Siempre he pensado que el aspecto externo de la gente no tiene nada que ver con su naturaleza interna; vamos, que eso de que la cara es el espejo del alma se me antoja una soplapollez. He conocido a personas bellísimas por fuera que eran horribles por dentro, y a individuos feísimos cuya belleza interior deslumbraba. De igual modo, existen tipos bajitos que ocultan a un gigante, y gigantes que llevan a un enano en su interior. Hay casos chocantes; por ejemplo, conocí a un locutor de doblaje, ya fallecido, que tenía una de las voces mas hermosas que jamás he oído; baste decir que doblaba a Paul Newman. Pues bien, ese señor dotado de una voz bellísima era feo, bajito, enclenque, sucio y, para colmo, desagradable y malaleche. El envoltorio nunca determina la calidad del regalo.
No pretendo decir que la apariencia externa no influya lo más mínimo en nosotros; al contrario, influye y mucho. Pero la forma en que se manifiesta esa influencia depende de nuestra calidad interior. Un tipo bajito y feo dispone de diversas opciones para afrontar la existencia; puede, por ejemplo, asumir su aspecto y vivir tranquilamente sin complejos, o puede compensar su apariencia con una gran brillantez intelectual (Woody Allen es feo y bajito), o puede ponerse alzas y recurrir a la cirugía estética, o puede desarrollar un tremendo complejo de inferioridad y llenarse de rencor hacia todos aquellos que son más alto y guapos que él (es decir, casi todo el mundo). Todo depende de nuestra fortaleza interior y de nuestra personalidad. Es decir, lo que somos por dentro acaba a la larga determinando la percepción que los demás tienen de nosotros, con independencia de nuestro aspecto físico.
Sin embargo, se dan casos –no muchos- en los que el aspecto externo coincide punto por punto con la naturaleza interior. Por ejemplo, hay un político –no citaré su nombre para evitar suspicacias- que es feo, bajito, con bigote, aire huraño y apariencia de mediocre; además, está dotado de una transparencia inaudita: es exactamente lo que parece. Se trata de la clase de feo y bajito que no logra asumir su aspecto y desarrolla un inmenso complejo de inferioridad, el típico personaje que se mueve entre la envidia y el rencor. Porque, además, carece por completo de habilidades sociales; parece antipático a primera vista, pero al profundizar se descubre que en realidad es muy antipático. Me lo imagino en su juventud, escasamente popular, con nulo éxito entre las chicas, entregado con determinación de hierro a sus estudios, a sacar una oposición, soñando con el día en que pueda tomarse la revancha.
El problema es que ese día llegó. Nuestro feo-bajito llegó a la cumbre de su carrera y el complejo de inferioridad se transformó en un rutilante complejo de superioridad. Le recuerdo pasando revista a las tropas, con un abrigo beige de ondeantes alas, como una capa, y una larguísima bufanda blanca al cuello; su ego no cabía en aquella base militar. Así que el enano se creyó un gigante y, al verse rodeado por jugadores más altos que él, puso los pies encima de la mesa y pensó que podía jugar en la NBA, pero todo lo que consiguió fue una triste foto. En una ocasión, tras saberse que unos pobres emigrantes habían sido drogados para facilitar su expulsión, comentó: “teníamos un problema y lo hemos solucionado”. El fin justifica los medios, ese es uno de los pilares de su dudosa ética. Y si no hay ningún fin confesable, se inventa. Así, nuestro super católico feo-bajito no vaciló en mentir para iniciar una guerra ilegal, y luego siguió mintiendo mientras se amontonaban los doscientos muertos que indirectamente causó esa guerra. Pero el fin era bueno: intentar ganar las elecciones.
Al final, la gente se hartó del feo-bajito y le dieron la espalda. Pero el feo-bajito había alcanzado tan altas cotas de pueril vanidad que ya no podía callarse. Y ha seguido hablando y hablando, derramando su rencor, tanto sobre los enemigos como sobre los supuestos amigos. O negando el cambio climático (¿quizá porque está al remunerado servicio de los negacionistas?) y tildando de neo-comunistas a los ecologistas. Últimamente nos hemos enterado de que fue cómplice de torturas institucionales. La verdad es que no me sorprende.
