jueves, febrero 11

Una pieza que no encaja


 
            Llevo tiempo sin colgar ninguna entrada, amigos míos, disculpadme. La verdad es que he tenido mucho follón de curro; debía preparar un artículo sobre mi padre para la próxima exposición que se va a celebrar sobre su figura, escribir un cuento que me habían encargado y preparar el taller literario que he impartido el pasado fin de semana. Ah, claro, y escribir la novela en la que ando metido. Para colmo de males, tengo un problema médico; que no es grave pero sí engorroso, pues he tenido que hacerme un montón de pruebas y andar de especialista en especialista. Un coñazo, vamos.

            No obstante, sí que escribí una entrada. La semana pasada. Era sobre la actual situación política española. Pero luego, al releerla pensé que, en realidad, todo lo que decía ahí era evidente. No aportaba ninguna novedad; ¿que tenemos los políticos más mediocres e inoperantes que se pueda imaginar? Eso ya lo sabemos. ¿Que sólo actúan por intereses personales y partidistas? Eso está claro. ¿Que ninguno de ellos tiene un plan coherente y generoso para nuestro país? Eso no hay ni que decirlo. Entonces, ¿para qué escribir una entrada diciéndolo?

            Y en ese saco de inútiles meto, por supuesto, al cadáver político que es Rajoy, a Pedro Sánchez, a Albert Rivera y a ese campeón de la arrogancia que es Pablo Iglesias. Unos más y otros menos, pero todos en el mismo saco de la inutilidad.

            El caso es que he borrado el post que escribí y aquí me tenéis escribiendo uno nuevo. Pero no muy distinto. Por ejemplo, eso de la unión de las izquierdas... Si uno es de izquierda, ¿significa que debe comulgar con todas las ideologías de izquierda? Desde que tengo conciencia política me he considerado una persona progresista. De izquierda. Pero jamás he sido marxista. Y, por tanto, tampoco comunista. Nací en mitad del franquismo y, qué queréis que os diga, no veía, ni veo, muchas diferencias entre una dictadura fascista y la dictadura del proletariado. Los apellidos no importan; lo malo es el nombre: “dictadura”. Y no hace falta teorizar, sino recurrir a la historia: ¿Algún régimen comunista ha funcionado medianamente bien? Pues no; todos han sido un desastre para la economía, para la libertad y para la gente.

Durante mi primera juventud (voy por la sexta o así), me consideraba anarquista. Y en cierto sentido me lo sigo considerando. El problema, tanto entonces como ahora, es que repaso los postulados de la acracia y me parecen lógicos y deseables; pero al instante siguiente pienso: “Sí, muy bonito; pero es imposible que funcione”. Algún día os explicaré por qué.

            Entonces, si el anarquismo se me antoja utópico y el comunismo indeseable, ¿qué espacio me quedaba a la izquierda? La socialdemocracia. Y no es que esa tendencia política me entusiasme; la verdad es que es algo así como vino aguado o whisky de malta con sifón. Sin embargo, recurriendo de nuevo a la historia, hay que reconocer que, en Occidente, los momentos de mayor prosperidad y justicia social han estado marcados por la socialdemocracia. A fin de cuentas, de ahí surgió el Estado del Bienestar. Pero ahora la socialdemocracia está desnortada, así que me siento lost, sin nada ni nadie en quien confiar (aunque tampoco es que haya confiado nunca demasiado).

            Bueno, ahí tengo a Podemos, ¿no? El problema, de entrada, es que Pablo Iglesias me irrita, me irrita un huevo con su arrogancia y sus truquitos. Pero puede que sea una cuestión personal: no soporto a los enfermos de egotitis (inflamación del ego). En cualquier caso, y teniendo en cuanta que no me creo ni de coña su repentina adscripción a la socialdemocracia, Podemos, en lo que a mí respecta, es un partido neomarxista enlazado con el chavismo. Coño, pero si el mismo Monedero dijo que aspiraban a un “leninismo amable”. Y, qué queréis que os diga, yo no considero ni medianamente deseable ninguna clase de leninismo, le pongamos el apellido que le pongamos. Además, de nuevo la historia nos enseña lo fácilmente que se pasa de un “leninismo amable” a un “estalinismo borde”.

            Aunque, en realidad, eso no es lo importante, porque Podemos jamás podría implantar en España su amable leninismo, ni aunque ganase las elecciones por mayoría absoluta. No porque no quiera, sino porque no puede. El principal problema, para mí, es que Podemos no es un partido de izquierda, sino un partido populista. Aunque no tenga mucha importancia, véase el numerito que montaron los parlamentarios de Podemos en el Congreso, con sus puños en alto, el bebé de la Bescansa de mano en mano y sus proclamas de manual del buen izquierdista. De verdad, no tengo nada contra las rastas y las coletas, igual que en principio no tengo nada contra los trajes de chaqueta y las corbatas. La cuestión es que ambas alternativas estéticas, en este contexto político, son uniformes. Y los uniformes no me gustan ni un pelo.

