martes, mayo 30

Los consejos de Fray César: reediciones

Queridísimos hermanos, hijos e hijas de Babel: hacía mucho tiempo que no proyectaba sobre vosotros la luz del conocimiento inútil, así que aquí estoy, presto a daros esos sabios consejos que apaciguarán la inquietud de vuestras almas y amainarán las tormentas que azotan las atribuladas costas de vuestras conciencias (joder, qué retórico se ha puesto el frater).

Andaba yo el otro día peregrinando por la sección de librería del Hipercor...

Interludio: Vivo pegadito a Pozuelo de Alarcón, que es el primer o segundo municipio con mayor renta per cápita de España. Es decir, la gente que vive por los alrededores es gente pudiente, gente que ha tenido acceso a estudios universitarios y múltiple información, gente con las puertas del mundo cultural abiertas de par en par. Por tanto, sería lógico suponer que la zona está llena de, por ejemplo, excelentes librerías. ¡Y una mierda! Hay poquísimas librerías, y las pocas que hay son enanas. De hecho, la del Hipercor es la mejor librería de todo el municipio. Qué poco interés por la cultura hay en este país, señor, señor...

Ritorno: Andaba yo el otro día peregrinando por la sección de librería del Hipercor, cuando vi dos reediciones que me llamaron la atención. La primera es La sanción de loo (Entrelibros 2006), de Trevanian, cuya aparición original se remonta a 1973. Se trata de una novela de espionaje... ¿Recordáis ese género, queridos hijos? El final de la Guerra Fría se lo llevó por delante y hoy casi no se escriben historias de espías, pero entre los años 50 y 80 del siglo pasado se convirtió un género extremadamente popular. Y uno de sus mejores autores fue Trevanian, seudónimo tras el que se ocultaba un misterioso escritor anglosajón cuya auténtica identidad nunca ha sido oficialmente revelada. No obstante, parece ser que tras ese nom de plume se encuentra Rodney Whitaker, un escritor nacido en 1931 en Nueva York, según unos, o en 1925 en Tokyo, según otros. Todos se muestran de acuerdo, en cualquier caso, en que murió en diciembre del año pasado.

La sanción de loo es, junto con La sanción de Eiger (que fue llevada al cine por Clint Eastwood en 1975), una de las dos novelas protagonizadas por Jonahtan Hemlock, un asesino a sueldo de los servicios secretos (la palabra “sanción” del título significa en realidad “asesinato”). De entrada os diré, queridos feligreses, que se trata de una novela muy, pero que muy divertida. Y muy siniestra. Porque una de las características de Trevanian, aparte de su estilo crudo y descarnado, es añadir a la novela de espionaje un ambiente oscuro, opresivo, casi gótico; en cierto modo próximo al género de terror. Prueba de esto es el horrible asesinato que aparece descrito al comienzo mismo de la novela, una de las muertes más desagradables que he leído jamás.

Otras obras muy recomendables de Trevanian, aparte de las dos “sanciones”, son Shibumi y la excelente novela policíaca El Main. Todas ellas, al parecer, serán publicadas por Entrelibros. NOTA: en Internet descubro que La sanción de Eiger también está reeditada por la citada editorial. Yo no la he visto en las librerías, pero como vivo en una zona de exclusión cultural... En cualquier caso, ambos títulos son muy recomendables para el verano, aunque personalmente me gustó más La sanción de loo. Es más siniestra y me recuerda a los entrañables castigos del infierno.

La segunda reedición, oh amados parroquianos, es Armas, gérmenes y acero (Debate 2006), de Jared Diamond, un ensayo que ganó merecidamente el Premio Pulitzer. En su obra, el profesor Diamond explica con precisión, abundancia de datos y claridad por qué la civilización ha florecido en determinados lugares de la Tierra y en otros no. Os doy mi sacerdotal palabra, hijos adorados, de que, pese a su abultado tamaño, se trata de un texto apasionante y sumamente revelador. Sólo os digo una cosa: debéis leerlo. No os lo recomiendo, os lo impongo. Leedlo. Porque podéis estar seguros de que vuestra concepción del mundo, de la sociedad, de las razas, de la evolución humana y del progreso cultural cambiará radicalmente. No podéis dejar de leerlo, en serio...

