Hace unas semanas volví a ver en TV La diligencia, de John Ford. Hacía mucho que no la revisitaba (revisitar, qué apropiada palabra), y me sorprendió no encontrarmecon la pieza de arqueología que en el fondo esperaba, sino con una obra maestra capital llena de fuerza y frescura. Pero es que Ford es mucho Ford... El caso es que la visión de la película me hizo recordar cierta charla que mantuve este verano con Fernando Marías, en el curso de la cual éste afirmó que el western es el cine, su esencia misma y el género que mejores frutos le ha dado. Estoy básicamente de acuerdo con él. Y, como una cosa lleva a la otra, me puse a considerar cuáles eran, en mi opinión, los mejores westerns de la historia.
Un momento, un momento –dice una voz-; ¿estás hablando de películas del Oeste? ¿Indios, vaqueros, duelos y todo lo demás? ¿Y dices que eso está a la altura de Bergman, Kieslowski, Godard, Fellini y el resto de grandes nombres del séptimo arte? No, respondo, a su altura no: muy por encima en muchos casos.
El western es un género (tanto literario como cinematográfico) muy curioso. En realidad, debería ser considerado un subapartado de la narrativa histórica, ya que se centra en un territorio específico (América del Norte) y en un periodo del pasado que cubre, más o menos, los siglos XVIII y XIX, aunque suele centrarse en este último. Sin embargo, hay cuando menos un factor que lo dota de una especial personalidad: ser una narrativa de frontera. De un lado tenemos la barbarie (la naturaleza), de otro la civilización; en medio, el ser humano. ¿Cómo se conjugan esos tres factores? ¿Es la civilización una respuesta a la barbarie? ¿O acaso la civilización no es más que una forma ordenada –y por ello más terrible- de salvajismo? En realidad, el western es una estilización de la vida que consiste en quitarle a la realidad todo lo accesorio y dejar sólo lo fundamental. Sentimientos, pasiones, ideologías, política, justicia, el mal y el bien, todo ello aparece en el western de forma descarnada, sin tapujos ni disfraces. El eje de este género no son los revólveres ni los duelos, sino la naturaleza del ser humano y su relación con el entorno y los demás.
Me estoy refiriendo, claro está, a los buenos western, porque no cabe duda de que se han filmado innumerables peliculillas del Oeste a las que sólo cabe calificar de deleznables. Como, por ejemplo, todo el (infame) spaghetti western, con Sergio Leone a la cabeza. Sí, hay mucha mala película del Oeste, mucho tópico sin interés; pero es que hay mucho malo de todo. No obstante, los grandes western son cumbres de la narrativa cinematográfica, así que centrémonos en ellos. Os voy a proponer una lista de lo que, en mi opinión, son las diez mejores películas del Oeste de la historia. Como ocurre con toda “lista de 10”, hay notables e injustas ausencias; sin embargo, puedo asegurar que, si bien no están todas las que son, sí son todas las que están.
Y el primer problema que me surge a la hora de elaborar la lista tiene nombre: John Ford. Porque, siendo justos, la mitad de las películas de esta lista deberían ser suyas. Pero eso limitaría demasiado el panorama, así que he decidido reducir la aportación de Ford a “sólo” tres films.
La diligencia (1939). Mi padre adoraba esta película; decía que era un compendio de todo el género del Oeste, y tenía razón. En ella está el sheriff, el pistolero, la banda de cuatreros, los indios, la caballería, la puta, el médico borracho, el jugador, el caballero del Sur, en fin, los arquetipos básicos del western. Analizada superficialmente, podría decirse que resulta demasiado tópica, pero no debemos olvidar que La diligencia definió las pautas del western moderno, unas pautas que luego han sido copiadas hasta la saciedad. Además, el tratamiento que Ford hace de los tópicos siempre es distinto, siempre es poético y estimulante. La persecución final de los indios a la diligencia es la madre de todas las persecuciones cinematográficas posteriores; un auténtico portento de planificación y ritmo que jamás ha sido superado (pero sí muy imitado).
Centauros del desierto (1956). Una niña blanca es raptada por los indios. Su tío Ethan (John Wayne), acompañado por un joven (Jeffrey Hunter), la busca obsesivamente durante muchos años. Cuando finalmente la encuentra y la ve convertida en una india, empuña su revólver y se dispone a matarla... La complejidad y sutileza de esta película es tan inmensa que cada vez que la veo (y la he visto numerosas veces) descubro algo nuevo en ella. Simplificando, podría decirse que es un alegato contra el racismo, pero va mucho más lejos. Centauros del desierto habla sobre la soledad, sobre la pérdida, sobre la familia y el honor, sobre la ambigüedad de los sentimientos... sobre la naturaleza humana en definitiva. Nada es lo que parece en esta magistral película; por ejemplo, si prestamos mucha atención a la relación entre Ethan y su cuñada, empezaremos a preguntarnos si el personaje interpretado por Wayne está buscando a su sobrina... o a su hija.
El hombre que mató a Liberty Valance (1962). Un pueblo vive sojuzgado por el terror que impone la banda de malhechores liderada por Liberty Valance (Lee Marvin). Nadie hace nada –ni siquiera el personaje interpretado por John Wayne, el único que podría acabar con Valance- hasta que llega del Este un pacífico abogado (James Stewart), que se enfrenta a Valance, primero mediante el recurso a la ley y, finalmente, en un duelo que acaba con la muerte del asesino. ¿Parece una historia tópica? Pues no señor, todo lo contrario. Ford, que había sentado las bases del western clásico con La diligencia, las destruye ahora mostrándonos el lado oculto (y oscuro) de las leyendas. Tampoco aquí las cosas son lo que parecen. Stewart no mató a Valance en el duelo: lo mató Wayne, de lejos, oculto, con un rifle y por la espalda. Stewart acaba utilizando su supuesta proeza (que él sabe falsa) para convertirse en un político populista y manipulador. Wayne tampoco es un héroe, sino un hombre hosco, indiferente, resentido y racista. Y es que no hay héroes en esta película; de hecho, el único personaje enteramente digno y honesto es el negro que trabaja para Wayne (interpretado por Woody Strode), un hombre absolutamente fiel y honesto que es tratado casi como un esclavo por su patrón. El hombre que mató a Liberty Valance, además de ser una de las grandes obras maestras de la historia del cine, marca el comienzo del periodo desmitificador del genero.
Y aquí se acaba la aportación de Ford a mi lista. Una lista que, no obstante, debería incluir cuando menos dos títulos suyos más: Pasión de los fuertes (1946) y El sargento negro (1960). Para terminar con él, permitidme una anécdota. Cuando un periodista le preguntó a Orson Welles quiénes eran, en su opinión, los tres mejores directores de la historia del cine, Welles respondió: “John Ford, John Ford y John Ford”.
Winchester 73 (Anthony Mann, 1950). Dos hermanos –ambos extraordinarios tiradores de rifle-, interpretados por James Stewart y Stephen McNally, están enfrentados a muerte por el asesinato de su padre a manos de McNally. Stewart persigue a su hermano sin descanso por el territorio de Kansas. Cuando lo encuentra, se inicia un enfrentamiento que comienza con un concurso de tiro y termina con uno de los más vibrantes e inteligentes duelos -con rifle y a mucha distancia- jamás filmados. Simultáneamente, la película describe el periplo de un rifle –el que da título al film- que va pasando de mano en mano hasta regresar junto a su dueño. Winchester 73 es una obra tensa y violenta que acaba adquiriendo las proporciones de una tragedia griega. La traición, la venganza, el destino y la muerte; esos son los temas centrales de esta obra maestra.
