miércoles, noviembre 8

Panfletos

Siempre que he hablado de política en este blog me he encontrado con airadas reacciones por parte de algunos visitantes que, sinceramente, no sé cómo ni por qué narices han recalado aquí. Se trata, por supuesto, de gente de derechas, ya que –nunca lo he ocultado- mi ideología (si es que tengo alguna) está escorada a babor. Entiendo que esas reacciones son naturales, sobre todo en un país tan crispado políticamente como éste, pero no deja de sorprenderme su radicalidad. Mejor dicho, no, no me sorprende, pero sí me alarma.

A veces pienso que el siglo XX, sobre todo en su primera mitad, fue el laboratorio donde se ensayaron las dos grandes ideologías políticas surgidas del XIX: el fascismo y el comunismo. Y el gran pecado de la izquierda y la derecha mundiales fue colaborar, o cuando menos simpatizar, con una u otra corriente.

La izquierda, a causa del triunfo de la revolución rusa, volcó todas sus expectativas en el marxismo, olvidando que los regímenes comunistas, más allá de las bonitas palabras y de las bienintencionadas teorías, eran sistemas totalitarios, terribles dictaduras. Luego, cuando los desmanes de Stalin salieron a la luz, los izquierdistas dijeron que aquello era un accidente, un mero escollo en el camino del materialismo dialéctico que nada tenía que ver con la verdadera esencia del comunismo, y se pusieron a mirar hacia otros paraísos proletarios, como China o Cuba. Pero Mao y Castro sólo eran –el segundo sigue siéndolo- dictadores.

En España, durante los años 60 y 70, ser de izquierdas era prácticamente sinónimo de ser comunista. Sólo había un partido potente en la clandestinidad, el PC, y cuantos mantenían posturas antifranquistas militaban en ese partido o colaboraban de algún modo con él. Sin embargo, yo nunca fui comunista. No quería cambiar una dictadura facha por una dictadura del proletariado. Sencillamente, no quería dictaduras. No era una postura cómoda, porque en aquellos tiempos estar en contra del comunismo –y yo lo estaba- era lo mismo que ser un fascista. Afortunadamente, mi simpatía por el anarquismo hacía que mis amigos izquierdistas me contemplaran como si fuera un ingenuo en vez de mirarme como a un gusano.

En cuanto a la derecha, el advenimiento del comunismo fue el pretexto perfecto para clamar por regímenes fuertes capaces de oponerse y derrotar a la “amenaza marxista”. Cuando Mussolini y, sobre todo, Hitler llegaron al poder, no vayáis a pensar que la derecha occidental mostró alguna reticencia. Lejos de ello, la política del Hitler pre-bélico fue saludada con admiración por la mayor parte de los conservadores europeos (incluyendo a Inglaterra y Francia) y norteamericanos. Basta con echarle un vistazo a los periódicos de la época para comprobarlo.

Pero hubo una Guerra Mundial cuyos grandes derrotados fueron los fascismos, así que esta ideología fue desterrada del Primer Mundo, aunque luego proliferó mucho por el Tercero. Desde 1945, en Europa ya no había regímenes fascistas... con dos excepciones: Portugal y España. Así pues, la derecha española continuó vinculada al fascismo hasta la segunda mitad de los 70. Es decir, treinta y tantos años más que sus colegas europeos. Lo cual significa que una parte de la actual derecha española, ésa que hoy se reúne en torno al PP, colaboró, simpatizó o, cuando menos, contemporizó con la dictadura franquista. Y que nadie se rasgue las vestiduras, porque no debemos olvidar que el fundador y presidente honorífico del PP, don Manuel Fraga, fue un ministro franquista. O que don José María Aznar fue de joven un autoconfeso filo-falangista.

Esto no quiere decir, por supuesto, que toda la gente de derechas sea fascista, ni mucho menos. Estoy seguro de que la mayor parte de los conservadores españoles son demócratas convencidos. Sin embargo, la derecha de nuestro país procede, se quiera o no, del franquismo. Ésas son sus raíces históricas y culturales: una dictadura de corte fascista –la última de Europa- que duró hasta hace muy poco. Y parte de los líderes de la derecha se criaron en ese caldo de cultivo. ¿Acaso puede sorprenderle esto a alguien? Lo raro sería lo contrario.