Veréis, ya no se trata de cuál sea su adscripción ideológica; eso da igual, no importa lo más mínimo; muchos de sus correligionarios le dan mil vueltas éticas aunque militen en el mismo partido. No es una cuestión política, sino psicológica o, más bien, psiquiátrica. Antes he dicho que éste era uno de los raros casos en que el aspecto exterior y el interior coinciden punto por punto, pero ahora pienso que estoy equivocado. En realidad, este enano moral es mucho más feo y bajito por dentro que por fuera. Da tanta grima que sólo cabe espetarle la famosísima frase del rey: ¿por qué no te callas? Aunque me temo que no lo hará.
Giges era un humilde pastor al servicio del rey de Lidia que perdió a una de sus ovejas en un terremoto.
ResponderEliminarLos merodeadores aficionados a la mitología, en este momento habrán levantado una ceja y estarán pensando lo equivocado que estoy porque Giges, en realidad, fue rey de Lidia de la dinastía Mernmada.
Es verdad, pero primero fue pastor, un pastorcillo de gran corazón, temeroso de su dios y fiel a su rey, pero... al buscar su obeja perdida en el terremoto encontró un anillo muy peculiar: cada vez que lo giraba, se hacía invisible. Fue el primer hombre invisible de la historia, probablemente.
Entonces utilizó los poderes de su anillo para cambiar de vida y tanto que la cambió, que pasó de ser un humilde pastorcillo de buenos sentimientos a un déspota amo de muchas tierras y más riquezas; no contento con todos los bienes acumulados acabó por asesinar al rey de Lidia, aprovechando su invisibilidad, y convertirse él mismo en rey.
La historia del anillo de Giges se repie desde entonces hasta nuestros días con pertinaz insistencia. Como decía George Clooney, no es cierto que el dinero (poder) cambie a las personas, más bien las revela tal como son.
Pues bien, si alguien que es guapetón por dentro, se puede convertir en feo y bajito por efecto del poder, imagínate hasta qué límites de horripilantez puede llegar a caer un tipo que cuando era un simple pastorcillo ya daba asco mirarle a la cara.
Y me refiero al mismo ejemplo que ponías tú, claro.
Lo triste de ese caso que cuentas es lo incomprensible de la actitud de los que le rodean. ¿No se dan cuenta de que están dando cancha a un ser mezquino como pocos los han habido en la historia? ¿Es que nadie de su entorno se averguenza de lo que dice y hace? Sé a ciencia cierta que en la época de sus pinitos como lider en el entorno más cercano habían bastantes dudas sobre su equilibrio mental, ¿cómo pudo llegar a donde ha llegado? La única explicación es la desidia y desencanto del pueblo para con sus representantes, la idea de que "todos los políticos son iguales" es muy peligrosa y dificil de reconducir.
ResponderEliminarSe hizo a si mismo con un resultado terrible, y se hizo así por que nadie de su entorno le dijo "así no, José María, te equivocas. Vuelve a leer la biografía de Churchill, aprende lo bueno de Azaña y olvídate de ellos después para pensar en los demás, en lo que tú puedes hacer para que los demás vivan mejor". Y cuando hayas hecho todo lo puedas o te dejen hacer, retírate de la vida pública, vuelve a tu origen, mira a tu lado y busca un amigo con quien disfrutar de lo cotidiano, imbecil".
Pues digo yo que podría ser porque los que son feos y bajitos, por dentro y por fuera, tienen poco que perder.Se aferran a una meta y no se apartan del camino que se fijan ni un ápice. Suelen ser ignorantes y, por ello, atrevidos ante situaciones que los más equilibrados tomaríamos con mucho tiento.Al no tener dudas,saben transmitir una falsa sensación de seguridad.
ResponderEliminarHay otro ejemplo coetáneo, presunto amigo del que se cita en esta tertulia cafetera, que resulta un poco más alto pero no con más luces, y que,para más señas, va a abandonar la Casa Blanca dentro de poco. Me sigue pareciendo un enigma que haya llegado tan alto y haya durado tanto.