Raíces profundas (George Stevens, 1953). Intentando rehacer su vida, Shane, un ex-pistolero interpretado por Alan Ladd, llega a un valle en el que los agricultores están sojuzgados por los ganaderos. Shane comienza a trabajar en una de las granjas y, pese a su inicial rechazo de la violencia, acabará ayudando a los agricultores en su lucha contra los ganaderos. Un relato tópico, mil veces contado, al que Stevens consigue conferir una nueva dimensión narrándolo desde el punto de vista de un muchacho. Y es que, en realidad, Raíces profundas es una historia de amor imposible entre un hombre, una mujer y un niño.
Río Bravo y El Dorado (Howard Hawks 1959-1967). ¿Por qué, refiriéndome a una sola película, incluyo aquí dos títulos? Porque ambos films son obra del mismo director, cuentan exactamente la misma historia y están protagonizados por el mismo actor, John Wayne. Un pistolero a sueldo (Wayne) llega al pueblo de El Dorado en busca de su mejor amigo (Dean Martin/Robert Mitchum), que es sheriff del lugar y un patético borracho. Wayne ayuda a su amigo a superar el alcoholismo y a enfrentarse a un grupo de pistoleros contratado por un terrateniente local... Pero lo cierto es que el sencillo argumento de ambas películas carece de importancia. Lo realmente interesante son los personajes y sus relaciones, los diálogos y las situaciones. Como en muchas de sus obras, Hawks habla en Río Bravo/El Dorado sobre la amistad, el respeto a uno mismo, el trabajo bien hecho y la alegría de vivir, a lo que añade, en el caso de El Dorado, una irónica mirada sobre la vejez y la decadencia.
Valor de ley (Henry Hathaway, 1969). A Hathaway, por algún motivo, siempre se le ha negado el marchamo de artista para relegarlo al humilde puesto de artesano. Esta película, magistral ejemplo del llamado “western crepuscular”, demuestra que eso es mentira. Mattie Ross (Kim Darby), una muchacha en principio absolutamente insoportable, contrata los servicios de Rooster Cogburn (John Wayne), un viejo sheriff tuerto y borracho, para que encuentre a los asesinos de su padre, e insiste en acompañarle. El film cuenta la historia y las peripecias de ese viaje y esa venganza, pero sobre todo describe la relación entre dos espléndidos personajes–Mattie y Cogburn-, a los que se les une La Boeuf (Glen Campbell), un surrealista cazarrecompensas miope. Además de la abrumadora belleza de los escenarios naturales en que fue rodada, Valor de ley ofrece una estimulante mezcla de violencia (en ocasiones extrema), ternura, humor y poesía. John Wayne recibió el único Oscar de su carrera por su interpretación en esta película. Os aseguro que es uno de los premios de la Academia más justos que jamás se han entregado, porque Wayne consiguió con su actuación componer uno de los mejores personajes de la historia, no sólo del western, sino del cine en general, ese Rooster Cogburn, viejo, borracho, tosco, sarcástico, violento... y entrañable.
Un último punto que a nadie interesa, pero que no quiero privarme de reseñar. Antes de rodarse la película, mi padre me regaló la novela en que está basado el guión (True grit, Charles Portis). Yo tenía por aquel entonces unos dieciséis años y recuerdo que la novela me gustó mucho. Más tarde, cuando el film se estrenó en España, fui a verlo con mi padre. Debió de ser de las últimas películas que vi con él. La última: La hija de Ryan, de David Lean.
Grupo salvaje (Sam Peckinpah, 1969). Una banda de forajidos intenta asaltar el banco de una pequeña población del suroeste, pero los ladrones caen en una emboscada y son tiroteados por un nutrido grupo de cazarrecompensas. Los forajidos supervivientes, tenazmente perseguidos por los cazarrecompensas, inician entonces una huída que les conducirá a México, lugar donde, en un acto de redención suicida, se enfrentarán a todo un ejército y serán masacrados. Cuando los cazarrecompensas llegan, sólo encuentran cadáveres.
La acción de esta película se desarrolla en 1913, cuando la época dorada del Oeste había pasado a la historia. Sus protagonistas (unos magníficos William Holden, Robert Ryan, Ernest Borgnine, Ben Johnson, Warren Oates y Edmond O’Brien) son seres anacrónicos cuyo individualismo y libertad chocan con las normas de una sociedad cada vez más represora. Lo que representan ya no tiene sentido, así que deciden morir por unos valores –honor y amistad- tan desfasados como ellos mismos. A caballo entre la melancolía y la violencia, Grupo salvaje es el paradigma del western crepuscular.
Las aventuras de Jeremiah Johnson (Sidney Pollack, 1972). A mediados del siglo XIX, un ex-soldado llamado Jeremiah Johnson abandona la ciudad y se dirige a las montañas para vivir como trampero. Una vez allí, y con la ayuda de un viejo pionero, aprenderá todo lo necesario para sobrevivir en un medio natural y salvaje. Al mismo tiempo, iniciará una amistosa relación con los nativos y acabará casándose con una india. Pero un día, miembros de una tribu rival (los crow) asesinan a su familia; Johnson, roto de dolor se venga de los crow, prende fuego a su cabaña e inicia una vida errante y solitaria. Entre tanto, los crow, en una especie de contravenganza, comienzan a enviar a sus mejores guerreros, de uno en uno, para acabar con Johnson. Pero Johnson los vence a todos, hasta que finalmente es reconocido y aceptado como un guerrero legendario.
En plena eclosión del western revisionista y crepuscular, Pollack y Redford decidieron rodar una película que parecía volver a los orígenes del género: los pioneros. En el fondo, no es de extrañar; eran principios de los setenta, tiempos de contracultura y ecologismo, así que ese retorno a la naturaleza que describe la película estaba en plena sintonía con la época. En este mismo sentido debe contemplarse su condición de “western pro-indio”. Pero no es nada de esto lo que confiere grandeza a la película; a fin de cuentas, otros films contemporáneos, como Un hombre llamado caballo (1970), iban por el mismo camino y no por ello se convirtieron en obras maestras. Lo que hace grande al film de Pollack es el fascinante tono entre surrealista y onírico que preside la narración, esos personajes extraños y vagamente irreales, esas situaciones que parecen surgidas de la mente de Lewis Carroll, esa naturaleza que acaba convirtiéndose en un territorio mítico y ancestral. Las aventuras de Jeremiah Johnson describe el nacimiento de una leyenda, pero no desde un punto de vista naturalista, sino poético.
Nota: por lo visto, el tal Jeremiah Johnson existió realmente y, como se cuenta en la película, vengó la muerte de su familia acabando él solo con un grupo de guerreros crow. La diferencia es que, en vez de limitarse a matarlos, también se comió sus hígados, por lo que desde entonces se le conoció como Johnson “comedor de hígados”. La verdad, no me imagino a Redford comiéndose las vísceras de nadie...
