martes, mayo 16

Paganismo literario

Hace poco, con motivo de la crítica de cierta novela de José Carlos Somoza aparecida en un blog cuyo nombre no recuerdo, un lector a quien llamaremos “Equis” escribió el siguiente comentario:

“De Somoza he leído "La caverna de las ideas". El tema me pareció muy original. Pero desde luego no se puede decir que Somoza sea ningún genio. Su escritura es facilita, muy sencilla, propia del género que trabaja. Supongo que para el pésimo nivel de lectura de este país, está bien. Pero un lector serio pedirá más”.

Ante todo, dejemos muy claro que Equis es libre de opinar lo que le venga en gana de Somoza y de sus relatos. Por otro lado, tampoco pretendo discutir si “La caverna de las ideas” es una novela buena, mala o regular. Eso, ahora, da igual. Lo que me gustaría es analizar los comentarios de Equis, porque creo que son un buen ejemplo de cierto estado de cosas. Veamos:

1. “El tema (de La caverna de las ideas) me pareció muy original”. El tema; es decir, el argumento. Bueno, algo se salva de la quema, aunque... la verdad es que no estoy de acuerdo. El argumento de esa novela, si lo resumimos, no es más que otra historia de crímenes y detectives en la antigüedad. Lo que resulta radicalmente original es el tratamiento; es decir, la forma narrativa que el autor emplea para escribir la novela. De hecho, la crítica en cuestión hacía mucho énfasis en la calidad de Somoza como narrador. Pero Equis pasa por encima de ello sin siquiera mencionarlo, aunque cabe la posibilidad de que cuando dice “tema” se esté refiriendo en realidad a “tratamiento”. No lo sé.

2. “Pero desde luego no se puede decir que Somoza sea ningún genio”. En efecto, no creo que Somoza sea un genio. ¿Debería serlo? ¿Un escritor tiene que ser genial para merecer ser leído? En tal caso, qué poquitos escritores habría y qué poco leeríamos... A un escritor podemos exigirle que sea razonablemente inteligente, pues, a fin de cuentas, leer un libro es meterse en la mente de otra persona, y entrar en la cocorota de un capullo da así como grimita, pero tampoco es cuestión de elevar nuestra exigencia hasta el nivel de la genialidad.

Esto me recuerda cierta creencia muy arraigada en el universo literario patrio: un buen escritor ha de ser un sabio. ¿Por qué? Un buen escritor ha de ser un buen narrador y/o un buen estilista y/o un buen esteta, pero ¿un sabio? Entendedme: si lo es, cojonudo, pero no creo que se trate de una condición necesaria ni suficiente para ser un buen escritor. Puede que esa entelequia de “la sabiduría del literato” provenga de la tendencia de ciertos “novelistas cultos” españoles que se han deslizado de la narrativa (contar una historia) hacia el discurso (filosofar). En efecto, si te da por filosofar, más vale que seas algo sabio, porque en caso contrario te conviertes en un plasta aquejado de incontinencia verbal. Que es lo que, por desgracia, sucede la mayor parte de las veces.

3. “Su escritura es facilita, muy sencilla...”. Esto, en su contexto, y teniendo en cuenta el diminutivo empleado, está expresado con evidente tono despectivo. De ello se desprende que una escritura –una prosa- para poseer calidad debe ser “complicadita, muy difícil”... Qué raro, ¿no? Vamos a ver; hay muchas clases de prosa, pero podemos arbitrariamente dividirlas en dos categorías: a) prosa sintácticamente barroca, y b) prosa sintácticamente sencilla. En el primer caso –cuyo paradigma es Faulkner-, el autor decide complicar la sintaxis de sus frases introduciendo en ellas multitud de subordinadas. Esto, claro, dificulta la lectura, pues exige un gran nivel de atención por parte del lector, que puede perderse al menor descuido. Pero esa complicación, tan arbitraria como cualquier otro rasgo de estilo, ¿es arte en sí misma? Es decir, ¿basta con complicar artificialmente las cosas para hacerlas más “elevadas”?

Personalmente, estoy convencido de que resulta muy difícil redactar un texto que se lea con sencillez y suavidad, que fluya sin esfuerzo, y muy fácil escribir un texto árido y farragoso. Pero hay un error muy frecuente: quienes se enfrentan a una prosa que se lee con facilidad, piensan que se ha escrito con igual facilidad. Y no es cierto; más bien, ocurre todo lo contrario. Escribir fácil es difícil.