            Como siempre ocurre cuando alguien critica a un partido de izquierda, no tardará en alzarse alguna voz acusándome de derechista (ya ocurrió la anterior vez que hablé de Podemos). Es un tic inevitable; la izquierda, toda la izquierda, es santa. Pues no, no soy de derechas; soy de izquierda, pero no de esa izquierda. Entonces, ¿por qué no critico al PP, en vez de a Podemos? Joder, pero si no he parado de hacerlo en este blog; incluso escribí un cuento de Navidad en el que Santa Claus se cargaba a Rajoy. Claro que no soporto a don Mariano y sus secuaces; ellos son el problema. Pero Podemos no es la solución.

            El otro día leí un artículo en El País que comentaba lo extraño de que muchas ideas que ya han demostrado ser ineficaces, incluso monstruosas, aún sigan vigentes para ciertos grupos humanos. El comunismo arruinó a numerosos países bajo el yugo de dictaduras tiránicas. El peronismo ha llevado varias veces a Argentina a la ruina. El maoísmo y su revolución cultural fueron una pesadilla asesina. Del nazismo y el fascismo para qué decir nada. El nacionalismo ha causado infinidad de muertos. El chavismo ha dejado a Venezuela hecha unos zorros. El liberalismo económico ha arruinado a millones de personas... Y, sin embargo, sigue habiendo comunistas, peronistas, maoístas, nazis y fachas, nacionalistas, chavistas, liberales... Parafraseando a no sé quién: no permitas que la realidad te arruine una buena teoría.

            En fin, volviendo a los asuntos autóctonos: ¿qué pasa con el PSOE? Pues que los psocialistas, con honrosas excepciones, me parecen una panda de mediocres sin ideas. ¿Y Ciudadanos? Que no, leches, que no soy de derechas. Soy una pieza que no encaja en el puzzle.

            Un izquierdista que no encuentra su lugar.

            Me siento solo.

            Huerfanito.

            (help!)


            Post Scriptum: El caso de los dos titiriteros recientemente excarcelados es un buen ejemplo de la realidad política del país. Por un lado demuestra el cutrerío mental de cierta izquierda, y por otro la histérica hipocresía de cierta derecha. La función que representaban los titiriteros era una gilipollez (como casi todas las representaciones de títeres). Una chorrada muy ideologizada con okupas buenos y polis corruptos. Evidentemente, no estaba dirigida a los niños. Ahora bien, ¿cuántos adultos asisten de motu proprio a funciones de títeres? (ojo: hablo de títeres, no de marionetas) Muy poquitos. Entonces, si planificas un espectáculo de títeres gratuito y abierto a todo el mundo, ¿quién crees que va a asistir? Pues niños con sus padres, está claro. Entonces, ¿por qué programar una función así? En mi opinión, los dos titiriteros son unos idiotas y la concejala de cultura una inútil.

            Ahora bien, de ahí a meter a los titiriteros en prisión incomunicada acusados de apología del terrorismo..., disculpad la rima, pero media un abismo. Es una pasada, una insensatez y una injusticia. No es ni más ni menos que la típica reacción histérica, hipócrita y sobreactuada de la derecha. Pero lo realmente malo no es eso. No fueron los políticos fachas quienes metieron entre rejas a los titiriteros. Fueron un fiscal y un juez, profesionales que, en teoría, deberían ser ajenos a esa clase de manipulación política. No sé si es para echarse a llorar o para echarse a temblar. En fin, mi buen amigo Samael habla acertadamente de esto en la última entrada de su blog La Tertulia Perezosa.
 
 
 

30 comentarios:

Diva Chalada dijo...

Se te echaba de menos :).

Y no te preocupes: no eres el único. Yo también soy una izquierdista que no encuentra su sitio. Alguna vez, incluso, me entra la locura y pienso en meterme en política, pero no es para mí. Otras veces pienso en no ver las noticias, pero entonces recuerdo aquello de "mejor ser Sócrates insatisfecho que un cerdo satisfecho" y ahí me tienes, leyendo el periódico. Desde el exilio, y para más inri, en un país en el que a los extranjeros cada vez se nos quiere menos (vivo en Varsovia desde hace unos cinco meses).

No te preocupes, César, que saldremos de ésta. ¿Sabes? Desde que empezó todo esto de la crisis y la política empezó a degenerar, me acuerdo mucho de ese artículo que escribiste en el que decías que el Estado de Bienestar había surgido como concesión de la clase alta al resto de ciudadanos para que el comunismo no fuese atractivo. Y que aunque funcionó bastante bien muchos años, ahora que el comunismo no resulta atractivo para casi nadie (y yo añado: y ahora que la gran mayoría se puede permitir un iPod, entendiéndose este artículo como símbolo de un pequeño lujo privado que la gente desea tener), la clase alta y capitalista neoliberal ha empezado a cerrar el grifo del Estado de Bienestar. Ya no lo necesitan: han ganado.