Sin perdón (Clint Eastwood, 1992). Un cliente insatisfecho (y borracho) le corta la cara con un cuchillo a una puta. Las demás prostitutas del burdel juntan todos sus ahorros y ofrecen una recompensa a aquel que mate al tipo que desfiguró el rostro de su compañera. William Munny (Clint Eastwood), un viejo pistolero retirado, viudo y con dos hijos, decide aceptar la oferta y parte a cumplir la venganza en compañía de un antiguo amigo (Morgan Freeman) y un joven aprendiz de pistolero. Pero el brutal sheriff del lugar (Gene Hackman) está decidido a impedir la venganza...
Describir el argumento de Sin perdón es quedarse en la piel. Cada secuencia, cada plano, cada diálogo, todas y cada una de las extraordinarias interpretaciones, el magnífico guión, la magistral dirección, cada segundo de esta película es un prodigio de narrativa y oscuro lirismo. Imaginaos un cóctel en el que mezclarais un 60% de Ford, un 30% de Mann y un 10% de Leone, y comenzaréis a haceros una idea de lo que es la obra maestra de Eastwood. En realidad, se trata de la segunda gran desmitificación del western (después de El hombre que mató a Liberty Valance), un ejercicio de sabio revisionismo en el que Eastwood parece querer decirnos: todo lo que te hemos contado hasta ahora sobre el Oeste es mentira; en realidad, aquello fue un horror sin el menor rastro de épica y nobleza.
Pero, paradójicamente, al mismo tiempo que desmitifica, Eastwood confiere a su narración un tono progresivamente mítico, hasta alcanzar ese contundente clímax final en el que Munny, transformado de nuevo en un monstruo sanguinario, se enfrenta al sheriff, a sus ayudantes y a todo el pueblo en un dantesco tiroteo. Es curioso: cuando todo el mundo daba por muerto al western, Eastwood dirigió uno que, hasta el momento, es la última gran obra maestra producida en Hollywood.
Y ya está, se acabó; ésta es mi lista de los diez mejores western de la historia. Pero antes de poner el punto final a este larguísimo post, me gustaría hacer dos o tres comentarios finales. En primer lugar, sobre el spaghetti western. Antes he dicho que lo considero deleznable, y lo sigo diciendo; no obstante, aportó un valioso rasgo estilístico: la cutrez. Lejos de las estilizaciones de los clásicos, los directores italianos, con Leone en cabeza, mostraron un Oeste feo, sucio y miserable. Es decir, tal y como era de verdad. Esta aportación, justo es reconocerlo, influyó decisivamente en películas tan valiosas como las aquí citadas Grupo salvaje y Sin perdón.
Otro punto, más general, tiene que ver con el actual estado del cine norteamericano. Fijaos en los personajes que interpreta John Wayne en Centauros del desierto y en El hombre que mató a Liberty Valance. Son personajes turbios, con claroscuros, poseedores de grandes virtudes, pero también de inmensos defectos. Pues bien, ninguna gran estrella de Hollywood (y Wayne lo era en su momento) aceptaría interpretar ahora esos personajes. Hoy por hoy, sacar adelante un gran producción comercial requiere la presencia de una estrella, lo cual se traduce en una tiranía de los actores, que intervienen en el guión y modifican sus personajes para hacerlos inmaculados y radiantes. Es decir, de una pieza y sin ningún interés. Quizá ése sea uno de los principales motivos del pésimo momento artístico que aqueja a Hollywood.
Por último, quisiera llamar la atención de quienes no valoran el western sobre un punto: ocho de las diez películas de esta lista son abiertamente poéticas, cuando no arrebatadoramente líricas. Y todas ellas, sin excepción hablan sobre la naturaleza humana. El western es mucho más que historias de revólveres y caballos.
"La verdad, no me imagino a Redford comiéndose las vísceras de nadie..."
ResponderEliminarPor otro lado, Tom Cruise...
Magníficas tus diez películas, Centauros del Desierto a la cabeza (de casi todo, añado. Es perfecta).
ResponderEliminarHay un par de errorcillos en el texto: es "Clint", con "C", y "Peckinpah", donde has trabucado la "h".
Yo añadiría que si bien el Spaguetti Western es a todas luces un sub-género muy menor, las obras de Leone no son malas películas. Ni mucho menos. En especial, la última de la trilogía del Dolar y la primera de su segunda trilogía ("Érase una vez en el Oeste", o "Hasta que llegó su Hora", con un Hery Fonda magistral) y la última, "Érase una vez en América" que es una historia del oeste disfrazada de película de gansters. Leone aportó muchas más cosas que la cutrez: el uso tan particular de la banda sonora en el cine, la coreografía de la violencia, los paisajes de rostros... Un admirador confeso de Ford a quien siempre rindió tributo.
Por supuesto Leone hizo luego cosas como "¡Corred, Malditos!", que es como una buena de Peckinpah... pero en horrorosa. Pero bueno, el propio Peckinpah también patinó a gusto con las curiosidades medio producidas por el alcohol de después...
ResponderEliminarLiberty Valence y Centauros del Desierto son de obligada visión. Y no digo ya La Diligencia, pero es que no voy a repetir lo obvio, como Sin Perdón, que me parece magistral.
ResponderEliminarDe las revisitaciones a las pelis del Oeste quizá me quede con Silverado, que me parece una muy digna película.
También Open Range es una buena peli. Algo lenta, muy del gusto de Kevin Costner de Jesú, pero es lo mejor que ha hecho (Bailando con Lobos, incluida). El Jinete Pálido es otra gran peli, con Eastwood apuntando ya con la misma arma que usará después en Sin Perdón, trágica y costumbrista.
ResponderEliminarJo, es que me gusta tanto el western...
Pasará mucho tiempo hasta que Hollywood produzca una película tan profunda como "Sin perdón", donde, como en una buena novela, es tan importante lo que se dice como lo que no se dice(o ve).
ResponderEliminarVíctor: gracias por avisarme de esos errores; ya están corregidos. Por lo demás, estamos básicamente de acuerdo. Si tuviera que elegir una película, sólo una, de entre las diez que he mencionado, probablemente escogería "Centauros del desierto"; es la más compleja y profunda, sí. Pero difiero un poco contigo en la apreciación de Leone. Es cierto que, aparte de la cutrez, el italiano aportó una nueva forma de coreografiar la violencia. Pero su abuso del primer plano acaba irritándome, como me irrita el uso enfático que hace de la música, por mucho Morricone que haya detrás. Pero supongo que es una cuestión de gustos y reconozco que Leone hizo (algunas) interesantes aportaciones al género.
