Un enclave tutelado por César Mallorquí, el Abominable Hombre de las Letras, en colaboración con la Sociedad de Amigos del Movimiento Perpetuo. Si no te interesa la literatura, el cine, el comic, los enigmas, el juego y, en general, las cosas inútiles, aparta tus sucias manos de este blog.
jueves, julio 5
Mi canon de la cf (3)
El hecho de que esto sea MI canon, y por tanto dependa sólo de mis gustos personales, está muy bien, porque nadie podrá discutirme lo que me gusta o no me gusta, aunque sí, por supuesto, la calidad de mi paladar literario (algo, por cierto, sobre lo que yo también albergo serias dudas). No obstante, escasa utilidad tendría este canon si me limitara a citar los que sí me gustan, pasando de los que no son de mi agrado; sobre todo, si se trata de escritores de prestigio. Y aún más cuando son autores cuya calidad yo mismo reconozco, aunque sea incapaz de disfrutarla.
Pero es que creo que no hay nadie a quien le guste sinceramente todo lo bueno, incluso todas las obras maestras. Seguro que, si os paráis a pensarlo, recordaréis obras de arte –novelas, cuadros, películas, música, arquitecturas, lo que sea- que, pese a ser aclamadas mundialmente, a vosotros os dejan frío. Y no es que esas obras de arte tengan nada de malo; sencillamente, vuestra sensibilidad no encaja con ellas. A mí me sucede, desde luego. Por ejemplo, el cine de Tarkovki sólo consigue arrancarme bostezos (aunque reconozco la carga poética de sus imágenes), y lo mismo me ocurre con Antonioni. No soporto a Faulkner, me irrita su estilo y aún más los múltiples imitadores de su estilo. Joseph Conrad, aunque objetivamente debería gustarme, me aburre. Coño, si incluso hay muchos aspecto de El Quijote que me desagradan. Bueno, pues lo mismo me sucede con la cf: hay magníficos escritores que no me gustan.
Y no tengo ninguna justificación para ello. Sencillamente, ocurre, qué le vamos a hacer. En cualquier caso, sería injusto para los amables merodeadores de Babel que me limitara a pasar de largo por esos escritores que mi embrutecida sensibilidad ha rechazado sin, al menos, mencionarlos. No voy a intentar justificar por qué no me gustan, porque no puedo justificarlo. El problema es mío, no de esos autores. Así pues, aquí tenéis un puñado de excelentes escritores cuyo brillo mi ceguera me impide contemplar.
Los olímpicos. Las injustificables ausencias.
Mary Shelley (Inglaterra, 1797-1851), autora de Frankenstein (1818). Estamos hablando, nada más y nada menos, que de la escritora y la novela que inauguraron el género de la cf. Estamos hablando de un gran título del fantástico mundial. Estamos hablando de uno de los más célebres arquetipos literarios jamás creados. Estamos hablando de un mito. Pues bien, cada vez que he intentado leer Frankenstein se me ha desencajado la mandíbula por los bostezos. Me parece un fárrago filosófico muy poco interesante y, además, profundamente conservador. No soporto la prosa de Mary Shelley, como no soporto la prosa de casi ningún otro escritor romántico. Pero, lo sepa yo ver o no, es todo un clásico.
Aldous Huxley (Inglaterra, 1894-1963), autor de Un mundo feliz (1932). Nos encontramos ante la que sin duda es, junto con 1984, la distopía más famosa del mundo. Un libro lleno de ideas brillantes y asombrosas premoniciones, una novela profundamente filosófica, una historia que nos plantea un complejo dilema moral. Y, sin embargo, una narración muy deficiente. Entendedme: me parece un libro muy interesante, como ensayo, como especulación, como discurso ético, pero como novela se me antoja, en el mejor de los casos, mediocre. De hecho, otras novelas suyas –Contrapunto, Mono y esencia, La isla-, no hicieron más que confirmarme que Huxley poseía una mente brillante, pero muy escasas dotes de narrador. Un mundo feliz es un libro recomendable, sí, pero como ensayo, no como novela. Porque –y aquí me arriesgaría a afirmar que soy casi objetivo- no es una buena novela. Pero probablemente esté equivocado.
