Aquí estoy otra vez, un año más, sentado en mi despacho durante la mañana de la Nochebuena, escribiendo el prefacio para la única tradición de Babel, nuestro entrañable cuento de Navidad, mi regalo para vosotros los merodeadores.
Me gusta sentir este instante. Estoy solo, pero oigo a mi familia deambulando por la casa. Acabo de tomarme un café con leche. La mañana es soleada, así que la luz entra a raudales por la ventana que está a mi espalda, activando mi “generador de arcos iris” (si queréis saber lo que es eso, tendréis que leer la introducción al cuento del año pasado). Decenas de pequeños arcos iris giran a mi alrededor. Me siento como un mago.
Puede que éste sea el momento en que más cerca estoy de vosotros, aunque no os conozca personalmente. Porque os hago un regalo. Un regalo de verdad, ¿eh?, no una puñetera metáfora. Escribo el cuento únicamente para vosotros; y no un cuento cortito, sino de veintitantas páginas. Sea bueno o malo, está trabajado. Pero no nos engañemos, el placer de un regalo es tanto para quien lo recibe como para quien lo ofrece, y a mí me encanta regalaros estos cuentos de Navidad.
El de este año se llama Supernavidad y está dedicado a todos vosotros, pero muy en particular a los que han perdido su trabajo, y a los que no pueden encontrar su primer empleo, y a los que se han quedado sin hogar, y a los que apenas tienen dinero para sobrevivir, y a los que les han arrebatado sus derechos... En definitiva, este cuento está dedicado a todos los que de un modo u otro sufren lo peor de esta crisis de mierda. Aunque sea una mentira, quizá al leerlo os sintáis un poquito reconfortados.
Queridos amigos, os deseo a todos feliz Navidad, feliz Solsticio.
Un abrazo grande, grande, grande.
Supernavidad
By César Mallorquí
Las grandes historias, y ésta lo es, suelen tener muchos comienzos distintos. Podríamos empezar, por ejemplo, relatando lo que ocurrió la noche del 25 de diciembre, cuando los cielos de la Tierra se llenaron de OVNIS. En el sentido literal de la palabra: Objetos Voladores No Identificados. ¿Una invasión extraterrestre? No, ni mucho menos; cuando finalmente los objetos fueron identificados, su naturaleza resultó infinitamente más extraña y perturbadora que cualquier flota de platillos volantes.
El caso es que miles de inexplicables objetos surcaron los cielos del planeta aquella noche. Uno de ellos sobrevoló Madrid hacia el oeste, en dirección al Palacio de la Moncloa. Dos cazas del ejército intentaron abatirlo, pero el objeto los hizo explotar en el aire mediante un rojizo rayo letal. Luego, deceleró y se posó suavemente en los jardines de la residencia del presidente. Al instante, docenas de agentes de seguridad lo rodearon apuntándole con sus armas.
Un hombre voluminoso, con barba y pelo largo, bajó lentamente del vehículo. En una mano llevaba una ametralladora Mk 48 y en la otra un saco; a su derecha había un extraño animal y a su izquierda un ser inverosímil. Los agentes amartillaron los percutores y le conminaron a que tirara su arma y se pusiera de rodillas. Ignorando la orden, el hombre esbozó una sonrisa torcida, escupió sobre la hierba y dijo:
—Venga, alegradme la noche...
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Me lo he devorado en un santiamén y me ha encantado: es imposible mezcla de espíritu navideño, teología y superhéroes que planteas, de alguna manera en tus manos funciona y se hace algo coherente: sospecho porque has elegido mirarlo todo desde los ojos de un niño, en cuya mente todo ocurre en el mismo cosmos de ficción (que, a menudo, ni siquiera es de ficción para él).
ResponderEliminarExcelente relato, César.
Por cierto, me ha sorprendido tu enciclopédico conocimiento de los superhéroes. Sobre todo por los de DC, en general menos conocidos que los de Marvel en este país nuestro más allá de alguna que otra excepción.
Me ha encantado, por muchas razones. Por lo de los tebeos de superhéroes, pero también por la explicación superheroica de la Navidad y por la historia del alquimista. Gracias por un relato tan divertido, la idea da para un libro.
ResponderEliminarFeliz (y vengativa) Navidad. :)
PD: Este Santa Claus me recuerda al de la serie Futurama y, por la violencia, a una historia de Lobo, el último czarniano: "Paramilitary Christmas Special".
muchas gracias por tu regalo largo y currado. Lo leeré con tranquilidad esta tarde, mientras se me quema el besugo en el horno. ¡Feliz Navidad viejo jamelgo y que todos tus deseos se cumplan sin recortes!
ResponderEliminarEl mejor cuento que he leído, César. He tenido que sonreír de oreja a oreja cuando compara a Jesús con Superman y salen palomas asesinas gigantes. Ojalá pasara en la vida real.
ResponderEliminarLo recomendaré en mi blog.
Feliz Navidad.
Ha sido estupendo leerlo y, sobre todo, imaginarlo.
ResponderEliminarNo firmaría que ocurriera algo así, pero para los avasallados este cuento tiene mucho de consolador.
¡Muchas gracias por tu regalo César!
Rudy: Me alegro de que te haya gustado el cuento; tu opinión es muy valiosa.
ResponderEliminarEn efecto, todo adquiere cierta coherencia porque está contemplado desde los ojos de un niño. Pero, además, religión, folclore y superhéroes comparte el hecho de ser mitologías, así que no hay mucho problema a la hora de mezclarlas.
En cuanto a los superhéroes, me encantaban de niño y adolescente, y como siempre he sido un aficionado al comic, he procurado estar al tanto del género.