¿A qué viene todo este rollo? Pues a un e-mail que me acaba de llegar y que, por lo visto, anda circulando alegremente por la Red. Permitidme que lo reproduzca, porque no tiene desperdicio.

Alguien de plena confianza me ha hecho llegar este correo ... con que sólo la mitad sea cierto, los próximos meses van a ser muy fuertes (por otro lado, es algo que muchas personas empiezan a asumir como hipótesis muy probable):Según fuentes fidedignas de una amiga de mi compañera de trabajo, que está muy, muy metida en política, Pedro J tiene todas las pruebas que involucran a Marruecos, a ETA y al PSOE en el 11 M. La cosa fue así: Marruecos quería atentar contra el gobierno de Aznar. Intentó la operación de Perejil, pero Aznar llamó a Bush y éste la frustró. Entonces se pusieron en contacto con ETA. Junto con ETA organizaron y planificaron el 11M. El PSOE se enteró de todo a través de los infiltrados que tiene en ETA y Zapatero autorizó y propició la situación para que el atentado se llevara a cabo a cambio de que se hiciera el día 11 de marzo de 2004 para poder disfrazarlo de castigo islamista a Aznar y así ganar las elecciones. El PSOE es posible que no supiera la magnitud que iba a tener el atentado, pero lo autorizó. Pedro J dispone incluso de una grabación en la que Pepiño Blanco le dice a Rubalcaba "ya está todo listo, se han tragado lo de los islamistas... hemos ganado las elecciones". Pedro J está amenazado incluso por Zapatero, pero él dice que no tiene miedo, que a él le pueden matar pero que lo que nunca podrán es matar a su periódico. Tiene un equipo de más de 1000 personas investigando el 11M, en el que hay incluso guardias civiles, agentes del CNI, jueces, etc. Rodriguez Ibarra le escribió una carta diciéndole que si es verdad y todo esto sucedió así, que él pedirá la disolución del PSOE. Le pidió a Pedro J que no publicara la carta. Y todo esto es la razón por la que ya no se presenta a la Junta de Extremadura en las próximas elecciones. El plan de Pedro J, tal y como se lo ha dicho a Jimenez Losantos, es ir sacándolo a la luz todo poco a poco y justo antes de las próximas elecciones dar la puntilla final... Acordáos de las palabras de Luis del Pino el otro día: "todo esto que está saliendo no es nada comparado con lo que va a salir en los próximos meses..."

Os juro que no he cambiado ni una coma. Lo primero que me gustaría señalar es la similitud de esta historia con las leyendas urbanas, sobre todo en lo que se refiere a la fuente de la información: “una amiga de mi compañera de trabajo, que está muy, muy metida en política”. Eso es lo que yo llamo una base sólida para sustentar tamaña conjura. Si lo dice la amiga de la compañera, no hay más que hablar: sin duda, se trata de la absoluta verdad.

En fin, ¿qué puede decirse de este panfleto? Que es pueril, estúpido, torpe e infantil, aparte de obsceno y perverso. De su anónimo autor nada digo, porque locos o canallas los hay en todas partes. Pero, ¿y la gente que lo lee? Ya conozco a más de una persona, en apariencia sensata, que acepta como verosímil toda esa sarta de insensateces, y al parecer –según las encuestas- hay bastante gente –votantes, claro, del PP- dispuesta a aplaudir como verdad irrebatible lo que cualquiera con un mínimo de sentido común consideraría una absurda conspiración de pacotilla no sustentada por prueba alguna.

Ahora bien, los que creen que el contenido de ese panfleto es cierto, ¿qué están creyendo en realidad? Creen que el presidente de su país es cómplice del mayor atentado terrorista de la historia española y co-responsable, por tanto, de más de doscientas muertes. Creen que el principal partido de izquierdas está detrás de ese atentado y debe disolverse. Creen, por último, que el actual gobierno es ilegítimo.