Ursula K. Le Guin (Estados Unidos, 1929). Ésta es la ausencia que todos los aficionados a la cf con un poquito de sensibilidad me echarán en cara. Y con mucha razón. Le Guin es uno de los más reputados escritores que ha dado el género (utilizo el masculino como genérico, para que nadie piense que me refiero sólo a las escritoras), y además, uno de los pocos que se han incorporado de pleno derecho a la literatura general. Muchos de mis amigos, gente de sofisticado paladar literario, aseguran que doña Ursula es una escritora extraordinaria; lo dicen ellos, lo dice la crítica, lo dice todo el mundo. Vale, pero a mí me abuuuuuuurre. Intenté leer La mano izquierda de la oscuridad, intenté leer El nombre del mundo es Bosque, intenté leer Los desposeídos, intenté leer sus relatos cortos... y todos sus libros se me cayeron de las manos a las pocas páginas. ¿Por qué? Ni idea. Yo me lo pierdo.
Gene Wolfe (Estados Unidos, 1931). Aquí tenemos un caso similar al de Le Guin, aunque menos conocido y prestigioso fuera del ghetto. Wolfe es un escritor serio y riguroso, lo sé, uno de los mejores del género, aunque bastante minoritario. Además, en ocasiones se ha inspirado en Cordwainer Smith, un autor que reverencio. No obstante, y por desgracia, Wolfe también me abuuuuuuurre. No pude acabar su novela más famosa, La quinta cabeza del cerbero, ni el primer tomo de su célebre serie El libro del sol nuevo. Pero es un buen escritor, me consta; el problema, una vez más, soy yo.
Brian Aldiss (Inglaterra, 1925). Para quienes no le conozcan, se trata del autor del relato Los superjuguetes duran todo el verano, que dio origen a Inteligencia Artificial, la película de Spielberg que fue inicialmente un proyecto de Kubrick. Se trata también de uno de los padres de la New Thing y de un escritor de gran prestigio. Y yo he leído algunas de sus novelas, como La nave estelar, Barbagrís o Invernáculo. No me aburre. Pero tampoco me divierte. Me deja absolutamente frío. Sus relatos son como neutrinos que pasan a través de mí sin dejar la menor huella. Pero cualquiera con un poquito más de cerebro que yo os diría que es un excelente escritor al que vale la pena leer.
Lucius Shepard (Estados Unidos, 1947). No es exactamente un escritor de cf; mezcla géneros, aunque más bien se decanta por la fantasía. En este caso no se trata de que no me guste, sino de una inexplicable omisión. He leído un par de cuentos suyos, y me gustaron; pero, por algún motivo, no he vuelto a leer nada más de él. Ignoro la razón, pero así es. Un descuido. Tendré que repararlo.
Samuel R. Delany (Estados Unidos, 1942). Un autor de gran prestigio dentro del fandom e incluso fuera de él. Un escritor serio, poético, con buenas ideas, un excelente escritor, en definitiva. He leído dos novelas suyas, Babel-17 y Nova. Y punto, ninguna más. Porque sin duda posee una prosa brillante, pero a mí esa prosa me repatea, no la soporto. El equivocado soy yo, no lo dudéis, pero es lo que hay. Cuestión de gustos, supongo.
Alice Sheldon, más conocida por el seudónimo James Tiptree Jr. (Estados Unidos 1915-1987). Esta escritora escribió siempre bajo un nom de plume masculino y nadie conocía su auténtica identidad. En cierta ocasión, Robert Silverberg defendía que hombres y mujeres escriben de forma distinta, y para apoyar su tesis puso el ejemplo de James Tiptree Jr., afirmando que ninguna mujer podría escribir así. Y luego resultó que Tiptree no era un James, sino una Alice. Pobre Bob, vaya corte... El caso es que Tiptree está considerada una gran escritora y renovadora del género. Por cierto, tuvo un final trágico: su marido enfermó de Alzheimer y ella le mató, suicidándose acto seguido. Añadiré, como curiosidad, que hace no mucho se publicó en España una voluminosa biografía de esta escritora (Alice B. Sheldon, Julie Phillips, Circe 2007). Lo cual me parece asombroso, porque no creo que haya demasiada gente en nuestro país que haya oído hablar de James Tiptree Jr. ¿Cuántos ejemplares venderían, aparte del que compré yo?