Y ya está, tiernos corderos de la Arcadia; estos son mis consejos de hoy. Buenas y edificantes lecturas para la temporada estival. Ahora, abandonad el templo, no sin antes depositar unas monedas en el cepillo de San Dimas.

Podéis ir en paz.

Pensamiento del día: los libros demuestran que la metempsicosis es una realidad, pues, al igual que las almas transmigran de un cuerpo a otro, los textos transmigran de edición en reedición, perpetuándose en un rosario de portadas distintas. Los libros buenos acaban eternizándose en múltiples ediciones de bolsillo –o de lujo, si han alcanzado la santidad-, mientras que los libros malos acaban en el infierno de los saldos. ¿Y dónde está el purgatorio? El purgatorio, amados cofrades, lo encontraréis en mi biblioteca particular.

25 comentarios:

  1. Anónimo5:22 p. m.

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  2. Anónimo10:44 p. m.

    Trevanian... Claro que me acuerdo de él. Hace años, ya demasiados, leí un par de novelas suyas. Una de ellas fue Shibumi. Y la otra, no recuerdo el título, contaba la historia de una joven internada en un psiquiátrico, siempre cubierta por sus propios excrementos para evitar las agresiones sexuales de los celadores (más o menos como en Frances, la película de Jessica Lange).
    Y creo recordar, también, que el autor afirmaba que era posible asesinar a alguien con un DNI, pero que no lo explicaba para evitar imitadores como los que tuvo que sufrir en otra novela que contaba cómo subir a una peligrosa montaña europea por una ruta diferente a las conocidas, y claro, alguno murió en el intento.

    Buscaré en las librerías estos dos (perdón tres) libros que tú recomiendas Fray César.
    Aunque como cada día me gustas más lo de Fray César me preocupa: ¿estaré cometiendo un sacrilegio?

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  3. Ummmm, "Shibumi"... qué recuerdos. Es uno de los tres libros que, según dejaré bien claro en mi testamento, deben ir conmigo a la tumba, porque nunca se sabe lo largo que puede ser el camino al infierno y qué mejor que tres buenos libros para hacerlo más llevadero.

    No obstante, espero no morirme sin experimentar el sexo según Nicholai HEL ;-)

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  4. Anónimo1:17 a. m.

    Todo fachada Fray Cesar, todo fachada. Una persona auténtica es la que soporta criticas malas...e incluso, si tiene cuajo, aprende de ellas.

    Pero no me sorprende, emplea el mismo sectarismo de los que usted dice que forma parte de ellos...la izquierda.

    No se preocupe, no volveré a pasar por su "interesante blog"...no tendrá que suprimir más comentarios críticos. Ah! y podría practicar lo mucho que lee y contestar de forma original, lúcida, educada y contundente...pero quizas le pida demasiado.

    Saludos desde Cuatro Caminos.

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  5. Anónimo7:31 a. m.

    Habrá que buscar esos libros. Del de Diamond ya había oído hablar, y bastante bien. Del otro, la verdad, que no tengo conocimiento.
    De todas formas, Fray Cesar, el comentario sobre la derecha huele un poco mal. Tengo amigos de derechas que no encajan en esa descripcion baturra de la derecha, al igual que conozco gente de izquierda cuyo interés por la cultura es nulo. Sería buen objeto d eestudio ver los gustos de los votantes de uno y otro partido. Pero en todo caso, esos comentarios no creo que lleven a nada (claro que cada uno en su blog hace y dice lo que le viene en gana). Salvo que se cebe uno de un pensamiento único. Y desde luego Fray Cesar, no le pega al Pater tanta cerrazón.