A mi me parece normal lo del pobre okupa que van a desalojar de la casa blanca esa. En un país tan conciliador como EUA ahora le dan la oportunidad a los afroamericanos, antes se la dieron a los retrasados.
ResponderEliminarLo que es curioso es que tenga tantos seguidores, que mucha gente siga viendolo como un gran presidente, que incluso se postule como presidenciable de un equipo de futbol blanco y mucha gente haga palmas con las orejas de la felicidad.
ResponderEliminar¿Vivimos en un pais de enanos mentales?
¿Alguien podría explicarme lo de los vuelos a Guantánamo pasando por España? Es decir, el gobierno del PP (Aznar y compañía) dio luz verde a esas operaciones de los EEUU, pero ¿por qué continuaron con el gobierno del PSOE? ¿Quién (no) lo sabía?
ResponderEliminarEn mi opinión tan escandaloso ha de ser lo primero como lo segundo.
Buen despeje, muy habil ;)
ResponderEliminarY lo peor de este señor es que durante la primera legislatura parecía conciliador y hasta ¡negociaba con los nacionalistas! Pero aaamigo, las mayorías absolutas están ahí, le dieron el poder de un pequeño dictador para hacer y deshacer y ahí la armó.
ResponderEliminarLa pena es que no se presentase él al tercer mandato para que le hubiésemos podido dar una patada en el culo como estaría bien mandado. Se la tuvimos que dar a un acólito, no tan desagradable, pero más pringao si cabe.
En algún momento Iñaki Anasagasti definió muy bien la forma de ser del bigotes (no he encontrado el texto), con una gran complejo de inferioridad, que le dotaba de una admiración y un lacayismo desorbitado por ciertos personajes como Bush Jr.
No se trata de un despeje. No soporto a Aznar ni a Rajoy, y el que lo dude, que se dé una vuelta por mi blog y pinche en la etiqueta temática "política".
ResponderEliminarAhora bien, estoy perplejo. El diario El País publica ahora lo de los infames vuelos a Guantánamo, todo el mundo pone a parir (con razón) al gobierno de entonces (es decir, el de Aznar)... ¿pero qué ocurre con los vuelos de 2004 en adelante? ¿en qué se diferencian de los otros? Zapatero, ¿es un cínico, un canalla, un ignorante, un ingenuo o qué? ¿Y a qué se debe el silencio de la izquierda pensante?
Y lo pregunto también porque lo de criticar a Ánsar, a estas alturas, tiene poco mérito: él mismo ha dejado con terquedad su imagen por los (sub)suelos.
A mí me resulta curiosa la atracción que los "feos bajitos" ejercen sobre la humanidad. Los grandes dictadores, por lo menos en el siglo XX, han sido feos bajitos. ¿Tendrá algo que ver con la psiquis de los dictadores? ¿Habrá un intento de compensación por algo que frustra a los bajos?
ResponderEliminar(Mi mujer es baja. No es fea, vive Dios, pero es baja. QUe nadie tome esta reflexión como un ataque a los que quedaron fuera del Plan de Desarrollo.)
Por otra parte, ¿porqué se empeña la gente en dejarse engañar? Hay un fulano -Ejpañol y patriota, aunque los suyos largaran fuera millones de pesetas durante mucho tiempo, y posiblemente sigan haciéndolo ahora- que dijo algo así como
"Bendito sea el dolor.
—Amado sea el dolor.
—Santificado sea el dolor...
¡Glorificado sea el dolor!"
Pues este fulano ha engañado a miles de personas, que viven tal y como él les manda, que creen que si le desobedecen pueden irse al infierno en una hipotética vida futura. Por él no follan, por él entregan todo el dinero que reciben, por él obedecen ciegamente a otros idiotas y por él se ponen pinchos que hieren la carne y se azotan la espalda.
Ese fulano era más bien alto...
A mí me resulta curiosa la atracción que los "feos bajitos" ejercen sobre la humanidad. Los grandes dictadores, por lo menos en el siglo XX, han sido feos bajitos. ¿Tendrá algo que ver con la psiquis de los dictadores? ¿Habrá un intento de compensación por algo que frustra a los bajos?