ResponderEliminarEn cuanto a "Open Range", también coincido contigo en que es la mejor película de Costner (mucho mejor que esa bobada sobrevalorada que es "Bailando con lobos"). Y si le quitaran algo así como una hora de metraje, sería infinitamente mejor. Con respecto a "El jinete pálido"... bueno, podríamos hablar horas y horas sobre este film. Yo lo definiría como una gran película fallida. Fallida por dos razones: en primer lugar, por su excesiva (e innecesaria) deuda con "Raíces profundas"; en segundo lugar, por no llevar hasta las últimas consecuencias sus planteamientos. Siempre he pensado que el personaje que interpreta Eastwood, el Predicador, es en realidad un hombre muerto. Hay un plano donde el viejo Clint (que no Klint) se quita la camisa y se ven las cicatrices de varios disparos en su espalda. Esos disparos están a la altura del corazón y son evidentemente mortales. Es decir, al Predicador le mataron por la espalda y regresa para vengarse convertido en una ángel de la muerte, el "jinete pálido" que da título a la película. Sin embargo, el Predicador se comporta en ocasiones demasiado carnalmente para ser una entidad sobrenatural, de modo que, en ese sentido, la película se queda en una tierra de nadie, a medio camino entre el fantástico y el western tradicional. En cualquier caso, es un film muy notable y el antecedente directo de "Sin perdón".
Alicia: "Silverado" es una película divertida y simpática, pero siempre me ha parecido un poco artificial, demasiado "mecánica", si entiendes lo que quiero decir. Kasdan quiso hacer un gran homenaje al Western realizando una película que contuviera todos sus elementos básicos (salvo los indios, por falta de presupuesto). Y lo hizo, creó una maquinaria muy bien engrasada... pero, a mi modo de ver, carente de "alma". No obstante, insisto, es una película muy divertida.
dj: podría firmar punto por punto lo que dices. "Sin perdón" es un clásico instántaneo, una ficción sin concesiones, una obra maestra absoluta, quizá porque es el producto de la voluntad, no interferida por ningún ejecutivo descerebrado, de dos personas de mucho talento: Eastwood y David Webb Peoples, el guionista. Porque no hay que olvidarse de ese extraordinario guión que anduvo lustros perdido por los despachos de Hollywood sin que nadie le hiciera caso, hasta que cayó en manos de un tipo tan listo como Eastwood.
Es curioso lo que dices al respecto de "Jinete Pálido". Clint ya rodó una película llamada "Infierno de Cobardes" en la que interpretaba a un hombre muerto, un sheriff asesinado que regresa del otro lado para vengarse de quienes lo mataron... y de quienes lo permitieron. Lo malo es que en el doblaje se cargaron la peli entera, y cuando al final Eastwood abandona el pueblo y ve una tumba junto a un personaje que ha pasado toda la peli diciéndole que lo conocía de algo, Clint responde señalando hacia la tumba (en castellano): "sí, ése de la tuma es mi hermano". En el original dice "Sí. Ahí reposo yo". Cómo cambia el cuento, ¿no?
ResponderEliminarDe modo que como nos han escamoteado esta solución, el Jinete Pálido nos queda coja a los españoles al no conocer el referente inmediato de "Infierno de Cobardes". En Infierno de Cobardes, es un muerto que se comporta como un vivo muy... er... "vivo" :P
Aún más curioso saber que en "Hasta que llegó su Hora", de Leone, en el guión original el personaje del "Armónica" también estaba muerto. De ahí que se rodara gran parte de la película con esas perspectivas y que el Armónica se levante de un tiroteo con un supuesto disparo en un brazo... que ya no está a la siguiente escena. O se recupere de palizas de inmediato. Leone no se atrevió. Mal hecho.
Yo creo que "El Jinete Pálido" no sólo sale bien parado de sus deudas y marcadas referencias (en ocasiones puros calcos visuales) con "Shane" (Raíces Profundas), sino que la supera ampliamente. A mí, Raíces Profundas nunca llegó a emocionarme, la verdad...
Alabo tu buen gusto, César... ¿será porque coincido en casi todas? ;) aunque no me parece bien no incluir al menos una película de Leone. Por lo demás, quizá cambiaría la de Jeremiah Johnson por otra de Hawks, "Río Rojo", también con Wayne.
ResponderEliminarPero sobre todo del western destacaría la fuerza de sus personajes secundarios: alrededor del personaje principal siempre hay un grupo de secundarios igual o incluso más importantes que él para el desarrollo de la historia. Creo que es muy claro por ejemplo en el caso de Ford, en el que el elenco de secundarios repetían de una a otra película.
Y sobre Leone... me temo que no nos pondremos de acuerdo: lo que a ti te disgusta es justo lo que a mí me emociona. De hecho, cuando tengas un rato (largo) en esta entrada cuento qué es lo que me gusta de Sergio Leone, y por qué:
ResponderEliminarhttp://gammreciclador.blogspot.com/2005_12_01_gammreciclador_archive.html
Aunque supongo que seguiremos sin estar de acuerdo después... :P
Voy a blasfemar un poquito.
ResponderEliminarA mi Ford nunca me ha llamado demasiado, y de las que mencionas, la unica que he sido capaz de ver entera es El sargento negro.
De las demas, me encantarn El Dorado y Sin perdon.
Yo a mi lista personal de westerns preferidos, tambien añadiria Muerde la bala y (ahora me cubro para protegerme de vuestra agresividad desatada) las dos primeras peliculas de Le llamaban trinidad.
Y ahora una pregunta:
Se podria considerar Dersu Uzala un western? (ya se que esta un tanto lejos de los EEUU, pero...)
¿Porqué será que Spielberg, que se ha atrevido con casi todo, no se ha atrevido nunca con un western?. Curioso.
ResponderEliminarY, por cierto, siempre me he preguntado si la "tuertez" de Wayne en "Valor de ley" no era una forma de homenaje a Ford. El personaje funcionaría igual con dos ojos.
Víctor: sí, ya conocía esa gracia del doblaje con respecto a "Infierno de cobardes", pero reconozco que la había olvidado. Y es verdad, es un antecedente de "El jinete pálido". Parece que Eastwood tiene una serie de temas recurrentes. Y no, no conocía lo que cuentas sobre "Hasta que llegó su hora".
ResponderEliminarY ya que hablamos de Leone, no he podido leer tu artículo; me sale un NOT FOUND como la copa de un pino. En cualquier caso, creo que no conseguirás que aprecie a Leone. Fijate, alquilé en video la que está considerada su obra maestra, "Érase una vez en América", y comencé a ver la primera parte. Hasta que llegué a una escena en la que, mientras suena un teléfono (ring-ring), la cámara va haciendo un largo y lentísimo travelling por una habitación, y el teléfono suena y suena, y la cámara se mueve poco a poco, y el teléfono sigue sonando... Bueno, me irritó tanto esa secuencia que me dije: Sergio, hasta aquí hemos llegado. Apagué el video, devolví las dos partes sin verlas y hasta hoy. Pero bueno, tampoco voy a intentar convencerte de nada. Cuestión de gustos. Como en el caso de "Raices profundas", que a mí me fascina (mucho más que "El jinete pálido") y a ti no te emociona.
Ricardo: evidentemente sí, "Rio Rojo" debería estar incluída, pero ya he dicho que toda lista de 10 es intrínsicamente injusta. Verás, la lista que he propuesto es muy conservadora; de hecho, sólo me he permitido dos alegrías: "Valor de ley" y "Las aventuras de Jeremiah Johnson". "Valor de ley" me parece indiscutible y podría defenderla con uñas y dientes. "Jermiah Johnson"... no es tan indiscutible, lo reconozco, pero me parece una gran película. Incluso una obra maestra. ¿Es mejor que "Rio Rojo"? No, pero tampoco peor. Aunque en el fondo tienes razón, "Rio Rojo" debería estar.