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  6. Querido Jodidito: acepto cualquier crítica que se me haga, incluso aquellas tan agresivas y con un tono tan poco amistoso como la tuya que ayer eliminé. Pero con una condición: que su autor no se esconda, como haces tú, tras un nick. Yo opino lo que sea, equivocado o no, pero lo hago con mi nombre y apellido. Soy César Mallorquí... ¿quién cojones es Jody Dito? Ni idea. Así que, si quieres ponerme a parir en mi blog, hazlo diciendo quién eres, no con una máscara. ¿Está claro?
    Por otro lado, ¿contestar de forma lúcida y contundente a qué? ¿Al puñado de torpes sarcasmos que me lanzaste? No, gracias; demasiado aburrido. ¿No volverás a pisar mi blog de sectario izquierdista? Ojalá; pero, sinceramente, lo dudo. Seguro que tienes muchas máscaras tras las que ocultarte.

    Mazarbul: supongo que tienes razón. La derecha española es inculta, pero la izquierda también. Además, no pretendía hablar de eso. Así que voy a modificar ahora mismo la entrada y quitar toda referencia política.

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  7. Anónimo9:17 a. m.

    Caramba, creo que hacía muchos años que nadie me imponía la lectura de un libro.

    Como ya soy mayor, nada más oír lo de "imponer" se me revuelven las tripas y tiendo a rebelarme.

    Pero, claro, tratándose de Fray César... Apuntaremos las recomendaciones en mi purgatorio particular (la "lista de libros para comprar").

    Frate, fray César, ponte al día, que creo yo que desde el año pasado el purgatorio no existe. La Iglesía dijo que no existía el año pasado...

    No sé ahora a dónde habrán ido a parar todas las misas dichas durante siglos por "las almas del purgatorio", ni qué habrá sido del Museo de las Ánimas del Purgatorio en Roma. Pero, nada, que ya no existe.

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  8. Anónimo10:01 a. m.

    Me uno a las recomendaciones, aunque no estoy del todo de acuerdo en lo de que sólo los libros malos vayan a parar a los saldos, que yo he encontrado auténticas joyas escondidas de saldo por ahí.

    En concreto recomiendo especialmente el de "Shibumi" de Trevanian, que no se por otros sitios pero en Zaragoza aún es muy facil encontrarlo pululando por las librerías de segunda mano o el rastro.

    En cuanto al de "Armas, gérmenes y acero" ya me lo había recomendado un amigo que es toda una eminencia en el campo de la Historia Antigua y pienso comprármelo sin dudar en cuanto ahorre un poco.

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  9. Anónimo10:04 a. m.

    No, si yo te entiendo, jodido pequeño. Uno pone en google: fraternidad goebbels raza, buscando amiguitos con los que confraternizar y se encuentra en primer lugar con este abominable enclave y, claro, eso jode. Supongo.

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  10. Anónimo11:32 a. m.

    Quizá sea meterme en camisa de once varas, pero si aceptamos las loas anónimas, porqué no las críticas. Lo digo bajo un seudónimo como la gran mayoria de los asiduos a este y otros blogs, y reconociendo que yo hubiera hecho lo mismo que César en el caso de encontrarme a un maleducado tratando de hacerse el listillo. Pero como dice Care, afortunadamente tenemos enemigos (no lo dijo exactamente así, pero más o menos). En fin, cosas del blog. Esto no pasaría en una tertulia a la antigua usanza, con copita por medio, café y jarra de agua. Como mucho acabaría en un bonito duelo en las tapias del cementerio con uno de los dos contendientes muerto. Mucho más hermoso.

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  11. Anónimo11:50 a. m.

    Una cosa es una crítica, smael, otra muy distinta un insulto enmascarado por el anonimato cobarde. Y hay gente que se dedica, desgraciadamente, a eso: a reventar conversaciones sobre cualquier cosa, agarrándose a su interpretación literal de un detalle nimio de una exposición de tres folios. Y sólo por fastidiar.

