jueves, mayo 8

Hiyab

El domingo pasado leí en el periódico un reportaje sobre dos chicas árabes (o de origen árabe) que viven en España. Una, llamada Mariam, lleva habitualmente hiyab, el pañuelo con el que se cubren el cabello las mujeres musulmanas; la otra, llamada Aya, no. Ambas, según afirman, tomaron la decisión de llevarlo o no voluntariamente. El reportaje se centraba básicamente en la peripecia de Mariam, una diplomada en óptica a la que le costó muchísimo encontrar trabajo precisamente por llevar el hiyab. Supongo que el artículo pretendía hacer hincapié en lo intolerante que es nuestra sociedad, pero ¿eso es cierto? ¿Se trata de un flagrante caso de intolerancia?

La ropa, la vestimenta que usamos, no es neutra, habla de nosotros. No es lo mismo llevar un traje de Armani que llevar unos vaqueros y una chaqueta de pana, ni son lo mismo unos zapatos Camper que unos Castellano; cada prenda dice algo distinto de quien la lleva. De hecho, la ropa sirve muchas veces para definirnos e identificarnos. Si vemos por la calle a un tipo rapado, con ropa paramilitar y botas Doc Martens, sabemos que es un skin head; si va de negro, con alzacuellos, es un cura; si va de verde, con galones y gorra, se trata de un militar; si lleva un polo Lacoste, pantalones de pinzas y un pullover de Paul & Shark sobre los hombros, es un pijo. La ropa habla, dice cosas y, sobre todo, las dice públicamente, para que los demás nos enteremos. La ropa es una proclamación; a veces de algo insignificante y en ocasiones de algo sustancial.

Entonces, ¿qué dice el hiyab de una mujer joven, educada y de clase media que ha elegido voluntariamente llevarlo? A mi modo de ver, dice lo siguiente: “Soy profundamente musulmana; tan religiosa soy y tan convencida estoy de mis creencias, que modifico mi aspecto llevando puesta una muestra externa y bien visible de mi fe para que todo el mundo lo sepa”. Probablemente dice más cosas, pero basta con esto.

Antes de seguir, una aclaración: creo que todo el mundo es libre de ir vestido como le de la gana, aunque pondría como excepciones el velo, el burka o cualquier otra prenda que oculte el rostro, pues en nuestra cultura es muy importante la identificación por los rasgos faciales. Pero, por lo demás, que cada cual vista como le salga de las napias. Además, habiendo afirmado que la ropa habla, defender la libertad de vestimenta es lo mismo que defender la libertad de expresión. Ahora bien, igual que uno debe asumir las consecuencias de lo que dice verbalmente, también debe asumir las consecuencias de lo que su ropa dice visualmente.

Mariam buscaba trabajo en una óptica; es decir, un trabajo de cara al público. Los dueños de las ópticas no la contrataban porque pensaban que el hiyab podría ahuyentar a los clientes. Bien, seré sincero: yo tampoco la contrataría, y no sólo porque pudiera espantar a la clientela, sino porque no querría tener en mi establecimiento una muestra ostentosa de ninguna religión. Un momento, dirá alguien: ¿qué pasaría si la chica, en vez del hiyab, llevara al cuello un crucifijo? ¿Te impediría eso contratarla? Respuesta: no. Igual que no tendría ningún inconveniente si, en vez del hiyab, Mariam llevara media luna de oro colgando de una cadenita. Porque ni el crucifijo ni la media luna modifican el aspecto de quien los lleva, no son “muestras ostentosas”. Incluso pueden ser meros adornos. Pero un hiyab no se presta a confusión: es lo que es y significa lo que significa. Por otro lado, tampoco contrataría a nadie que se empeñara en venir a trabajar con un capirote de nazareno, ni me gustaría tener como dependienta de mi óptica a una monja vestida de monja. La verdad, no tengo el menor interés en mezclar fe con dioptrías.

De hecho, alguien que lleva de forma cotidiana y muy visible una muestra evidente de su fe –aunque ello le cause problemas-, tiene que ser forzosamente una persona muy religiosa, una persona cuya vida y comportamiento están marcados por sus creencias. Y yo desconfío de esa clase de personas, las veo demasiado próximas al fanatismo. Me inquietan. Prefiero a la gente con mayor predisposición a la duda.

Pero volvamos al principio. El hiyab de Mariam dice: “soy musulmana y lo proclamo”. Bien, es un mensaje claro y respetable; cualquiera debe tener derecho a poder decirlo libremente. Pero, ¿qué pasa si no te gusta ese mensaje? Por ejemplo, la ropa paramilitar y las Doc Martens contienen un mensaje que me desagrada, de modo que procuro evitar a la gente que viste así. Un momento, alguien podría objetar que las ideas skin head (si es que a eso se le puede llamar ideas) conducen a la intolerancia y la violencia, mientras que el islamismo es una doctrina espiritual. Sí, podría decir eso, pero se equivocaría.

Mucha gente afirma que el islamismo es una religión moralmente irreprochable, y que quienes actúan violentamente en su nombre no son más que una minoría de exaltados que malinterpretan las escrituras. Quien diga esto, no ha leído el Corán. Yo lo leí hará unos diez años; rectifico, no lo leí entero (porque es un coñazo pésimamente escrito), pero sí lo suficiente para hacerme una idea bastante fiel del asunto. Y se me pusieron los pelos como escarpias. Jamás he visto un libro que incite tanto a la violencia y a la intolerancia. ¿Que contiene preceptos moralmente buenos?, por supuesto, como todas las religiones; pero también contiene preceptos terribles, como por ejemplo la obligación de destruir a todo infiel que no acepte someterse a las leyes de Alá (es decir, la yihad). Y es que la moral que se desprende del Corán no puede ser más hipócrita: cualquier cosa que favorezca al Islam es éticamente buena. “Cualquier cosa”, sea lo que sea. El fin justifica los medios.

Dicho de otra forma: No todos los musulmanes son terroristas, evidentemente; pero no lo son porque no siguen fielmente los preceptos del Corán. Si los siguieran... bueno, mejor ni pensarlo. Y, ojo, me estoy limitando al tema de la violencia, porque si habláramos de la intolerancia... bueno, basta con ver el papel que ocupa la mujer en las sociedades islámicas. Por último, conviene señalar que el islamismo no sólo es una doctrina religiosa, sino también política y legal; vamos, que ocupa todos los nichos de la sociedad.

Así pues, Mariam tiene todo el derecho del mundo a llevar hiyab, traje de faralaes o lo que le venga en gana, pero yo también tengo todo el derecho del mundo a decidir si eso me gusta o no me gusta. Y estoy seguro de que Mariam es una mujer honesta, pacífica y trabajadora, pero lo que dice su hiyab no me gusta un pelo.

47 comentarios:

Anónimo dijo...

Y mi abuela, que llevaba un pañuelo negro en la cabeza, como todas las mujeres de su época y de mi pueblo... ¿qué estaba diciendo con su apariencia? Porque era librepensadora, y batalladora como pocas.
O yo, que no me gusta el paraguas, y me pongo un sombrero cuando llueve...
¡Y qué más dará el disfraz con el que nos protegemos y defendemos nuestra máscara social!

Anónimo dijo...

Tocas Cesar un tema en el que estoy metido hasta las cejas. Por un lado pienso que tienes derecho a contratar a quien te de la gana en tu óptica (lleve hiyab o sea la típica pija más buena quel pan). Pero al margen de que en ese puesto de trabajo quieras un perfil físico determinado (vendes una imagen), creo que en tus consideraciones sobre el hiyab hay unos prejuicios tremendos. No discuto la validez de esa contratacion. Pero presupones que esa mujer es de una forma porque a ti ese pañuelo te hace llegar un mensaje de que es así y así. Pero, ¿y si no fuera así?. Y si esa mujer fuera una tia de puta de madre con la que pudieras tener una relacion de amistad o de trabajo sin problemás? ¿A tí qué sus creencias?. Mientras no se meta con nadie... ¿O es que todos hemos de ir igual, vestidos con el mismo santo?. Yo no lo creo.Lo difícil es quitarse los prejuicios (y yo tengo muchos, hablo por mí mísmo el primero, un tipo de skin por ejemplo de me aterra).
¿De qué tienes miedo? Conócela, a lo mejor esa mujer lo único que quiere es sentirse mejor, o no perder su esencia. Quizá hasta se sienta amenazada. Se que lo que digo da para mucha conversacion, pero piénsalo.
Por otro lado, para ser de izquierdas has escrito un post muy valiente, sin tópicos y diciendo lo que piensas. Con un par. Me ha gustado aunque no estoy de acuerdo en algunas consideraciones.
Mazarbul

Manuel dijo...

En primer lugar, el islam no tiene símbolos salvo la media luna. Recuerda que es una religión profundamente iconoclasta. El hiyab no es un símbolo islámico como pueda ser símbolo cristiano la cruz, con la que impropiamente se la compara a menudo.

El pañuelo de marras tampoco es una imposición traída por el advenimiento del islam. Estaba presente ya en la vestimenta de los pueblos árabes o arabizados porque ya formaba parte de su cultura todo lo que rodea la prenda: el atractivo sexual del cabello femenino y la "necesidad" de reprimirlo para no alentar la líbido del macho. El islam lo aceptó y promovió porque estas costumbres eran congruentes con sus valores (como no podía ser de otra manera, habiéndose gestado el islam en el seno de esa cultura). Eso sí, a caballo de la religión se exportó a otros pueblos no árabes.

Ahora hay que intentar entender el pudor de una mujer musulmana cuando no lleva el hiyab: sentir las miradas reprobatorias de las otras mujeres y las miradas reprobatorias y/o lujuriosas de los varones de su comunidad.

Imaginemos que en España se produce una crisis económica muy gorda (¡caramba! ¡qué coincidencia! que dirían Les Luthiers...) y tenemos que emigrar en pateras a un país más próspero. Creemos un país imaginario, donde la vestimenta de las mujeres descubre sus tetas de forma tan absolutamente natural, como aquí se descubre el cabello. Las mujeres españolas emigrantes se encuentran con el dilema de adaptarse a las costumbres locales o taparse las tetas tal y como hacen aquí. Algunas lo harán y otras no, por un pudor atávico de muchos años conviviendo con esa costumbre en el seno de una sociedad de tetas cubiertas. Quizá alguna quiera ir a pedir trabajo a una óptica y lo haga con su sujetador y su blusa y la rechacen por no estar suficientemente integrada, porque su vestimenta "muestra el estigma machista de la sociedad donde proviene (que tapa las tetas por imposición del varón, que no quiere levantar la líbido de otros varones)".

No es tan sencillo...

Emilio dijo...

