No sé si os habéis fijado, pero ahí,
a la derecha de la pantalla, hay una columna titulada Universos Paralelos donde
aparece un listado con algunos de los blogs que sigo o seguía. Unos publican
entradas habitualmente, otros de pascuas a ramos y otros ya no publican nada.
Voy a hablaros de dos de ellos.
El primero se llama Notas para lectores curiosos (pinchar AQUÍ) y su
responsable es Elena Rius (que también es una insigne merodeadora de Babel). Se trata de un blog
dedicado enteramente a la literatura y, que quede claro desde el principio, es
el mejor blog literario que he encontrado. Me apresuro a precisar que no
conozco personalmente a Elena (o, al menos, eso creo, porque mi memoria da
pena). Hace tiempo, ella comentó algo en alguna de mis entradas y yo llegué a
su blog a través de su comentario (basta con cliquear sobre el nombre).
Automáticamente lo incorporé a mi lista de bitácoras favoritas. Todo lo que sé
sobre Elena es que vive en Barcelona –a juzgar por su apellido, debe de ser
catalana de pura cepa- y que es traductora. Bueno, sé más cosas porque he leído
su blog, pero son inferencias, no datos.
Hace unas semanas, estando en
Cartagena de Indias, me fui después de comer a la habitación del hotel para
disfrutar del bendito aire acondicionado. Me tumbé en la cama, cogí la tableta
y, para pasar el rato, me puse a revisar los blogs que aparecen en mi selección
de universos paralelos. El caso es que me detuve en Notas para lectores curiosos y ahí me quedé durante las siguientes
dos horas. Hacía tiempo que no lo visitaba, así que fui de adelante hacia atrás
leyendo con fruición cada entrada.
Entonces, de repente, me di cuenta
de algo: en cierto sentido, Elena y yo nos parecíamos. Ambos somos no-ahora. De hecho, la anterior entrada
de Babel se inspiró en Elena y su blog. Antes de seguir quiero aclarar algo:
Elena Rius es una lectora mucho más culta y sofisticada que yo. Pero
coincidimos en varios aspectos y, creo, también en la perspectiva con que
contemplamos el hecho literario. Se puede saber mucho de la gente conociendo su
bagaje cultural.
Por ejemplo, en la anterior entrada
Elena termina su comentario exclamando: “¡Larga vida a Guillermo y Tintín!”.
Pues bien, cuando te encuentras con alguien que, como tú, ha leído y recuerda
con cariño a Guillermo (Guillermo Brown, el personaje de Richmal Crompton),
descubres muchas cosas sobre esa persona y te sientes instantáneamente identificado
con ella. Al confesar su debilidad por Guillermo, Elena está diciendo que es
una mujer independiente, con mucho sentido del humor, que le gusta ser
diferente a los demás y que hay en ella un punto de rebeldía. Y lo más
importante de todo: que aún conserva en su interior a la niña que fue.
Y cuando le desea larga vida a
Tintín, Elena nos dice que es una soñadora, una romántica, una aventurera
intelectual, una persona imaginativa, ecléctica y desprejuiciada. Y que aún
conserva en su interior a la niña que fue. Sé que me pongo pesado con eso, pero
el niño interior es muy importante; de hecho, su presencia o no marca la
diferencia entre estar vivo o muerto. En mi caso, el niño interior, ése que aún
disfruta con Guillermo, es quien escribe mis novelas, así que no os extrañe si
le estoy tan agradecido.
Antes he dicho que Elena es una
lectora culta y sofisticada. Su blog está muy documentado, es muy riguroso. Y
sin embargo, en él no hay ni rastro de esnobismo o elitismo cultural. Todo lo
contrario; mientras que muchos contemplan el canon literario como si fuera una
catedral, para ella es un parque de atracciones. Elena sabe que, como decía
Borges, el objetivo de la literatura es el placer del lector. Y en realidad de
eso va su blog: del placer de leer. En sus electrónicas páginas nos
ofrece atinadas recomendaciones, nos habla con igual respeto de la alta cultura
y de la cultura popular, nos cuenta historias interesantes, nos aporta datos
curiosos... ¿Conocéis a esa clase de personas tan aficionadas a la gastronomía
que da gusto verlas comer? Pues bien, a Elena da gusto verla leer.
Así que, sinceramente, no sé qué
coño hacéis perdiendo el tiempo con las gilipolleces que escribo, cuando
podríais estar disfrutando de ese estupendo blog que es Notas para lectores curiosos.
Y ahora, si es que no me habéis
hecho caso y os habéis ido todos a la bitácora de Elena, vamos a hablar del
segundo blog: Planells fact & fiction (pinchar AQUÍ)
¿Sabéis?, a veces me pregunto qué
será de La Fraternidad de Babel
cuando yo muera. Se quedará ahí, congelada, como un fósil de mí mismo, como una
parte de mi vida vista a través del cristal
lento de Bob Shaw; pero ¿durante cuánto tiempo?
