Cuando a las estrellas se les acaba su combustible nuclear, la gravedad hace que se derrumben sobre sí mismas. Hasta determinado tamaño –en el que está incluido nuestro sol-, acabarán convirtiéndose en enanas blancas y estrellas de neutrones; pero, a partir de una vez y media la masa del sol, las estrellas seguirán contrayéndose y acabarán transformándose en agujeros negros. Pozos de gravedad de los que ni siquiera puede escapar la luz. De hecho, los agujeros negros tienen algo que se llama “horizonte de sucesos”; se trata de una especie de frontera: si la cruzas, el agujero te tragará y jamás podrás salir de él.
Solemos pensar que los agujeros negros son exóticos objetos cósmicos, tan lejanos que sería absurdo preocuparse por ellos. Pero nos equivocamos; los agujeros negros están por todas partes, invisibles, agazapados, dispuestos a tragarte en cualquier momento. Después de todo, al final de nuestra trayectoria vital eso es lo que hay: un enorme agujero negro del que nunca saldremos. Pero ese agujero negro no resulta tan malo, pues a fin de cuentas no es más que un confortable no-lugar donde no-ser el resto de la eternidad. Hay agujeros negros peores, mucho peores, porque te devoran sin anularte, porque te precipitan hacia una sima oscura condenándote a una eterna caída. Esos agujeros negros no te matan; sencillamente te arrancan jirones de vida, te roban los sueños, te quiebran el alma. Y qué fácil es cruzar su horizonte de sucesos sin siquiera darte cuenta...
y si estas en uno de esos agujeros negros de los que no puedes salir, ¿que se puede hacer? ¿Se puede luchar contra algo tan colosal? o siplemente hay que esperar miles de miles de millones de años hasta que se disgregue en particulas.
ResponderEliminarNo se puede hacer nada, anónimo, salvo esperar durante una eternidad a que llegue esa disgregación.
ResponderEliminarse puede hacer algo más: salir por un agujero blanco en otro punto del universo.
ResponderEliminaro acelerar tu caída al interior del agujero negro buscando el no-lugar donde no-ser. Supongo César que no solo te refieres a los agujeros estelares, sino a los vitales.
ResponderEliminarMazarbul: claro, amigo mío, claro. Es una metáfora; igual que lo es la tuya, y muy afortunada, por cierto.
ResponderEliminarY no has leído el cómic Agujero Negro, de Charles Burns?ése agujero sí que es como el fin del universo pero en sucio, muy sucio.
ResponderEliminarUn beso de Esther G, tu colega de La Tormenta.