Estoy seguro de que he leído bastantes cuentos de la señora Tiptree/Sheldon, y probablemente una novela, En la cima del mundo, pero... nos encontramos antes un preocupante caso de cortocircuito mental: no recuerdo nada. Incluso cuando hojeo algunos de sus relatos que sé que he leído, lo único que obtengo es una vaga sensación de familiaridad. Está claro que no tardaré en seguir el camino de su pobre marido. Pero antes tendré que releer alguna antología de Tiptree/Sheldon, a ver si me entero de una vez por todas.
John Brunner (Inglaterra, 1934-1995). Durante la primera parte de su carrera literaria, Brunner se dedicó a escribir cf de aventuras serie B. De jovenzuelo leí alguna de ellas y eran space operas de escaso interés. Pero a mediados de los 60, supongo que por el influjo de la New Thing, Brunner decidió dar un giro a su carrera y convertirse en un escritor serio y comprometido (en este sentido, su caso es similar al de Silverberg). Así escribió algunas de sus más célebres obras: Todos sobre Zanzíbar, Órbita inestable, El rebaño ciego y El jinete de la onda de choque. Se trata de serias advertencias sobre los peligros de nuestra civilización y están consideradas entre lo mejor de la cf mundial. Pero yo no logro que me interesen. Ignoro por qué, pero hay algo en el estilo narrativo de Brunner que hace que me desconecte. Burro que es uno.
Iain M. Banks (Escocia, 1954). De todos los que he citado, este es el escritor más joven y actual. Lleva una doble vida: cuando escribe cf pone la “M” en su nombre, y cuando escribe literatura general, se la quita. Todo el mundo dice que es un excelente escritor. Mi buen amigo Julián Díez me lo deja claro casi cada vez que nos vemos. Pero yo, qué queréis que os diga, no consigo pillarle el punto. He intentado leer cuatro novelas suyas y no pude acabar ninguna. En fin, es un buen narrador, sí, y escribe space operas sofisticados y aparentemente divertidos, y tiene buenas ideas, y crea sólidos personajes... Pero no consigo que me interese lo que me cuenta. Curiosamente, he leído un par de novelas mainstream suyas y sí pude acabarlas. ¿Será en definitiva que el space opera no me gusta?
Bueno, creo que éstas son las más clamorosas ausencias; aunque podría citar otros nombres, como Olaf Stapledon, Damon Knight, Avram Davidson, R. A. Lafferty o Kate Wilhelm. El primero siempre me ha parecido pesadito, aunque su novela Sirio no me desagradó. A los otros cuatro les he leído muy poco, por no decir casi nada; entre otras cosas porque tienen escasa obra publicada en castellano.
Supongo que hay muchas más omisiones injustificables, pero o no las conozco o no las recuerdo. En la próxima entrada del canon comentaremos obras y autores heroicos. Es decir, significativos, pero de inferior calidad que los olímpicos, siempre en mi humilde opinión. Nos vemos.
NOTA: La imagen que preside este post es obra de Chesley Bonestell, uno de los más famosos ilustradores clásicos de cf. Se la dedico a Big Brother.
Y yo te lo agradezco con una lagrima de nostalgia infantil en mi mirada. Que tiempos aquellos en que la chatarra espacial tipo Voyager y similares no había contaminado con su demoledor realismo los brillantes paisajes de la imaginación de grandes dibujantes/pintores.
ResponderEliminarHace poco, me encontré leyendo un gran clásico, que se suponía era serio y deprimente, y me partí de la risa en cada capítulo. Sencillamente no podía creerme la visión de la mujer en general, de su protagonista. Que venía a afirmar que la mujer solo servía de adorno, y de nada más.