En lo que a mí respecta, detesto el “estilo Faulkner”; y no tanto en los escritos del propio William como en los de sus numerosos imitadores. Me parece artificial, excesivo en palabrería, un constante marear la perdiz... Pero no lo desdeño; el hecho de que a mí no me guste no significa que lo considere indigno. Simplemente, prefiero otros recursos estilísticos. Sin embargo, los adictos al faulknerismo son monoteístas. La suya es la única fe verdadera y todo lo demás basura.

4. “...propia del género que trabaja”. Es decir, hay géneros mayores y géneros menores, la monserga de siempre. En este caso concreto, hay géneros que sólo pueden ofrecer una escritura “facilita” y “muy sencilla”. Como el que trabaja Somoza. Pero, vamos a ver, ¿la calidad de una obra no debería medirse por la obra en sí, con independencia del género a que pertenezca? Y ya puestos, ¿por qué hay géneros a los que resulta imposible exprimir ni una gota de calidad? Sobre todo desde un punto de vista estilístico; eso sí que se me escapa.

La respuesta es sencilla. Cuando surge una obra de género de manifiesta calidad, o bien cuando un “autor canónico” escribe una obra de género, los “talibanes culturales” dicen: “esa obra trasciende al género”. Por tanto, ya no pertenece al género a que supuestamente pertenece, sino que se convierte en “gran literatura”. Pasa a ser de su propiedad. Así pues, a los distintos géneros se les van amputando sus mejores obras y... lo que queda es lo peor, claro. Por tanto, los géneros son intrínsicamente mediocres. Cojonudo.

5. “Supongo que para el pésimo nivel de lectura de este país, está bien”. Bueno, ahora comenzamos a ver las cosas más claras. ¿A qué se refiere Equis con eso de “nivel de lectura”? ¿A que la gente lee poco? Nooooooo; se refiera a lo que lee la gente. Está hablando de los lectores, no de los no lectores. Y, según él, en eso de la lectura hay niveles. Es decir, alturas; unos lectores están por encima de otros. Qué deliciosamente aristocrático, ¿verdad? Todavía hay clases, muchacho, parece decir. Me imagino a Equis escribiendo este comentario con una ceja levantada y la nariz levemente arrugada en un rictus de suficiencia... En el fondo, como siempre, todo, incluso el arte –o particularmente el arte-, se reduce a eso: egos inflados ocultando secretos complejos de inferioridad, vanidades en efervescencia, el íntimo deseo de sentirse uno superior a los demás. Qué pena...

6. “Pero un lector serio pedirá más”. Y Equis, claro está, es un lector serio. C. Q. D. (Como Queríamos Demostrar).

En fin, amigos míos, qué penoso es todo esto. Ya, ya sé que frikis los hay en todas partes y que los “talibanes culturales” no son otra cosa que una modalidad más de frikis. El problema es que el frikismo de Equis en materia literaria, por desgracia, es el frikismo oficial de nuestro país. Y yo cada vez estoy más harto de esa situación.

¿Por qué nos callamos? ¿Por qué quienes estamos en contra del rancio academicismo de nuestra “cultura oficial” no alzamos de una vez por todas nuestra voz y combatimos el pensamiento único imperante? ¿Por qué no protagonizamos nuestro propio (anti) congreso de la lectura?

A fin de cuentas, los talibanes culturales son tristes y aburridos judeo-cristianos, mientras que nosotros somos hedonistas y paganos. Tenemos las de ganar; por la sencilla razón de que somos más divertidos y no vamos de luto.

42 comentarios:

Alfredo Álamo dijo...

Si al final los géneros existen para no liar a las grandes superficies... ¿cómo iban a disponer las estanterías? Si a ciertos "lectores serios" se les mueven los libros de su "hábitat natural", el rincón de novedades, vaya, sería divertido verlos vagar sin referentes entre estanterías y pasillos.

Álex Vidal dijo...

Anda, y yo que por transcender entendía darse a conocer, y dar a conocer el género del que parte, al gran público a través de su calidad. Ya ves. Me voy a tener que estudiar el diccionario desde ábaco.

En fin. Otra vez que vengas por BCN, por cierto, y si puedes, ya sabes que tienes las puertas de ESC (Esta Santa Casa: Gigamesh) abiertas.

Anónimo dijo...

¿En qué bello monasterio o lupanar tendrá lugar el congreso? ¿Cuál será el menú (y no hablo de libros, sino de productos cárnicos y repostería)? ¿Habrá fiesta de disfraces? ¿En qué número de cuenta debo ingresar el elevadísimo importe de la matrícula? ¿Quiénes darán las desternillantes ponencias? ¿Se admiten animales?
Queridos frates, en serio, no dejemos que esta convocatoria caiga en saco roto. ¡Que alguien organice ese congreso urgentemente! ¡Al infierno y la úlcera por la lectura! Aux armes, citoyens!