Ahora bien, eso de que debería haber alguna película de Leone entre los 10 mejores western de la historia... Bueno, me parece excesivo. Aun reconociéndole todos lo valores que quieras, jamás ha dirigido una obra maestra. Y si no, prueba una cosa: ¿Qué película de las que menciono quitarías para poner una de Leone? ¿Jeremiah Johnson? ¿Y no preferirías poner "Río Rojo" en su lugar antes que una de Leone?
Totalmente de acuerdo en lo que comentas de los personajes secundarios y de la maestría con que los maneja Ford.
Javier: en efecto, en efecto, es una provocadora blasfemia preferir las películas de Trinidad a las de John Ford. Tan provocadora y tan blasfemia, que ni lo voy a comentar. A fin de cuentas, para gustos los colores, ¿no?
Interesante lo que dices sobre "Dersu Uzala". Pues sí, creo que podría considerarse una especie de "parawestern". Igual que "Los siete samurais", como John Sturges dejó muy claro.
BB: pues tienes razón, sería curioso ver qué haría Spielberg dirigiendo un western. De todas formas, tampoco ha hecho nunca una película policíaca ("Minority Report" es más ciencia ficción que un policíaco)
En cuanto a lo de que el parche de Wayne en "Valor de ley" sea un homenaje a Ford... Puede ser, pero creo recordar que en la novela ya se describe a Rooster Cogburn como tuerto.
Y ya que hablamos de Leone, no he podido leer tu artículo; me sale un NOT FOUND como la copa de un pino.
ResponderEliminarMás fácil que los enlaces, que los carga el diablo, ve al blog y en el apartado de "Archivos", dale al más viejo (12/05). Es con lo que abrí la bitácora, y vaya, que no te voy a convencer pero ahí cuento el por qué (a mi juicio) de su forma de hacer paisajes de un rostro.
De lo otro que se comenta, un canon personal es estrictamente eso: personal. Cada cuál tiene su paraíso particular, y es difícil coincidir en todo; pero las diez relacionadas aquí son grandes películas (y casi todas, obras maestras indiscutibles).
César hijo, gracias por poner título a algunas películas que guardaba en la memoria y no tenía ni idea de quiénes eran.
ResponderEliminarMe han dado ganas de revisitarlas. Ahora que soy "mayor" supongo que podré ver algo más allá de las historias que se habían quedado aferradas a mis neuronas...
Nunca me ha gustado John Wayne. Es una manía puramente personal. En cambio James Stewart...
César, tienes que darle una oportunidad a Erase una vez en América, porque hasta el final no se descubre... leches, que tiene su explicación lo que pasa, que estamos viendo cosas que no son, justificaciones, culpas...
ResponderEliminar¿Y qué decir del western en la literatura? Despreciado por ser carne de cañón de kiosco, creo que no se le ha dado el reconocimiento que merece. En la literatura, el western comparte ese sentimiento de "bigger than life" que tiene el cine, pero según mi opinión ofrece algo más. De la mano de José Mallorquí, Antonio Vera o Francisco González el western adquiere múltiples matices, manteniendo siempre su espíritu, a menudo se transforma en novela policíaca, novela de frontera, novela de suspense, novela rosa, novela de humor... Supongo que esto se debía a que ante la ingente producción que tenían que asumir se veían obligados a buscar ideas de múltiples lados. Pero el resultado final es magnífico no es difícil encontrar entre esas pequeñas obras (lo digo por el tamaño) verdaderas jojas como "La venganza de Amarguras" de José Mallorquí o "Aunque no llueva whisky" de Lou Carrigan.
ResponderEliminarNo se puede decir que el western no es la literatura pero qué buenas novelas nos ha dado.
Donde pone
ResponderEliminarNo se puede decir que el western no es la literatura pero qué buenas novelas nos ha dado.
debería poner
No se puede decir que el western es la literatura pero qué buenas novelas nos ha dado.
Pues eso, tengo que dejar de beber.
Una vez más estoy de acuerdo contigo,en la lista de películas y en tus comentarios sobre John Ford.Pero no me voy a quedar con las ganas de recomendar dos grandiosas peliculas del oeste,para mi imprescindibles en el genero;"Johnny Guitar" del maestro Nicholas Ray,una historia de pasiones y odios con la mejor interpretación de Sterling Hayden,a la cual también la debe "El Jinete Pálido" alguna escena,por ejemplo en el comiezo de la película.La otra es "La Venganza de Ulzana" de Robert Aldrich,porque en una antología del Western nunca pueden faltar los Apaches,que de esto sabe un poco nuestro común amigo Alfredo Lara.
ResponderEliminarGracias.
Anónima de las 9:59: John Wayne no era un gran actor (un intérprete versatil), pero sí una gran presencia. Desde luego, no simpatizo con sus ideas políticas, pero protagonizó demasiadas buenas películas como para no apreciarle. De todas formas, estuvo magnífico en "Valor de ley". Te recomiendo que la revisites. En cuanto a James Stewart... bueno, sencillamente fue uno de los mejores actores de Hollywood, un interprete prodigioso, versatil y admirable.
ResponderEliminarrm: te haré caso y volveré a alquilar y ver "Érase una vez en América" (pero pasaré rápido la puñetera secuencia del ring-ring).
Marqués: desgraciadamente, casi los únicos western que he leído fueron los que escribió mi padre, así que no puedo opinar sobre la vertiente literaria de este género. Estoy seguro de que existen magníficas novelas del oeste ("True grit" lo era, si mal no recuerdo), pero no las conozco.
Jesús: me alegro de que estemos de acuerdo, aunque me temo que yo no lo voy a estar con una de tus propuestas. "Johnny Guitar" siempre me ha parecido una película demasiado artificial, demasiado poco creible. Reconozco que tiene secuencias muy potentes y diálogos imprescindibles, pero el conjunto no se me sostiene. Funcionan mejor las partes que el todo. De hecho, debo confesarte que jamás me ha gustado Nicholas Ray, un director que me parece absolutamente sobrevalorado.
Ahora bien, la otra película que citas sí que merecería estar en esta lista. A decir verdad, al principio incluí "La venganza de Ulzana" entre las candidatas a las diez mejores, aunque luego la eliminé con todo dolor de mi corazón porque... pues mira, creo que la eliminé porque sólo la he visto una vez. Pero es una película extraordinaria, sin lugar a dudas; seca como disparo y dura como el acero. Contiene una de las secuencia que más me han impactado en mi vida, ese inesperado y terrible suicidio del soldado. Una joya, sí señor.
Es que cada western es un mundo, y tiene siempre cositas admirables:
ResponderEliminarMás allá del Missouri, con Clark Gable, que siempre me ha parecido una especie de homenaje a Principe Valiente pero en western.
La pradera sin ley, o ese Kirk Douglas maravilloso poniendo alambradas y quitando alambradas todo el tiempo.
El tren de las 4 y 10.
Pasión de los fuertes.
Hombre.
El día de los tramposos
El centro experimental de arte y pensamiento, la Fundación Hispánica y Lord Byron ediciones tiene el placer de invitarlos a la presentación de la de la decimoquinta edición de la antología Nueva Poesía Hispanoamericana, a realizarse el día martes 19 de septiembre del 2006 a horas 8 de la tarde.