ResponderEliminarQuizá en el año en que fue publicado todas las mujeres se lo creyeron de verdad. En pleno año 2012 a mí solo me causó risa. Conste que no apunto título porque sé que el autor en cuestión es uno de los grandes; y la que no sabe leer, soy yo.
Saludos
Lo más sangrante de la biografía de Alice Sheldon / James Tiptree, Jr. no era que en aquel momento toda su obra estuviera descatalogada (de hecho, AJEC editó una recopilación suya poco después, y creo que Edhasa reeditó material suyo), sino que no eran capaces de poner los títulos castellanos correctos de las obras citadas.
ResponderEliminarEl resto de tu anticanon, o conan, o como lo quieras llamar, muy bueno. De acuerdo en Mary Shelley o Aldous Huxley (más influyentes que buenos autores, pero supongo que lo primero también es decisivo a la hora de incluir a alguien en un canon), nada de acuerdo con Ursula Le Guin, James Tiptree, Brian Aldiss o John Brunner, y bueno, tampoco voy a discutir por autores que suelen dar la de cal y la de arena. Wolfe es un escritor brillantísimo, y lo recomiendo, pero también es coñazo como él solo: el Tarkovsky de la ciencia ficción escrita, para entendernos.
Más que nada, me ha gustado la idea de un anticanon. Y el hecho de que argumentes tu punto de vista, claro.
Perdón, he estado ausente unos días, la culpa es de un libro que me recomendó mi amigo César: "El hombre en el laberinto", de Silverberg. Esta novela me tiene absorto, no quisiera hacer un resumen por si alguien tuviera intenciones de leerla, pero está narrada de tal manera que es muy fácil de comprender. Aunque no me gustan mucho las arañas (sobretodo si son de otro planeta), estoy siguiendo paso a paso las aventuras de Muller y creo que he hecho una buena selección al escoger este ejemplar, gracias por ayudarme a elegir.
ResponderEliminarPor otra parte, me alegro de ver otra nueva tanda de autores y algunas obras de la cf. ¿Por qué no te incluyes tú también en el canon? ;)
De todas estas entradas que has hecho de Ciencia-ficción, esta es mi favorita sin duda. Y cabe quitarse el sombrero ante tu humildad como lector, es algo que por desgracia no mucha gente se aplica. ¿Y por qué digo esto? Pues porque estoy un poco harto de que, para muchos, las mejores novelas del mundo sean aquellas que más me gustan (aunque sea una novela llena de tópicos y poco trabajada) y las que no me gustan sean una mierda. Así te lo sueltan, y especialmente me molesta lo segundo (lo primero no tanto, porque alabar una novela no hace daño a nadie, aunque esa novela no vaya a pasar a la historia).
ResponderEliminarPara mí todo esto es muy sencillo: tanto o más como la calidad influye el hecho de que nuestra sensibilidad conecte o no con la obra literaria. Y si una obra no conecta conmigo, por muy clásica que sea, no tiene por qué significar ni que yo sea un pésimo lector ni tampoco que la obra sea una mierda.
Un saludo.
Discrepo profundamente de Un mundo feliz, entre otras, pero muy útil este canon: es tan útil conocer lo que le gusta a uno como lo que no para fiarse de sus gustos críticos. En eso se basan los sistemas de recomendación, como Librofilia.com que no sé si conoces. Muchos nombres clásicos que te aburren ni los conozco, pero bueno, también me pasó con algunos autores de las entregas anteriores. Una gran "saga de posts", queremos más
ResponderEliminarRealmente curioso (lo digo en sentido genérico, a mí tb me pasa) que se reconozca una obra bien escrita, buenos argumentos, y que aburra...¿no se supone que esos son los ingredientes?...pues no deben de serlo, faltará la sal. Bueno, en mi caso, algunas obras tb me han aburrido (algunas de Leguin, por ejemplo, no todas). Y a veces reconozco que he sentido verdadera pena, como es el caso de Banks, tpco pude terminarlas, o algunas de Watts. Una pena. Te crea una frustración la verdad (va uno todo contento con su librito a pegarse una orgía de letras en algún mundo exterior, y las alienígenas no te ponen).