Hay un instante de mi niñez que se
me quedó grabado. Mi abuela me estaba leyendo un cuento, la historia de La
Bella Durmiente, y en un momento dado me enseñó una de las ilustraciones del
libro. Era el dibujo de un grupo de habitantes del reino en una plaza; llevaban tanto tiempo dormidos que la
hiedra había crecido sobre ellos y los espinos lo cubrían todo. Siempre me ha
parecido una imagen fascinante.
Bueno, pues así imagino Babel cuando
yo muera. Un lugar silencioso y solitario que, en vez de hierba y espinos, se
irá cubriendo poco a poco con el spam que suele llegar en sucesivas oleadas.
Una foto ajada del pasado, un melancólico epitafio, una ruina.
¿Por qué me pongo tan fúnebre? La
última entrada de Planells fact &
fiction es del 30 de noviembre de 2011. Porque Juan Carlos Planells, su
gestor, murió tres días después de publicarla, el 3 de diciembre, de un ictus
cerebral. Es decir, su blog lleva más de dos años ahí, detenido en el tiempo, como
el reino de la Bella Durmiente.
¿Y quién demonios era Juan Carlos
Planells? Un fan de la ciencia ficción, uno de los más activos en su momento.
Conocía su nombre desde los años 80, había leído algunos de sus cuentos y
artículos, pero no le conocía personalmente. Hará unos cinco años, leí unos
textos suyos sobre mi padre y su obra. Eran excelentes, muy documentados, pero
contenían un par de errores, así que le escribí un mail que él, amablemente,
contestó agradeciéndome la información. Ese fue todo el contacto que tuvimos.
Planells fue uno de los nombres más señalados
de la microhistoria del fandom CF español; lo cual, no nos engañemos, es muy
poca cosa. No recuerdo ninguno de sus cuentos, y no he leído su única novela
publicada, El enfrentamiento, así que
ignoro qué tal escritor era. Según dicen, no demasiado bueno, pero con
destellos de calidad. No lo sé. Ahora bien, lo que sí sé es que era un
excelente articulista.
Hace años, no sé cuántos, descubrí
su blog y me hice adicto a él. Planells
fact & fiction no trata sólo, ni principalmente, de ciencia ficción,
sino sobre cine, novela negra, música pop, series de TV, sobre la propia vida
de su autor... Es el mejor blog de cultura popular que conozco y por eso, pese
a la desaparición de su gestor, sigue ahí, entre los universos paralelos. Un
universo muerto, pero que vuelve a vivir cada vez que alguien lo lee.
Más tarde, después de su muerte,
supe algunas cosas más acerca de Planells, y no eran muy alegres que digamos.
Por lo visto, murió solo, pobre, sin trabajo y desesperanzado. Tenía 61 años.
Su historia, lo poco que sé de ella, me conmovió más de lo normal, porque me
recordó la historia de mi hermano Eduardo (que ya narré en Babel). Si alguien
quiere saber algo más sobre Planells, le recomiendo que lea la excelente
semblanza que escribió Juanma Santiago, y a la que puede acceder pinchando AQUÍ.
Siempre me han gustado los finales
tristes; pero en literatura, no en la vida real. Qué le vamos a hacer. En
cualquier caso, Planells fact & fiction es un blog excelente, absolutamente imprescindible para cualquier
interesado en la cultura popular. No dejéis de visitarlo antes de que se cubra
de hiedra y espinos.
Uno de los "universos paralelos" más interesantes que solía frecuentar durante años era el blog Comics en Extinción (y sus alteregos: la biblioteca de Thule y Tangencias). Estaba dedicado al cómic, y daba auténtico gusto leer los artículos y comentarios del autor sobre el género, con audaces ideas, análisis e imágenes de comics que desconocía. Luego nos enteramos, por el propio autor, que sufría desde hacía 16 años la enfermedad de parkinson, y que aquel lugar de conocimiento era su refugio personal, su tabla de salvación ante los embates de la enfermedad que poco a poco lo iba limitando. Luego supimos tb que se había sometido a unas operaciones, y que el resultado había sido, contratodo pronóstico, muy exitoso. Había podido realizar actos comunes y normales de nuevo, de esos de los que ni siquiera disfrutamos cuando estamos bien de salud. El blog quedó congelado desde 2012, y la verdad, no supe más de su autor. Ahora su página solo conserva las palabras, las imágenes no están disponibles. Esperemos que su autor esté disfrutando de una nueva vida. Aquel blog era uno de esos universos verdaderamente reseñables.
ResponderEliminarMazarbul
César, es un honor para mi ser estrella invitada de una de tus entradas. Te agradezco infinitamente tus elogios, que me han hecho ruborizar. No, tu memoria no te engaña: no nos conocemos, aunque es probable que tengamos conocidos comunes (el mundillo literario es muy pequeño). Confío que alguna vez conseguiremos "desvirtualizarnos" mutuamente, quién sabe. De momento, me quedo con la enorme satisfacción de saber que disfrutas con mis entradas -lo mejor que le puede pasar a cualquier autor es saber entretener a sus lectores-, y de que a través de mis gustos literarios hayas conseguido entrever qué clase de persona soy.