ResponderEliminarEl evento contara con la presentación del poeta peruano residente en Madrid Leo Zelada y el crítico de arte español Joan Luis Montane.
Leerán sus textos los poetas:
1.-Jaime B. Rosa (España)
2.-Juan Carlos Gómez Rodríguez (España)
3.- Isabel Blanco (España)
4.- Eduardo Toba (España)
5.- Carmen Real (Argentina)
6.- Alberto Lauro (Cuba)
7.- Mara Romero (México)
8.- Bella Clara Ventura (Colombia)
9.-Carlos Salem (Argentina)
10.-Carmen Rojo (España)
La dirección es Calle San Pedro 22 (por metro Atocha).
Ingreso libre.
Bueno puse Johnny Guitar,pero podía haber puesto "Tierra de Audaces" de Henry King,o cualquiera de Raoul Walsh,por ejemplo "Murieron con las botas puestas",o "Incidente en Ox-Bow" de William a.Wellman,o "Flecha Rota" de Delmer Daves, o "Wichita" de Jacques Torneaur,o "Horizontes de Grandeza" de William Wyler,o "Estación Comanche" de Budd Boetticher, o "Los Profesionales" de Richard Brooks,o "El Último Mohicano" de Michael Mann,como verás todos son directores que no entran en tu lista ¿Porque en vez de 10 no la ampliastes a 25 Western.Y por último una recomendación,ver "El hombre de una tierra salvaje" de Richard C. Sarafian,salen una cantidad de Indios tan bien ambientados que sólo por eso la recomiendo (No se si estará disponible en DVD).
ResponderEliminarSe me olvidaba incluir en la lista a John Huston que rodó varios Western pero yo recomendaría "El Tesoro de Sierra Madre" aunque no se la considere western.
rm & Jesús: está claro que muchísimos buenos western se han quedado fuera. Y no hice una lista de 25 porque quería comentar un poco las películas y hablar de 25 era un poco excesivo. Pero hay muchas más, por supuesto. Como "Caravana de mujeres" (William Wellman), "Veracruz" (de Antonhy Mann, con una guapísima Sara Montel) o ese western casi metafísico que es "El árbol del ahorcado" (Delmer Daves). Y puesto hablar de westerns extraños: "El topo", de Jodorwsky, ni más ni menos que un western alquímico.
ResponderEliminarCometieron dos errores…
ResponderEliminarMe parece mentira que la razón de vuestras palabras cuando dicen que hay westerns mejores que las pelis de Bergman y demás directores "cultos", acabe por convertirse en la sinrazón de calificar de cutre al spaghetti western de Sergio Leone. Los pecados que reclamáis en la primera frase, la vanidad y el narcisismo de los que creen que lo suyo es lo mejor, son vuestros pecados en la segunda.
Consideráis mejores eses cientos de calcos de película de héroe superbueno y divinamente justo que emprende cruzada contra todo lo que se le rebela, lo cual por supuesto es de una maldad diabólica, sean indios, mexicanos, cuatreros o lo que se le ocurra al héroe. Para mí todas esas pelis no son más que cuentos de hadas... por favor, los justos pegando tiros en la frente de los injustos y que vayan al cielo por ello... Sinceramente, no me lo creo, no creo en cuentos de hadas ni en héroes de papel.
No hay ni la millonésima parte de realidad en el western clásico si lo comparamos con el que decís "cutre" spaghetti western. Tal vez el Spaghetti fuese cutre, pero creo (y no puedo afirmarlo porque no he estado allí) que el Oeste de la realidad era también bastante cutre. Viendo como es en la actualidad no le queda más remedio a uno que pensar eso.
Durante mis años de vida nunca me encontrado a un John Wayne dispuesto a dar su pellejo por las injusticias (lo de dar su pellejo es un decir, porque es tan tremendamente bueno en lo suyo que ni el mismo diablo podría hacerle un rasguño al cabrón). Pero abofé que sí me he encontrado a cientos de Buenos, de Feos y de Malos, de tabernas cutres y de forajidos mal nacidos sin la mitad de los dientes y con pinta de mejicanos. Pero si vivo rodeado de ellos! y no vivo precisamente en la frontera.
Por otro lado, supongo que hay mentes veloces para las que la que esperar a que cojan el teléfono al señor Leone puede ser un ejercicio de paciencia semejante al de los monjes shaolin allá en su templo. Me pregunto si las personas de mentes tan ávidas no tendrán demasiada prisa por ver cómo el bueno de Johny coge de una puñetera vez su fusil y se carga a todos esos puercos forajidos sin alma y sin perdón...
Por mi parte, no me importa esperar unos minutos por ver al fin cual de los dos puercos da la primera mordida para acabar de una sola vez y para siempre con el aliento del otro. Del otro animal despiadado y carnívoro que dícese que una vez fue un niño triste y solitario que vio cosas que jamás debería haber visto.
Al fin y al cabo llevo esperando y entrenando toda mi vida para venir a vengar junto al mismísimo Satanás los pecados de Sus Hijos. No tengo prisa.
No he venido a jugar al póker ni a beber güiski. He venido a matar a un hombre. A uno que debe morir, como hice yo una vez hace mucho tiempo ante su pálida mirada.
La Muerte no es cosa que se deba tomar con prisa. Más que nada porque La Prisa jamás es buena consejera de La Eternidad.
Y el que esté libre de pecado, que tire la primera bala...
Saludos de Tomi Verceti.
He empezado a leer los comentarios por casualidad, y aunque lo de las listas y las comparaciones es bastante artificioso, personalmente prefiero "Solo ante el peligro" a varias de las películas que habéis mencionado, incluyendo alguna de Eastwood. Sin más...
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. A mí también me parece bastante mejor que "El jinte pálido", e incluso que "Sin Perdón". Las dos me parecen buenas, pero me parece que hay excesiva tendencia a elevar al altar de los clásicos a algunos directores y a olvidar a otros que siendo más "mediocres" tienen alguna obra maestra. "Solo ante el peligro" lo es. Y hablando de "Sin perdón", si se le aplicara el bisturí como es debido, atufaría un poco el didactismo de alguna de sus escenas y ese final que para una película crepuscular no es excesivamente atinado. Para western crepuscular, "Grupo Salvaje".
ResponderEliminarLa verdad es que es una enumeración de 10 muy completa. Una alegría ver además de las míticas de Ford que suelen estar en todas, Raíces profundas y Grupo salvaje.
ResponderEliminarCreo que falta una indispensable: El hombre de Laramie.
Saludos.
Estupendo post. Ha sido como la magdalena de Proust, decenas de imágenes me han llegado a la cabeza, corriendo atropelladas como una manada de mustangs. Por otro lado creo que, donde no llega el cine en los últimos tiempos, está llegando la televisión. Y para ejemplo, las dos primeras temporadas de Deadwood, llenas de ruido, furia y belleza y la épica miniserie "Into the West". Saludos!
ResponderEliminarDicky del Hoyo: Gracias por tu opinión. En efecto, la excelente serie Deadwood reune los mejor del western. La miniserie que mencionas no la conozco.
ResponderEliminarExcelente tu texto. Viendo que le tema Leone está creando polémica me uno para dar mi opinión. Creo que Sergio Leone no se le puede incluir en la categoria spaghetii Western sólo por estar producida en España. El spaghetti Western evoca otras características de baja calidad y cutrez que, sin duda, Sergii Leone no cumple.