Y sé que han ganado cuando un compañero de trabajo, buena persona, trabajador y muy noble, me intenta vender la burra de que necesitamos crear trabajo "de cualquier forma" y que es mejor "trabajar, aunque sea en peores condiciones, que no trabajar". Sin tener personas dependientes a mi cargo no me puedo permitir la arrogancia de rebatir ese argumento sin más. Sé que tiene cierto razonamiento detrás y lo entiendo, pero chico, qué quieres que te diga... Durante años la gente ha tenido trabajos con un salario de 14 pagas mensuales, hipotecas que se podían pagar en menos de una década y hasta una cesta de Navidad. Y ni entonces la situación era perfecta, pero oye, funcionaba. ¿Qué hemos hecho para perder todo eso? ¿Y para que encima un chico joven, inteligente y trabajador se ponga de su lado? Seré muy tonta, pero no me entra en la cabeza.


Bueno va, que no me quiero enfadar en tu blog. Sigue escribiéndonos, César. Un abrazo,

Cristina

Jarl-9000 dijo...

A raíz del estreno de "El Despertar de la Fuerza" (la cual no he visto aún y que, como ya me he autoespoileado yo solito, no sé si llegaré a ver), me dio por ponerles a mis peques las otras películas, incluso las precuelas.

¿Pero el post del Episodio 7 no fue el anterior? Sí, ya lo sé. Ahora me explico...

La cosa es que hace mucho que no veía las precuelas (me daba pereza, la verdad). Y hete aquí que me encuentro sospechosos paralelismos con la situación actual del país: los poderes económicos oprimiendo al pueblo, separatistas, corrupción en las altas esferas...

En las pelis, todo está orquestado por el amo del mal Palpatine, para poner en marcha su anhelado Imperio al presentarse como el único que puede defender la democracia. La pregunta obligada es... ¿tenemos nosotros un Palpatine? ¿Quién/es sería/n?

Seguramente sólo son delirios de un friki. No hay nada que haga pensar que no sea sino simple casualidad, ¿verdad?

Por cierto, otro que nunca sabe a quién votar, aunque hasta el momento no he dejado de probar con unos y otros.

PD: Uno de mis gemelos se ha vuelto loco con, según él dice, "Sta' Wo'". Me lo pide a todas horas.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo, con todo o casi todo. Como siempre (o casi siempre). Sabias palabras, César y que se mejore.


Un saludo,

Anónimo

P.D. Aprovecho para felicitarle por "Los trece monos". ¡Pedazo cuentos! Vaya haciendo sitio en la estantería para un Ignotus de esos.

Anónimo dijo...

Creo que somos muchos, muchísimos, los que no encontramos nuestro sitio político en este país, así que solo no te sientas. Perdido es posible que sí. Por cierto que siempre que voy a votar me acuerdo de ti y de tu voto negativo, porque siempre me pasa que no sé a quién votar, pero quiero quitar de la escena política a tal o cual personaje que ha sido un desastre.
Espero que te mejores de salud y sigue con tu novela.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Sobre Podemos, aunque no comparto todo lo que dice, creo que hay un viejo relato que lo explica, un gallego que llega a un pueblo y ve a un señor dando un discurso y dos grupos de vecinos, unos que silban y otros que aplauden, el gallego está un rato escuchando y decide ponerse a aplaudir, en ese momento unas cuantas personas se dirigen a él reprochandoselo, el va y dice, -cuidado eh, que yo aplaudo a los que silban!
Sobre la socialdemócracia, yo creo que las mejores sociedades, más justas e iguales son las socialdemócratas, pero la crisis de la socialdemocracia no es pequeña, yo creo que lo mejor para la española es hundirse mucho más hasta que la dirija gente idealista y no los que son parte del sistema derechista, que al final es lo que tenemos, una izquierda que apoya la enseñanza concertada o que pone a los profesores de religión a dedo cobrando de todos. Sabían que un método muy bueno para ser profesor de historia o matemáticas es hacerse profesor de religión, trabajas años, haces puntos, ya que el tiempo trabajado como profesor de religión cuenta igual que el tiempo trabajado como profesor de matemáticas, para ser profesor de matemáticas.... Eso es lo que implantó la LOGSE, una ley con muchas cosas buenas que no se llegó a cumplir nunca y varias malas que se cumplen 100%....socialdemocracia acomplejada
Un saludo desde Galicia
Javier F

José Antonio dijo...

La verdad es que se echa en falta una izquierda que sea radical y a la vez racional. Ecologista, pero sin caer en el magufismo (la cantidad de gente de izquierdas sin idea de ecología, tecnología, biología... opinando mal sobre todo lo anterior es impresionante). Una izquierda científica por así decirlo. Pero no, lo más parecido es un partido que se dice "unido" pero está bastante podrido por dentro, un partido veleta que de lo que es Podemos para mí, y un partido que lleva años traicionando tanto al electorado como a sus principios. Y una alternativa en la que haya más poder popular, a la suiza, se ve que no funciona con las extremadamente bajas tasas de votos que tiene ese país donde cada vecino va a su puñetera bola.