    Traté de este tema en un artículo para el periódico en el que colaboro. Luego suelo subir esos artículos a mi bitácora. ¿Y sabes qué? Ése en concreto no lo he subido. Imagina por qué.

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  12. Anónimo12:28 p. m.

    rm, juanmi, aceptado vuestro comentario, con el que estoy básicamente de acuerdo. Ya aclaré que yo hubiera hecho lo mismo que César.

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  13. Samael: desde que abrí este blog, sólo he suprimido dos comentarios, y ambos por emplear un tono demasiado desagradable para mi gusto. Ése es mi privilegio como tutor de este blog: decidir qué tono es o no admisible aquí. Ironía, sí. Sarcasmo, sólo si es ingenioso. Insultos, jamás.
    Mira, Mazarbul (cuyo auténtico nombre también desconozco) ha criticado civilizadamente un aspecto de mi texto. Me ha convencido y he corregido el error. Sin problemas. Ahora bien, que venga un desconocido, amparándose en un apodo tan elegante como "jodi dito", para soltarme un chorro de sarcasmos baratos... eso, amigo mío, aquí no tiene cabida.
    Pero en algo te doy la razón: antes, chorradas como ésta acababan en un cruce de sables junto a las tapias de algún camposanto. Ventajas de la era electrónica :-)

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  14. Anónimo1:12 p. m.

    Acabo de ver que han concedido el premio Príncipe de Asturias de la Literatura a Paul Auster. Es un escritor que me encanta y me lo descubrió una persona muy importante para mí.
    Luna Paus.

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  15. Y con tanto alboroto, nos olvidamos de lo principal, hijos míos. Es decir, hablar de Trevanian y del profesor Diamond. Por tanto, no os dejéis llevar por el orgullo o la ira, pues puestos a caer en el pecado, la lujuria resulta mucho más gratificante.
    Y, hablando de lujuria... Nora: ¿cometes sacrilegio por experimentar una irresistible atracción sexual -animal, incluso- hacia un apuesto y viril fraile como yo? Respuesta: Nooooooo, ni mucho menos. En todo caso, pecado de pensamiento, que no de obra. Por tanto, pecado incompleto. Y, ah corderillo descarriado, nada hay más ofensivo a los ojos del Señor que una tarea inacabada. Por otro lado, ¿concibes algo más hermoso que confesar tus pecados y ponerte en paz con tu creador? Mas, para confesar un pecado, primero hay que cometerlo, y un buen sacrilegio da mucho de sí en el confesionario. En fin... ¿te has preguntado alguna vez si los frailes llevamos o no ropa interior bajo los hábitos?

    (NOTA: la novela de Trevanian que leíste, esa de la chica internada en un psiquiátrico, es "El verano de Katia". No la he citado porque me parece bastante inferior a las otras)

    Bliss: ¿De verdad quieres experimentar el sexo al estilo Nicholai? Bueno, este humilde pater tiene una navaja de afeitar (¿recuerdas?). Quizá la técnica amatoria me falle un poco, y puede que la flexibilidad no sea lo mío, y a lo mejor la duración no es todo lo extensa que uno desearía, pero... tengo fe y esperanza. ¿Acaso tienes tú caridad? ;-)
    Anónima de las 9:59: ¿pero no era el limbo lo que habían eliminado? ¿Ahora van y me quitan también el purgatorio? Pero eso no puede ser, mujer, alma de cántaro; ¿a quién le voy a decir yo misas ahora? Porque si sólo hay dos opciones, ya me contarás. Si el difunto está en el infierno, la misa es inútil, y si está en el cielo, es innecesaria... Mal negocio. Por fortuna, soy un fraile preconciliar. Y no me refiero al segundo Concilio Vaticano, sino al de Nicea.
    Rickard: tienes toda la razón, lo reconozco. Ojalá sólo los libros malos acabaran en el rincón de los saldos, pero me temo que las razones que conducen a saldar un libro no tienen nada que ver con su calidad. Lo que pasa es que no podía permitir que la realidad me estropease una buena metáfora, compréndelo ;-D