ResponderEliminarHola, he leído tus apreciaciones y, no concuerdo con con las que haces hacía el Western Italiano. Si bien es cierto este es un genero nacido a la sombra de la tradición norteamericana, no por ello es "cutre". Los gringos nunca mostraron la realidad del lejano oeste hasta ahora pues las peliculas de Ford sólo nos muestran un oeste donde los indios son malos y el polvo, las penurias, el bandidaje y todo lo que implica una tierra sin fronteras ¡No existe! Es verdad que el spaghetti western es a veces demasiado exagerado pero, no hay que olvidar que los americanos lo copiaron y les sirvió para reflotar el suyo. Despues de muchos años el cine yanqui se dió cuenta que lo mejor era mostrar la realidad y, ello comenzo a partir de la serie televisiva "Lonesome Dove" y la peli de Costner "Danza con lobos".
ResponderEliminarChristian Muñoz
Mis Conocimientos del western no son tan avanzados como los que aki mostrais, os agradezco un gran nº d pelis ke abeis enumerado y ke korrere a buscar, pero e tenido a bien recordaros tres peliculas que no habeis nombrado y cuya calidad o interes me parece a resaltar, no entre esas 10 pero sí entre los mejores mwestern:
ResponderEliminar-Un hombre yamado caballo ( y la 2ª parte)
-2 mulas y una mujer
- Río Lobo
Aquí las dejo nombradas x si alguno aun no las abia visto, la verdad yo soy un aficionado de Clint en esta pelicula es un crakc¡¡, y ay ke ver los golpes de humor que tiene.
Sin mas un abrazo compis¡¡
Ya siento disentir, pero es que soy defensor de causas perdidas.
ResponderEliminarEs una pena como lo que por una u otra razón nos gusta, nos lleva a la idealización y al fanatismo. Y ensalzar desmedida y desproporcionadamente al asunto y a las personas.
Como en todas las páginas de la Historia, y en ésa no podía ser menos, los protagonistas oficiales fueron en su mayoría unos asesinos y ó genocidas sin conciencia (empezando por Custer, etc. etc. etc.). A pesar de ellos, admiramos el verdadero heroismo, de la gente "de a pié" en busca de un lugar donde vivir. Masacrados a cientos y aún a miles,en general,no por los indios, sino por los poderosos con la anuencia, cuando no ayuda directa del propio gobierno, pardigma de las libertades "JÁ ¡¡" (masacre de colonia de rusos a manos de las compañias ganaderas con participación del ejército, masacre de huelguistas del ferrocarril por el ejercito, esclavitud de trabajadores chinos en el ferrocarril, etc. etc. etc.)
De niño, lo que me atrajo, de éste tipo de películas fué la cultura de los nativos americanos. Por éso no he dicho westerns. Me parece que la riqueza de éste cine fué y es, por un lado la magia del descubrimiento de un "nuevo mundo" con sus maravillosos paisajes del Norte y Noreste en su inicio principalmente, con sus inmensos lagos, imponentes nevadas montañas, inacabables bosques que presagiaban un nuevo "paraiso" primitivo, donde era posible vivir directamente de la ubérrima naturaleza, volviendo por ende a la inocencia perdida, y los valores e ideales de una sociedad, autosuficiente elemental y solidaria. Al misterio y la fascinación de las nuevas culturas, con su colorista deslumbrante y preciosista plástica (del Norte insisto). Tanto en su vestuario (penachos, flecos,abalorios, etc.) como en su "arquitectura" móvil (wingams), estable (edificios comunitarios),totems, canoas de abedul, etc. etc.
De hecho inmediatamente me decanté por los nativos, en contra de los invasores sajones. A pesar de la porquería que, para justificar la atroces invasiónes, se han vertido contra los citados habitantes del país.
Es bochornoso e indignante, como nos han intentado (y conseguido) alienar, con una sarta de mensajes racistas hasta el delirio, machistas como de juzgado de guardia, y más falsos que los duros sevillanos. Saben, por ejemplo, que la costumbre de arrancar la cabellera fué una exportación europea, como justificante para el abono de la correspondiente prima, a tanto el enemigo muerto ??.
Incluso dejando consideraciones sociales aparte. La "pobretería" de la mayoría de las películas situadas en el Sur oeste, como mucho de las llanuras centrales, nos ha mostrado en general la cara más deprimente de ésas maravillosas tierras (con mis respetos a todos los lugares del pais). Y todo por mor de la baratura de la producción ( Cercanía a Hollywood, clima más seguro para rodar, solucionar con un simple "trapo" en la frente la etnia nativa de apaches y mescaleros).
Si hablamos de los pueriles argumentos (en general con final feliz incluido)para que contar. Incluido el señor Houston y demás "glorias".
Y que decir del racismo vomitivo ..
Se han percatado que no se permitían las parejas mixtas, salvo por un rato ??
Es cierto que por el "morbo" siempre aparecía la preciosa y exótica india, pero que de una manera ú otra acababa muriendo por defender a su amado, a manos de sus propios congeneres. Me dirán, entre otras, en "bailando con lobos" no moría ¡¡. Sí señores pero, oh ¡¡ casualidad, la chica no era india sino blanca raptada, ó como mucho mejicana, eso sí con alcurnia de ricos hacendados importantes, con raices europeas (que dá "tono").
Y no menos vomitivo, el que no exista, que yo conozca, ni una sola película con protagonismo exclusivamente nativo. Siempre tiene que haber un "mesías" blanco para conducir a los pobrecitos indios (Kevin Costner, James Stewart, Clark Gable, Charlton Heston,etc. etc. etc.).
Y que me dicen del ensalzamiento militar-patriotero. Es como de verguenza ajena. Por cierto, saben Uds. que por cada vez que aparece la bandera americana en pantalla, el Gobierno USA, abona un cánon de premio, a la promotora de turno?.
Con unas cosas y con otras, el defender los guiones del genero, es como de risa.
Pues a pesar de todo ¡me gustan¡. En ocasiones por mérito de los cámaras, que han sabido sacar panorámicas espléndidas hasta de de los terrenos más inhóspitos(atardeceres, nevadas, etc.).
De cualquier modo, existen películas, que con todas las resevas de un estudio más serio, parece que han intentado hacer un trabajo con algo de dignidad. Con méritos especificos, entiendo yo, más que sobrados por encima de los "iconos" del género. Y que merecerían estar a la cabeza de cualquier lista que se haga.
Por ejemplo, según me vienen a la memoria, y no por orden de mérito.- El último mohicano. El hombre de una tierra salvaje. Un hombre llamado caballo. Los que no perdonan. La venganza de Ulzana. Gerónimo (al parecer,no la he visto aún). Jhony dos sombreros. Sólo ante el peligro. Cheyyene autum. Apache. etc. etc.
Desde luego por delante de las que se viene comentando.