Islam significa, literalmente, sumisión, en árabe.

De modo que llevar puesto un hiyab no es únicamente decir "soy profundamente musulmana", también puede interpretarse como "soy profundamente sumisa".

Y por eso me siendo incómodo cuando me tropiezo con mi vecina de veinte años y sus vestidos camisón XXL que ya vienen coronados con su tocado para el pelo... Para mí hacer gala de esa indumentaria fantasmagórica tampoco es muy diferente a llevar puesto un bocado de bola.

Todo es denotar lo genuflexo, mostrarse como un sujeto esclavizado y anulado. Lo encuentro muy triste.

Anónimo dijo...

Coincido con usted, don César, en todo su artículo. No obstante la tolerancia es algo muy traído por los pelos. ¿No me ha "amenazado" usted por mi manía de no usar el tuteo en esta web? ¿Cómo se yo que no le estoy ofendiendo gravemente con mi actitudo contumaz? ¿Cómo sabe usted que no me ofende con sus reiteradas ofertas de pasar al tuteo?
Evidentemente no es así, porque aunque no nos conocemos somos de la misma cultura -o de culturas hermanas-. Y el problema es que las personas que llegan NO SON DE NUESTRA FAMILIA CULTURAL. Los problemas de integración que he visto lo han sido por hacer cosas que en nuestra sociedad/cultura no se hacen. O no se hacen EXACTAMENTE así.
Cuando un habitante de Quinchicoto acostumbrado a juntarse cada dos o tres meses con la familia y los amigos celebra una fiesta, hay hasta tiros al aire y se ponen hasta las cejas de licores de alta graduación. Cuando llega aquí y simplemente grita un poco de más en el cuarto piso de un edificio, los vecinos le consideran antisocial.
Quizá habría que explicarle cómo divertirse, pero es algo difícil de explicar. Basta como muestra ver que no somos capaces de explicárselo a la mayor parte de nuestros propios jóvenes, que no saben cómo divertirse tampoco. Aprender a divertirse es un proceso largo y complejo, y algunos nunca aprendemos (me refiero a "nosotros", los "españoles").

Pero esas son, en el fondo, cuestiones menores. Los hijos de esta gente se adaptarán y serán "nuestros". Integraremos algunas de sus costumbres y mis nietos serán medio de allá.

Pero lo del pañuelito en la cabeza es otra historia. No se trata de un tema religioso, sino de un tema de dominación. Veamos:
Mi mujer lleva un crucifijo al cuello, herencia de su abuela. Yo no soy católico, ella a medias, pero lo lleva. No se atreve a ponerse en top less en una playa porque dice que "no las tiene bonitas" (pero no se opone a que yo haga top less, y eso que la tengo bastante grades). A mí no e molesta ni una cosa ni la otra. ¿Porqué me molesta un pañuelito en la cabeza? ¿Dónde está el problema, entonces? ¿No estoy cayendo en una contradicción?
Creo que no. No se trata "simplemente de un pañuelo". Se trata de algo más: se trata de algo que la persona que lleva siente que DEBE llevar para MANIFESTAR algo.
Imaginemos que yo soy un machista recalcitrante. Tengo derecho a serlo. También tengo derecho a llevar una camiseta en la que proclame "Las mujeres son esos seres de cabellos largos e ideas cortas" (Creo que la frase es de Schoppenhauer, pero no se como carallo se escribe "Schoppenhauer").
Imaginemos que llego a mi trabajo en un banco con esa camiseta. ¿Tendría derecho mi jefa a llamarme la atención?
Yo creo que si. Aunque tengo derecho a ir "como me plazca", esa manifestación es contraria a los principios que rigen nuestra sociedad, y por lo tanto no debe ser aceptada en un lugar de trabajo.
Hay vestimentas que son manifestaciones ideológicas. Si te las pones, allá tú. Estarás manifestándote en el trabajo, y puede que a alguien no le guste.
Yo no consentiría el pañuelito de marras. No tampoco consentiría un sombrero judío de los que usan los judíos ortodoxos, ni una pañoleta de las que usaban nuestras abuelas para atender a los clientes...
Si lo usa esta mujer joven es porque la han convencido de que DEBE usarlo.
Y que alguien acepte que DEBE usar determinadas manifestaciones públicas es un problema.
Un problema que crea más problemas.
Y no comprendo como gente que se dice de izquierdas puede defender que haya niñas que se tapan la cabeza en clase "para no encender la líbido". ¿O es que las demás prentende "encender la líbido"? ¿Estaría justificado entonces la violación de un musulmán a mujeres sin pañuelito "porque le encienden la líbido al mostrarle el pelo, las muy putas"? ¿Está esta chica llamando inmorales a las que llevan el pelo suelto? ¿No? ¿No es una cuestión de moralidad, entonces? ¿Es sólo de moda? ¿Y tengo que manifestarme a favor de que lo lleve por una puta cuestión de moda? ¿Es de eso de lo que estamos discutiendo? ¿O no es moda?

Mi mujer ha estado en playas nudistas conmigo. Ella no se ha desnudado. ¿Será una conducta paralela a la que ahora censuro? Creo que no. El nudismo se practica en determinados recintos autorizados. Vas a ellos y sabes a lo que vas. Pero en la sociedad abierta, si vas a una óptica, no quieres encontrarte con alquien que lo primero que te manifiesta es: "Creo que los hombres sois tan tontos que si no escondo mi pelo te daría ganas de violarme porque eres un cerdo".

Soy de izquierdas. Creo en la tolerancia, pero creo que la tolerancia con las religiones debe ser muy medida, porque das una mano y te toman seis brazos. Al final exigirán horarios separados para hombres y mujeres en las piscinas municipales. Todo porque, según se ve, los hombres musulmanes son una panda de salidos incapaces de ver un mechón de pelo sin ponerse palotes. ¿O no es así? POrque, si no es así... ¿de qué cojones estamos discutiendo?

(Lo ve usted, don César, en cuanto me caliento y abandono las buenas maneras y la corrección caballeresca, me enciendo. Pero usted sabrá perdonarme).

Soy rojo y no trago.

César dijo...

Creo que por fin he escrito un post con el que prácticamente nadie va a estar de acuerdo (gracias, Luis, por tu apoyo). Pero eso está muy bien, el debate mola. Sólo os pido un favor: atacad mis argumentos, cuestionad lo que digo, pero no lo que presuponéis que digo. He escrito el post cuidadosamente con el propósito de expresar de forma muy concreta lo que pienso, y descartar de forma también concreta lo que no pienso. Así que no me endoséis los tópicos xenófobos usuales, porque no se trata de xenofobia.

Gatopardo: supongo que el pañuelo de tu abuela no era un hiyab, ni el signo externo de ninguna creencia. También supongo que tus sombreros no han sido prescritos por ningún profeta. Así que, no me parecen acertados tus ejemplos. En cuanto a los disfraces, no los desdeñes: dime de qué te disfrazas y de diré quién eres.

Mazarbul: Como digo claramente en el post, estoy seguro de que Mariam es una tía de puta madre con la que no tendría el menor problema en relacionarme. Ella no me da miedo; su hiyab, por el contrario, sí. Tus argumentos son correctos, amigo mío, pero parten de lo que yo creo que es un error: considerar que el hiyab es una prenda más. Y no lo es: es un signo religioso con un significado muy claro.

Manolo: En primer lugar, yo no he dicho que el hiyab sea un símbolo; he dicho que es una muestra o, más apropiadamente, un signo religioso. Y eso, sin duda, lo es (igual que el alzacuellos no es un símbolo, pero sí un signo cristiano). Si lo he comparado con el crucifijo es, precisamente, porque se trata de un argumento tan equivocado como muy usado.

En segundo lugar, poco importa el origen histórico del hiyab, pues ha sido adoptado plenamente por el Islam, forma parte de sus preceptos y su permanencia actual se debe unicamente al islamismo.

Pero me temo que hay algo en lo que te equivocas: la función primordial del hiyab no es ocultar el cabello. Hiyab significa "proteger", "esconder", y su propósito es, fundamentalmente, ocultar el rostro de la mujer. El rostro y, secundariamente, el cabello (aunque lo básico en relación al cabello es que no se lleve suelto). ¡Alto!, dirás, el hiyab no oculta el rostro. Pues... el hiyab islámico, el feten, el bendecido por el profeta, si que lo oculta, pues lleva incluido el velo. El hiyab sin velo es una modernización del atuendo que muchísimas mujeres árabes parecen haber adoptado sin evidenciar el menor pudor por enseñar la cara.

Y es que eso del pudor de las árabes por enseñar el cabello (semejante, según tú, al pudor por enseñar las tetas) me parece muy relativo. No digo que no haya casos, claro, pero por lo que veo la mayor parte de las musulmanas que viven en España no usan hiyab y no van rojas de vergüenza por la calle. Más bien me parece que las mujeres que llevan hiyab lo hacen o por tradición cultural o por convicción religiosa.

Además, en el caso de Mariam, tus argumentos no valen, porque se trata de una chica nacida en España, de madre española y padre sirio, que nunca usó hiyab hasta su conversión religiosa.

Dices que las cosas no son tan sencillas, y no lo son, en efecto. Pero me parece que tú pecas de simplificación al considerar el hiyab como una mera tradición sin apenas significado. Mira, he encontrado en la red el testimonio de una mujer convertida al Islam. Lo voy a transcribir tal cual en el siguiente comentario, para que compruebes lo que significa el hiyab no por lo que yo diga, sino por lo que dice una "usuaria".

César dijo...

Don Avaristo: magnífico corolario el suyo a las ideas que he intentado exponer. Con el debido respeto, suscribo cada una de sus palabras y las aplaudo. Felicidades por su lucidez, porque coincida con la mía ;)

César dijo...