ResponderEliminar(Mi mujer es baja. No es fea, vive Dios, pero es baja. QUe nadie tome esta reflexión como un ataque a los que quedaron fuera del Plan de Desarrollo.)
Por otra parte, ¿porqué se empeña la gente en dejarse engañar? Hay un fulano -Ejpañol y patriota, aunque los suyos largaran fuera millones de pesetas durante mucho tiempo, y posiblemente sigan haciéndolo ahora- que dijo algo así como
"Bendito sea el dolor.
—Amado sea el dolor.
—Santificado sea el dolor...
¡Glorificado sea el dolor!"
Pues este fulano ha engañado a miles de personas, que viven tal y como él les manda, que creen que si le desobedecen pueden irse al infierno en una hipotética vida futura. Por él no follan, por él entregan todo el dinero que reciben, por él obedecen ciegamente a otros idiotas y por él se ponen pinchos que hieren la carne y se azotan la espalda.
Ese fulano era más bien alto...
>>La pena es que no se presentase él al tercer mandato
ResponderEliminar¡Coño!. Para algo indiscutiblemente bueno que hizo, y que deberían copiar todos los presidentes y altos cargos políticos presentes y futuros... ¿ahora nos vamos a lamentar?
Hombre, lo triste es que los signos evidentes de desequilibrio mental que arrastra el personajillo en otro serían causa al menos de que se lo hiciera mirar, pero este, al estar tan encumbrado y haber tanta gente que sigue pensando que es la hostia, suelta sus delirios y tenemos que tragar que son "defensa de la libertad" y tal y cual. Vamos, que hay toda una corriente de pensamiento y hasta una fundación que la difunde basada en esos delirios. Es tremendo. Es triste. Es horrible, qué coño.
ResponderEliminarVaya, parece que nadie puede ayudarme, y tampoco sé dónde buscar en la inmensidad de información que supuestamente alberga la Web.
ResponderEliminarYo no sé, Jorge, supongo que César te contestará, que es su blog. Pero, mirando los dos últimos hilos, parece que no hay tema en el que no te parezca oportuno mezclar a Zapatero. ¿No estás un poquito obsesionado? ¿No serás un poco troll? Zapatero mató a Kennedy y eso, ya lo sé, pero haztelo mirar.
ResponderEliminarReferente al tema de los viajes a Guantánamo, creo que coincido con la opinión de jorge. Tpco siento simpatía por jose mari, que me parece de una mentalidad infrahumana, pero tb se han producido esos viajes, por desgracia, en tiempos más modernos, y ¿qué pasa con ello?. Criticamos al que lo permitió y no lo hacemos al que siguió permitiéndolo. Algo falla en ese argumento, a mi ver.
ResponderEliminarPor otro lado, y referente al tema del post (el parecido interior y exterior) me han pasado dos casos cachondos:
1.- en una empresa donde trajaba teníamos un cliente inglés que era un autentico gentleman. Un tipo agradable, de voz atractiva, simpático, vamos, todas las chicas de la ofi enamoradas de él. Pero nadie lo había visto físicamente. Un dia vino y, joder, hasta a mí me causó impresión de la diferencia que había entre su forma de ser y su físico, un pujolín con bocio. El caso que una compañera, cuando se fue, dijo: pues la verdad, a mí me gusta-
2.- La semana pasada fui al cine con mi hija a ver Mamma mía, y despues de terminar (tiene cinco años) me dice: papi, te pareces a ese (por Pierce Brosnan). !Joder! Os puedo jurar que no me parezco a Pierce Brosnan ni en el blanco de los ojos. Pero es curioso como su amor de hija le hizo unirme al que a ella debió parecerle más atractivo d ela peli.
Mazarbul
Anónimo de las 6:48: resulta facilísimo criticar a los fachas y carcas de toda la vida (Aznar, Rouco etc), tanto más entre rojetes como nosotros. Lo difícil es criticar de puertas adentro...
ResponderEliminarNo sé por qué, pero en asuntos políticos siempre que se habla de alguien hay que hablar también de otra persona. Es como si la crítica tuviera que ampliarse constantemente, como si no se pudiera comentar un comportamiento en concreto sin abarcar al mismo tiempo cualquier otro comportamiento paralelo. Si pongo a caer de un burro al feo-bajito, automáticamente tengo que hacer algo similar con el alto de las cejas circunflejas. Qué cansado es esto...