Anónimo de las 3:00: En principio, te diré que estoy muy de acuerdo con los aspectos éticos que planteas. o obstante, me sorprende ese rechazo frontal a mi selección de títulos, porque sólo en tres de ellos intervienen activamente las culturas indígenas. "La diligencia" es un western absoltamente clásico y en ella los indios interpretan el clásico papel de malvados. Sin embargo, "Centauros del desierto" contiene un claro mensaje antirracista. Y "Jeremiah Jonhson" es un canto a las culturas autóctonas. En los demás títulos, los indios no aparecen o lo hacen de forma secundaria.
ResponderEliminarDe todas formas, niego la mayor. Estamos hablando de cine, no de moral. Una película puede ser éticamente intachable y, al mismo tiempo, una pésima película. Y viceversa. Por ejemplo, "El triunfo de la voluntad", de Leni Riefenstahl, es moralmente vomitivo. Pero, al mismo tiempo, es uno de los mejores documentales de la historia.
Sencillamente, hablamos de asuntos distintos.
De "Ánonimo de las 3:00 h. AM" contestando brevemente a César.
ResponderEliminarEl escribir de prisa es lo que tiene, que meto la pata sin querer.
Disculpas.
No era mi intención enfrentarme a tu opinión. Sino dar otra-mi versión de la cuestión.
Solamente el hecho de que hayas promovido la lista ya es de agradecer, por todos los aficionados al tema. Así que gracias otra vez.
Me explayaré más adelante. Solamente quiero puntualizar que sí hablamos de lo mismo. Al margen de mis complementos filosóficos. Intentaré explicarme del porqué de mis reparos desde el punto de vista exclusivamente cinematográfico. Aunque no sea fácil, al menos para mí, separar ambos aspectos.
Hasta pronto un cordial saludo.
Pd.- Me ha gustado lo de "anónimo de las 3:00", suena cinematográfico.
La verdad es que hice un intento de registrarme, pero me rechazaba el Correo electrónico aduciendo que ya existía uno igual, me habré registrado en sueños ??. Insistiré
Sin menospreciar tu lista, que son todos unos clásicos y auténticas obras de arte, yo incluiría "El Bueno, El Feo y El Malo" y "La Muerte Tenía Un precio" (Soy Leonista, Morriconista e Eastwoodniano)
ResponderEliminar¿Qué cuales quitaría de la lista para meter estas? no se, jeje
Venga, un saludo.
El bueno: toda lista es traicionera e injusta. Sin duda, son todos los que están, pero no están todos los que son.
ResponderEliminar"Anónimo de las 3:00 h."
ResponderEliminarHóla otra vez.
Un comentario corto.
El otro día ví "Dead man".
Me pareció muy muy interesante (de las "de ver")por varios motivos.
Algunas "pinceladas":
Por un lado la originalidad del guión.Ése viaje iniciático no buscado por el protagonista. Me parece de lo mejorcito que he visto. Intentos con mucho más presupuesto han naufragado totalmente("Teniente Blueberry", etc.)
Por otro la ambientación, junto con la fotografía en B/N me trasladaba, sino al tiempo real, si al recuerdo trasmitido por las fotografías (daguerotipos)de la época.
Otro valor a señalar, la desmitificación de los personajes (quizá en exceso caricaturesca ??).
tanto de sajones como nativos. (Simplemente el gesto desilusionado y despectivo de los nativos ante el supuesto épico personaje, me pareció genial).
Tambien importante, de como la creación de los mitos y las leyendas son fruto de la casualidad y las circustancias, y en ningún caso de los méritos del personaje.
La banda sonora, me dejó en la duda, si era necesaria tanta reiteración. De cualquier modo conseguía su propósito.
No obstante dejo a la mano de personas con más dedicación y conocimiento (a demostrar)la valoración de ésta película.
Un saludo
P.D.- Perdonad los errores que por la premura cometo. Es "Billy dos sombreros" y no Johnny como escribí, etc.
Anónimo de las 3:00: No he visto "Dead man", pero la veré en cuanto la encuentre. Gracias por tu recomendación.
ResponderEliminarNo pongo en duda que la lista esta confeccionada con títulos de altura y que es imposible hacerla al gusto de todos. Mi humilde opinión:
ResponderEliminar-Donde pusiste Rio Bravo/El dorado, yo más bien pondría Solo ante el peligro/Rio Bravo, más cuando se sabe que una es consecuencia de la otra y donde personalmente me quedo con la primera.
-Me pillas ahora alejado del western, pero no tengo tan buen recuerdo de "valor de ley" (aunque es imposible no recordar al personaje principal). Quizás aqui meteria "Hombre" (una gran película, si pasas por alto el hecho de que Paul Newman interprete a un apache).
- Para mi el pistolero por excelencia es Clint Eastwood, y como "sin perdón" no la he visto (fallo mio) quizás se podria hacer doble esa reseña Shane/el jinete pálido.
En fin dificil confeccionar una lista de 10 películas, con un género con tantos títulos. Saludos
Como por casualidad he llegado al blog, y he estado revisando lo que has puesto y los comentarios.
ResponderEliminarSiempre me ha gustado el western, y creo que hay al menos medio centenar de películas que podrían estar entre esas 10,
Horizontes Lejanos, El hombre del Oeste, o incluso los siete magníficos.
Y otras muchas quizás no obras maestras, pero sí películas dignas. Hoy por ejemplo han echado en television el más valiente entre mil, una de las que menciono.
Valor de Ley yo creo que está entre éstas, sin alcanzar el grado de obra maestra. Pero en general, coincido con la lista inicial.
Y en cuanto a Dersu Uzala, yo también lo veo como un western, como alguien comentó, y además, uno de los buenos.
Pero por encima de todas, como dijeron ya en uno de los primeros comentarios, está Centauros del Desierto. No sólo por su complejidad, sus matices, sus paisajes o sus mensajes. Sobre todo, por su narrativa, incluyendo la visual, que me parece de una belleza tal que no me canso nunca de repetir.
Un saludo desde Valladolid.
Anónimo de las 11:51: En realidad, las listas tipo "diez mejores" no son más que un juego, un pretexto para hablar de ciertos temas, pero está claro que el western ha producido más de diez obras maestras. "Valor de ley" es una película que cuantas más veces veo más me gusta y, sí, la considero una auténtica "masterpiece".
ResponderEliminarPero estoy muy de acuerdo contigo en algo: si me preguntaran cuál es el mejor western de la historia, probablemente respondería "Centauros del desierto", y por las razones que expones. Un saludo.
una pregunta ..y que tal alguna de franco nero?? y bueno que rio bravo tambien pudo estar .... un dolar agujerado es buena tambien ...
ResponderEliminar... les mando un balazo .. perdon un abrazoo...
todo lo que ponen tienen un poco de razon pero nadie me va a negar que clint eastwood tiene la mejor pinta de vaquero, alto. fachero . duro y despiadado,,,, lejos el mejor
ResponderEliminarAnónimo de las 4:38: Sin duda Eastwood está perfecto en sus papeles de duro cowboy, pero ¿el mejor? Hombre, con otro estilo está John Wayne. Y Gary Coooper. Y James Stewart. Digamos que Eastwood está, junto con otros, en el Panteón de los mejores cowboys de la historia.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con la lista. En mi caso mi favorita es "el hombre que mató a Liberty Valance". Aparte de eso debo decir que uno de mis wensters preferidos es un musical "La leyenda de la ciudad sin nombre" para mí magnífica, divertida y con unos personajes increibles
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