Aquí va ahora el anunciado testimonio de una "catalana musulmana":

Me acuerdo de cuando mi hermana Ruqayyah me empezó a invitar al Islam, el obstáculo mas grande no eran las prohibiciones de comer, beber y de conducta. Lo difícil que me resultaría tener que aprender un idioma tan confuso como el árabe para hasta decir las oraciones tampoco me preocupo. Lo que no podía superar era el hecho de que me tendría que vestir como ella.
Mi hermana usa el Hichab completo, con su cara y manos tapadas. Me aseguro que el jimar y Hijab eran todo lo que se requería de mi, pero el tener que salir a que mis amistades me vieran vestida así me hizo esperar antes de declara mi fe abiertamente, aunque ya tenia la fe en el corazón. El pensar que tenia que tapar toda mi ropa con un saco que iba a cubrir toda la ropa que presumía, le dolía a mi ego. Y aparte iba a tenerque cubrir mi pelo, en el cual gastaba bastante dinero y tiempo, esto también se me hacia insoportable.
Por esto que les digo me podrán creer simple o vana, pero mis acciones y pensar no deberían ser ninguna sorpresa. Como mujeres criadas en el occidente, desde el nacimiento, nos enseñan que el valor propio es igual a lo atractiva que seas. La sociedad nos pone modelos de belleza que son inalcanzables y además irreales, pero no obstante como mujeres debemos perseguirlas. Gastamos tiempo, energía y dinero, en esta carrera donde la meta jamas se alcanza. Nos hacemos esclavas a Revlon, Vidal Sasson, los expertos de la moda de París, y mas que nada a nuestra propia vanidad.
Ya van a hacer tres años , este Diciembre 25, que me levante delante de dos hermanas Musulmanas y declare abiertamente mi fe en Allah y su Mensajero, salalahu alayhe wa salam, y así me libre de mi esclavitud. Salí de la obscuridad de kufr a la luz del Islam, es chistoso que haya encontrado libertad en lo mismo que me alejaba del Islam; el Hijab. Aunque me tocan varias miradas raras, y comentarios, esta ropa me hace sentirme honrada, segura y querida.
La palabra Hijab viene de la palabra Árabe " jajabah"- mantener fuera de vista ò esconder-. Mujeres, que no muestran su belleza en esta sociedad y no se entregan a su sistema opresivo, son invisibles, sin sexualidad, y atrasadas. Me ven como monja,como una fundamentalista del Islam, como terrorista escondiendo alguna arma bajo mi Hijab, como la mujer postre para una anuncio de la esclavitud de la mujer. Yo siento que el Hijab, para muchas mujeres, es su mejor prueba de ser Musulmana. Con la ordende Allah que las mujeres se tapen con el Hijab, Allah nos ha dado una orden que podemos soportar. Allah dice :
« y no le damos a ninguna alma una prueba que no este dentro de su propia capacidad de tolerancia, y con Nosotros esta un libro que habla la verdad, y no serán tratados con injusticia. » (Coran 23:62)
Infortunadamente, Satanás y sus seguidores esta invitando a la mujer Musulmana a que se esclavice a la creación, y olvidarse de su deber a su Creador. La castidad, la modestia, la piedad son vistos como cadenas sobre la libertad personal. Allah le advierte a los creyentes que no dejen que Satanás los engañe, como engaño a sus padres, Adán y Eva. Bajo el disfraz de moda, cultura y vida moderna, Satanás esta alejando a la mujer de la modestia. Desde el inicio de la creación, vestidos largos y velos han siempre representado consciencia divina. Hasta en las representaciones Cristianas de los primeros Profetas las mujeres están vestidas como Musulmanas. Esta tradición de modestia esta reflejada en el Corán, cuando Allah nos dice :
« ¡Oh, Hijos de Adán! Les hemos dado ropas para que se cubran ( tapar de vista las partes privadas ) y la ropa es como un adorno. Pero la ropa de rectitud es mejor. » (Coran 7:26)
Pero desde los primeros años de el movimiento feminista, se han enfocado mas y mas sobre la ropa y lugar de la mujer Musulmana. Según estas mujeres "liberadas", el Hijab no solo cubre la cabeza, si no también la mente, el deseo y el intelecto. Dicen que nuestra ética de vestir es atrasada y opresa, y que no nos deja ser productivas. Hablan en ignorancia cuando dicen que el Hijab no pertenece a esta época, cuando los bajos valores morales de ahora lo hacen mas necesario. Mas que en ninguna otra época los crímenes sexuales son cosa de todos los días, y la mujer "liberada" vive en una sociedad al lado de violaciones y acoso sexual. El gobierno de los Estados Unidos hizo una investigación y declaro que en ese país hay una violación cada seis minutos
Las mujeres que demuestran su belleza, luciendo sus cuerpos y caras maquilladas todo el día, se exponen a ser lastimadas por lobos en vestimenta humana. Allah ordeno el Hijab para proteger a la mujer de ser dañada. El conoce a su creación, y sabe que las mujeres hacen deslumbrantes exhibiciones de ellas mismas, con ropa inadecuada, cuerpos perfumados y caras maquilladas que solamente conduce a problemas sexuales para la sociedad en general. Muchas de las personas que no saben nos persuaden a creer que el Hijab es una cárcel andante que tiene a nuestras mentes, vidas y corazones amaradas. No es ninguna de estas cosas y para no caer víctima de sus planes tenemos que entender lo que es el Hijab.
El Hijab es un acto de obediencia
El Hijab es un acto de obediencia a Allah :
« No es parque el creyente, hombre ò mujer, tenga opción en una cosa decretada por Allah y Su Mensajero Y quien quiera que desobedece a Allah Y a Su Mensajero están extraviados en error evidente. » (Coran 33:36)
Allah también dice :
« Y diles a las mujeres creyentes que bajen su mirada (de ver cosas prohibidas) y que protejan sus partes privadas ( de actos sexuales ilícitos, etc. ) excepto lo que tiene que verse, ‘que deben poner sus velos sobre su Juyubihinna,’ » (Coran 24:31)
Este verso contiene dos ordenes:
* Una mujer no debe mostrar su belleza excepto en circunstancias incontrolables como cuando el viento alza su ropa
Los sabios tienen diferentes puntos de vista sobre si la mujer debe cubrir sus manos y cara. La mayoría de sabios dicen que es preferible que la mujer tape su cara, Allah sabe lo que es mejor.
El Hijab es castidad
Allah, subhanahu wa ta’ala, le dice a las mujeres que usen el Hijab para que sean modestas y castas. El, Allah, dice :
« ¡Oh, Profeta! Dile a tus esposas, a tus hijas, y a las mujeres de los creyentes que cubran desde arriba con sus vestidos. Esto es lo mas adecuado para que se las recozcan y no sean molestadas. Allah es el Perdonar, Compasivo. » (Coran 33:59)
Esto es la evidencia que el hombre se excita con la vista de la belleza de la mujer, y que para protegerse es mejor que se cubra ella. Cuando la mujer deja de excitar al hombre con su belleza, por ejemplo cuando esta en edad avanzada, ya no es obligatoria el Hijab. La mujer de edad no tiene que cubrirse como una mujer joven, aunque si se siguen cubriendo es mejor para ellas. La mujer de edad avanzada se ve modesta cubriéndose.
El Hijab es pureza
Estar molestando y explotando a las mujeres es una enfermedad de los hijos de Adán. Los hombres han estado molestando y explotando a las mujeres desde las primeras épocas de la existencia humana. ( Hay un dicho ingles que dice que la primera profesión en la tierra fue la de la prostitución). El Profeta Mohamed, , nos dice en un hadis ( Los hadith son las palabras de Mohamad ¨S.AW.¨ que quedaron escritas ), " Que no hay enfermedad que no tenga curación." La cura para la enfermedad del corazón se puede encontrar en los versos del Corán, y en el Corán Allah le dice a Mohamad ( S.A.W.) que le diga a los creyentes :
« ¡Oh, Profeta! Dile a tus esposas, a tus hijas, y a las mujeres de los creyentes que cubran desde arriba con sus vestidos. Esto es lo mas adecuado para que se las recozcan y no sean molestadas. Allah es el Perdonar, Compasivo. » (Coran 33:59)
La cura es el Hijab, lo que cubre a los miembros de la sociedad por dentro y por fuera. El Hijab es una orden de Allah para los creyentes, esta orden purifica a los corazones de los creyentes y las creyentas porque cubre a las enfermedades del corazón. Y Allah le dice a los creyentes en el Corán :
« Y cuando les pidan algo ( a las esposas del Profeta ), pídanselas detrás de una pantalla, esto es mas puro para sus corazones y las suyas. » (Coran 33:53)
Cuando las mujeres no usan Hijab el corazón se llena de lujuria y deseo, pero cuando las partes privadas son tapadas se tapa la maldad en la sociedad. La Sharia ( ley Musulmán ) considera la situación de la mujer Musulmana. Esta ley protege la castidad de la mujer, su honra y su posición en la sociedad. Las leyes de vestir para la mujer Musulmana los cuales le prohiben mostrar su belleza sirven para que la sociedad no se corrompa moralmente.

Anónimo dijo...

Si pasa por aquí algún profesor, propongo este texto que nos pone don César para hacer un comentario de textos en clase.

No creo que haya muchos que tengan valor para hacerlo.

Anónimo dijo...

Me parece muy acertado lo que comentas, estoy totalmente de acuerdo

Manuel dijo...

El tema del pudor quizá no haga al caso concreto que mencionas, César. Pero en el contexto general del uso del hiyab sí es importante. Ten en cuenta que la mayoría de mujeres "hiyabistas" no son militantes como Mariam (pero son éstas las que más frecuentemente salen en los papeles...) y el factor pudor, junto con el de la presión de su entorno, es muy importante. La mayor parte de la inmigración marroquí en España proviene del ámbito rural, donde este factor sin duda juega un papel importante.

Insisto en que el pañuelo es más símbolo (o signo, me da igual) cultural que religioso. De cultura árabe/magrebí para ser más exactos. No hay más que ver que la cantidad de mujeres que portan el hijab es mayor en Marruecos, Siria, Irán y en países con gran influencia árabe, que en Bosnia, Indonesia o Nigeria. Y es mayor también en el campo que en la ciudad.

La insistencia de Mariam y otras activistas en llevar pañuelo, aunque ellas digan que es una ostentación religiosa, es claramente una ostentación de su cultura, un fetiche identitario. Igual que la gabardina, la bandera británica y la chapa de "The Who" de un "mod". Psicológicamente juegan un papel similar. Por tanto su relevancia como signo religioso... ¿en qué consiste? No le veo sentido. (En los católicos, por contraste, los símbolos religiosos juegan un papel de amuletos protectores -los crucifijos, las estampitas- aunque raramente tienen ese papel identitario.)

Voy al fondo de la cuestión, la discriminación de Mariam por llevar hiyab y, por tanto, por ostentación "religiosa" (aunque ya he criticado ampliamente lo de la religiosidad antes). Soy ateo y laicista, por supuesto, pero no hago del ateísmo mi "religión" (ya hablamos de esto con tu serie de artículos a partir de una encuesta). No me importa que los demás tengan la suya ni que hagan ostentación de ella (y menos aún cuando soy capaz de analizar que esa ostentación tiene en el fondo un carácter identitario); me puede ofender el proselitismo activo; también la ostentación religiosa a nivel institucional. Pero sería incongruente con mi propio ateísmo si permito que la ostentación religiosa personal ajena me ofenda, al menos que me ofenda más allá de mi ámbito íntimo y que me influya en una decisión como la de no contratar a Mariam. Sentiría que he caído al otro lado: el de considerar mi ateísmo como una religión que no tolera las otras.