Y lo que dices sobre el anarco-comunismo, pues muy de acuerdo, sería genial un mundo en el que la gente colaborase unos con otros sin necesidad de un mediador, pero desde hace siglos ya se conoce la máxima de Homo Homini Lupus... es decir no va a funcionar en un mundo tan lleno de cabrones desalmados.

Siento no aportar nada al debate más que mi desahogo pero es lo que tiene cuando has dado plenamente en el clavo con tu texto.

Samael dijo...

en una sola palabra, y me sobran dos: totalmente de acuerdo

Juan Constantin dijo...

Saludos:

Me alegro de que estés bien de salud, César, y de que tu ausencia haya sido debida más a la acumulación de trabajo que a otra cosa.
Como muchos ciudadanos, yo también estoy un poco harto de los movimientos de nuestros políticos, y de los tejemanejes para conseguir atención mediática y/o apoyos para ser elegido Presidente. En esta ocasión, más que en las anteriores, me está resultando cansino el proceso. Debe ser porque en esta he prestado más atención que las otras, a las que supongo igual o aún más soporíferas.
Ya he señalado aquí en alguna ocasión que soy -y, por ahora, seguiré siendo- votante de Podemos. No soy miembro de su ejecutiva, ni militante, ni afiliado, sólo les presto mi voto, esperando que no me defrauden demasiado.
No diré que me haya parecido perfecto el papel de Iglesias y sus compañeros. Los veo algo acelerados, como si no hubiera un mañana ni volviera a presentarse la ocasión de Gobernar. A mi parecer el querer marcar los tiempos de los demás es una estrategia que, si se realiza correctamente, te da una ventaja valiosa. Pero, que si se hace a destiempo, te puede dejar a los pies de los caballos.
No veo a Pablo Iglesias como el campeón de la arrogancia que tú percibes. Tampoco creo que sea un ser angélico. Creo que tiene un objetivo claro: cambiar el Status Quo y que el medio para conseguirlo es alcanzar el Poder. Espero que no crea que cualquier medio es adecuado para alcanzar sus fines. De todas formas, un partido no es una sola persona, ni siquiera un grupo de personas. Lo que Monedero y compañía hayan dicho -habría que ver en qué contexto y circunstancias en cada caso- no significa que quienes hayamos votado esta opción nos lo traguemos sin rechistar.
Tienes mucha razón: el numerito del Congreso fue deleznable. Casi no pude evitar las ganas de vomitar. Ver a Gómez de la Serna, imputado por corrupción, tomar posesión de su cargo y sentarse en el Hemiciclo es nauseabundo. También me molestaron mucho los abucheos y pitos cuando los diputados electos de Podemos juraban su cargo. Dice mucho del talante intransigente de los que los lanzaron. ¿Por usar una fórmula diferente? ¿Dónde está la Libertad de Expresión?
Y, por último, lo de los titiriteros. La obra no era para niños, la obra podía ser una mierda, y la concejal que lo permitió debería estar en su casa. La misma obra se representó la semana anterior en Granada -gobernada por el PP- y curiosamente nadie, ni padres, ni ediles, ni jueces dijeron esta boca es mía. No era enaltecimiento del terrorismo ni nada parecido. Lo único distinto era el color del partido que gobernaba el Ayuntamiento.
En "Ocho apellidos vascos" salen ikurriñas a cascoporro y se gritan lemas abertzales y proetarras, ¿van a detener a Dani Rovira?

Juan Constantin

Ana Glez Duque dijo...

Creo, Don César (sí, es que no puedo llamar de tú a alguien que escribe tan bien), que cuanto más leo "La fraternidad de Babel" más me gusta usted.

César dijo...

Babilonia: Vaya, amiga mía, cuánto te mueves y qué lejos estás siempre. En fin, comprendo y comparto tu indignación, y por otro lado me alegro de no ser el único que se siente descolocado. Pero como bien dices: saldremos de éste (aunque quizá un poco maltrechos).

Jarl-9000: Pues no, no creo que tengamos ningún Palpatine ni ningún Darth Vader. Esos son malvados con empaque. Lo que tenemos es una panda de mediocres miserables, que es peor.

Javier F.: Claro, yo aplaudo los pitidos de Podemos, pero no su discurso. En cuanto a la socialdemocracia... Tony Blair fue un precedente espantoso.

José Antonio: Poco más hay que decir. Es triste...

Juan Constantin: Yo no he dicho que el numerito de Podemos en el Congreso fuera "deleznable". Irritante, más bien. Y no hace falta que me recuerdes los pecados de la derecha, porque no son los míos y bastantes veces los he criticado desde Babel. Pero que cierta derecha sea deleznable no quita para que cierta izquierda sea irritante. ¿Iglesias no te parece una ego hinchado? Bueno, pues a mí sí. ¿Iglesias quiere conseguir el poder para cambiar el status quo? Yo creo que hace tiempo que confundió los medios con los fines. Pero, oye, cada cual puede hacer con su voto lo que quiera, que para eso es suyo.