Ya, ya sé que son tonterías, pues sólo alguien muy estúpido puede tragarse algo semejante, pero... ¿no os da un poco de miedo? Se está sembrando demasiado odio y empieza a preocuparme el día que llegue la cosecha. Sinceramente, me parece que la parte más extrema de la derecha española está yendo demasiado lejos.

Como decía Schiller: contra la estupidez, los mismos dioses luchan en vano.

20 comentarios:

Felideus dijo...

Desde hace ya algún tiempo se vienen utilizando medios como e-mails masivos, mensajitos al móvil o bots en los chats, para difundir leyendas urbanas de contenido político. A la gente medianamente informada, o simplemente con dos dedos de frente, este tipo de ruido nos resulta irrisorio o simplemente molesto, pero lo verdaderamente aterrador es que funciona en un elevadísimo porcentaje de receptores, y pronto uno empieza a escuchar toda esta serie de absurdos, como si fueran hechos contrastados, en los corrillos de la oficina, en la calle, o entre nuestros familiares. En otras palabras lo más aterrador para mí, son las altas cotas de estulticia desinformada y generalizada a las que estamos llegando.

Anónimo dijo...

Los seres humanos somos "pueriles, estúpidos, torpes e infantiles, aparte de obscenos y perversos", y por ello las cucarachas dominarán la Tierra.

Quiero decir que:
1.-Los que "tenemos dos dedos de frente" y desconfiamos de lo que leemos (sean panfletos, emails o periódicos serios) somos una alegre minoría.

2.-Es aterrador:
2.1.-La estulticia humana
2.2.-La crueldad humana o a dónde nos llevan los radicalismos, cabezonerías y desencuentros.

3.-A veces creo que rozo el fascismo al pensar que deberían gobernar sólo personas con una cierta inteligencia, algo de cultura, y que hayan pasado un test que garantice una cierta inteligencia emocional.

Si incluso gentes con más o menos dos dedos de frente son incapaces de ponerse deacuerdo en algo tan "simple" como una reunión de vecinos, o en una de aficionados a la ciencia ficción... ¿Qué puedo esperar del género humano en general?

Conclusión: Nos extinguiremos como los dinosaurios. Las cucarachas dominarán la tierra y con razón.

Bambo dijo...

Me parece que leí ese texto en uno de los hilos de la bitácora de Nacho Escolar. Lo copió alguien de los comentarios de otra bitácora -si no me falla la memoria, de la de Luis del Pino, el confabulador conspiranoico por excelencia-.

Con total sinceridad: a mí no me parece que sea muy difícil que existan personas que asuman estas barbaridades como hechos ciertos. Si partimos de la base de que una parte importante de la población no lee habitualmente el periódico, está de más el pensar que estas mismas personas deseen constrastar las informaciones.

No sé si porque no es propio o por culpa de la puñetera cultura judeo-cristiana, tendemos a aceptar siempre las explicaciones más difíciles y más rocambolescas; cuanto más intrincado y complejo sea un asunto, más verdad veremos en él, aunque sea un planteamiento falso e imposible.

Da miedo, sí. Asusta escuchar ciertas tertulias de bar y algunas conversaciones de la cola de la carnicería.

Quizás, los argumentos de películas de intriga, en plan Misión Imposible, han hecho mucha pupa en el imaginario colectivo...

Javier Albizu dijo...

El fanatismo (sea a lo que sea) es el estado ideal de aquellos a quienes les asusta tener ideas propias (y tener que defenderlas)
Es mas facil seguir a otros, que buscar tu propio camino.
Mas facil decir "lo hice porque es lo que tu querias, porque me lo mandaste" que admitir que eres tu quien se ha equivocado.

Mariano Planells dijo...

Desde el primer momento pensé (Como dijo El País) que era obra de ETA. Todo lo que siguió ya se me escapa.
Pero la política de ZP confirma mi creencia inicial.
Cada vez estoy más convencido.
Las consecuencias causan vértigo. Naturalmente, don César.
Siento mucho ser tan crédulo, tonto y no sé que más.

César dijo...

