Por si alguien siente curiosidad, en el blog El resto es silencio, especializado en publicar relatos españoles de fantasía y ciencia ficción, acaba de aparecer mi relato La pared de hielo, que ganó Premio Alberto Magno de 1992. Fue publicado por primera vez en la hoy desaparecida revista Cyberfantasy y luego pasó a formar parte de mi antología El Círculo de Jericó (Ediciones B, 1995).
A principios de los 90, cuando volví escribir ficción, llevaba tiempo dándole vueltas a dos argumentos para relato corto. De una de ellas, surgió mi cuento El rebaño; la otra era una sencilla pregunta: ¿qué pasaría si se pudieran diseñar virus genéticos capaces de actuar en los humanos como los virus informáticos en los ordenadores? Mi respuesta fue La pared de hielo, un relato que tuvo cierta repercusión en el mundillo del fantástico español de aquel entonces. En esa época, yo acababa de retomar la escritura después de una larga década de inactividad literaria, así que aún estaba tanteando mis posibilidades y explorando caminos narrativos. El primer relato que escribí fue El mensaje perdido (una reelaboración de otro cuento anterior, Crónicas del amor en mal estado, redactado en 1980); el segundo fue El rebaño, y el tercero el que ahora nos ocupa .
Escribí este relato con el objetivo de presentarme al premio Alberto Magno, pero tenía un problema: las bases del premio estipulaban una extensión máxima de 50 páginas, y mi historia necesitaba por lo menos el doble. Para ajustarme a la extensión requerida tendría que hacer unas elipsis brutales y eso esquematizaría el texto demasiado. A punto estuve de tirar la toalla, pero entonces se me ocurrió la solución: contar la historia en primera persona, comenzando por el final y empleando sucesivos flash backs no siempre de forma ordenada. Además, el narrador es un tipo seriamente perturbado cuya cabeza está sumida en el caos. Funcionó. Al contar la historia sin aparente orden y en forma de recuerdos fragmentados, las elipsis se disimulaban y el gancho del misterio aumentaba.
Anteayer, después de no sé cuántos años, volví a leer La pared de hielo. En cierto modo, es un texto primerizo con no pocas torpezas, sobre todo en el manejo de la prosa. Además –y de esto ya me di cuenta en su momento-, al disponer de escasa extensión para las necesidades de la historia, no pude, o no supe, desarrollar los personajes, que quedan un tanto planos. Sin embargo –e intento ser objetivo-, narrativamente funciona francamente bien. Aunque se lee con facilidad, tiene una estructura condenadamente compleja (creo que ha sido el texto que más me ha costado escribir); al saltar constantemente adelante y atrás en el tiempo, debía medir mucho la dosificación de la información, pues si se me iba la mano me cargaba el enigma y si me quedaba corto el texto resultaría incomprensible. Hay un detalle del que todavía hoy me siento orgulloso: en las dos primeras páginas del relato cuento todo lo que va a pasar, de pe a pa, destripo completamente el argumento y revelo el secreto de la historia. Pero lo hago de forma desordenada y descontextualizada, así que el lector lo lee como si fuese una locura sin pies ni cabeza, hasta que, al llegar a las últimas página, todo cobra sentido. Lo reconozco, me gustan esos jueguecitos con el lector (pero precisamente en jugar a eso consiste narrar, ¿no?)
Me estremezco al pensar que casi han pasado veinte años desde que escribí La pared de hielo. En fin, me hundiría en la nostalgia, de no ser porque la nostalgia ya no es lo que era...
Buenos días Cesar, vioy a usar este medio para ponerme en contacto con usted porque no he encontrado otro, seguro por torpeza y falta de tiempo. Le escribo desde la Red Municipal de Bibliotecas de Córdoba y nos gustaría ponernos en contacto con usted para invitarle, si su agenda lo permite a un evento de literatura Infantil y Juvenil. Por favor reenvie dirección de mail a biblioteca.infantil@ayuncordoba.es Gracias y disculpe por usar su blog para este menesteres Julia González
ResponderEliminarCésar,a veces cuesta reconocernos en textos escritos hace muchos años, pero sería una gran deslealtad con uno mismo tratar de modificarlos. ¿Para cuando Stonehenge 2? ¡Un abrazo!
ResponderEliminarMe ha encantado eso que cuentas de acortar una historia utilizando un narrador en primera persona, empezar por el final e ir tirando de flashbacks.
ResponderEliminarNo me había planteado nunca las dificultades técnicas que podía implicar el limitar la extensión de una obra. Quizá esté acostumbrado al cine, donde los productores meten la tijera a su antojo sin pararse a pensar si las elipsis son forzadas (por emplear un eufemismo). En eso, tenéis más suerte los escritores.