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  16. Luna paus: gracias por la información; Auster se merece el premio, desde luego (además, siempre, casi desde el principio de su carrera, ha sido un autor muy valorado en España).
    Ahora bien... ¿quién eres tú, Luna Paus? Joder, antes pensaba que eras una persona, pero ahora me parece que eres otra :-S
    ¿Eres quien creo que eres? Dios santo, qué dilema... (sufro)

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  17. Querido pater, desear la mujer del prójimo es un pecado, pero no es menos pecar hacer al prójimo (cuando éste es mujer) desear, así que no me tiente, no me tiente, ¡mal hombre!

    Fdo. Sor Presa, Hermana de la Caridad

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  18. Anónimo5:16 p. m.

    Nora, Bliss, ¿me contaréis que lleva el pater debajo del hábito?... Me reconcome la duda morbosa.

    César, me río yo de las discusiones frikis: Pues sí, es el limbo lo que no existe. Lo que pasa es que el Purgatorio ya no es un lugar, es... un estado mental (creo). O sea que podemos seguir rezando y pagando por salir del estado mental...

    Otros temas: Por lo que creo, a los espías de antes (los de verdad) los entrenaban para aprender a matar con casi cualquier cosa: un carnet, un periódico, un bolígrafo (esto me parece más fácil...), etc.

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  19. Mi querida Anónima de las 9:59, te aseguro que en cuanto lo descubra te lo haré saber. Y es que encerrada en esta clausura, es pensar en un faldón de fraile y me hacen los ojillos chiribitas. ¿¿¿Y qué me dices de la promesa de esa navaja de afeitar??? Ummmmm, "me se" hace la boca agua.

    Ya estoy pensando en la penitencia de esta noche, y es que el hambre hace estragos en el convento, snif...

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  20. Anónimo5:56 p. m.

    Queridos Anónima, bliss, Fray César:
    Claro que me he preguntado qué llevan los frailes debajo del hábito. Era una cuestión olvidada: ¡ahora, esta ciudad pagana, hay tan pocos frailes!
    Solo se ven curas/frailes vestidos como tales en la tele o en la prensa, que el otro día me fijé en el "pedaso" de hombre que acompaña a Benedicto.Un tío guapísimo. Alemán, creo.

    Siguiendo con el tema... La sanción de Eiger ya está en mi casa. Y más tema aún: ¡vaya casita que tiene el tipo! ¡una iglesia!

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  21. Anónimo12:00 a. m.

    Hola Fray Cesar, mi nombre auténtico es Darío, para servir a Vd. de monaguillo.

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  22. Anónimo10:28 p. m.

    Creo que era en La sanción del Eiger cuando su bienamada le roba un cuadro para obligarlo a realizar la misión que le encarga la Agencia, y en toda la novela subyace la amistad, la confianza, la lealtad y su negación. El caso es que lo que menos recuerdo es la acción, y, sin embargo, se me quedó en la memoria un tratado de ética.
    Por cierto, yo, además de borrar los comentarios faltos de gracia y de ideas, les hago un conjuro a los autores que les provoca onanismo y gonorrea, y, si insisten, orquitis.
    Te paso el conjuro cuando quieras.

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  23. Ese conjuro valdría su peso en oro, si los conjuros pesaran. Sólo leerlo me ha dolido el centro de mi ser, aunque, ¿onanismo no es hacerse pajas? Porque eso no es malo..., pero lo de la orquitis está bien. Pásame el conjuro, please :-)

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  24. Anónimo12:25 p. m.

    Querido César, te pasaré el conjuro, que tiene dos partes, pero has de utilizarlo con tiento: pillar una gonorrea practicando el onanismo no es cualquier cosa; y lo de la orquitis en los dídimos, como añadidura, es la segunda parte si le quedan ganas de perseverar.
    En muchos casos han diagnosticado una meningitis al no tener suficientemente diferenciado esta subespecie el receptáculo del cerebro.
    Te lo enviaré con un propio.

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