B. Llamero dijo...

Por una vez voy a discrepar del jefe. Comentario al margen sobre ese tal X, a mi, don César, resulta qe no me gustó nada de nada el "Zig-Zag" que ha dado lugar a este post. No quise decirlo en el blog donde colgaste la crítica por no mear en tiesto ajeno y porque tampoco me párecía que viniera a cuento. Pero, César, ¿no está lleno de trampas argumentales ese libro? ¿A ti no irrító ese constante recurso al inminente susto gordo, que nunca estaba donde se anunciaba, como en las peores películas de terror? ¿De veras los personajes no te parecieron de cartón piedra, esquemáticos, sin fondo alguno y perfectamente previsibles?
A mi me gustan los géneros, divertirme, la acción; detesto a los émulos de Faulkner o Benet. Pero, chico, ese libro... Me paréció malo y comercialote hasta decir basta. Era, por cierto, lo primero que leía de Somoza y no me han quedado ganas de repetir. Además, solo lo compré por la fascinación que ejerce sobre mi lo de la teoría de cuerdas... de la que, por cierto, yo creo que el autor entendó aún menos que yo, que no entiendo nada.
En fin, jefe: si me he pasado o me puesto muy plasta, tienes mi bendición para borrar todo esto.

César dijo...

Llamero: en mi comentario no pretendo defender ni atacar Zigzag. Ni siquiera hablo de esa novela. El tema es otro (el talibanismo cultural). En cuanto a Somoza, te recomiendo que leas "La caverna de las ideas" o "Clara y la penumbra". Me lo agradecerás, de verdad. Ah, y aquí no se borra nada.

Oro et laboro: supongo que quieres decir algo, pero no acabo de entender qué. Intenta, por favor, ser un poquito menos gracioso y un poquito más claro. Es que yo soy muy cortito ;-)

Anónimo dijo...

El comentario de Llamero me mete aún más curiosidad para leer el "Zig-zag"... A ver con qué opinión me quedo (sospecho que como César es un poco tramposo, las trampas de Somoza lo mismo le gustaron). Pero antes de Somoza he de terminar a Benet...

Y de nuevo estamos ante la Literatura de mayúsculas y la pobretona.

Yo sigo pensando que un sabio no tiene por qué demostrarlo. Si lo demuestra, puede que sea sabio, pero debe tener unas inseguridades de aúpa... Demostrar la sapiencia con frases largas, retorcidas, complicadas... es un recurso más, del que no conviene abusar.

Y me uno a lo del Congreso anti literario. ¡Va en serio! Puede ser muy interesante... ¿En Lanzarote? ¿para que nos tiren cacahuetes?... ¿En Madrid que os parece el Ateneo?...

Unknown dijo...

Cuánta razón tienes. En concreto, pese a que suscribo toda tu entrada, creo que este párrafo:

"La respuesta es sencilla. Cuando surge una obra de género de manifiesta calidad, o bien cuando un “autor canónico” escribe una obra de género, los “talibanes culturales” dicen: “esa obra trasciende al género”. Por tanto, ya no pertenece al género a que supuestamente pertenece, sino que se convierte en “gran literatura”. Pasa a ser de su propiedad. Así pues, a los distintos géneros se les van amputando sus mejores obras y... lo que queda es lo peor, claro. Por tanto, los géneros son intrínsicamente mediocres. Cojonudo."

resume perfectamente la situación en la que nos encontramos. Kundera dijo algo parecido al respecto de la cultura, cuando confrontaba la gran cultura con las culturas nacionales y se sorprendía de lo fácilmente que un gran escritor era secuestrado de su nacionalidad para incrustarlo entre los grandes autores para, acto seguido, ningunear a la nación del susodicho.

El señor Equis no tiene pajolera idea de lo complicado que es escribir una hoja con el lenguaje sencillo y puro de Raymond Chandler. En fin.

Anónimo dijo...

Plas, plas ,plas (aplausos).
La verdad que estoy de acuerdo en todos tus puntos sobre el talibanismo cultural. Por un ejemplo, una vez me miraron raro cuando miraba la seccion de narrativa juvenil, más aún cuando el que miraba vio que iba acompañado de mi hijo que en aquel entonces tenía 3 años. Tuvo que pensar, o ese niño es un genio o el padre es un imbecil que no pasa de leer "obritas" para adolescentes. Pero que quieren, me gustan también. Y si es cierto que los fariseos se lo montan en plan sabio y merluzo, detestando a todo aquel que no intenta escribir oraciones de palmo y medio (y conste que algun barroco de estos me encanta, pero no por ello considero con desprecio la prosa sencilla, clara, concisa, y directa). Fijaos como hay obras que ni siquiera se menciona en las secciones literarias, y si se menciona lo que dicen de ella es patético, como si tuvieran que pasar por la picadora como pago.
Lo de Oro et laboro, César, va por lo del anticrongreso (que no es mala idea por cierto). No creo que tenga segundas.