Un abrazo
Siempre me ha encantado escuchar lo que se cuece en la trastienda de la escritura. Normalmente leemos el texto final y en cierto modo no conocemos la perspectivas del escritor, que ha trabajado desde una idea primaria hasta llegar a la criatura que se nos presenta. Releeré el texto con otros ojos
ResponderEliminarMazarbul
Hace años que no lo releo, pero durante muchos años lo consideré el mejor cuento español de ciencia ficción jamás escrito.
ResponderEliminarPor seguir en la onda de Kaplan, para mí "La pared de hielo" es uno de los grandes cuentos de la ciencia ficción española. Y, por supuesto, no hace falta que diga que "Materia oscura" es otro de ellos.
ResponderEliminarAsí que no es de extrañar que publicase ambos en El resto es silencio. Para mí ha sido un placer recuperar estos dos relatos.
Como dices, César, la estructura del cuento es compleja, pero está tan bien narrado que eso no se nota, y el lector lo devora sin poder dejarlo. Si a eso unimos una especulación de primera fila sobre el funcionamiento de la memoria humana (en la mejor tradición de la buena ciencia ficción de siempre) estamos ante un cuento de primera. De primerísima, diría yo.
Gracias por avisar, lo voy a leer ^^
ResponderEliminarDespués de leer "El Rebaño" en la antología de Julián Ruiz, me lancé a buscar cosas firmadas por Mallorquí, "El círculo de Jericó" lo pillé en la biblioteca y me encantaron -casi- todos los relatos, de 10 sobre 10, entre otros, este que mencionas.
ResponderEliminarResulta curioso ver como llegaste a este resultado, de forma independiente a ello, el relato es una maravilla. A veces lo maravilloso no es el relato en sí sino la forma de contarlo (me viene también a la cabeza el "Ensayo sobre la ceguera")
Después pillé el libro de saldo y compré cuatro ejemplares, uno para mí y tres para regalar.
¿Díez?
ResponderEliminarNo sé si será el mejor cuento de la ciencia ficción española, pero sí el que más veces he releído ¿aparte de su autor, alguien de verdad cree que necesita retoques?
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarsomos un grupo de estudiantes de Literatura Universal del IES Alpedrete. Estamos haciendo una actividad llamada "¿Qué leen los que escriben?", y hemos seleccionado diez preguntas que nos gustaría que respondiese.
Sabemos que no dispone de mucho tiempo, pero nos haría un gran favor respondiéndonos. Además, nos ayudaría a sacar una buena nota en esta asignatura.
Gracias.
Un saludo.
1.- ¿Cuál es su libro favorito? ¿Por qué?
2.- ¿Cuántos libros lee al año?
3.- ¿Cuál es el libro que menos le ha gustado de los que ha leido?
4.- ¿Cuál es su lugar favorito para leer?
5.- ¿Recuerdas cuál fue el primer libro que leyó? ¿Y el último?
6.- ¿Para que cree que sirve leer?
7.- Autor favorito.
8.- ¿Le han dedicado algo? (poemas...)
9.- ¿Qué haría si le prohibieran leer?
10.- ¿Escucha música cuando lee?
Trapisonda: aquí tenéis la encuesta contestada. Espero que saquéis un sobresaliente :)
ResponderEliminar1.- ¿Cuál es su libro favorito? ¿Por qué?
Hay muchos, pero digamos que “Ficciones” y “El Aleph”, de Jorge Luis Borges. Leer a Borges es como entrar en un universo distinto.
2.- ¿Cuántos libros lee al año?
No lo sé a ciencia cierta. Entre 40y 50.
3.- ¿Cuál es el libro que menos le ha gustado de los que ha leido?
También hay muchos. La verdad, no lo sé.
4.- ¿Cuál es su lugar favorito para leer?
Tumbado en un sofá.
5.- ¿Recuerdas cuál fue el primer libro que leyó? ¿Y el último?
Los primeros libros que leí (o los primeros que me impactaron) fueron las historias de Guillermo Brown, de Richmal Crompton. El último, “El dramaturgo”, de Ken Bruen.
6.- ¿Para que cree que sirve leer?
Para disfrutar.
7.- Autor favorito.
Jorge Luis Borges
8.- ¿Le han dedicado algo? (poemas...)
Que yo sepa, no.
9.- ¿Qué haría si le prohibieran leer?
Ver aún más cine del que veo.
10.- ¿Escucha música cuando lee?
No, nunca.
Muchísimas gracias, César. Y perdón por haber invadido tu blog: no sabíamos otra forma de contactar contigo.
ResponderEliminarRecogemos tus contestaciones. Muchas gracias.
Seguiremos informándote.