Te propongo el ejemplo recíproco (esta vez sin tetas): una diplomada en Óptica en un país de cultura islámica, que rechaza de plano el hiyab porque ella se considera atea y, además, pretende hacer ostentación de ello con esa actitud; es decir, es una militante. Supongamos que aunque islámico, el país en cuestión no está regido por una teocracia tipo talibán; es decir, la chica puede salir a la calle sin hiyab, aunque tiene soportar muchas miradas reprobatorias e inquisitoriales. Pues bien, nuestra diplomada llega a pedir trabajo y le dicen que tiene que atender con hiyab o si no, no le dan el trabajo. ¿Cómo se llama eso? Intolerancia.

Este caso es el negativo perfecto del de Mariam. Y la conclusión es exactamente igual de negativa.

Perséfone dijo...

No entro al tema ya que no tengo una opinión formada demasiado clara. Era para decirte, César, que en dos suspiros me he leído El juego de Caín (primera novela adulta tuya que leo :P) y me ha encantado. ¿Habrá más aventuras de Carmen Hidalgo?

Anónimo dijo...

Realmente César no estoy de acuerdo en considerar el pañuelo un símbolo religioso. Es más, aq así fuera, lo que propones es la defensa de un laicismo activo, como en Francia. Personalmente no estoy de acuerdo en la postura francesa, aq me da la impresion de que el gobierno actual quiere tirar por esos derroteros.
Imagínate que en una tribu africana, de kirikú, cuyas mujeres van con las tetas al aire, llegan unas occidentales con las tetas tapadas con sujetadores, que, aparate de taparlos los realza. Los miembros de kirikú podrían estar en contra, ya que no es a lo que están acostumbrados, y además lo consideran un signo religioso de nuestra civilización. Desconfían de alquien que aunque tenga 80 años no lleve las tetas al aire. Sería lo mismo.
El problema no está en el velo sino en la cabeza, en su interior.

Mazarbul

Anónimo dijo...

Un hombre musulmán se puede casar sin problemas con una cristiana. Una mujer musulmana no se puede casar con un cristiano. Es decir, puede hacerlo y ser repudiada por toda su familia. La explicación es que el cristianismo la mujer tiene menos derechos que en el Islam, y al hacer esto está perdiendo estos derechos, y eso no se puede permitir. El pañuelo no es solo un trozo de tela, es un símbolo de esos "privilegios" que tiene la mujer musulmana. Pero estamos en Europa, donde hemos luchado mucho (y lo seguimos haciendo) para que mujeres y hombres sean iguales, por eso no podemos permitir que las mujeres tengan privilegios tales como tener que llevar la cabeza cubierta, y en cambio los hombres pueden lucir el peinado que prefieran.

Severian dijo...

Ja! Manolo, esta vez estoy de acuerdo con tu comentario, en un 100%. De hecho ingrese a la página de comentarios pensando en el ejempo de las tetas (dicho sea de paso, si alguna feminista lee esto dirá que los hombres pensamos en pocas cosas, y por una vez, tendrá razón).

Supongo que la cuestión del pañuelo en la cabeza se puede poner bajo otra óptica. Vivo en Argentina, un país que tuvo un enorme inmigración Siria durante la primera mitad del sXX, tanta que los que retornaron hicieron a Siria el primer importador mundial de yerba mate, tanta que tuvimos un presidente hijo de sirios (uno de los peores, aunque no viene al caso), e incluso tanta que... ¡no se vé ni un sólo hiyab en las calles de Buenos Aires!

¿Por qué aquí el yihad desapareció incluso en la primera generación, mientras que en Europa la segunda generación todavía decide llevarlo?
Yo no lo sé, pero si puedo desvariar, supongo que hay en los inmigrantes que llegan a Europa una necesidad de mantener la identidad cultural, que no se dió los que vinieron a la Argentina. Para reafirmarlo agrego una anécdota: un sirio que visitó la universidad donde trabajo, me pidió que lo contactara con la comunidad siria local. Cuando fue a visitarlos quedó muy sorprendido por el hecho de que pocos de los que alli conoció supieran hablar algo de árabe, y que muchos lo hubieran olvidado. A mi no me pareció tan sorprendente, mi madre nació en Sicilia, y olvidó todo su italiano antes de cumplir 20.

Cada vez más sospecho que este país, que tiene tanto que aprender de Europa, tal vez tenga algo que enseñar a cambio, acerca de la integración de los inmigrantes. Solo que ¡yo no se qué sea!

Severian dijo...

Quise presionar "vista previa" pero publique si querer el comentario... Solo agrego que el último párrafo puede parecer un poco arrogante. No pretendo enseñar nada a nadie, sólo digo que hay una conclusión que sacar de esa diferencia entre las dos inmigraciones, algo que todos podríamos aprender. Y yo no se qué es ese algo.

Anónimo dijo...

¿Por qué aquí el yihad desapareció incluso en la primera generación, mientras que en Europa la segunda generación todavía decide llevarlo?

Pues no sabes la suerte que tenéis, porque el Yihad es un verdadero problema para Europa y los Estados Unidos.

Durante la dictadura española también desaparecieron muchas cosas, por desgracia, y no es un tema para enorgullecerse.

Anónimo dijo...

"Cuando fue a visitarlos quedó muy sorprendido por el hecho de que pocos de los que alli conoció supieran hablar algo de árabe, y que muchos lo hubieran olvidado"

Pues que pena.
Aquí en Europa viajas unos kilómetros y te puedes cruzar con varias lenguas distintas, con varios países distintos, con varias gastronomías distintas, y con una riqueza y variedad cultural que alucinas. Creo que no has entendido el sentido del post. No se está contra la riqueza cultural, y contra el que los inmigrantes mantengan su lengua y sus tradiciones. Se está sólo contra aquellas que atentan con los principios de igualdad que rigen en Europa.
Por ejemplo, si los hombres llevasen "hiyab" igual que las mujeres seguro que no habría surgido la polémica.

En Argentina, las Madres de Plaza de Mayo llevan un pañuelo en la cabeza para revindicar algo muy noble, como fue la desaparición de sus seres queridos durante la dictadura. Esta es una aplicación hermosa de pañuelo. Pero si existiese una asociación pro-dictadura, y tuviera como símbolo (por ejemplo) un pañuelo negro. Sería lógico que en la Argentina actual, a los que van con este símbolo en la cabeza se les prohibiera ir a dar clases a un colegio, o atender una caja registradora en un supermercado. Es sólo un ejemplo para que entiendas que no se está hablando del pañuelo como modalidad cultural, sino como símbolo de algo que aquí hemos dejado también atrás.

Kaplan dijo...

(Perdon por la falta de tildes; tengo el teclado jorobado.)
Yo queria ofrecer un comentario distinto, porque para mi el fondo de la cuestion es otro (o tal vez no; lo explicare al final). El tema no es acerca de la religion (o tal vez si; lo explicare al final), sino de la libertad de eleccion del dueño de un negocio. Como propietario de la optica, has de mirar por hacer mas caja, cosa que se consigue atrayendo a un numero mayor de clientes. Tienes un negocio para ganar dinero, y por lo tanto, ya que es tu inversion, has de tomar todas las decisiones con el objetivo de hacerlo mas prospero. La cantidad y calidad de la mercancia es fundamental, si, pero tanto como el servicio de atencion al cliente. Ante una vacante, procuraras cubrir el puesto con alguien que favorezca, y no perjudique, al negocio, y el aspecto fisico del futuro dependiente es crucial. Entre muchos de los temas a tener en cuenta, el vestir se cuenta entre los de mayor importancia, asi que es normal que se busque una determinada imagen tanto como se huya de otras que, por mil motivos, puedan perjudicar la razon de ser del establecimiento, que es atraer clientes. Si el propietario decide que el pañuelito es perjudicial en ese aspecto, ya que puede alejar de su tienda, por religion o prejuicios (aunque esto es un pleonasmo), a las personas mas conservadoras, tiene no solo todo el derecho del mundo, sino tambien el deber comercial de no contratar a una persona que utilice ese atuendo.
Y eso nos conduce al final de todo, hasta esa adenda prometida: ¿por que si el propietario rechaza a una persona con vestimenta punkie, hippie o demas, su decision es vista desde la normalidad (perjudicaria al negocio), y sin embargo, si lo hace por el mismo motivo con un caso como el comentado aqui, se considera sospechosa? Lo que quiero decir es, desde el punto de vista de un no creyente: ¿por que demonios si la diferenciacion de imagen perjudicial al negocio (ese vestir peculiar) procede de un tema religioso tiene directamente privilegios sobre otros motivos? Como persona no creyente, estoy hasta los huevos de agravios comparativos procedentes de la religion.

César dijo...

Manolo & Mazarbul: la verdad es que me cuesta entender vuestra insistencia en desconectar el hiyab de su significación religiosa, sobre todo si habéis leído el testimonio de la "catalana musulmana". Pero hay muchos más testimonios; luego daré otro ejemplo.

¿El hiyab tiene un componente cultural? Por supuesto, igual que el crucifijo o la menorá. Pero también tiene un significado religioso. De hecho, el uso del hiyab fue disminuyendo progresivamente desde mediados del siglo XIX hasta mediados del XX, conforme los países islámicos se iban modernizando. Pero, a raíz del conflicto palestino-isralelí y del surgimiento del panislamismo, el hiyab regresó de nuevo, precisamente como signo de identidad religiosa. Pero, ojo, ese hiyab que se impuso a partir de mediados de siglo XX, el hiyab que tapa la cabeza, pero no la cara, el hiyab de Mariam, el hiyab del que estamos hablando, NO ES EL HIYAB TRADICIONAL, ya que éste cubre también el rostro. Es un hiyab... panislamista.

En cuanto a los países, aquellos en los que el islamismo se ha mantenido alejado de la actividad política (Egipto, Líbano o Turquía, por ejemplo) son los paises donde las mujeres más han prescindido del hiyab. Por el contrario, en aquellos países regidos por la ley islámica (Irán, Arabia Saudí, Emiratos) el hiyab, en su versión con velo, es obligatorio bajo pena de latigazos o algún otro castigo medieval. Pero vamos más allá: Afganistán, un país que no es árabe ni, por supuesto, magrebí, pero donde se instaló un régimen fundamentalista islámico. ¿Las mujeres llevaban hiyab? No, llevaban un hiyab a lo bestia: el burka. Puro islamismo, no pura tradición cultural.

