Hace unos días, alguien se refirió a mí llamándome “blogger”. Me sentí extraño y lo primero que pensé –casi con violencia- fue: ¡no soy un blogger!, pero acto seguido me di cuenta de que mantengo un blog, éste, y por tanto, técnicamente, sí que soy un blogger. Pero no lo soy, no me siento como tal, no me veo formando parte de ningún movimiento. Aunque, claro, objetivamente lo soy... Podría estar eternamente oscilando entre este ser y no ser, como si deshojara una margarita infinita, porque ambas afirmaciones, aunque opuestas, son ciertas. Soy un blogger porque creé y mantengo La Fraternidad de Babel; pero no lo soy en la medida en que para mí, un blog no es algo en sí mismo, sino una mera extensión de mi necesidad de comunicarme. Me comunico en persona, me comunico a través de mis libros, me comunico con artículos en revistas y, casi por pura inercia, también me comunico en Internet. Pero hay una diferencia: en Internet obtengo un feedback casi instantáneo, la comunicación se produce en ambos sentidos. Ergo: La Fraternidad de Babel no es una tribuna, sino una tertulia. Cierto merodeador de Babel dijo en una ocasión que este blog era para él un lugar tranquilo donde tomar café y charlar mientras fuera llueve. Qué hermosa imagen me pareció ésta; yo también lo siento así.
Por eso no soy un blogger. Un amigo me sugirió que utilizara las diversas herramientas que hay disponibles para controlar el tráfico de visitantes del blog y conocer su número, su procedencia, sus preferencias, etc. Otro me dijo que ordenara las entradas por categorías. Otro más me recomendó que anunciara el blog en mis libros. No hice ni caso, porque una tertulia de café no funciona así, no hay control ni orden, sino pura espontaneidad. Me importa un bledo el número de lectores que tenga Babel; lo que sí me importa es su calidad, y en ese aspecto tengo la fortuna de andar más que sobrado. No quiero promocionar mi blog, no quiero premios ni aparecer como ejemplo de nada, no quiero avalanchas de visitantes; de hecho, creo que si Babel se masificase, lo cerraría. Me gusta así como es, pequeño, privado, casi anónimo, un lugar tranquilo en medio del caos donde los merodeadores podemos encontrarnos y hablar de cualquier cosa al amor de una lumbre, sin alzar la voz, entre taza y taza de café.
No soy un blogger, ni vosotros unos blogueros; somos merodeadores, jinetes solitarios, cazadores furtivos, socios del inexistente y selecto club de los que no pertenecen a ningún club. Y esto no es un blog, sino un punto de encuentro, una tranquila taberna a las afueras de Babilonia, un alto en el camino. Un blog no es nada, sólo un soporte, una pantalla en blanco. Lo único real es lo que entre todos creamos en esa pantalla.
sábado, noviembre 22
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35 comentarios:
Me ha gustado la entrada y la descripción que has hecho del blog :) . O de la tertulia más bien! :P
Yo creo que hay tantos tipos de blogs como blogueros. Populares y elitistas, publicitados y anónimos, masivos y poco visitados. Pero me temo que eres un bloguero. Porque tienes un blog. Un sitio a tu gusto, tipo "café tertuliano", si quieres, pero un blog.
Y a mucha honra, hombre...
Esto no es un café con los amigos:
1- Porque yo no soy amigo tuyo y ni siquiera te conozco de nada y te comento casi todas las entradas últimamente. ¿Te imaginas que estás tomando un cafe con tus amigos y aparece uno que no conoces de nada y comenta la jugada?
2- En cualquier caso, menuda conversación sería esta, no? Tu pones y tema, lo desarrollas y cuando has terminado, 5 minutos después, tus amigos comentan la jugada. Yo no he visto ninguna conversación real así, salvo las que tengan Aznar y acólitos, por ejemplo.
En resumen, esto no es una conversación real ni es un café con los amigos. Esto es un blog. Y es un medio como otro cualquiera, ni mejor ni peor. Tiene sus reglas y sus modos de uso (¿has tenido un troll alguna vez?).
Vamos, que eres un bloguero y esto es un blog. Por cierto, tampoco pasa nada porque arregles el blog, justifiques el texto, añadas enlaces y todo eso que suelen hacer los bloguers, eh? Recuerda que lo eres a pesar tuyo.
Yo nunca he conectado bien con la llamada "blogosfera". No sólo no tengo blog, sino que los blogs que leo se pueden contar con los dedos de una mano.
