es eso de matar a quienes más queremos?”
Bioy me dijo que, de pequeño, aborrecía a Proust,
pero que luego se hizo mayor y aprendió a amarlo.
Yo le dije que Proust me aburría,
que no me interesaba, ni antes ni ahora, en absoluto.
Bioy entonces me dijo que leyera Albertine Disparue
como si fuera una novela policíaca,
que a lo mejor así empezaba a gustarme Á la recherche du temps perdu,
como a todo el mundo sensato.
No he seguido el consejo de A. B. C.
Él se había mostrado irreverente con Proust cuando era joven,
que es cuando se dice la verdad.
Yo no quiero dejar de ser joven.
No soporto la idea de que cualquier enciclopedia
dedique siete páginas a Marcel Proust y siete líneas a Marcel Schwob.
No es justo lo que han hecho con los dos Marcelos.

10 comentarios:

  1. Poeta y de derechas. No se porqué, me viene a la mente un título de Fernando Pessoa: “El banquero anarquista y otros cuentos de raciocinio”;P
    Por cierto, ¿Marcel Schwob no tenía algunos escritos acerca del anarquismo? ahora no recuerdo bien...

    ResponderEliminar
  2. Anónimo9:15 p. m.

    De Luis Alberto de Cuenca me quedo con sus irónicos poemas de amor y de amargura.De aquí este poema de dos versos dedicado a las mujeres:

    MUJERES

    Mira que las deseo
    y qué poco me gustan.

    Nos guste o no es imposible no leerlo con una sonrisa en los labios.
    jsús

    ResponderEliminar
  3. Tuve la suerte de coincidir en la presentación de un acto con Luis Alberto de Cuenca, es una persona encantadora, y un gran amante de la literatura fantástica.

    ResponderEliminar
  4. E incluso se dejó caer por alguna TerMa a mediados de los noventa y siempre que se le requiere participa en algún acto relacionado con el género, como la presentación de la una novela histórica de León Arsenal o la inauguración de la hispacón de Getafe.

    Muy agradable de trato. Y muy friki. Pero como va trajeado y le publican libros de poesía, pues no lo parece.

    Sus poesías forman parte de nuestro incosciente colectivo y no lo sabemos: escribió varias letras para canciones de la Orquesta Mondragón.

    ResponderEliminar
  5. Marcel Schwob fue un escritor simbolista francés de finales del XIX y principios del XX. Borges lo incluye entre sus principales influencias (sobre todo, "Vies imaginaires"). Escribió un libro de relatos fantásticos que se ha convertido en una pieza de culto: "El rey de la máscara de oro" (parecido en gran medida -pero anterior- a "The King in the Yellow", de Chambers). Que yo sepa, no era anarquista...

    ResponderEliminar
  6. Mmmhh, la verdad no sé por qué he relacionado a Marcel con el anarquismo (por cierto no he dicho que fuera anarquista, sino que recordaba haber leído algún ensayo suyo sobre el tema), seguramente habrá sido un cortocircuito neuronal ;P a estas horas no doy mucho más de sí.
    Por cierto, quería incluir un enlace a tu Blog en mi página, si no tienes inconveniente claro, para que la gente que me lee eche un vistazo a tus siempre instructivos artículos.
    PD: si yo hubiera escrito el poema que cita Jesús sería algo así:
    MUJERES
    Mira que las deseo
    Y mira que me gustan
    Pero lo bueno sería
    Que les gustara yo a ellas
    La mitad de lo que a mí me asustan
    XD

    ResponderEliminar
  7. felideus: en lenguaje internético: lol!

    ResponderEliminar
  8. Y sí, claro, puedes hacer con este blog lo que te venga en gana. Tuyo es.

    ResponderEliminar
  9. Ok, te haré un bonito icono de enlace como los que le hice a Santiago Eximeno ;) y si tú quieres enlazarme a mí, yo encantado. Puedes "robarme" tranquilamente los iconos de enlace de mi página.

    ResponderEliminar
  10. Esta entrada tiene cierto tiempo, pero... yo este disco de poemas de Luis Alberto de Cuenca no me lo pierdo:
    http://www.youtube.com/watch?v=QaN_TLOesgs

    ResponderEliminar