He encontrado en Internet (sin buscar mucho, la primera entrada que he cliqueado) una página islámica donde se dicen cosas como ésta: "Dentro de los prejuicios más comunes, se cree que la mujer musulmana que lleva hiyab está forzada a hacerlo. Nada puede estar más lejos de la verdad. Ciertamente la decisión final de llevar hiyab no se alcanza tan fácilmente y normalmente lleva días de meditación, de temor a consecuencias y reacciones adversas y finalmente un gran coraje al momento de decidir. Llevar hiyab es una decisión personal e independiente que surge de apreciar la sabiduría que subyace en la orden de Allah y del deseo sincero de complacerlo". O ésta: "Pero la responsabilidad más grande es entender que el hiyab es mucho más que un simple velo o pañuelo, ya que lo que realmente importa es la modestia y el decoro interior. El sistema de moral interior le da significado al velo externo. La moral de la mujer musulmana se ve en sus actos, en el modo de vestirse, de hablar, etc. Sólo cuando la modestia interna se manifieste a través del hiyab, las hermanas podrán representar a los musulmanes de acuerdo con el hermoso ejemplo del Profeta Muhammad (con él sea la paz) y de sus virtuosos compañeros".

Ejemplos como estos, amigos míos, los hay a cientos en la Red. En cuanto al pudor, no puedo más que repetir lo que ya he dicho. La mayor parte de las árabes (sobre todo marroquiés) que veo en Madrid no llevan hiyab. Y, desde luego, no he visto ni a una sola con velo cubriéndole la cara. Pero las marroquies del campo llevan por lo general hiyab completo, con velo, así que ¿al llegar aquí se les esfuma de pronto el pudor por enseñar el rostro? Qué pudor más raro...

Ahora vamos con los ejemplos:

Dice Manolo: "Pues bien, nuestra diplomada llega a pedir trabajo y le dicen que tiene que atender con hiyab o si no, no le dan el trabajo. ¿Cómo se llama eso? Intolerancia". Vamos a ver, el dueño de una óptica árabe piensa que una dependienta que muestre el rostro y el cabello puede escandalizar a muchos clientes, así que no la contrata. ¿Eso es intolerancia? No, es sentido común. Ahora bien, si nuestra diplomada occidental camina por las calles de Riad con falda, blusa y sin hiyab, la meterán en la cárcel. Eso, eso es intolerancia.

Dice Mazarbul: "Imagínate que en una tribu africana, de kirikú, cuyas mujeres van con las tetas al aire, llegan unas occidentales con las tetas tapadas con sujetadores, que, aparate de taparlos los realza. Los miembros de kirikú podrían estar en contra, ya que no es a lo que están acostumbrados, y además lo consideran un signo religioso de nuestra civilización. Desconfían de alquien que aunque tenga 80 años no lleve las tetas al aire". Pues qué quieres que te diga, amigo mío: creo que los kirikú están en su perfecto derecho de exigir a las mujeres que quieran establecerse en su territorio y trabajar en una óptica que se queden en tetas. Si las occidentales no quiren hacerlo, pues tendrán que irse a otro lado. Mira, en Albania, durante la época de Enver Hoxha, estaban prohibidas las barbas. Los extranjeros barbudos que querían entrar en Albania, tenían que afeitarse. Bueno, pues si tenías mucho interés en ir a Albania, te afeitabas, y si valorabas mucho tu barba, no ibas a Albania. Así de simple.

De todas formas, esos ejemplos están un tanto traídos por los pelos. Permitidme proponer una situación paralela a la que estamos tratando. Vamos a suponer que sois dueños de una óptica y estáis buscando un dependiente diplomado en óptica. Se presenta Mariam con su hiyab, comprobáis que es una trabajadora seria y competente y la contratáis sin ningún problema. A tenor de vustros comentario, deduzco que esto es lo que haríais. Vale. Pero, ¿qué pasaría si Mariam llevara el hiyab tradicional, con el rostro cubierto? ¿La contrataríais y tendríais a una enmascarada vendiendo gafas? ¿Y si en vez de hiyab completo llevara un burka? ¿Respetaríais su pudor y sus tradiciones y tendríais a un saco de patatas andante detrás del mostrador?... No sé por qué, pero me parece que no.

En cuanto al respeto que, como ateo, debo mantener con los creyentes.. bueno, digamos que es un respeto relativo: debo respetar a las personas y su derecho a creer en lo que quieran, pero no tengo por qué respetar sus ideas. Ya en términos generales, creo que no se debe tolerar la intolerancia, que hay que ser combativo con los intolerantes. Dicho de otra forma, mi tolerancia acaba donde empieza la intolerancia de los demás. Así que, como ateo, me parece cojonudo no aceptar la presencia de signos externos religiosos en las ópticas propias. Porque las religiones sí que tienen una ámplia tradición de intolerancia.

Severian dijo...

Durante la dictadura española también desaparecieron muchas cosas, por desgracia, y no es un tema para enorgullecerse.

es increible la facilidad con que los españoles se ponen en la posición de enseñar democracia a america latina...

Aunque supongo que esta vez tengo parte de la culpa: de nuevo, pido disculpas si mi comentario pareció arrogante, no fue esa mi idea, solo que mi mouse fué más rápido que mi mente (cosa que de por sí no es difícil). No pretendo enseñarle nada a nadie, sólo pretendo aprender de una diferencia evidente: en argentina los inmigrantes se integraron y son hoy (somos hoy) tan argentinos como cualquier otro, no parece ser eso lo que pasa en Europa.

Ahora bien: Juanmi, si tu idea es que las tradiciones se perdieron porque las prohibió la dictadura, estás muy equivocado. La dictadura a la que te refieres duró siete años y fué la mas larga del siglo. En ese tiempo es difícil eliminar nada salvo vidas (con las ideas que esas vidas representaban). Aun si hubiesen estado interesados en homogeneizar a los inmigrantes, que no lo estaban. Los dictadores argentinos (y sudamericanos) reprimieron la manifestación de lo que los pueblos tienen en común: su caracter de hambreados por un poder imperial opresor (que te aseguro aquí no es una teoría, se vé en cada calle). No aquéllo que los diferencia. Mi madre no olvidó el italiano porque alguien le prohibiera hablarlo, sino porque se siente tán argentina como yo mismo que nací aquí.

La multiculturalidad es para mí haberme criado en una casa donde se comían tallarines los domingos y al abuelo se lo llama "nonno", mientras pasaba las horas libres en el club judío del barrio, y comía asados con los amigos. No es aislarse en una fortaleza de tradiciones individuales de la etnia de cada uno, sino integrarlas a todas en la cultura del país receptor.

Repito que no entiendo por qué aquí se dió esa integracion (que no fué por la dictadura, que si algo hizo fué desintegrar). Mi hipótesis (apresurada e ignorante) es que el aferrarse a tradiciones como el pañuelo musulmán es una forma de defenderse de una sociedad hostil. Europa es muy hostil, lo digo por experiencia personal, paso allí tres o cuatro meses al año. Principalmente en lo institucional, en España y en Italia se respira la calidez de la mayoría de la gente en las calles, pero la hostilidad en las oficinas y en los medios de comunicación, a veces de modo muy sutil. Juanmi: tu comparación del pañuelo que una mujer musulmana elige llevar con hipotéticos pañuelos negros reivindicadores de una dictadura es un ejemplo de la hostilidad sutil a la que me refiero, ella no reivindica ninguna dictadura, al igual que un crucifijo no reivindica ninguna hoguera medieval. Tal vez sea ese tipo de ideas lo que la induce a llevarlo.

(y por que será que siempre me meto en discusiones que me exceden).

Anónimo dijo...

"Juanmi, si tu idea es que las tradiciones se perdieron porque las prohibió la dictadura, estás muy equivocado."

A ver cuando he dicho yo eso. Búscame el párrafo dónde lo dije.
Simplemente te dije, y te repito, que aquí nadie se alegraría (bueno, hay gente que sí, pero a eso me refería precisamente en mi comentario sobre la dictadura) de que un grupo de inmigrantes perdiera su lengua y sus tradiciones. Porque la misma Europa es una realidad multicultural. Eso es lo que te he dicho.

Tú te has vanagloriado (y aunque ahora te redices, ahí ha quedado escrito) de que en Argentina los árabes, y otros grupos de inmigrantes, olvidan rápidamente su lengua y sus tradiciones. Y luego se te ha escapado el dedo cuando has dicho que aquí deberíamos aprender de vosotros en ese aspecto, por lo que te parece algo positivo y algo que deberíamos aprender en Europa.

Cuando hablaba de la dictadura española (lee bien, española) no la comparaba con la argentina, sino con las actitudes abusivas como la que tú has exhibido en tu mensaje.

A mí, personalmente, me daría mucha pena decir que los inmigrantes que vienen aquí olvidan su lengua. Te lo digo de verdad. Me parece un comentario lamentable.

Mi esposa es mexicana, y por nada del mundo quiero que se olvide de su origen o de su forma de hablar, y todos os años, el 15 de septiembre vamos a celebrar “El Grito”, pues en Valencia hay varias lugares donde se mantienen estas tradiciones. Mi mejor amigo cuando estaba estudiando era un palestino, y fue gracias a él que me aficioné a todo lo relacionado con la cultura árabe, a la que admiro profundamente. Incluso he escrito un libro llamado “Rihla” (relato de viajes en árabe) que revindica a los árabes que son parte de nuestra cultura como españoles.

Lo que no estoy de acuerdo, claro, es con la sumisión y el sometimiento de la mujer musulmana que queda representado en el hiyab.

Siento que mi respuesta te parezca hostil, y que Europa te parezca hostil. Creo que en tu primer mensaje ya has dejado muy claro de dónde proviene tu problema. A todos nos gustaría tirar la piedra y que luego nos besaran la mano, pero a veces esto no es posible y se suele responder con hostilidad a la hostilidad.

Por ejemplo, tu frase: “es increible la facilidad con que los españoles se ponen en la posición de enseñar democracia a america latina...” demuestra de qué pie cojeas.

Fíjate bien lo que dices, porque no han sido los españoles, sino yo, un individuo que no tiene nada que ver con otro. Yo. No seas racista, hombre. Los españoles no han hecho un consenso para responder tu mensaje. Lo he hecho yo solito. A eso me refería con las actitudes dictatoriales. No a la dictadura Argentina, sino a individuos (que los hay en todas partes; en España, en Argentina, en México) con esa forma de pensar xenófoba.

Manuel dijo...

No me refería al miedo a perder clientes cuando escribí la parábola de Mariam II, sino a la frase de tu artículo original:

Bien, seré sincero: yo tampoco la contrataría, y no sólo porque pudiera espantar a la clientela, sino porque no querría tener en mi establecimiento una muestra ostentosa de ninguna religión

Mariam y mi Mariam II son ambas unas militantes, unas radicales. Está claro que deben esperar que su actitud les traiga consecuencias negativas. Pero no está tan claro que esas consecuencias sean justas.