ResponderEliminarEn algunos casos son pasajes o a veces la idea misma lo que te gusta, pero poco más, me pasó con Lucius Shephard, en Dorada. El castillo tan ominoso era desde luego el protagonista y, siendo una novela de terror y de vampiros, hay pasajes sacados de la ciencia ficción. Me sorprendió, la verdad. Pero en general le reconozco fallos y me costó terminarla. y con Hamilton, no pude, sentí pena y decepción. Ve uno esas portadas y lee la sinopsis, y se te hace la boca agua. pero, qué le vamos a hacer....
Gracias por tu canon césar. Se aagradece.
Mazarbul
por cierto, de Alaister Reynolds has leído algo?...es space opera... yo aún no lo he hecho, temo que me decepcione.
ResponderEliminarMazarbul
y la de Nancy Kress: Mendigos en España...
ResponderEliminarNo se cómo será, pero soy incapaz siquiera de leer el título...se me caen las lágrimas....
Mazarbul
Yo en mi modesta opinión, recomiendo a todos los asiduos a este blog, que por lo que puedo comprobar son amantes de la buena ciencia ficción, un libro que sin duda os gustará y que no aparece en ninguna lista de César. Se trata de una antología de la CF española, donde el primer relato que aparece (el puesto de primero no es casual) es de nuestro anfitrión. El libro se llama Prospectivas, en la editorial Salto de Página, y el relato de César, se llama El Rebaño. Según palabras de Fernando Ángel Moreno el editor y compilador es "uno de los mejores relatos jamás escritos en la historia de la ciencia ficción, más allá de las nacionalidades". Muchos lo habréis leído ya en otro libro de César, El Círculo de Jericó (para mí, el mejor).
ResponderEliminarDisfrutadlo chicos, que lo bueno no es algo que abunde.
Begoña: Durante mucho tiempo, la única función de la mujer en la cf era la de florero, descanso del guerrero u objeto a rescatar. Lamentable, pero así eran las cosas en aquel entonces.
ResponderEliminarCristian: Espero que "El hombre en el laberinto" no te haya defraudado. ¿Incluirme yo en el canon? Gracias, pero ni tengo los méritos ni el suficiente morro ;)
Byron: Estoy de acuerdo contigo, amigo mío. Hay que ser muy burro, o muy inocente, para creer que los gustos personales son EL baremo de calidad.
Eduideas: Que discrepes conmigo en este tramo del canon significa que tienes un excelente paladar lector. El culpable soy yo, lo sé. Pero al menos soy sincero.
Mazarbul: De Reynolds intenté leer "Espacio revelación", pero la novela se me cayó de las manos a las treinta páginas, y haciendo un esfuerzo. De Nancy Kress no he leído nada. Y en cuanto a Hamilton, me pasa lo que a ti: leo la sinopsis de sus novelas y me digo, coño, esto tiene buena pinta. Pero luego veo esos tochos enormes y se me quitan las ganas.
Samael: ¿Adónde tenía que enviarte el chopped? (Los tiempos no están para jamones)
¿ Alguien ha leído los libros de CF de Doris Lessing ?
ResponderEliminarEn sus memorias , que no están nada mal , habla de lo estimulante que fue para ella conocer a los autores británicos de CF de los 50 .
Pero no sé , algo me dice que Doris Lessing escribiendo CF me va a decepcionar .
Leí hace poco Darwinia de Robert C. wilson y me gustó mucho .
¿ Quién es el autor de la ilustración ?
Arcadi: Con Doris Lessing me pasa lo que a ti: no la he leído, pero sí hojeado, y sé que no me va a gustar. ¿A qué ilustración te refieres?
ResponderEliminarA la que ilustra esta entrada .
ResponderEliminarArcadi: Lo pone al final de la entrada. Es de Chesley Bonestell, un ilustrador clásico de cf.
ResponderEliminarAy , la letra pequeña , me la salté , perdona .
ResponderEliminarEs curioso , si le quitas una l al final queda : bonestel , que en catalán quiere decir buena estrella . Hay nombres que marcan , me da igual que me llamen determinista .
De lo del día de su obituario no digo nada ,. no quiero ser "malestruc( gafe ) .