Mariano: disculpa la respuesta tan directa que te voy a dar, pero hoy tengo un ramalazo "House". Verás, yo también creí durante las primeras horas que el 11-M era obra de ETA, igual que todo el mundo en un país acostumbrado a los atentados etarras. Pero luego, sucedieron más cosas, acontecimientos que a ti se te escapan por la sencilla razón de que has decidido ignorarlos. Hubo una investigación policial que a las 24 horas aparcó la via etarra y se decantó por la islámica. Hubo la reivindicación del atentado por parte de un grupo integrista islámico. Hubo un suicidio colectivo de integristas islámicos. Por último, hay una causa judicial que atribuye la responsabilidad del atentado a integristas islamicos y excluye la intervención etarra. ¿Y sabes lo que no hay? Ni una sóla prueba que vincule el 11-M con ETA o el PSOE. Ésas son algunas de las cosas que se te escapan.

Por otro lado, no te puedes imaginar hasta qué punto estoy cansado de esas actitudes tipo "huy lo que me ha dicho, huy lo que me ha dicho...", así que voy a ser sincero contigo. ¿Te sientes en alguna medida aludido por algo de lo que digo en esta entrada? Pues te lo voy a aclarar: si crees que el contenido de ese panfleto es cierto, en mi opinión eres o bien patológicamente crédulo, o tonto, o un canalla. Esto lo digo sólo en el caso de que realmente creas en esa basura, claro. Pero, de verdad, si crees en ella, yo también lamento que seas así. Y lo que me da vértigo es que haya más gente como tú.

Mariano Planells dijo...

Polemizar sobre esto es perder el tiempo. Verás como se saben más cosas sin necesidad de perder el temple.
A tu último párrafo se le puede dar la vuelta en sentido contrario.
En el resto de la entrada me siento identificado en casi todo, incluso biográficamente (soy de la añada del 52).
Pero existe gente que no cree la teoría oficial y no es crédula, tonta ni canalla. (Tampoco daría por cierta la historieta del SMS).
Y no son cuatro desvariados. Son millones.
Por si puede tranquilizarte, soy de izquierdas si esto significa algo.
En mi blog me las tengo con el PP (que han arrasado Ibiza, mi islita) con el PSOE de ZP y con los nacionalistas. Y ¿por qué? Porque no soy crédulo, no soy tonto y no me tengo por canalla.
Del resto, lo decía antes, "de lo que siguió se me escapan muchas cosas".
Con mi más afectuoso saludo, esperaremos noticias.

César dijo...

Mariano: 1. No recuerdo haber perdido el temple. 2. La vuelta se le puede dar a todo, como demuestra el propio panfleto. 3. No me tranquiliza lo más mismo que seas de izquierdas; para serte sincero, me da igual si votas al PC, al PP o a las Panteras Grises. 4. Dices que "no darías por cierta" la historia del panfleto; eso sí que me tranquiliza. 5. Dices que no te crees la versión oficial... pues muy bien, pero como no especificas en qué versión crees, no hay nada que discutir. 6. Dices que hay millones de personas que dudan de la versión oficial, y yo te digo que sí, que es cierto: los millones de fachas que piensan al dictado de El Mundo y de los libelos radiofónicos de Jiménez Losantos. La caverna. 7. No obstante, esperaré impaciente esas noticias asombrosas que harán que las escamas se desprendan de mis ojos.

Anónimo dijo...

Referente a la teoria d ela conspiración, sinceramente no me puedo creer que sea cierta por un motivo claro: ¿creeis que alguien tiene capacidad para montar una historia de ese calibre y que no se le vean las costuras?. Acordaos del GAL montando por el Psoe. Los supuestos cabecillas (amedo & co) se iban de putas y les contaban toda la historia a las señoritas. Joder, de ser cierta la conspiración habrían salido ya no uno sino mil indicios. Demasiada SF. Demasiado rocambolesco. Las cosas suelen ser más simples.

Ya en cuanto a que todos los que leen el mundo sean unos fachas, no estoy muy seguro. En eso Fray Cesar a veces me pareces demasiado maniqueo. No creo que la derecha española sea toda fascista. Creo que de alguna forma en la dictadura de Franco, al final, había en la sociedad española una clase burguesa, conservadora, que soportaba mirando a un lado, pero que no eran en todo simpatizantes del franquismo excepto en esa seguridad social, monolitica y despreocupada de la clase a la que pertenecían. Por eso no acabamos matándonos al final del 75, ni en el golpe de estado, porque esa derecha fascista de la que hablas era una porción pequeña de esa derecha, de ese grupo social que vota a AP o PP.