ResponderEliminarPero vale, qué remedio... Vamos a ver, desde hace mucho se sospechaba que el gobierno Aznar había colaborado con los vuelos ilegales a Guantánamo, pero no había pruebas. Ahora esas pruebas existen, así que he añadido esa proeza al curriculum de nuestro enano moral.
Hoy por hoy, existen sospechas de que el gobierno Zapatero toleró esos vuelos, pero no tenemos pruebas. Cuando aparezcan, no vacilaré en decir que Zapatero es un canalla. Ahora bien, ¿un canalla tan grande como el enano del bigote? No, para nada; el canijo moral todavía le lleva mucha ventaja. Hay hijos de puta e HIJOS DE PUTA.
No se trata de diferentes categorías de hijos de puta, pues ni siquiera se trata de hijos de puta.
ResponderEliminarEso es insultar y el insulto es una apreciación personal. No puedes condenar a nadie porque a ti te parezca un hijo de puta, pero sí puedes hacerlo porque se ha demostrado que su conducta ha sido antisocial, según unas leyes establecidas(a ver si vas a ser como Pedro Crespo).
Yo aún tengo la esperanza de que esa panda de hijos de puta sean juzgados por un tribunal internacional, y condenados sin reservas por haber llevado al mundo a una guerra ilegal entre risotadas con acento tejano.
¿Cómo que no hay pruebas? Parece que son los datos del CNI o de no sé cuál ministerio (no lo sé yo, ignorante de mí) los que hablan de 5 vuelos a Guantánamo consentidos por el gobierno de España desde que gobierna el PSOE.
ResponderEliminarYa lo planteó Michael Moore en "Stupid White Man": ¿Es mejor un hijo de puta que te avisa de que te va a dar por culo y va y te encula (Reagan, Bush) o un hijo de puta que te vende la moto y luego te porculiza igual (Clinton)?
Tomadlo como aviso para navegantes, ahora que viene Obama.
Jorge, chaval, ¿qué hace un chico como tú en un sitio como éste cuando se "habla" de política?
ResponderEliminarJorge: ya sé que hay pruebas de que esos vuelos se produjeron, tanto con el gobierno de Aznar como con el de Zapatero. Pero no me refiero a eso, sino a las pruebas que demuestren que dichos gobiernos estaban enterados de que los vuelos se estaban produciendo. Ahora sabemos que el gobierno Aznar estaba al tanto de lo que pasaba, porque han aparecido esas pruebas, pero que yo sepa todavía no han salido a la luz pruebas de que algo similar ocurriese con el gobierno Zapatero.
ResponderEliminarSe me ocurren decenas de formas de camuflar un vuelo de la CIA; de hecho, dudo mucho que la inteligencia americana informe de todas sus actividades a los gobiernos "amigos". Por eso no critiqué a Aznar cuando se conoció la existencia de esos vuelos, porque en ese momento no había prueba alguna de colaboración por parte del gobierno español. Pero ya la hay. Si existe prueba similar en lo que respecta al primer gobierno Zapatero, no la conozco. Y si en un futuro aparece, no tendré el menor problema en afirmar que Zapatero es un miserable.
Por lo demás, estoy absolutamente de acuerdo con que las traiciones de un amigo son peores que las de un enemigo. A mí me jodieron más las mentiras de Felipe González que las de Aznar, te lo aseguro.
Big Brother: no seas listillo, hermano; aquí cualquiera puede dar su opinión, sea ésta la que sea, siempre y cuando lo haga con educación. Y Jorge no sólo es un tipo muy educado, sino que además en este caso no le falta razón.
Gracias a todos. Y perdón por haber dado tanto el coñazo.
ResponderEliminarVolviendo al tema de los hideputas feos y bajitos, siempre me ha impactado la semejanza clónica entre Franco y Pinochet, éste último aun más siniestro con sus gafas oscuras.