¡Ah! No es necesario irse a Riad para escenificar mi parábola. Basta con, por ejemplo, Casablanca.

Hasta ahora no he entrado en el asunto de fondo que es la inmoralidad del Islam. Efectivamente, el Noble Corán es durísimo y no tan "noble" como les gustaría a los musulmanes moderados. Los exaltados no es que malinterpreten las palabras del Profeta, sino que las siguen demasiado al pie de la letra, sin la más mínima idea de lo que es el contexto histórico en el que fueron escritas (y, añado, sin saber muy bien qué significan los palabros "contexto histórico").

Y, efectivamente, los musulmanes normales o bien no conocen esos pasajes que citas, o bien no les hacen caso o bien los interpretan metafóricamente de una forma más benigna.

Pero esos vecinos del 4º, de a misa dominical, también serían unos monstruitos sin interpretaran literalmente la Biblia. Estoy seguro que conoces la carta que un inocente oyente de un popular programa de radio estadounidense escribió a su locutora, la Sra. Schlessinger, conocida homófoba y fundamentalista cristiana. Pasa y lee si no la conoces. No me resisto a trascribir una de las "consultas" del devoto oyente:

Me gustaría vender a mi hermana como esclava, tal y como sanciona el Éxodo, 21:7. En los tiempos que vivimos, ¿qué precio piensa que sería el más adecuado?

En fin, que fundamentalistas hay de todo pelaje con apoyo o no en unos textos sagrados más o menos bestias.

Quiero terminar con una cita amable del Corán que leí en alguna viñeta de Forges. Creo que la cita no está estrictamente en el Corán, sino en escritos de otros profetas que también forman parte de la enseñanza del Islam:

Más vale aprender una sola línea de ciencia que postrarse cien veces en oración.

Manuel dijo...

No sé cómo contactar contigo personalmente, César, por tanto me permito abusar de esta cadena de comentarios para hacerte unas preguntas: ¿Vas a estar firmando en la Feria del Libro? ¿Cuándo y en qué caseta? ¿Puedes darnos una guía de la Feria donde encontrar más fácilmente tus novelas?

Gracias y disculpa por el medio utilizado. Si quieres responderme personalmente estoy en mpancorbo(arroba)gmail.com

Severian dijo...

Juanmi:

Cuando hablaba de la dictadura española (lee bien, española) no la comparaba con la argentina, sino con las actitudes abusivas como la que tú has exhibido en tu mensaje.

¿O sea que me comparas a mi con la dictadura española? ¿No se te estará llendo un poquito la mano?... Y además ¿por que? ¿por haberte dicho que integración no es igual a creación de guetos (lingüisticos y culturales)?
En Argentina los inmigrantes no han tenido la presión de mantenerse aislados en un gueto cultural ni encerrarse en su lengua. La han integrado a la cultura de pais: mi lengua está llena de palabras italianas, iddish, y de muchisimos dialectos europeos, por si no lo sabias. También nuestra dieta y nuestra música es una mezcla homogénea de nuestros orígenes. Eso es integracion. Y no creo parecerme a Franco por decirte que eso no está pasando en Europa...

Fíjate bien lo que dices, porque no han sido los españoles, sino yo, un individuo que no tiene nada que ver con otro. Yo. No seas racista, hombre.

¿y me acusas de racista? te entiendo aún menos. Cité tu comentario y luego lo respondí, esta claro que me refiero a vos ¿racismo contra quién? ¿contra juanmi?...

Yo la verdad no tengo interes en discutir en ese tono, evidentemente no entendiste mis comentarios, ni queres hacer el esfuerzo de entenderlos.

Ahh, y no tengo idea del origen nacional de mi mejor amigo, porque eso es aquí algo que a nadie se le ocurre preguntar. Por el apellido supongo que será polaco...

Anónimo dijo...

Hola chicos,

Pocas mujeres se han pasado por aquí para opinar. (Vaya).

A mí, como mujer, lo que más me toca las narices es lo que apunta Juanmi: que el pañuelo es una elección cultural que sólo afecta a las mujeres. Que demuestra su sumisión, su modestia, ... y no recuerdo qué otras cualidades, que ¡mira tú por dónde!, me recuerdan a las que los libritos de "El libro de la joven" de los 50's defendían como cualidades ideales para las mujeres.

Esas cualidades suponen una sumisión no sólo a Dios, sino también al hombre. Y eso es lo que me toca las narices.

Porque lo de la sumisión me recuerda a "aguantar" lo que el marido quiera. (Una paliza, una ración de sexo no deseado...).

Pues NO. Aquí (en España) hay un conjunto de leyes, que hay que obedecer por huevos, que proclaman que hombres y mujeres somos iguales.

Iguales en TODO.

La mujer no tiene porque hacer gala de su sumisión, ni de su modestia... más que un hombre.

Y, amigos, si vienes a España has de respetar por huevos sus leyes. De igual modo que si yo voy a otro país, respetaré sus leyes y no me llevaré las mías.

Pero como vivo aquí, hombres y mujeres somos iguales. Y la mujer no tiene por qué demostrar su sumisión a nadie de ninguna manera.

Y si alguna quiere hacerlo, y por propia voluntad quiere ponerse un pañuelo, o una burka, o arrancarse el clítoris... está en la libertad de hacerlo. Pero, claro, en esta sociedad jugamos con otras reglas, y si le es difícil encontrar trabajo, ¡pues tiene su lógica!

(Nota: Y mirad, yo contrataría sin pensarlo a la chica con pañuelo, si mi óptica estuviese en un barrio lleno de inmigrantes. Así, atraería a la clientela).

César dijo...

Kaplan: Has entendido a la perfección lo que yo quería decir. Gracias. Por lo demás, comparto al 100 % tus comentarios.

Manolo: No, no voy a firmar ejemplares en la Feria del Libro; ya lo hice una vez y me prometí a mí mismo no volver a hacerlo jamás. Puedes encontrar mis novelas juveniles en EDEBÉ y en SM (y una en Alfaguara). En cuanto a las de adultos, la única disponible es "El juego de Caín", en Espasa.

Severian & Juanmi: Me parece que os habéis malinterpretado mutuamente. En principio, Severian, creo que Juanmi no se refería a tu país en concreto ni pretendía dar lecciones de democracia a nadie, luego... bueno, os habéis enredado como dos machos alfa compitiendo por una hembra (es broma). En serio, creo que vuestra discusión parte de una serie de malentendidos y me encantaría que os dierais metafóricamente la mano. Sois dos merodeadores cuyos comentarios aprecio mucho y no me gusta que estéis cabreados. ¿Paz? Seguro que sí, gracias :)

En cuanto a la diferente acogida de emigrantes por parte de Argentina y España, creo que la razón es evidente. Argentina es un país de emigrantes; no hay población secularmente autóctona, no hay nativos, no hay mestizos. Argentina se desarrolló y creció gracias a la gran migración de los siglos XIX y XX, y está formada por descendientes de italianos, de españoles, de polacos, de árbes, etc. España, por el contrario, no tiene la menor tradición de inmigración; más bien, todo lo contrario. Así pues, me parece enteramente lógico que a un emigrante le sea más fácil integrarse en Argentina que en España.

¿Existe xenofobía en España con relación a los emigrantes? Me temo que sí, y creciente, lo cual me preocupa mucho. No obstante, los argentinos (y también los chilenos y los uruguayos) suelen ser "emigrantes de lujo" en comparación al resto de los latinoamericanos. Por ejemplo, hay muchísimos argentinos en publicidad, un sector muy bien remunerado. Yo diría que en España se contempla con bastante respeto a los emigrantes del Cono Sur. Aunque, claro, siempre hay gilipollas xenófobos dispuestos a odiar a todo el mundo.

Anónima de las 9:59: En efecto, también me he dado cuenta de las escasas mujeres que han intervenido en este debate, pese a ser un tema que en este caso ateñe a las mujeres. Creo que la razón se debe a que este asunto genera un conflicto ideológico en las mujeres progresistas, que al parecer son las que más merodean por Babel. Por un lado, no pueden estar de acuerdo con el hiyab por lo que representa (sumisión al varón), pero por otro lado su ideal de tolerancia las mueve a aceptarlo en nombre de la multiculturalidad. Supongo que que ese conflicto interno (perfectamente comprensible, por otro lado) les impide tomar una posición concreta. La cuestión es que, en mi opinión, esa tolerancia multicultural es equivocada; no se puede ser tolerante con los intolerantes, provengan de la cultura que provengan.

Anónimo dijo...

Pues si César lo dice, voy a confiar más en su criterio que en el mío, porque últimamente se me va la olla más de lo habitual.

Si he malinterpretado tu comentario, Severian, te pido disculpas.

Anónimo dijo...

Yo me pregunto qué lleva a una mujer a ponerse un pañuelo en la cabeza. A una mujer de hoy, quiero decir. Cuándo tienes a tu alcance todas las posibilidades, cuando aún quedan tantos caminos por recorrer, tantas barreras que derribar... ¿por qué ponerse un pañuelo que dificulta tanto la vida?
Y la respuesta que me doy es la siguiente: porque me importan tanto mi religión, mi concepto de la vida, mi honor (¿?) que estoy dispuesta a cargar con todo lo que esta actitud lleve aparejada.
Pues bien, si esa es mi actitud, no tengo derecho a quejarme de que no me quieran contratar.
Yo tampoco lo haría. Puede que sea injusto, de acuerdo, pero para mí el llevar el pañuelo en la cabeza indica algo más: sumisión al concepto masculino de "mujer", a aceptar como "verdad" lo que está escrito en un libro sin cuestionarme si es correcto o no, a dar por válidas las discriminaciones entre hombre/mujer ...
Alguien me podría decir que también las monjas se visten con hábito (y los monjes) pero ¿contratarían ustedes a una monja carmelita para regentar una óptica? ¿Pondrían en un mostrador de recepción a un fraile benedictino?
En el supuesto, claro está, de tener otros candidatos a tales puestos...
Si decido algo tengo que cargar con las consecuencias de esa elección. Y si las consecuencias no me gustan pues... me aguanto o debería aguantarme.
La religión pertenece a la esfera privada y si pretendo trasladarla a la esfera pública me puedo encontrar con que al resto de mis conciudadanos no les agrade.

Severian dijo...

Si he malinterpretado tu comentario, Severian, te pido disculpas.

Lo mismo digo, creo que nos hemos mal-leído mutuamente y también pido disculpas.