Por otro lado, sí creo que el PP tiene una politica de crispación demasiado notoria, demasiado evidente. Es algo estridente. Una política de ir a por todas de la manera que sea que realmente no creo que beneficie a nadie, y menos a ellos mismos. Pienso que han perdido el norte.

Y así está el patio señores. Revuelto.

Anónimo dijo...

Personalmente no tengo tiempo que dedicar a la gente que clama diciendo que quiere que se descubra “la verdad” cuando lo que están diciendo es realmente que no están dispuestos a admitir otra verdad que la que ya han decidido previamente, que casualmente es la que favorece determinados intereses políticos.
Lo he dicho antes y lo vuelvo a decir, suponiendo que el atentado lo hubiese cometido ETA, nos encontraríamos con que apenas unas semanas antes el Partido Popular hablaba de una ETA contra las cuerdas. Dando por buenas las teorías conspiranoicas, unas semanas antes el gobierno del Partido Popular estaba desinformando a la opinión pública de la forma más grave e intolerable. Con amigos así no hacen falta enemigos.

Anónimo dijo...

César, es verdad que los lectores de El Mundo y los creyentes en este tipo de e-mails no son sólo de derechas.

Lo que ya no so sé es si eso ocurre por por estulticia, por haber visto demasiada televisión, o porque sencillamente hilan una idea con otra en una dirección que a nuestra mente les parece imposible seguir...

Anónimo dijo...

Yo no creo que "Los que "tenemos dos dedos de frente" y desconfiamos de lo que leemos (sean panfletos, emails o periódicos serios) somos una alegre minoría". A lo mejor soy un "optimista antropológico" pero creo sinceramente que no es así, lo que pasa es que los que creen cosas como las del panfleto ese son muchos(es cierto) pero, sobre todo, hacen más ruido y por eso parece que son más, pero no creo que sea así en realidad (aún) y la prueba la tuvimos en las últimas elecciones generales.

Si que es probable que la cosa vaya a peor y el número de ese tipo de personas vaya aumentando y sólo se me ocurre un remedio: la educación. Para mí, que soy licenciado en Historia, una de las causas (no la única pero sí una de las principales) es clarísima: la devaluación cada vez mayor de la asignatura de Historia en la enseñanza actual. Y ahora me permito citar unas palabras de ese gran pensador que fue Julián Marías:

"Se ha logrado que la ignorancia histórica, incluso entre los “cultos”, sin exceptuar los universitarios, sea incomparablemente mayor que en ninguna otra época próxima. Ya era deficiente la visión abarcadora del mundo –por lo menos del mundo occidental-: eran pocos los que podían tener una idea aceptable de lo que sucedía simultáneamente en varios países de Europa y América, cuáles eran las “correspondencias” en un mundo unitario en tantos aspectos.
Pero faltaba un refinamiento: la eliminación de la secuencia temporal. Mejor o peor, las personas con un mínimo de conocimiento habían vivido en una estructura definida por el “antes” y el “después”, y acaso sus distancias. Es decir, se veía el mundo como una ordenación temporal dentro de la cual se podían entender las cosas. En un número increíble de casos, esto ha desaparecido. Hay personas que conocen los nombres de Carlomagno y Napoleón, pero no saben cuál es anterior, y por supuesto ignoran los siglos que los separan.
Lo que me parece inquietante es la repercusión de todo esto sobre la vida misma. La eliminación de la historia es devastadora para todas las disciplinas, automáticamente rebajadas, y sobre todo, en su nivel de inteligibilidad. Pero la consecuencia más grave es que produce un efecto de “desorientación” radical. La mayor parte de los hombres de nuestro tiempo, literalmente no saben dónde están. Y con ello están dispuestos a creer que están donde les digan. La inevitable consecuencia es la inmensa capacidad de manipulación."