Sin embargo, desde hace varios meses leo todas las entradas y comentarios que se escriben aquí (y no es únicamente porque me guste como escribe el propietario del sitio, pues muchos de mis escritores favoritos tienen blogs y paso de ellos).
Así que debe tener razón César en que La Fraternidad de Babel no está concebida como un blog, porque para que yo le dedique tanta atención no puede ser un blog ;-)
No estoy de acuerdo. Quizá no seas el típico blogger, pero que lo eres es innegable. Es algo así como si el portero de un equipo de fútbol dijera que no es jugador de fútbol: "No soy un jugador, yo soy el portero".
^^
Hombre, una caracteristica de los blogueros de éxito es que son originales y no cuentan lo que los demás. Contar las propias penas y que la gente te lea solo se le da bien a Juanma Santiago :P Los demás aburren. Por tanto lo mejor que le puede pasar a un bloguero para que le lean es no considerarse bloguero, no querer nada con los blogueros y ni preocuparse por lo que hacen los blogueros. Ira a tu bola, vamos. Eso tampoco es garantía de éxito, pero si le sumas ser César Mallorquí, probablemente sí lo sea :D
Pues yo creo que están ahí expuestas las causas por las que visito regularmente éste sitio (y porque me gusta). Lo leo regularmente, y lo sigo desde hace mas de un año.
Que peligrosas son a veces las etiquetas...
Me desplazo habitualmente en bici y de vez en cuando alguien me llama ciclista, literalmente lo soy pero por la connotación de "persona que gana dinero dando pedales" pues no me gusta esa clasificación.
Como el tópico de que los que vamos en bici somos estudiantes de izquierdas, por ejemplo, últimamente, será debido a mi entorno, veo muchas familias de 2 y 3 hijos que también usan la bici habitualmente como medio de transporte.
En sí el problema es hasta donde llevamos la definición, literalmente eres un bloger que usa este medio, si empezamos a "enriquecer" - o empobrecer, la definición con más tópicos, nos acercamos a la secta, y varios de estos tópicos seguro que no te gustan.
Y por último (como me enrollo) la mitad de los blogs mueren de sequía (no aportan nada y no tienen ningún interés) y la otra mitad de éxito, debido a su gran cantidad de visitas y mensajes se acaban convirtiendo en una pesada carga que no compensa a ningún nivel y se abandonan, por eso es muy difícil encontrar el equilibrio.
Supongo que en unos años el tema se defina y estabilice, mientras tanto aquí están las herramientas del blog para que cada uno las use como quiera.
Me gusta cómo entiendes este blog tuyo; algo parecido me gustaría del mío. No obstante, me temo que coincido con varios de los comentariastas es que, por mera definición, eres un blogger. Que re repugne algo al término tiene que ver, supongo, más con la imagen que te has hecho de ciertos bloggers que con el concepto en sí. Lo que sin dudad es cierto es el final de tu post: "Un blog no es nada, sólo un soporte, una pantalla en blanco. Lo único real es lo que entre todos creamos en esa pantalla". Fíjate que lo mismo podríamos decir de la hoja en blanco sobre la que escribes. Saludos.
Hola... Vengo de visita de domingo a tu casa... Estoy de acuerdo con la totalidad de lo que dices en este artículo. Claro que es una tertulia, un encuentro fraterno en el más exótico de los lugares que podamos imaginar... Yo soy un vagamundo de este universo y viajo por él como lo hago en mis viajes terrenales, con curiosidad y esperanza... Qué suerte encontrarme de vez en cuando oasis como éste en el que descansar y disfrutar un buen rato...
También quería darte las gracias por leer “Amanece púrpura” y por formar parte de esta historia de lectores y escrituras. No sabes cómo agradezco tu entusiasmo y entrega en este proyecto de palabras, tus comentarios que hacen posible que continúe esta feliz tarea de escribir no sólo para mí sino sobre todo para vuestros ojos e imaginación. Anoche edité la segunda parte que faltaba del segundo capítulo. Espero, deseo, que te guste… que renueves nuestro pacto. Saludos.
Yo tampoco estoy muy de acuerdo con que no lo seas.
Es como si ahora renegaras de que te llamasen escritor por no pertenecer a ningún colectivo.
Lo quieras o no, esto es un blog, con tu toque, con tu tono, maravilloso para los que lo visitamos, pero blog al fin y al cabo.
Similar reacción a la de Hernán Casciari
(http://orsai.es/2008/11/una_charla_sobre_la_muerte_de_los_blogs.php)
Me parece bien que no quieras que te llamen bloguero cuando lo que eres es escritor, un escritor que escribe en la red y de paso charla con los amigos utilizando un medio que es el Blog como podía haber sido cualquier otro similar. Son ganas de etiquetar a la gente.
