Pocas veces he hablado aquí de María
José, mi mujer, más conocida en la familia como Pepa. Y no porque yo no quiera,
sino porque ella no quiere. Dice, más o menos, que si yo no tengo pudor en
mostrar en público mis intimidades, le parece muy bien, pero que no la meta a
ella en esos turbios asuntos. Y tiene razón, así que hasta ahora me he limitado
a mencionarla ocasionalmente. Pero hoy, mira por dónde, le voy a dedicar esta
entrada. Con discreción, claro, que si no me la cargo.
Pepa es una donostiarra nacida en La
Coruña (igual que yo soy un madrileño nacido en Barcelona). Es decir, que nació
en Galicia pero, siendo un bebé, su familia se trasladó a San Sebastián, donde
pasó su infancia y primera juventud. Luego, en los 70, vino a Madrid para
acabar la carrera, y aquí se quedó. Comenzó su vida profesional vendiendo
seguros (si puedes vender un seguro de vida, puedes vender cualquier cosa),
pero rápidamente pasó al mundo del marketing, y de ahí al sector publicitario.
Y eso es ahora, una reputada y excelente directiva publicitaria.
Además, es una mujer inteligente,
culta, con fuerte personalidad, gran sentido del humor y un irresistible
encanto personal. Encima, es guapísima, elegante y sexy. Pero sobre todo,
posee la rara virtud de soportarme a mí; que no es fácil, amigos míos,
nada fácil.
Aparte de todo eso es una luchadora
por la igualdad de derechos y oportunidades de la mujer. Hace unas semanas,
Pepa fue invitada por la Comunidad de Madrid a dar una conferencia en el ciclo
"Mujeres, el camino hacia el éxito". Su charla trataba sobre las
mujeres en la publicidad, y llevaba por título Persuasoras y persuadidas. La vida secreta de las marcas. ¿Os
apetece echarle un vistazo?
Pues entonces pinchad
Y así comprobaréis la suerte que
tengo.
Buena conferencia la de Pepa, muy natural y amena, y aportando información y detalles curiosos que desconocía. Aún así no estoy muy seguro de estar simplemente de acuerdo con que la publicidad tan sólo refleja la sociedad. Creo que en cierta forma estereotipa y remacha ciertos modelos (de ahí su importancia también para cambiar las cosas). No va tan sólo en una sola dirección sino en dos.
ResponderEliminarLo del anuncio de soberano tela de fuerte. Al principio pensé que se refería a uno más suave en el que un tipo se bebe una copa de coñac y una rubia despanpanante se le queda mirando el reflejo en un escaparate como diciendo: qué peaso de macho. Pero su ejemplo era tela de fuerte. No lo recordaba.
Mazarbul
Mazarbul: La publicidad no inventa estereotipos; emplea los que ya existen en la sociedad. Ahora bien, está claro que al emplear un estereotipo de forma pública, a través de anuncios en los medios de comunicación, refuerzas ese estereotipo. Pero ese no es el objetivo de la publicidad, sino un efecto colateral.
ResponderEliminarPor ejemplo, a un fabricante de detergente le da igual si quienes lavan la ropa son las mujeres o los hombres; lo único que le importa es que, sea quien sea que lave la ropa, use su detergente. Dado que hasta ahora quienes mayoritariamente han hecho la colada han sido las mujeres, los anuncios iban dirigidos a ellas. Pero como el estereotipo ha cambiado (en beneficio de un modelo igualitario), cada vez son más frecuentes los anuncios de detergentes protagonizados por hombres.
Lo importante es darse cuenta de que la publicidad no es un fin en sí misma, sino una herramienta cuyo objetivo no es cambiar la sociedad, sino vender un producto o servicio. Y como cualquier publicitario sabe, no hay error más grande que anunciar algo yendo contra los usos y costumbres de los potenciales compradores del producto ("target group"). El anuncio de Soberano se emitió en los 60, cuando los usos y costumbres del target aceptaban como normal el maltrato físico a la mujer. Hoy sería imposible emitir algo así.
Lo de ese anuncio es alucinante. Cuando mi mujer me habló de él, no podía creérmelo y tuve que verlo con mis propios ojos. Si quieres verlo tú, lo tienes en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=BhFBOpovLn4
Buenísimo el video. y es verdad lo que dices, remacha un estereotipo pero como efecto colateral. Si me apuras es casi naif en el tratamiento, por lo "normal" de la situación.
ResponderEliminarTb vi el de always que menciona pepa. La verdad que está muy bien.
Mazarbul
La tontería es un modo una locura el ser humano es despreciable es un loco
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