Los que hemos estudiado Historia con los planes antiguos, antes de que cada comunidad autónoma campase a sus anchas en la elaboración de los temarios de Historia, sabemos cómo llegaron muchas veces los fascismos al poder, utilizando y subvertiendo los propios mecanismos democráticos y podemos apreciar las señales de alarma, algo que dentro de muy poco, los jovenes que salgan de nuestro sistema educativo serán incapaces de hacer, y ahí está el verdadero peligro.

Anónimo dijo...

No es que se haya eliminado la memoria histórica: es que colectivamente tenemos la memoria de un grupo de peces de colores.
Las teorías conspiranoicas se han ido sucediendo como relámpagos durante los últimos meses y las nuevas borran y sustituyen a las anteriores de forma Orwelliana. ¿Nadie recuerda el informe publicado en portada del mundo según el cual había habido un engaño y una manipulación porque los expertos identificaban los explosivos * por el olor* y el olor en concreto era inconfundible? ¿Es que un medio de prensa puede decir semejantes mamarrachadas y esperar que su credibilidad quede incólume?
No sé si los lectores de “El Mundo” son de derechas o de izquierdas ni me importa. Lo que sí se es que tienen una tolerancia extrema hacia el sensacionalismo.

Anónimo dijo...

Sí, lo de la tolerancia extrema al sensacionalismo es cierto. El tema es que se han metido en unos derroteros del que ya no pueden salir, y tienen que persistir en lo mismo

Edu dijo...

Hace poco, en una comida de negocios, una de los que invitaban, muy de derechas él, declamaba sobre la conspiración, sobre lo que decía Los Santos, el ácido bórico, etc.

En un momento dado, uno de los de la mesa le hizo una pregunta a sopetón "tú, ¿de verdad te crees la historia esa de ETA y el 11M?".

El otro tardó medio segundo en reaccionar, en seguir con el libelo y el machamartillo. En ese medio segundo, le traicionó su cara, invadida por una expresión sincera, terriblemente sincera. Le habían sorprendido con una pregunta que no se esperaba, y contestó su corazón. No, no se lo creía, lo cuál lo vuelve todo mucho más negro, mucho más terrible.

Como sucede a menudo, aquellos que claman contra un crímen (en este caso manipular a las víctimas de la violencia), son los primeros dispuestos a cometerlo.

Unknown dijo...

Lo terrible de todo esto es que se hayan cruzado todos los límites de lo que uno entiende por "hacer política", y que tanto unos como otros ya no se limiten a mentir al electorado y a ridiculizar los resvalones ajenos, sino que ahora lo que se lleve sea algo más parecido a una lucha de gallos encarnizada y cruel, malvada, en la que utilizan el odio como herramienta para poder medrar y con el único objetivo de llegar al trono. Aquí no hay nada de afán de búsqueda de la verdad, pero desde hace mucho tiempo.

Lo que a mí me da miedo no es que personas de todo nivel intelectual lean la memez esa que has colgado y se la crean. A mí lo que me da miedo es que la escalada en el uso del odio al otro sigue y sigue y no tiene visos de detenerse; el día en que el zapping nos muestre cómo se pegan los unos a los otros en el congreso nos reiremos. Pero ¿luego qué? ¿A las calles?

((uno que votó por última vez en su vida hace tres años))

Anónimo dijo...

Francamente Victor, con todos sus errores e insensateces, el Psoe no esta haciendo nada que se acerca, ni de lejos, a la campaña conspiranoica sobre el 11-M que no duda en desprestigiar y hundir a quien haga falta para salvar una gestión errónea.
No puedes medirles a los dos por el mismo rasero.

César dijo...

Felideus: pues sí, la situación que expones es precisamente lo que me preocupa. Incluso la propaganda más absurda hace mella en quien está dispuesto a creerse cualquier argumento, por estúpido que sea, siempre y cuando sirva de apoyo a sus ideas preconcebidas.

Anónima de las 9:59: la naturaleza humana es deleznable, de acuerdo, y las cucarachas no sólo dominarán la tierra, sino que la dominan ya. Lo terrible es que incluso gente con “dos dedos de frente” se muestra dispuesta a tolerar campañas difamatorias tan peligrosas como ésta.