En todo caso, nunca está de más organizar un poco la mesa del café de la tertulia por si alguien quiere rebuscar entre los artículos antiguos...
Entonces, ¿quito o dejo el link a tu blog que tengo puesto en el mío? Si no quieres promoción... :-P
Bueno, no creo que haya que decir "Tú eres x" o "ú eres Y", para eso es esta entrada, creo yo. Fray César es un blogger técnicamente hablando pero no tiene las características de los bloggers.
Eulez, no mates el romanticismo de la entrada, que a mí me ha molado, joder.
Qué narices, César, es tu blog, tu reino. No hace falta que pongas nada, la gente te lee.
No se trata de lo "que" eres, sino de "quien" eres.
Una palabra no puede definir lo que somos, ni siquiera nuestro nombre. Las palabras ni siquiera sirven para definirse a si mismas, somos nosotros quienes les damos significado. Distinta persona, misma palabra, significado dstinto (por muchas acepciones que vaya incluyendo la RAE)
Asi que, si cuando excuchas la palabra blogger, no te sientes identificado, sera que no lo eres.
Ah, y el cafe no me gusta (mejor un Cola-cao, aunque sea una marca registrada)
Nunca entenderé cómo es posible que haya gente a quien no le guste el café. O.o
Leodin DaCore: tienes nick de caballero medieval, Como Tirente el Blanco o Amadís de Gaula. Gracias por coincidir con mi visión de este... lugar.
Eulez: lamento que no me consideres tu amigo (o cuando menos tu amiguete). ¿Es necesario conocerse en persona para mantener una relación amistosa? Espero que no. Por otra parte, he calificado metafóricamente a este blog (sí, es un blog, ya lo sé) de tertulia, y hay tertulias de amiguetes, pero también hay tertulias abiertas donde puede participar cualquiera. Y hay "tertulias de autor", donde el grupo se congrega en torno a la figura que organiza la tertulia.
De acuerdo, pongamos los pies en el suelo, seamos realistas: esto es un blog y punto. Vale, pero a lo mejor, si haces un esfuerzo de imaginación, puedes llegar a creerte que esto es un café entre amigos. De ti depende.
Pero, lo siento amigo Eulez, no soy un blogger. Soy escritor y eso es lo que hago aquí: escribir.
Anraman: exacto, Babel no sigue los senderos habituales de la blogsfera (sea esto lo que sea)
Jose Antonio del Valle: gracias por lo último que dices (me sonrojo). Por lo demás, tienes razón: lo que hago es ir a mi bola. Pero intento que mi bola sea divertida y, quizá, interesante.
Blueberry: me alegro de que lo veas así; eso quiere decir que no estoy tan desencaminado como podría pensarse a tenor de algunos comentarios.
CeJota: has dado en el clavo: el problema son las etiquetas, porque simplifican tanto que el objeto o sujeto etiquetado acaba perdiendo sentido.
Miroslav Panciutti: exacto, lo mismo puede decirse de este blog que de una página en blanco de mi procesador de textos. De hecho, las entradas las escribo en el procesador y luego las copio en el blog. ¿Soy, pues, un "Wordero"?
Liberto Brau: gracias por entenderlo. Tu blog es un ejemplo perfecto de lo que pretendo decir: ¿es un blog o una novela? ¿Eres un bloguero o un novelista? Yo lo tengo claro, y tú también. Cualquiera puede escribir un blog, pero no todo el mundo puede escribir una novela.
Gracias por el fascinante proyecto de tu ¿blog?
JP: Pues estoy de acuerdo contigo, salvo en un aspecto, eso de ordenar las cosas. Lo siento, esto es Babel y Babel es sinónimo de desorden.
Gracias por esa referencia al no-blog de Casciari. Voy a utilizar sus palabras más adelante.
Elaine Holmes: Elemental, querida Elaine; tienes razón: esto será lo que cada uno de nosotros quiera que sea. Todo depende de cómo lo veas.
Javier Albizu: supongo que tienes razón: sencillamente, no me identifico con la palabra blogger. Por cierto, en vez de Cola-Cao ¿no prefieres una taza de chocolate a la idem? ¿O de cacao natural? Pida usted por esa boquita, que hay barra libre :)
Teresa la de la ventana & Éremos & Jg: Si escribo en un cuaderno, ¿soy un cuadernero? Si escribo con una máquina de escribir, ¿soy un mecanógrafo? Si escribo con un ordenador, ¿soy un informático? No. Reducir las palabras a su significado básico resulta muchas veces engañoso. Por supuesto que si nos limitamos a lo evidente, esto es un blog y yo soy un blogger. Pero si ampliamos el significado intentando matizar, entonces las cosas ya no están tan claras. Un blog es una herramienta; lo importante, lo definitorio, es el uso que se hace de ella. ¿Soy un blogger? No, soy un escritor que, a veces, utiliza como herramienta de comunicación un blog.