Una de las causas por las que cada vez creo menos en el ser humano es ésta, su escasa capacidad para el diálogo, su incapacidad para defender con argumentos y con la mente libre de prejuicios sus posiciones. En vez de interpretar el intercambio de opiniones desde la capacidad para admitir lo acertado en el planteamiento ajeno, se responde a cualquier razonamiento del otro, cuando éste pone lo nuestro en entredicho, siempre desde el ataque, no desde la defensa, tenga o no tenga él razón.
ResponderEliminarCésar escribe de repente sobre Aznar (un tipo que debería estar desde hace tiempo bajo rejas), y lo normal es pensar en que el motivo por el que lo hace sea su última fechoría demostrada, lo de los vuelos. Alguien dice que si el tema de los vuelos es de lo que se habla, aun siendo cierto que Aznar es responsable, por qué sus continuadores del bando opuesto han ejercido de continuistas en ese tema. Y la primera respuesta es algo así como "uy, uy, uy, me parece que aquí tenemos un pequeño facha quintacolumnista escondido".
Uno de los grandes problemas de la democracia, que no viene dado por el sistema sino por las personas, es que en realidad no se vota libremente. Más de la mitad del electorado votan y votarán siempre la misma opción. Por tradición, por un mal entendido sentido de la justicia, por educación recibida, en definitiva, por prejuicios. En España, una inmensa mayoría de su electorado votará SIEMPRE al PP, y otra inmensa mayoría SIEMPRE al PSOE, sin llegar a oír siquiera los argumentos de los nuevos líderes de ambos partidos.
Yo estoy harto, harto de que si defiendes aunque sólo sea una determinada postura "del otro", si atacas una determinda postura "de los tuyos", seas mirado y tratado como un sospechoso. Particularmente, me enorgullezco de haber votado hasta a tres partidos distintos dependiendo de lo que prometían. No entiendo que si de fondo en una conversación está el tema de los vuelos, preguntarse con toda la razón del mundo por la actitud del PSOE obtenga como respuesta por parte de alguno la descalificación, sea ésta del tipo que sea.
En serio, salir de la atalaya y pasear de vez en cuando, contemplando los campos propios y los del vecino, con la mirada limpia, sin prejuicios, es cosa muy sana.
Hombre, Kaplan, no es la primera reacción. Si César escribe sobre la fe y alguien contesta ¿Y Zapatero qué? Es algo raro, pero si la siguiente entrada es sobre otro tema y también hay un ¿Zapatero qué? Pues uno ya empieza a sospechar que el tipo va de mosca cojonera. Le daremos un voto de confianza, pero si a la siguiente entrada (sobre la diferencia entre tallas americanas y europeas en zapatillas de tenis, por ejemplo) nos vuelve a decir ¿Y Zapatero qué? Digo yo que ya podremos pensar mal ¿no? Ten en cuenta que llevamos cuatro años escuchando tanta mierda sobre Zapatero (que no es un santo, como ningún político lo es, pero tampoco es Fu-Manchú como nos quieren hacer creer) a todas horas, que ya muchas veces saltas por puro reflejo.
ResponderEliminarAnónimo de las 2:25: Como cualquiera puede comprobar, llevo años leyendo el blog de César y haciendo comentarios cuando lo he considerado oportuno, sin escudarme en un cómodo y cobarde anonimato que te permite llamar a alguien mosca cojonera sin dar la cara.
ResponderEliminarY si en la entrada anterior mencioné a Zapatero, tal vez fue porque todos esperábamos de este gobierno una actuación más decidida ante la iglesia católica, que, pese a su impertinencia, sigue mamando de la teta del Estado. El primer decepcionado he sido yo, y por eso me lamento y hago preguntas incómodas.
En fin, parece que la he liado al hacer descarrilar o desviarse de su ruta original esta entrada del blog...
Y ahora, para cambiar de tema otra vez: feliz cumpleaños, César
ResponderEliminarAunque me asalta una duda: ¿quién cumple años en estas fechas? ¿tú... o tu blog?
ResponderEliminarJorge: vaya, gracias amigo mío, me había olvidado por completo. No, no es mi cumpleaños (ese cae en junio), pero sí es el cumpleaños de La Fraternidad de Babel. Gracias de nuevo por recordármelo.
ResponderEliminar