Mañana, 23 de septiembre, a las 4:03 hora solar, tendrá lugar el equinoccio de otoño. Los celtas llamaban a este momento Mabón, un nombre que procede, según unos, de Mab, la reina de las hadas, y según otros de Maybowhn, el dios de las viñas. Durante el Mabón se celebraba el Mea'n Fo'mhair, la fiesta de la segunda cosecha (uva y manzanas). Los dioses solares se debilitan y envejecen durante este periodo; cuando llegue Samain -el 1 de noviembre- morirán, y con el advenimiento de Yule, el solsticio de invierno, resucitarán.
Es tiempo de recuerdos.
Mira hacia atrás y examina lo que has hecho y lo que no te has atrevido a hacer, lo que has sido y no has sido, lo que deseabas ser y ya nunca serás. Evoca los días perdidos; rememora los distintos rostros que, a lo largo del tiempo, reflejaba el espejo cuando te mirabas en él. Piensa en el niño que fue y ya no es, en los recuerdos que has olvidado, en los sueños que nunca se cumplieron y en los que ni siquiera te atreviste a soñar.
Imagínate ahora un salón amueblado con viejos sillones de orejas, mesas y sillas de madera labrada, y una cómoda con un gran espejo, y una mesa de costura, y estanterías repletas de viejos libros polvorientos, y vitrinas con reliquias del pasado, y arañas de cristal colgando del techo. Un ventanal de vidrios emplomados se abre a un jardín alfombrado de hojas muertas. Enfrente, iluminado por la luz del atardecer que se cuela a través de los visillos, hay un velador cubierto por un blanco tapete bordado. Sobre él descansan una tetera y una taza de té. Siéntate en una silla y coge la taza. ¿Ves cómo humea? El té está aromatizado con bergamota. Huélelo... Ahora cierra los ojos, llévate la taza a los labios y da un sorbo.
Eso es el otoño.
Va a ser que sí. El otoño huele a Earl Grey.
ResponderEliminarExacto, Alicia: Earl Grey
ResponderEliminarExcelente descripción delotoño, César, me has hecho entrar rápidamente en materia ;-)
ResponderEliminarY vosotros (Alicia y tú) sí que entendéis de tés, no como lo que se cuenta aquí
http://www.casdeiro.info/patada/?p=118
:-)
A mí también me ha gustado la descripición otoñal...sobre todo la parte del té, que me encanta. ¿Vas a ir a Liber mañana, César?
ResponderEliminarMe quedo en especial con la frase "Piensa en el niño que fue y ya no es", en la que aciertas plenamente al evitar decir "Piensa en el niño que fuiste y ya no eres"; "tú" nunca fuiste ese niño, porque el "tú", el "yo" etc sólo existen en el presente. Ese niño no lo fuiste tú, lo fue otro...
ResponderEliminarBliss: Genial lo de la "berga mona". Me recuerda a lo de "Sara Mago", ilustre poetisa gallega :-D
ResponderEliminarMiwok: no, no voy a ir al Liber.
Jorge: exacto, sí, el tiempo nos mata lentamente, sin que nos demos cuenta, y lo que fuimos ya no existe, por mucho que una ilusoria sensación de continuidad nos engañe haciéndonos creer que nuestros "yo" pasados están incorporados a nuestro "yo" actual.
Aunque soy un gran aficionado al té, el otoño a mí me lleva a disfrutar de placeres políticamente incorrectos. Cuando el calor se suaviza y casi se intuye, más que se siente, el frío del invierno, el humo de la combustión se enfría con más facilidad haciendo que el placer de una buena pipa sea difícil de explicar. Si esta pipa es irlandesa y se fuma una mezcla inglesa ¡qué placer y que hermandad de culturas :-)! Y si además tenemos un güisqui cerca, el otoño se convierte en la mejor estación del año.
ResponderEliminarSeñor Marqués: la imagen que propones es tremendamente sugerente, pero yo la asocio más con el invierno. Whisky escocés, una buena pipa irlandesa y tabaco inglés (con un toque oriental de Latakia)... la mezcla perfecta, sí; pero, a mi modo de ver, para celebrar Yule, el solsticio invernal.
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