Ana González: Muy señora mía, le agradezco sus amables palabras, pero le conmino encarecidamente a abandonar el "usted". De tú, mujer, de tú, que escribir bien o mal no tiene nada que ver con la familiaridad. Gracias otra vez y un beso.

César dijo...

Anónimo de la 1:07: Perdona, me había pasado por alto tu comentario. Lo primero: llámame de tú, caramba, que las ordenanzas municipales de Babel prohíben el "usted". Y por otro lado, me alegro mucho de que te gustaran mis monos. Gracias por decírmelo.

Alberto dijo...

Hola Cesar,

Yo estoy igual, descolocado ante quién votar. Yo podría votar, por creer en la socialdemocracia como lo más acorde al mundo que nos ha tocado vivir, a 3 partidos: PSOE, podemos e IU, pero nunca tengo claro a quien votar, pero no votar es dar paso a la derecha, todo un lío mental, vamos.

Leí la entrada el otro día, y hoy leyendo una entrevista que le hacen a Monedero en eldiario.es me la ha recordado.

Una de las preguntas que le hacen, relacionada con el tema de qué es la izquierda, y que sea la visión de uno de podemos, debe ser lo que me ha hecho acordarme:

¿Por qué no hubo confluencia entre Podemos e IU para el 20D? ¿Cuál es la relación para usted entre ambas formaciones?

El problema del eje izquierda-derecha está sobre todo no en que haya derecha, porque es muy clara y está definida, sino en qué consideramos izquierda. Llevo tiempo diciendo que hay que reinventar el espacio que antaño se consideraba izquierda. En el siglo XX, la izquierda tuvo éxito para sacar del feudalismo a Rusia o China, en pararle los pies al fascismo, en la primera fase industrial. Pero después fue un relevo de tres grandes derrotas. La primera es la lectura económica del marxismo y querer seguir pensando en sí misma con un respeto reverencial hacia la ortodoxia. El sujeto revolucionario ya no es la clase obrera no porque no exista, que sí existe, pero no se puede representar. Otro elemento de la falla de esta ortodoxia teórica de la izquierda es creer que puede haber un partido único que represente la voluntad popular. Es un error creer que la estatalización de los medios de producción va a solventar los problemas económicos. La izquierda tradicional no ha respetado la crisis ecológica y ha fallado al querer intercambiar justicia por libertad. La gestión socialdemócrata del siglo XX fue muy paternalista y ha desactivado a la ciudadanía que delegó la política en las manos de los burócratas. Y la gestión comunista fue, a su vez, autoritaria y desconfiada de la ciudadanía. En tercer lugar, los valores tradicionales de la izquierda han sido sustituidos por valores propios del sistema capitalista. De hecho, la fase neoliberal no es sino la exacerbación o la intensificación de estos valores capitalistas donde lo privado es mejor que lo público, el egoísmo es mejor que la solidaridad, no pagar impuestos es mejor que pagar impuestos... La política es sospechosa y todo ello nos lleva a una idea central que teníamos muy clara al comienzo de la creación de Podemos: la reconstrucción del lugar antaño llamado izquierda había que hacerla desde la asunción de la derrota, que a su vez nos ayuda a identificar nuestros errores. Una manera de resumir todo esto es comprender el divorcio durante el siglo XX de las tres almas de la izquierda: reformista, revolucionaria y libertaria. Hemos de crear una estrategia postcapitalista que pase por desbordar el sistema, es decir, hacer judo: utilizar el propio impulso del sistema en su contra.

Juan Constantin dijo...

Saludos:

César, no he querido dar a entender que tú hayas calificado el numerito de Podemos como deleznable. El calificativo es mío. Ya sé que tu opinión de cierta parte de la derecha es como en el post de "la mofeta".
Pero he leído, oído y visto numerosas críticas al numerito en cuestión. Era de esperar, tanto el numerito como las críticas. Imagino que el sentirse nuevos en la plaza les ha hecho pasarse algún pueblo que otro. Sólo espero que no se queden en el numerito.
Sin embargo, la reacción de algunos diputados ante sus juramentos no me parece adecuada a representantes elegidos democráticamente: tratar de impedir que se les oyera mediante abucheos y pitos. Luego, las críticas a las rastas de un diputado canario por parte de "la reina del Frozen" Celia Villalobos, la presencia del imputado Gómez de la Serna... casi no reciben críticas, y, sinceramente, creo que son mucho más criticables.
En cuanto a Iglesias. Bueno, reconozco que en los últimos tiempos lo veo más subidito de lo que me gustaría que estuviera. Quizá alguien le debería susurrar al oído "Recuerda que eres mortal". Sin embargo, otros, como Errejón o Bescansa, no parecen haber cambiado, al menos en lo que he podido ver.
De todas formas, puede ser que me esté autoengañando. Quiero que las cosas cambien de una maldita vez, y que en este país podamos progresar, ganarnos la vida honradamente, poder confiar en que nuestros cargos electos no nos roben el dinero ni el futuro. Es posible que haya puesto demasiadas esperanzas en este partido y que no sea capaz de contemplar las críticas que se le hacen con el suficiente distanciamiento. A veces veo que lo defiendo demasiado, incluso cuando toma decisiones o dice algo que no casa con mis ideas.