César: respecto de tu comentario, agrego que la hostilidad a la que me refería no se nota demasiado en las calles (o al menos yo no la noto) sino mas bién en las instituciones y en los medios de comunicación. En Italia han pasado cosas muy divertidas, como hablar de fútbol muy amigablemente y durante dos horas con el policía encargado de hacerme un intimidante "fichado" como extrangero. También soy consciente de la mejor acogida que tenemos quienes venimos del cono sur (ventaja cuya causa desconozco). De nuevo en Italia me ha tocado compartir la mesa con un montón de gente que se quejaba de los extracomunitarios en tono bastante xenofobo hasta que les señale que olvidaban el detalle de que yo también lo era. "Bueno, pero sos de argentina" me dijeron :^)

En cuanto a la imposición por parte del hombre del pañuelo islámico a las mujeres, no creo que haya que tomarlo en tono de "esclavitud", sino mas bien como algo similar a lo que pasa con el aborto en muchos países católicos, donde a pesar de estar permitido, muchas mujeres no abortan por una convicción religiosa. Puede ser que el origen de esa tradición sea machista, pero la decisión de no abortar de esas mujeres pasa mas por una convicicón personal que por una imposición de sus maridos. En muhcos casos yo compararía el hiyab con eso.

Anónimo dijo...

Sin faltarle el respeto a nadie, ¿no es una patochada total y un contrasentido llevar una prenda como signo de modestia? Es proclamar tu modestia al mundo para que digan lo honrada y modosita que eres, y exhibir una cualidad es caer en la vanidad. Por tanto, llevar hiyab es una contradicción como una casa y me quedo con la versión de César: es decir claramente lo que eres y como piensas. Allá tú. Asume las consecuencias.

Y para terminar, sólo me queda citar a un hombre que es considerado profeta por los musulmanes: "Dadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios". Si vives en un país en el que poquita gente va presumiendo de su religión y sabes que lo tienen más jodido, o adaptarse o morir. O mejor: quítatelo para trabajar. No creo que lo lleven pegado a la cabeza, y dado que el Corán se escribió cuando la mujer era una máquina de parir y no un ser inteligente que podía trabajar, no se sabe si el divinísimo Allah sancionaría a la mujer por mantener trabajo y religión separados. Es la pega de las sagradas escrituras, son como son y no va a llegar nadie a rescribirlas (que sí, que vale, la castigaría, mutilaría, mataría y enviaría al infierno, pero en lo que a escrituras se refiere, lo que no está escrito, no se puede saber, ¿no? Cada ley tiene su trampa).

Básicamente eso. Yo no la contrataría. Un beso,

Cristina

Severian dijo...

es decir claramente lo que eres y como piensas. Allá tú. Asume las consecuencias.

Es que no creo que la ideología islámica tenga algo peor que la católica. Y no es cierto que no se exprese ideología católica, solo que es tan omnipresente que no la notas (hay un iglesia cada cien metros, dices "adios" cuando te vas, y "gracias" para agradecer, llevas un anillo como signo de matrimonio, te cubres partes de tu cuerpo, no se aceptas socialmente la poliganmia, etc, etc, etc). Es tan omnipresente que incluso los ateos vivimos de acuerdo a ella y sostenemos sin darnos cuenta valores morales de origen cristiano.

César dijo...

Severian: Ante todo, quiero recordarte que, según he dicho en la entrada, no querría tener en mi negocio ninguna muestra externa y ostentosa de ninguna religión. De ninguna. Por otro lado, es evidente que en nombre de Cristo se han cometido al menos tantas barbaridades como en nombre de Alá. Con todo, creo que la ideología islámica es, hoy, éticamente peor que la cristiana, y por muchos motivos.

Primero, porque la Biblia cristiana tiene dos partes claramente diferenciadas. El Viejo Testamento contiene una moral primitiva y bárbara (muy similar a la islámica), pero el Nuevo Testamento, que se considera una especie de "reforma y actualización" de la ley mosaica, muestra una ética infinitamente más avanzada y civilizada, una ética básicamente farisea (en la línea del rabí Hillel), con influencias orientales y pitagóricas. Básicamente, esa ética cristiana neotestamentaria es en su mayor parte acorde con la moral humanista.

No obstante, las muchas veces salvajes historias del Viejo Testamento pueden dar pie a que más de uno se sienta con derecho divino para masacrar a sus vecinos. A decir verdad, esto ha sucedido infinidad de veces. No obstante, esas historias del Viejo Testamento son eso, historias, ejemplos; malos, pero ejemplos. Sin embargo, el Corán contiene preceptos; es decir, mandatos de dios como:

"Matad allí donde los encontréis a quienes ponen otros dioses junto a Alá" (Sura 9.5-6)

"Decid a los infieles que, si abandonan su descreimiento, se les perdonará el pasado; ¡pero, si reinciden en ello, sufrirán el destino de los antiguos! Luchad pues con ellos hasta que no haya más disensión ni más religión que la de Alá" (Sura 8.39-42)

En fin, creo que hay una diferencia sustancial entre un pésimo ejemplo y un pésimo precepto, sobre todo si este último es una orden directa de dios.

Por último, en las sociedades cristianas (por llamarlas así) ha habido una reforma, se ha separado la iglesia del estado (y de la justicia), y la religión se ha alejado de lo público para ir circunscribiéndose cada vez más a la esfera privada. Digamos que nuestras culturas han domesticado a la religión.

Pero nada de eso ha ocurrido con el Islam, que sigue siendo básicamente igual que hace mil años y jamás ha sido reformado. El islamismo es una doctrina violenta que abarca tanto la religión como la política y la justicia. Nadie ha domesticado todavía al Islam.

En fin, esas son las razones por las que considero más "perverso" al islamismo que al cristianismo.

Por otro lado, está claro, como señalas, que el cristianismo ha impregnado en gran medida nuestra cultura y nuestro idioma. Aunque, por cierto, algunos de los ejemplos que citas no son propiamente cristianos. Por ejemplo, los anillos de boda eran utilizados tanto por los celtas como por los romanos (y por muchas culturas más). Y, evidentemente, la monogamia versus la poligamia no es ni remotamente un invento cristiano.

De todas formas, esos "flecos" cristianos que nos quedan no son lo mismo que un hiyab. De ninguna manere, ni punto de comparación.

Anónimo dijo...

De forma muy escueta, me da la impresión de que la discusión sobre el hiyab viene dada por su consideración como signo religioso o cultural. Para César es religioso, para mí por ejemplo es cultural.

En cualquier caso, el quid de la cuestión es que NO podemos obligar a nadie a hacer algo que no quiera. Ni a que no lleve pañuelo, ni que nos impongan un pañuelo a nosotros (no estoy de acuerdo con Albania, por cierto). Esto me recuerda por cierto una propuesta del PP que, en mi opinión, no tiene sentido: que los inmigrantes se comprometan mediante contrato a respetar los valores de España. Pero cuáles son esos valores?: ¿los tuyos, los míos, llevar un pañuelo, no llevarlo, ir con cachirulo, etc...?. Hagamos como prueba una especie de lista de valores de la Fraternidad de Babel, y os aseguro que ni el propio César encaja.
A lo mejor me molesta más a mí un tatuaje y un montón de piercings que un pañuelo. ¿Quién dicta esos valores o leyes?.
Sigo pensando que en todo esto hay prejuicio. Doble diría yo, porque encima va dirigido a las mujeres (claro, es que nos gustan que vayan enseñando cacho y estén buenorras, cómo no).
En la carrera, oh tempora, tenía una compañera del opus, que vestía de pies a cabeza lo más cerrado que podía. Con faldas largas hasta en verano. Y para colmo estaba buena. ¿qué hacemos, la obligamos a que vaya vestida de otra forma porque no concuerde con cómo iría yo?. Pues lo mismo que el velo.


Mazarbul

César dijo...

Mazarbul: con respecto a si el hiyab es un signo religioso o no, te sugiero que leas los comentarios islámicos al respecto. Yo ya he aportado pruebas (y no sólo opiniones); más no puedo hacer.

Lo que no entiendo es por qué me atribuyes cosas que no no he dicho; es más, he dicho lo contrario. Aquí no se trata de obligar a nadie a quitarse un pañuelo. En mi texto dejo muy claro que, en mi opinión, Mariam es libre de ir vestida como le venga en gana. Igual que son libres aquellos propietarios de ópticas que decidieron no contratarla por su aspecto.

Por favor, discúteme lo que digo, no lo que crees que digo.

Anónimo dijo...

Tengo problemas con Internet, por lo que seré breve, muy breve: César, tienes toda la razón.
Ya está, me vuelvo a desconectar.

Anónimo dijo...

La principal diferencia entre el cristianismo y el Islam es que este último jamás tuvo algo parecido a una iglesia unificada. Como no hubo una Iglesia que ordenase el cotarro (haciendo desaparecer por la vía rápida a los que se desviaban un poco de la doctrina oficial), son un conjunto heterogéneo de sectas, cada una con su propia interpretación del Corán, algunas superviolentas y otras tan interesantes como los sufíes. Como ese otro libro sagrado que está escrito por pastores de hace 3000 años (que hay que tener huevos para pensar que esto puede tener algo que ver con el mundo actual), el Corán también es interpretable, y lo del yihad yo he oído interpretarlo como “lucha contra los demonios interiores”. La cuestión es que, hoy en día, en algunos países donde el Islam es la fuerza gobernante las mujeres son tratadas peor que en la Edad Media en Europa. Lo de esa mujer violada por varios hombres en Arabia Saudí, que luego fue condenada a una pena de cárcel por haber sido violada; o lo del burka; o lo de la ablación; o lo del hiyab. Estoy seguro de que hay sectas islamistas que abominan de todo esto tanto como nosotros, pero esta mujer de la historia defiende su derecho a llevar un símbolo de sometimiento machista (a mí me da igual si es religioso o no), y además a llevarlo en el puesto de trabajo. Pues yo creo que no.

Severian dijo...

esa ética cristiana neotestamentaria es en su mayor parte acorde con la moral humanista.

Si, pero me pregunto si el orden causal no es el inverso. Quiero decir si la moral humanista de occidente no está muy influída por valores cristianos.

Quisiera agregar algo más, que me sigue pareciendo está detrás de esta discusión: un país que recibe inmigrantes no puede nunca seguir siendo el mismo. No sabía de esa propuesta del PP (divertida, aunque ya no me sorprende nada) pero en el 2006 escuche a Berlusconi diciendo que "Italia necesita a los inmigrantes siempre y cuando acepten nuestra cultura y nuestros valores". Y eso nunca será así.