Anónimo dijo...

Y lo de ser un genio para escribir, es algo típico no solo de la literatura sino tb de otros pagos. Me comentaba un amigo que estudio piano, que era muy tipico en el conservatorio hacer clasificaciones con los chavales. Del tipo, este tiene madera y es medio genio, y ... Y el resto es basura, sencillamente. Despreciaban el que una persona no quisiera siquiera llegar a ser ratmaninov, o von karajan, sino un humilde chaval (o adolescente, o señor/a) que sólo quisiera aprender a tocar hasta cierto nivel, por el sano gusto de interpretar algunas obras. Y nada más. A lo mejor no quiero, ni puedo, ser un Shine de la vida (Dios me libre) sino tener conocimientos medios y disfrutar de lo que hago. Bueno, uno de mis amigos llegó a dejarlo de hasta los coj... que estaba. En lit lo mismo. Me acuerdo de una fras ede Negrete, al que le decía alguien conocido: "y tu que vales para escribir, ¿por qué no escribes otras cosas más serias?".
En fin, lo de siempre. Se entiende que tienes, o quieres, dividir la historia de la lit en dos. Si no, no vale. Y perdonadme el rollo de hoy. Tenía la lengua suelta.

Anónimo dijo...

Intentaré explicarme mejor, mientras el doctor Chase se sincera con Kayla:
Desearía que, a raíz de este post, surgiera un verdadero anticongreso de lectura, o un congreso de antiliteratura, o como se llame. Desearía que tu llamamiento a alzar la voz surtiera efecto. Desearía que el congreso tuviera lugar en un lugar hermoso, que se comiera bien, que se pasara bien, que uno se riera al escuchar las ponencias, que se aprendiera algo, que alguien se sintiera molesto por tanta alegría... Sí, sería imprescindible suscitar envidia. Que X se ponga verde... Desearía poder ir con mi mastín del Pirineo. Y nada más. Y nada menos. Estoy dispuesta a pagar por ello. ¿Ahora sí?

Anónimo dijo...

Yo también lo desearía oro et laboro...

Mazarbul, yo descubrí en el colegio un "truco" que también me funcionó en la facultad: Se trataba de aprenderse unas cuantas palabras difíciles del diccionario (esas que nadie dice pero están ahí); luego con un poco de maña, había que introducirlas en el examen.

Voilá! Tu nota subía siempre... Acababa de demostrar "lo culta" y "sabia" que era...

Lo triste era cuando los profes las usaban (no las mías, sino las suyas de su propia cosecha)... Había un pobre desgraciado que no levantaba dos palmos del suelo, que para demostrar sus superioridad, nos soltaba cosas como "preparadigmaticidad". Aún no lo he superado. :P

Ramón Masca dijo...

Pues a mí me gusta el estilo “faulkneriano”. Y la novela social. Y la experimental. Y también me gusta la literatura de género. Y la poesía. Y los cómics. Pero no me gusta todo de todo, claro. Me gustan los libros por sí mismos, no por sus etiquetas. Me gusta pensar que puedo pensar por mí mismo.

La verdad es que en discusiones como esta, ya sea reivindicando lo académico como lo anti–académico, uno no sabe qué decir para no llevarse un palo.

Unknown dijo...

dice Juanmi: "Es evidente que no todo el mundo es tan correcto a la hora de discrepar como Llamero, pero me alucina esto. ¿Es casualidad que este señor x tenga su propia página de crítica literaria? ¿Hay pique entre páginas de crítica literaria en internet?"

Sí. Hay pique entre páginas de crítica literaria; entre seguidores de un "generador de opinión" y quienes están contra él; entre quienes creen que la literatura de género debe seguir en el ghetto, que para eso es nuestro y huele a nosotros, y quienes opinan lo contrario; entre quien tiene una buena idea y sigue una iniciativa X y a quienes les revienta no haber tenido la idea antes y, sobre todo, que se le haya ocurrido al otro tipo. Si es que...

Skalagrim dijo...