Permitidme citar algunos párrafos de cierto artículo aparecido en el ¿blog? de Hernán Casciari:
"Hace ya bastante tiempo creí descubrir que la primera gran división entre los usuarios que utilizan la herramienta blog es la siguiente: por un lado, había personas que utilizaban la herramienta llamada blog por una razón puntual (la necesidad es anterior a la emergencia); y por el otro lado, había personas que poseían un blog pero todavía no sabían para qué lo necesitaban (la emergencia, anterior a la necesidad). En el primer grupo (el minoritario) siempre fue un error conceptual llamar a estos usuarios "bloggers". Se llaman, cada uno, del modo que se llamaban antes de utilizar un blog: poetas, informáticos, estudiantes, periodistas, estudiantes de periodismo, fotógrafos, retocadores de fotografías, columnistas, monologuistas, narradores, arquitectos, novelistas, humoristas gráficos, etcétera. En el segundo grupo (que hasta ayer era el mayoritario) sí hacía falta una definición. Y entonces "blogueros", o "bloggers", pudo ser una de ellas. Se trataba de personas que utilizan las herramientas porque existen las herramientas. Ya después verían qué hacer con ellas. Como ocurre ahora con otras modas (...) Desde hace un año, o un poco más, toda la gente que se autodenominaba bloguero, o blogger (es decir, aquellos que no habían tenido la suerte de conseguir un oficio dentro de Internet) se pasaron alegremente a las nuevas tendencias en boga. Se está produciendo ahora mismo esa desbandada. Gracias a dios, la gente que no tiene nada para decir ahora lo dice en Twitter y en Facebook. ¡Ah, qué tranquilidad, qué descanso! Ya no son blogueros, sino twiteros o algo parecido. Gracias a dios y a la virgen santa, los medios de comunicación tradicionales empiezan a hablar ahora de “La revolución de la Web Social” y ha dejado de preocuparse por los blogs, ha dejado de generar titulares, ha dejado de importarle el asunto, ese asunto que dos años antes era capaz de solucionar hasta los crímenes que ocurrían en California. Ahora, según la revista Wired, un pasquín ridículo pero muy prestigioso, los blogs son una moda del año 2004.
Me alegro muchísimo, de verdad.
De aquí a uno o dos años, quedarán en pie únicamente los blogs de las personas que tengan algo para decir; pero rebautizados como lo que al fin y al cabo son: páginas y sitios en Internet. El blog perderá su nombre técnico, perderá su contrapeso revolucionario, será una costumbre natural para los que tengan cosas que decir, cosas que hacer, cosas que ofrecer en la Red (...) Un blog es una herramienta de trabajo, nada más. Y no es revolucionaria ni es fenomenal. Es útil para el que tenga algo que decir. Para lo demás, habrá siempre nuevas modas".
Jeje, en cuanto leí este post iba a ponerte el link a la charla de Casciari, pero me imaginé que ya la habrían mencionado, como así ha hecho "jp" :)
Es curioso cómo últimamente no leo más que reflexiones sobre este mismo tema. Hay que ver la facilidad con la que las cosas pasan de moda en este mundo globalizado que frecuentamos ;)
Llego un poco tarde, pero me gustaría aportar mi punto de vista (en ningún caso, sobre la polémica blogger/escritor, etc).
En primer lugar, sí te recomendaría una herramienta de control de visitas; creo que el propio portal blogger.com tiene algunas utilidades al respecto y si no hay miles por ahí.
¿Por qué? Pues justamente para estimar el alcance de tu voz en el café ;-) Lo mismo piensas que hablas para una mesa, y te están escuchando en la esquina de enfrente. Eso sí, si lo haces, evita caer en la tentación de esclavizarte al contador convirtiéndolo en un tótem.
Otra recomendación mínima es que cambies el estilo de presentación; eso es fácil y no tienes más que ir a la parte de administración del blog para cambiar la plantilla (hay muchas que te ofrece el propio blogger.com). El estilo actual se hace un poco inadecuado porque la columna principal es muy estrecha y con los contenidos tan largos de tus artículos, se hace un poco pesado. Curiosea un poco, que seguro que te animas a darle una nueva capa de pintura a esté café, tan calentito y acogedor en los días de lluvia ;-)
Somos merodeadores, me gusta como suena, gracias.