En fin, en ningún caso ha sido un ataque ni una crítica a lo que ha escrito en el post. En ningún otro blog me he sentido más a gusto que en este.


Juan Constantin

César dijo...

Juan Constantin: Por favor, amigo mío, disculpa si he dado la impresión de haberme mosqueado, porque no ha sido así. Es que reacciono como un resorte ante el argumento "eso es malo, pero eso otro es peor". Por supuesto que hay cosas peores a cualquier atrocidad que se nos ocurra. Violar a una mujer es malo, pero torturarla y matarla es peor. Cierto; pero eso no dice nada a favor de las violaciones. Lo de Gómez de la Serna es repugnante. Pero el numerito de los de Podemos en el Congreso fue... digamos que reprochable. En cualquier caso, al ver en el documento que le han mandado al PSOE lo que pretendían (y pretenden) hacer con los altos cargos de la justicia, ya lo tengo definitivamente claro. ¡Adscripción ideológica, toma ya! ¿Así van a despolitizar la justicia? ¿O simplemente a seguir politizándola bajo otro signo? A tomar por culo Montesquieu. Si me quedaba alguna duda, se ha esfumado: jamás votaré a Podemos.

Pero eso, claro está, es sencillamente mi opinión. Un abrazo.

CorsarioHierro dijo...

Por supuesto que la socialdemocracia trajo el estado del bienestar, pero ayudó un poco bastante el temor de las élites capitalistas-gobernantes a la revolución, y más durante la Guerra Fría. Sí, vale, ya la Tacher empezó a desmontarla en los ochenta...

Y Gracias por...LaFraternidad de Babel. El Regreso. ;)

Juan Constantin dijo...

Saludos:

Otro abrazo para ti.

No he visto ese documento. Eso suena bastante mal. Yo no les voté para eso.
En fin, soportaremos lo que los hados nos traigan. Qué remedio nos queda.

Juan Constantin

Unknown dijo...

Por gente que no cree en nada ni en nadie,como don Cesar, estamos como estamos.

Unknown dijo...

Por gente que no cree en nada ni en nadie,como don Cesar, estamos como estamos.

Rubén dijo...

Coincido con tu opinión en este post, César, palabra por palabra.
También respondería a ricardito flores que, al contrario que él, pienso que si hubiera más gente con la lucidez de don César y menos gente que se dejara manipular y embobar (al estilo "el flautista de Hamelín") por el primer iluminado con labia que les dice lo que quieren oír, estaríamos mucho mejor de lo que estamos.
Recomiendo la lectura o relectura de "Rebelión en la granja" de Orwell, para entender mejor el fenómeno Podemos.

PLINIO dijo...

No sé si compartir mi opinión aquí, ya que se puede ser todo, menos de "derechas". Ser de "derechas" es como tener la peste o el virus zika... El Estado del Bienestar no es patrimonio exclusivo de la socialdemocracia, también gobiernos liberales y conservadores han contribuido a su mantenimiento e incluso, extensión. Lo que pienso, es que las viejas fórmulas de mayor gasto público y mayores impuestos han demostrado su inoperancia y han colapsado el sistema. De hecho, los países nórdicos (Suecia, Dinamarca...) están siendo dirigidos por gobiernos liberales o de "derechas" y continúan con su nivel de protección. Espero que sepáis comprenderme y no me queméis en la hoguera. A mí también me gusta la aventura y la ciencia ficción.

Jarl-9000 dijo...

Ricardito Flores:

Di más bien que por culpa de que ningún partido merezca ser creído estamos como estamos.

César dijo...

CorsarioHierro: Por supuesto, eso que dices es una verdad como un templo. La existencia del bloque soviético hizo posible el Estado del Bienestar. Totalmente de acuerdo.

Ricardito Flores: ¿No creo en nada? Sí, sí que creo. Por ejemplo, creo en todo lo que dice la Declaración Universal de los Derechos Humanos. ¿No creo en nadie? En efecto, no creo en lo que dice la gente, sobre todo si son políticos y, por tanto, tendenciosos. Creo en lo que hace la gente, para bien y para mal. Mi actitud no es tragarme lo que me dicen, porque me suena bien, sino intentar despejar las mentiras y encontrar la verdad que se oculta detrás.

No estamos como estamos a causa de incrédulos como yo, sino a causa de los crédulos que se dejan embaucar y a causa de aquellos que actúan guiados por las emociones en vez de utilizar la razón. La fe ciega es una cuestión más bien religiosa, y yo soy ateo. El problema es que algunos siguen a sus políticos como si estos fueran mesías. Y no hay mesías, amigo mío; ni con coleta ni sin ella.