Bambo: lo paradójico de las teoría conspiratorias es que la falta de pruebas se convierte en una prueba a favor. Una conspiración es, por naturaleza, oscura, así que, para la tortuosa mente de los sofistas conspiratorios, cuanto más oscuro, indemostrable e improbable es algo, más posibilidades hay de que sea cierto.

Julián: interesante el enlace que aportas, y muy atinado. Por cierto, me alegro de volver a verte por aquí.

Javier Albizu: tienes razón, el ser humano es gregario y muy vago a la hora de tener ideas propias. La gente, en general, intenta mimetizarse con la masa; y siempre, por supuesto, se ha perseguido al diferente.

Mazarbul: exacto, tu argumento es el que yo siempre he considerado definitivo para dudar de las conspiraciones. La posibilidad de mantener en secreto algo es inversamente proporcional al número de personas que conozcan ese secreto. Las conspiraciones siempre se presentan como perfectas maquinarias de relojería que funcionan sin el menor error, cuando la naturaleza humana tiende más a cagarla que a otra cosa. ¿O qué pasa, que la Ley de Murphy no se aplica a las conspiraciones?

Por otro lado, yo en ningún momento he dicho que todos los lectores de El Mundo sean unos fachas. Por favor, no soy tan maniqueo. Aunque, eso sí, todos los fachas (que leen periódicos) leen El Mundo, El ABC o La Razón. Y, desde luego, todos oyen la Cope. Tampoco he dicho que toda la derecha española sea fascista (aunque lo fue), pero es innegable que hunde sus raíces en el fascismo, como lo es que una parte, si quieres minoritaria, de la derecha integrada en el PP es claramente extrema derecha.

Y sí, al final del franquismo hubo una parte de la derecha que se inclinaba por la democracia. Pero, ¿sabes?, creo que las razones de esa derecha eran sobre todo económicas, pues la industria española no podía progresar sin ingresar en el Mercado Común, para lo cual era necesario adoptar un régimen democrático.

Arturo: en efecto, quien decida tragarse esa absurda teoría conspiratoria, deberá tragarse también un montón de paradojas como la que apuntas.

Anónima de las 9:59 bis: joder, qué manía de poner en mi boca palabras que no he dicho. Que no, leche, que no creo que todos los lectores de El Mundo sean fachas. Ahora bien, estoy por conocer a alguien que crea en el contenido de ese panfleto y no sea muy, pero que muy de derechas.

Rickard: agradezco, y alabo, tu comentario, porque estoy totalmente de acuerdo con él. Te diría eso de que quien no conoce la Historia está condenado a repetirla, pero como es un tópico no te lo digo.

Arturo: no se puede decir mejor: “tolerancia extrema con el sensacionalismo”. La pregunta es: ¿por qué tienen esa descomunal tolerancia?

Edu: esa anécdota que mencionas es muy oportuna, pues demuestra que mucha gente está tan dispuesta a creerse lo increíble que, incluso cuando no lo consiguen, simulan que sí. Por cierto, muchas felicidades por el Premio Ignotus que ha ganado tu novela (“Danza de tinieblas”, Minotauro).

Victor: comparto el comentario de a. Todos crispan, es cierto (ahí sale de vez en cuando Pepe Blanco para demostrarlo); pero unos crispan más que otros y, sobre todo, en asuntos demasiado graves.

Anónimo dijo...

De todos modos conviene recordar que la derecha española siempre ha ido de este palo. Hay que "felicitarles" por la actualización desde los tiempos de la "falaz conspiración judeo-masonica" y "en Europa nos tiene envidia" etc.

Anónimo dijo...

Qué fea es la política, que siempre se convierte en sectarismo.

Efectivamente, a las teorías de conspiraciones de la COPE no hay por donde cogerlas, pero también es cierto que a veces el sectarismo nos produce ceguera selectiva.

Por buscar un ejemplo más cercano en el tiempo que los atentados de Madrid: cualquiera que oyera la SER se creería que este verano el PP se dedicó a arrasar Galicia para perjudicar políticamente al PSOE.