No existe la opción de una España o una Italia igual a las de siempre pero con inmigrantes. No se puede trasladar un barrio de Kabul a Madrid y pretender que los madrileños no lo noten, ni se puede pretender que los afganos se enamoren de las tortillas. Los inmigrantes no se convertirán en españoles, eso simplemente no es viable, no va a pasar. Pero tampoco seguiran los españoles con su vida y cada colectividad con la suya en su reducto, eso tampoco puede pasar (bah, que se yo, ojalá no pase).

Desde mi punto de vista, la unica opción es que ambos se transformen en otra cosa, una mezcla de dentro de cien años sera considerada "español típico", pero que muy probablemente se parezca poco al de ahora. Eso no es necesariamente malo, no hay que comprar el miedo que muchos políticos venden junto con sus sonrisas. Ni el que los medios de comunicación reparten gratis. Si yo digo argentina probablemente muchos piensen en el tango, pero el tango no era argentino hace cien años, fue sintesis de una mezcla de culturas. Hace cien años argentino eran los gauchos, que desaparecieron casi por completo, y el mate, que permaneció.

Quiero decir: si los españoles aceptan a la inmigración, simplemente va a haber una parte de españa islámica, no se puede evitar, con muchos de los valores del islam. Y eso no está necesariamente mal, puede estar muy bién. Aquí existen barrios de Buenos Aires donde las colectividades árabes (nuestros "turcos") convivieron con las judias (nuestros "rusos") al punto de que ya olvidaron ser diferentes.

Bueno, nada, si me estoy poniendo demasiado pesado me lo dices, y ya :)

Anónimo dijo...

Seré muy breve:
Estoy totalmente de acuerdo con Samael.
Queda dicho.

Anónimo dijo...

Sí, está genial que la mujer se someta voluntariamente al hombre por coacción cultural... España sería un país maravilloso con más islamistas. Así ya los hombres ni necesitarían argumentos para conseguir algo de una mujer: Allah dice que se les obedezca. Hasta aquí.

E igual que lo de la iglesia, de censurar la manifestación física del amor si no lo aprueba antes el cura de turno. Dudo que con los señores feudales hicieran tantos miramientos. Y en ninguna parte de la biblia se aprueba el derecho de pernada, ¿qué clase de fidelidad matrimonial es esa? Pero bien que callaban, por dinero. O todos moros o todos cristianos.

Puedo creer que el hombre haya inventado dioses para explicar el mundo. Puedo aceptar que la tontería de las escrituras sagradas (textos, independientemente de su naturaleza divina o mortal, muy interesantes) haya trascendido y siga perdurando la mentalidad rígida que difunden. Pero no puedo soportar que, llevando el peso de miles años de historia de la humanidad a nuestras espaldas, esos valores se impongan en algunos aspectos más que la razón. Bastante cristianizada está España para que encima se añadan los musulmanes a meter baza.

Señores, ojalá la canción "Imagine" pudiera ser una realidad. Un beso,

Cristina

Severian dijo...

España sería un país maravilloso con más islamistas.

¿Sabes de los islamistas algo mas de lo que te dicen los medios de comunicación? Yo no, asi que trato de tener cuidado al juzgar lo que es mejor o peor. Bueno sí, algo sé, sé que están sentados arriba de la mayor reserva de riqueza del mundo. Asi que creo muy poco de lo que se me diga y trato de hacerme mi propio juicio. Y todos los islamistas que he conocido son muy buenas personas, que me encantaría fueran mis conciudadanos. Ninguno maltrata a su mujer (aunque conozco muy fieles del opus que lo hacen).

Hay que decirlo: si no quereis aceptar que vuestra cultura va a cambiar por la inmigración, pues cerrad las fronteras. No se puede repicar y estar en la procesión.

Mabalot dijo...

Una vez más, don César, valiente, claro, y sensato.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Aviso a los contertulios:
He venido observando que algunos, con su mejor voluntad, se refieren al titular de este blog como "Don Céar".
Quiero aclarar, para público conocimiento, que en nuestra familia el unico "Don César" que existe y existirá es "Don César de Echagüe y Acevedo".

César dijo...

BB: Pero, dado que me llamo César precisamente en honor a don César de Echagüe y Acevedo, alias El Coyote, y además soy bachiller, tengo perfecto derecho a ser tratado de "don". Y no me toques los cojones, hermano, porque puedes quedarte sin lóbulo de la oreja en un plis plas.

perenquén dijo...

Vaya entrada más jugosa. ¡Mira que ir a descubrirla precisamente ahora, en el curro y con mi jefe a punto de llegar! (Hora de montar el paripé y hacer como que trabajo).

Te adelanto que no he tenido tiempo de leer todos los comentarios y os pido disculpas si la cuestión que voy a hacer ya está resuelta en alguno de ellos, pero el de Manolo me ha recordado el caso algo singular de mi ciudad natal, Santa Cruz de Tenerife.

En Santa Cruz de Tenerife hay dos comunidades de inmigrantes especialmente numerosas que no están tan presentes en las ciudades peninsulares que conozco: la hindú y la libanesa. La mayor parte de la población libanesa de Santa Cruz vino huyendo de la terrible e interminable guerra civil que asoló a su país allá desde finales de los setenta hasta, si no me falla la memoria, casi los noventa. Pese a ser la mayoría cristianos - no todos, yo mismo conozco personalmente el caso de un judío - las mujeres suelen llevar el pelo cubierto por una prenda muy parecida al hiyab. ¿Cómo actuarías si Miriam no fuera musulmana, sino una libanesa cristina?

Por otra parte, es muy difícil superar algunos prejuicios. Juzgas a Miriam no por, creo yo, la importancia que para ella tiene la hiyab o por el significado real de esta prenda, sino por tus propios prejuicios hacia ella (la prenda, se entiende) y lo que tú entiendes que significa. Bueno, ya escribió Nietzsche que toda palabra es un prejuicio, y no seré yo quien tire la primera piedra. Sin embargo, me preocupa que tu hipotética decisión de contratar a Miriam no responde tanto a tus prejuicios como a algo mucho más grave: el miedo al rechazo que contratarla pudiera provocar en la clientela de tu negocio, ignorante de que precisamente el hecho de que ella trabaja ya supone una prueba de emancipación que ningún pañuelo puede tapar. Sospecho que en cualquier otra situación no hubiera hiyab que te impidiera contratarla, si realmente fuera la persona adecuada para el puesto.

Espero haberme sabido explicar bien.

Un placer leerte, como siempre.

Anónimo dijo...

He visto que hay muy pocas mujeres opinando y ninguna mujer musulmana que responda que al fin y al cabo son a las que de verdad les afecta esta situación. Bueno yo soy musulmana y llevo Hijab. Veo que habeis entrado en una discusión que no tiene salida; el considerar el hijab como simbolo religioso o como simbolo cultural, yo creo que lo que importa es si la persona que decide llevar hijab lo lleva por religión o por cultura y tradición. La decisión si se toma por un motivo u otro hacen muuuuy diferentes las actitudes y la forma de pensar de la persona cuando aparentemente el hijab es lo mismo, claro esto dejando de lado a esas chicas a las que se les obliga (algo muy triste desde mi punto de vista). Yo nunca lo lleve nunca se me ha dicho que me lo pusiera de hecho yo formaba parte de esas chicas facilonas que despertaban la libido de los hombres como he visto que creeis que definimos a las mujeres que no llevan hijab, cosa que no es cierta. Yo me vestía como me daba la gana y en ocasiones bastante atrevida. La decisión de ponerme un pañuelo en la cabeza fue por mera convicción religiosa por fe y no porque ningún hombre me dijera que me lo pusiera. Para mi llevar un pañuelo no significa mostrarle al mundo que sea honrada, digna, etc, etc, el hijab es un paso mas para ello. No quiero demostrarle a nadie que yo sea de una manera u otra. Creo que a la gente con la que trato les bastará mi personalidad y mi eficacia trabajando y no mis ideales religiosos para contratarme y todo esto sin molestarse en saber si realmente mi religión es lo que el presupone que es. El problema de no contratar a alguien por llevar un pañuelo es porque lo único a lo que se dedican los medios de comunicación es a dar esa imagen de terroristas, intolerantes, sin estudios que vienen de un pueblo perdido y cuyas mujeres somos maltratadas y miramos mal al resto de mujeres que no se cubran. En base a esto no culpo a la gente por tener prejuicios los culpo de la pasividad, de no molestarse en ver si eso es verdad o no. Lo mismo digo para alguien que habia puesto por alli que las mujeres se lo ponen sin cuestionarse las cosas, una mujer que se pone el hijab por voluntad propia no se lo pone de una dia a otro y muchisimo menos sin cuestionar lo que le digan o lea. Yo soy musulmana y soy muy critica hasta el punto de que ante el ojo de otros musulmanes estoy loca o que los occidentales me han comido el coco pero no solo con el islam sino con cualquier cosa. También culpo a ciertos "musulmanes" que hablan por hablar y no saben ni lo que dicen, el ejemplo más claro es afghanistán...el hecho de cubrirte la cara a mi parecer es una exageración que las árabes o las primeras musulmanas lo hicieran no significa que sea algo islámico. La sharia ("LEY ISLÁMICA") como algunos sabreis no es algo irrefutable que es donde se establece que hay que cubrirse la cara, manos,etc pero en el coran no se dice nada de esto.
¡Un saludo!

Nyna dijo...

Esta entrada es ya muy antigua, pero qué cojones, tengo que darte un buen aplauso César. ¡Felicidades por esta entrada y por esgrimir tan buenos argumentos!
Una entrada perfectamente documentada y narrada. Sin puntos oscuros y HABLANDO CLARAMENTE DE LO QUE SIGNFICA EL HIYAB.
Aquí veo mucho progre comentando del palo que los occidentales no sabemos exactamente de qué va el asunto, de qué no significa sumisión, y que no es nada malo... Que sólo es cuestión de tradición y cultura, ponerse el pañuelo de marras en la cabeza.
Así pues pregunto: ¿Con toda la información sacada de primera mano del Corán sobre el significado del velo... aún decís que no conocemos bien su significado, o que las cosas cambian y demás sandeces?
¿Por qué cuesta tanto ver las cosas aunque nos las pongan ante los ojos?
Si no significa nada de eso, decidme qué carajo significa el velo.
Ya estoy cansada de que la gente hable sin tener ni puñetera idea de lo que dice. "Cultura y tradición". ¡Venga ya, hombre! Sumisión y sumisión es lo que significa. Y que encima quieran hacérmelo tragar como algo bueno... Repito: sólo hay que leer el Corán.
Y aquellas que se lo ponen por decisión propia más miedo me dan.

En fin, César, gracias por una entrada tan buena. Siempre es un placer leerte.