Te sugiero que leas sobre dos términos muy interesantes. El primero es "escepticismo", que etimológicamente significa "mirar con detenimiento". Esa actitud filosófica ha hecho avanzar a la humanidad y es uno de los puntales del pensamiento científico. El segundo término es "populismo". Puedes echarle un ojo, por ejemplo, al ensayo "La razón populista", de Laclau, un pensador muy admirado por tus héroes políticos.

Plinio: Supongo que, como conservador que eres, debes de estar hasta las narices de la "superioridad moral" de la izquierda. Lo comprendo; a mí también me tiene muy hartito. El estado del bienestar surgió después de la Segunda Guerra Mundial y fue impulsado por partidos de ideología socialdemócrata. No obstante, podemos encontrar un precedente en el New Deal de Roosvelt, cuya política, aunque nunca se denominó así abiertamente, era claramente socialdemócrata. En cualquier caso, el estado del bienestar está basado en principios keynesianos, y ya sabemos el escaso cariño que la derecha siente por Keynes. ¿Gobiernos de derecha han auspiciado el estado del bienestar? Por supuesto, sobre todo cuando el bloque soviético era un amenaza y había que contentar al populacho. Pero en cuanto la URSS se derrumbó, la derecha se puso a desmantelar alegremente el estado del bienestar. Ya no hacía falta (véase lo que hizo M. Thatcher).

Dices: "las viejas fórmulas de mayor gasto público y mayores impuestos han demostrado su inoperancia y han colapsado el sistema". Vaya, y yo que creía que lo que había colapsado el sistema era la desregulación de los mercados financieros...

Anónimo dijo...

El problema en España, como dijo Jordi Évole en una entrevista, es que, en cuestión de política, todavía nos falta "un hervor democrático" o de cultura democrática. Sólo así se entiende que los partidos políticos, por lo menos los que nos han gobernado hasta ahora en los últimos años, tanto de un lado como de otro, hayan aprovechado cada oportunidad en que han tenido mayoría absoluta para gobernar "por decreto", haciendo de su capa un sayo en el más puro estilo de otras infaustas etapas anteriores, como si el hecho de obtener una mayoría absoluta fuese una "carta blanca" para hacer lo que a uno le venga en gana. Sólo así se entiende que, en todos estos años, no hayan sido capaces de ponerse de acuerdo en cosas tan básicas como la educación y la sanidad. Y responsabilizo de eso a ambas tendencias, izquierda y derecha.

Y sólo por esa falta de un "hervor democrático" se entiende que, en este país, se sea, en su mayor parte, de tal o cual partido como quien es hincha de un equipo de futbol "manque pierda", sin atender a razones lógicas sino emocionales, como dice César. Sólo así se entiende que un partido acuciado por la corrupción como el que nos ha gobernado haya vuelto a ganar las elecciones. Ahora todos se rasgan las vestiduras por lo que ha pasado en Valencia pero nadie parece querer recordar que esos señores estaban ahí porque les pusieron y además, varias veces y por mayoría absoluta.

¿Y acaso no apelan todos los partidos nacionalistas a argumentos más basados en la pura emoción y el "sentimiento" que en la razón y la lógica? ¿Es el "sentimiento" válido cuando hablamos de política? Pues yo creo que no.

Llamadme friki pero, como trekkie que soy, si en todas estas cuestiones a veces nos dejáramos llevar más por la razón (esa razón que conduce a reconocer lo que es justo, a reconocer los errores propios y los aciertos del otro), al más puro estilo del sr. Spock, que por la emoción, mejor nos irían las cosas y entonces sí podríamos presumir verdaderamente de "democracia". Al menos eso es lo que aprendí yo de la serie.

Rickard

Eladio Lestrove dijo...

"Maldito seas por vivir tiempos interesantes", decía alguien. Si tú, César, andas un poco perdido, imagínate los provincianos periféricos del fin del mundo! Harto estoy de casi todo y de casi todos, pero especialmente harto de las mentiras. Somos uno de los países del mundo "libre" con peor prensa. Somos el resultado de una transición que no rompió con un pasado fascista. Somos el resultado de un alzamiento militar dirigido por los poderosos. Y lo seguimos siendo, a cada paso más claramente.
Imagínate un rojo contrario a la inmigración descontrolada. Un amante de la libertad contrario a que haya niñas en clase con el pañuelito de marras en la cabeza. Un ateo contrario a que en el instituto no se celebre la navidad (solsticio o como quieran llamarlo). Un hombre preocupado por la ecología que conoce a cazadores más preocupados por la naturaleza que algunos veganos. Un hombre que cree en el estado, pero que piensa que deberiamos tener derecho constitucional a poseer armas de fuego para defendernos de cualquier intento de opresión. Un urbanita gallego que se encuentra más "en casa" en medio de un pueblecito castellano que en medio de una calle de Madrid. Somos la suma de nuestras contradicciones, César, y nadie mejor que los hijos de todas las Hespañas para ser contradictorios.
Y como última contradicción, no me pareció mal el show Podemos en el parlamento. Me gustó cuando en los países nórdicos alguna diputada o ministra llevaba al bebé y le daba el pecho, algo tan natural que incluso un pervertido como yo (que a mi edad sigo fijándome en un buen culo femenino por la calle) no llega a ver nada obsceno en ello, ¿por qué no me iba a gustar verlo en España? ¡Si ni siquiera llegaron a darle el pecho! Creo que se critica de más a Podemos. Eso no lo convierte en bueno, pero algo tendrá bueno cuando los medios tanto lo critican. (Me molestó, eso sí, la pose estúpida de la diputada que pidió que "no sacaran la foto" del bebé. ¡Serás estúpida! Si no quieres foto, no lo lleves, mema!!!
Jodidos estamos, proclamo!!!