ResponderEliminarLa historia de Planells es hermosa y enternecedora. Voy a merodear un rato por ese blog.
Ah, por cierto: uno de mis hijos se llama Guillermo. Ya puedes imaginar en homenaje a quién :) Es que los fans de Guillermo Brown lo somos hasta la muerte...
ResponderEliminarY sobre esos cementerios tecnológicos, aparte de las páginas webs, que al menos pueden ser visitadas durante el tiempo que permanezcan vivas, ¿cuántos de nosotros tenemos información en google drive, dropbox o cualquier otro servidor?. Si la palmas, ahí se quedan, y no es como antes en que alguien allegado podía rescatarlo incluso por casualidad,encontrando fortuitamente una caja llena de papeles que resultan ser una novela, relatos, diarios, escritos varios, etc...Las obras de muchos escritores las conocemos gracias a que un amante, un hijo, el esposo, o cualquiera se encuentra una caja llena de cosas en el desván, pero hoy, si kafka estuviera vivo, guardaría sus escritos virtualmente, y aunque un amigo o amante supiera que existen, le sería imposible acceder a ellos.
ResponderEliminarEn tu caso, César, si desaparecieras de un día para otro (el destino no lo quiera) ¿se perdería el trabajo que llevas realizando por decir algo desde enero para acá?
Mazarbul
Para Mazarbul:
ResponderEliminarhttp://arqurbcomic.blogspot.com.es/
http://peciosenunaplayacualquiera.blogspot.com.es/
Me he pasado a visitarlos y me han parecido excelentes. Gracias por señalarnos con el dedo lo que no veíamos a un palmo de nuestras narices, al menos en mi caso.
ResponderEliminarMe acuerdo que hubo una época que seguía bastante el blog de Juan Carlos Planells (lo vi en los enlaces recomendados de otro blog, que ahora mismo no recuerdo) y me acuerdo que cuando apareció la noticia de su fallecimiento me quedé bastante sorprendido (ahora mismo lo que me sorprende es precisamente eso: haberme sorprendido, al fin y al cabo era un ser humano) y me entristeció bastante.
ResponderEliminarPor cierto, mi madre era una grandisima aficionada a Guillermo Brown y cuando empezaron a sacarlo por fasciculos los compraba y me los daba. La verdad es que más que los libros, me acuerdo de la época en que los leía y por eso les tengo mucho aprecio.
PD: César, a ti que te gusta las novelas de aventuras y el siglo XIX, ¿has leído "Las aventuras de Harry Flashman" de George McDonald Fraser? Si es así, ¿que te parecen? Yo he empezado a leerlo y la verdad es que me lo estoy pasando como un enano.
Elena Rius: Vaya, ¿cómo no se me ocurrió antes? Ahora ya es demasiado tarde, porque no creo que ninguno de mis hijos acepte que de repente empiece a llamarle Guillermo...
ResponderEliminarMazarbul: Mi desconfianza hacia lo digital es grande, así que hago backups de todo y por duplicado. De lo único que no tengo copia es de los textos que subo al blog.
Mazcota: A mí también me sucede: frecuento ciertos blogs, pero casi nunca visito sus enlaces. Un error.
Gabriel: Me encanta McDonald Fraser. La primera novela de su serie es uno de los mejores relatos de aventuras y humor que he leído. Parece mentira que un personaje tan despreciable como Harry Flashman consiga caer bien, ¿verdad?
Saludos:
ResponderEliminarHarry Flashman rules!
Yo también quedé prendado de Flashman desde su primera novela.
Creo que me cae bien porque son novelas que me recuerdan a las picarescas (tanto El Lazarillo, Rinconete y Cortadillo, El Buscón, etc... como a la serie de TVE en los 70 El Pícaro, con Fernando Fernán-Gómez encarnando a Lucaz Trapaza).
Aunque, claro está, cuando leí la primera novela, con Harry por Afganistán no pude por menos que recordar "El Hombre que pudo reinar", la película de Huston, protagonizada por Michael Caine y Sean Connery, y basada en el relato homónimo de Kipling.
Por cierto, ¿lo soñé, o ha habido alguna adaptación al cine de este personaje, allá por los años 70/80?
Juan Constantin
Anónimo de las 8.27 ¿eres Emilio verdad?. Nada más entrar en los enlaces que me mandas me he imaginado que eras tu. !Feliz Encuentro!. La verdad que me he alegrado de saber de ti. Buf...lo que voy a disfrutar con tu blog. Me alegro mucho de que te encuentres bien y comiqueando. !Un abrazo fuerte!
ResponderEliminarMazarbul
Juan Constantin: En efecto, en 1975 hubo una versión cinematográfica de la primera novela de la serie Flashman. Se llama "Royal Flash"; la dirigió Richard Lester y la protagonizó Malcolm McDowell. Yo la vi hace tiempo, mucho, y no la recuerdo muy bien; pero era bastante peor que la novela. Muy sesentera, pese a estar producida en los 70.
ResponderEliminarMazarbul: Vaya, parece que Babel también es un punto de encuentro.