Bliss: no hay nada más demodé que la moda.
Manuel: te agradezco los consejos, pero la verdad es que no me apetece nada controlar el tráfico de visitantes. Otra cosa es tu sugerencia de modificar el formato; tienes razón, es incómodo. Pero me da pena cambiar Babel... llevo tanto tiempo ya viéndolo así que le he cogido cariño. De todas formas, es cierto, tengo que cambiarlo. Lo haré en cuanto logre vencer la pereza.
Mister Mecha: a mí me encanta esa palabra; es casi onomatopéyica. La pronuncias y se te viene a la cabeza la imagen de un tipo merodeando.
eres un blogero, como yo soy un motero y no un motard (francés) o un biker (inglés).
¿A que ahora te sientes más tranquilo?
Pues yo me imagino a un blogero (coincido con Samael) como un naúfrago en una isla desierta que, a falta de balón de rugby con el que charlar, mete mensajes en botellas y los lanza, sin destino prefijado, al mar. En los días sucesivos el mar le devuelve otras botellas con otros mensajes en sintonía con el envíado.
Esto es como una conversación que tuviera un tempo "allegro ma non troppo". Tú inicias la charla, al cabo de un tiempo otro/s responden, al hilo de lo expuesto desde diferentes perspectivas, asociando otros temas que se encadenan con otros de más o menos relevancia... es una conversación abierta a la intervención de quien quiera y abierta también en el tiempo (hasta que tu decides). Estoy de acuerdo en que un blogg no es más que un soporte no un condicionante a lo que en él hay. Es la gente, inspirada por un texto que les lleva a "conversar".
Hace un tiempo descubrí en Casa de América una actividad cuyo nombre es "Conversatorios", suena extraño pero se trata de algo parecido a esto, unos contertulios exponen un tema y hablan sobre el mismo dejando que de vez en cuando algún espectador intervenga para proponer su punto de vista y así va enriqueciéndose la conversación.
Creo que sería aplicable a esto, el "conversatorio de César", no suena mal, ¿no?
Bonitas palabras ^^
Yo llevo siguiendo el blog desde hace un año más o menos y leo todas las entradas, aunque sólo comento algunas. Este es un sitio muy agradable por todas las cosas que has expuesto, y a mí también me gustaría que siguiese así ^^
Besos :)
Agradezco el post, aunque sólo sea por su calidad y por la imagen tan tierna que évoca. Y realmente, no entiendo por qué la gente lo discute. ¿Cafetería, blogger, el gran rincón espiritual de Sepupu el mediano?
Ser blogger, ser escritor... es ser una palabra. Lo que importa es que tu escribes, yo te leo, y los dos pensamos, intercambiando eventualmente, ahora mismo con el comentario, los papeles.
Me basta con que sea asi. El nombre que se le de no me importa.
Samael: no veas el relax que me ha entrado con tu comentario.
BB: Bueno, la imagen que propones también es romántica, pero me quedo con el Café Babel.
Anónimo de la 1:45: Lo he comprobado y "conversatorio" viene en el diccionario. No conocía la palabra, pero, en efecto, es preciosa.
Natalia: pues a mí me encanta que merodees por Babel :)
Boeder Escalier: Pocas veces me he encontrado con un comentario tan lúcido como el tuyo. Tienes toda la razón, ¿qué importa cómo se llame?
Con los blogs pasa como con los perros: salen a sus dueños.
vaya.. te doy toda la razón eres un escritor..y bueno a mi parecer..y no un blogger propiamente dicho solo hay una cosa en la que no concuerdo y es a medias.. lo de dar a conocer el blog en tus libros.. no deberias hacerlo por promocion si no porque conozco bastantes lectores de tus libros que no saben/sabian de la existencia de este sitio y que les encanta lo que escribas sea lo que sea.. y hacerlo con cierta frecuencia es de lo mejor y como ellos habra varios de tus lectores.. yo mismo encontre este sitio buscando titulos de tus libros en google un saludo señor escritor!
me ha faltado añadir una cosa lo siento tambien les encatanria poder hablaren cierto modo contigo creo que ya no se me olvida nada
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Si vaya que si eres un blogger. Lo unico que debes tener claro es que esto no significa que seas igual que el monton, o que vayas a tener que formar parte de algun movimiento, o pasar dia y noche pendioente del mismo... es un simple spot donde te puedes relajar I hablar acerca de cosas que llamen tu atencion.
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