PLINIO dijo...

Gracias Cesar, tu comentario me anima. Es muy difícil que coincidamos en todo, pero también creo que podemos coincidir en algunos temas. Ya no me siento tan bicho raro.

Por cierto, esta noche me toca leer tu artículo del volumen dedicado a Julio Verne de Graphiclassic.

Jose Ramon dijo...

En primer lugar, Gracias César, porque lo que tú llamas piezas que no encajan, yo los llamo personas coherentes y con criterio, y es cierto que cada vez hay menos o son más silenciosos. Acabas de entrar, por la puerta grande en mi reducida, aunque extraordinariamente exclusiva galería de hombres (y mujeres) de alto valor. Algunos son conocidos, otros, tan anónimos como yo, pero resulta todo un placer encontrar personas que expresan con claridad tu/mi forma de pensar y de ver muchas cosas. Al menos las esenciales. Espero diferir contigo en muchos detalles, ya que eso enriquece (más a mi que a tí, por la sencilla razón de que recibo más información tuya, que tu mía). ¡Cuantas veces he tratado de explicar lo que cuentas en tu entrada a compañeros de trabajo y familiares! y Cuantas veces se me ha puesto una etiqueta que en absoluto me correspondía. Facha para unos, rojo para otros, perrofaluta para aquellos. A todos ellos recomiendo inmediatamente una lectura para niños (para niños ideológicos) la lectura de Rebelión en la Granja de Orwell. Y aqui viene el "en segundo lugar" y es que en segundo lugar debo felicitarte por hacer de la novela corta y el relato un genero de consumo y mejor valorado de lo que estaba. Disfruto con la lectura de tus historias, y comparto tu idea de que no son necesarias más palabras que las imprescindibles, para contar algo que merezca la pena. Pasearé por tu blog, porque por lo poco que he visto, promete grandes y muy agradables sorepresas. Muchas gracias

Marta Podemita dijo...

Sinceramente, cuando dices que te van a acusar de "derechista" creo que pones la venda antes que la herida... yo he votado a Podemos y no acuso de derechista a quien no le gusta Podemos. Además, he buscado y leído tus anteriores entradas de Podemos, y aunque algunos mensajes discrepaban de tu opinión, lo de que se te acusara de derechista no lo he terminado de ver. Lo que sí vi es hartazgo con el gobierno del PP y deseo de que el PP se fuera cuanto antes, pero no que se te acusara de derechista.
Pero en fin.

César dijo...

Rickard y Eladio: En el fondo, venís a decir lo mismo, que los españoles tenemos muy escasa tradición democrática y así nos va. Lamento estar de acuerdo. Y digo que lo lamento, porque eso significa que hasta que transcurran varias generaciones vamos a seguir siendo igual de cazurros.

Plinio y José Ramón: Me alivia comprobar que no soy la única pieza que no encaja en el puzzle. Mal de muchos, consuelo de tontos, supongo. Ahora bien, si no encajamos quizá se deba a que en realidad formamos parte de otro puzzle. En tal caso, ¿dónde cojones está?

José Ramón: Me alegro de que disfrutes con mis historias; gracias por decírmelo. Ah, y bienvenido a Babel. Estás en tu casa.

Marta Podemita: En uno de mis post sobre Podemos, creo que en el segundo, hay un largo comentario donde, aparte de estar en desacuerdo conmigo, se dice que uno de mis argumentos suena a pura derecha. Bueno, no es que me llame facha a la cara, pero deja caer la sospecha.

Mira, evidentemente algunos de mis argumentos contra Podemos también los emplea la derecha del PP, así que hasta cierto punto es lógico que si digo algo que también dice, por ejemplo, Sáenz de Santamaría, se me mire con suspicacia. Pero, en fin, justo es reconocer que no todo lo que dice y hace la derecha es equivocado o falso. Por ejemplo, supongo que estarás contenta de ver a la infanta sentada en el banquillo de los acusados. Bueno, pues no estaría ahí de no ser por un pseudo-sindicato de extrema derecha. Qué le vamos a hacer...

Byron dijo...

Recuerdo haber dejado un largo comentario en aquella ocasión. Por lo tanto, si acaso la sospecha va por mí, en ningún caso te llamé facha ni tampoco dejé caer ninguna sospecha. Que al igual no va por mí (había otro largo comentario a parte del mío), pero digo por si acaso.

César dijo...

Byron: No, por supuesto que no iba por ti.