¿Por qué en especial los personajes de DC? Pues porque soy más viejo que la puñeta, amigo mío. Los superhéroes de la Marvel llegaron por primera vez a España, de la mano de Ediciones Vértice, en 1969. Para entonces, yo ya tenía 16 añazos. Los únicos superhéroes que había antes (hasta que los prohibío don Manuel Fraga) eran los de DC que publicaba la mexicana Editorial Novaro. Así que yo me crié con Superman, Batman, Linterna Verde, Aquaman y toda esa panda. Aunque mi primer superhéroe favorito, el que más me gustaba cuando era muy pequeño, era el Capitán Marvel (el de Shazam, no el de la Marvel), que se publicaban en unos cuadernillos apaisados impresos con el culo. La noche de los tiempos, vamos.
Jarl-9000: Gracias a ti por tu benigna opinión. No conozco esas historias que comentas, pero Santa Claus siempre ha tenido un puntito perturbador, tanto desde el punto de vista terrorífico como desde el lúbrico. A fin de cuentas, es un tipo raro que se cuela en tu casa...
Samael: Ya he dejado mi opinión sobre tu cuento en tu blog. Espero que el besugo no se haya quemado en exceso.
Sebastián y Anónimo de las 6:13: Lo que he intentado con el relato es crear en la mente del lector una fantasía... digamos que reconfortante. Es decir, funciona como fantasía, no como realidad. ¿Firmaría para que algo así sucediese? Promover un asesinato masivo es muy gordo, así que probablemente no firmaría. Ahora bien, si sucediese tampoco iba a lamentarlo demasiado. Incluso es muy probable que no lo lamentase lo más mínimo.
Me ha encantado, como de costumbre, César. Y no me extraña en absoluto ya que cada año te superas, no sé si será por la gran facilidad descriptiva para crear ambientes, pero te aseguro que cualquier lector se sentiría involucrado.
ResponderEliminarEspero que no se pierda esta tradición en Babel.
Eso es todo, que pases una ¡Feliz Navidad!
Antes de nada, ¡Feliz Navidad a los merodeadores y al anfitrión de este blog!
ResponderEliminarMuy bueno el relato César, la parte humorística del mismo me ha encantado, y la parte más emocional también y coincido con Jarl-9000 en lo del Santa Claus de Futurama, serie que recomiendo encarecidamente :D
José Antonio
Hola César ! Bravo por tu cuento!, y mil gracias por regalárnoslo a los merodeadores.....¿ Ves cómo en el fondo tenía yo razón con lo de: qué regalar por Navidad ?! je, je....Gracias, de verdad, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarEstaba pensando que quizá los Marianos, Francois, Angelas, Marios, Baracks, y demás burócratas "inocentes" de la coyuntura internacional no debieran estar tan tranquilos como aparentan....pues hay más Iconos Meister de los que imaginan... y más Pablitos dentro de corazones anónimos de lo que una supuesta humanidad resignada pueda dar a entender con su aparentemente callada y sumisa dignidad social. Gracias de nuevo. Feliz Navidad.
A mi también me recuerda a las aventura de Lobo contra Santa Claus (que motivó la aventura Authority contra Lobo :)
ResponderEliminarMe lo he pasado pipa y me he reído un montón. Pero ¿cómo? Seguro que se escandalizarían algunos ¿divertido un relato que habla de masacres y asesinan el presidente a tiros de escopeta? Pues sí y es que a veces no hay que tener miedo a ser "políticamente incorrecto". A esto es lo que se le llama hacer un ejercicio de catarsis, algo muy necesario.
ResponderEliminarPor otro lado, me gusta porque resalta algo que, a todos los que hemos leído comics de pequeños, nos resulta muy obvio y es que los superhéroes no son más que el equivalente actual de aquellos mitos que tanto fascinaban a nuestros antepasados: Zeus, Hércules, Aquiles, Thor, etc.
De hecho, ya en la peli de Superman, en la clásica, la primera, los inteligentes guionistas jugaban con la idea del paralelismo evidente entre la figura de Superman y Cristo. Hasta había una escena en que salía la figura del padre de Superman, Marlon Brando, en los cielos, diciendo: "Os he enviado a mi único hijo".
En resumen: que me ha gustado mucho.
Gracias, César.
Rickard
Off topic:
ResponderEliminarTreinta expertos consultados por Babelia han elegido El arenque rojo como su álbum ilustrado favorito, ¡Shrek! para los primeros lectores y La isla de Bowen para los adolescentes
Según Papeles Perdidos-El País
http://blogs.elpais.com/papeles-perdidos/2012/12/la-mejor-literatura-infantil-y-juvenil-de-2012.html
Pues tocan otras felicidades.
César, muchas gracias por tu regalo saturnal de todos los años.
ResponderEliminarMe lo he pasado bomba. Mira que has intentado hacerlo "increíble", pero yo es que me lo creía a pies juntillas; qué bajón que sólo sea un cuento...
Feliz Navidad.
cienes y cienes de gracias por el regalo navideño!!!..le voy a echar un ojo ahora mismo...abrazos
ResponderEliminarMazarbul
Alquimia, superhéroes, religión y Santa Claus asesinos. ¡Este cuento navideño tiene de todo, es estupendo!
ResponderEliminarHola César. Soy Manolo Sola, Bibliotecario de Purchena (Almería). Coordino un club de lectura juvenil, el único de este tipo en la provincia. Acabamos de empezar con tu libro La Catedral. El club está formado por doce chicas (solo 3 o 4 chicos). Me gustaría contactar contigo si lo ves oportuno. Mi correo es: purchena@juegosmoriscos.org Gracias anticipadas
ResponderEliminarA good website is useful.
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