Al leer este hilo he recordado una película sobre la literatura y el hecho de escribir que me gustó mucho, "Descubriendo a Forrester". Me he acordado del papel de F. Murray Abraham. Es muy revelador acerca de las vanidades, las frustraciones, los comportamientos aristocráticos y el mecanismo de creación automática de élites que acompaña a la cultura. De todo lo que se forma alrededor para complicar lo que en realidad es aterradoramente sencillo.

B. Llamero dijo...

Para el anti-congreso anti-Literatura peñazo ese, oye, yo os busco rápidamente sitios de quitar el hipo en Zamora, que es ciudad semi-fantástica, porque se extingue y es ya casi invisible. Y la provincia, invisible del todo, alberga restos de paraíso en Sanabria, junto a Galicia, por ejemplo; donde hay alojamientos buenísmos para congresistas raros. La gente además tiene mucha coña y si se entera de que la cosa va de divertirse y burlarse de lo grandes Popes, hasta a lo mejor se apunta. Ja, ja, ja...

Anónimo dijo...

Con frecuencia, quien escribe una critica se coloca en un plano de superioridad y se siente más importante si denosta y se burla que si alaba los aciertos.
Los complejos y prejuicios de cada uno habría que procurar esconderlos y no exhibirlos con absurda autosuficiencia.

César dijo...

Estoy en Pamplona, amigos míos; una ciudad maravillosa en la que, por cierto, en estos momentos hace una caló de cohone. Y yo que esperaba un poco de fresquito... (en Madrid parece que estemos a finales de julio).
Oro et laboro: lo siento, te había malinterpretado por completo. Ah, yo también tuve un mastín del Pirinéo, blanco y canela. Se llamaba Spok y puesto de patas era tan alto como yo.
Víctor: sí, escribir con sencillez y expresividad es muy difícil. El problema es que no lo parece (hasta que pruebas a hacerlo).
Mazarbul & Javier: yo no ataco el estilo Faulkner; no me gusta, pero me parece de perlas que exista. Y hay textos de Faulkner que sin duda son brillantísimos, por supuesto. Lo que ataco es el "monoteísmo"; es decir, rechazo el paradigma de que sólo exista un estilo "literario" y todo lo demás deba considerarse infraliteratura. Ése es el talibanismo que me toca los yarblocos a dos manos. Pero no tengo nada contra Faulkner & friends. De hecho, lo que defiendo precisamente es tu postura, Javier: comer de todo.
Juanmi: sí, amigo mío; tú le contestataste, y muy bien. Yo pensé en hacerlo, pero me pareció que no valía la pena. Y sí, es evidente que, como dice Víctor, existen serios piques entre páginas de crítica literaria. Y entre casi todo el mundo... ¿Sabéis cuál es el sector literario con más piques, rivalidad y navajazos? La poesía. Increíble, ¿verdad?
Skalagrim: tienes razón, no me acordaba de esa película. El personaje que interpreta Murray Abraham es un perfecto ejemplo de miseria intelectual.
Llamero: yo estaría encantado de promover, impulsar, proclamar o lo que sea el anti-congreso de lectura, pero debería ser un acto ambicioso, con "impacto mediático", porque si no no serviría para nada. Ergo: haría falta financiación. Y no conozco Zamora, mira tú. Debe de ser bonita, estoy seguro. No conocía Palencia y me encantó.
Miguel: en efecto, la crítica literaria suele ser el pretexto que emplea un imbécil acomplejado para sentirse superior.

Anónimo dijo...

no estoy de acuerdo con equis y sí estoy de acuerdo con césar. En lo que dice, pero no en como lo dice. Estoy de acuerdo con que debemos desprendernos de los talibanes. César, mantente al margen de estos pérfidos representantes de la única verdad. A veces tus opiniones las vives demasiado y eso ya sabemos que conduce al talibanismo.

Unknown dijo...

No estoy de acuerdo, Asmael: uno puede ser encendido en su discurso sin perder de vista la objetividad.

Anónimo dijo...

ciertamente, uno puede ser encendido en su discurso y no perder de vista la objetividad.Lo que digo, Víctor m.ángel, es que conduce al talibanismo, no de forma inevitable, pero sí como paso previo. De hecho, un buen talibán que se precie, ha pasado por ese camino.

Anónimo dijo...

En cuanto al comentario sobre equis, creo que César se ha pasado de malo. Ahora bien, merece la pena visitar el blog del hombre éste (http://www.solodelibros.es/). No está mal, pero nunca había visto a alguien calificar a un encanto de "inconsútil" (en la crítica de Roma, Nikolái Gógol). Se puede coser un encanto? Sí, no? Ay, qué dilema...

Abrazos

Alberto Cairo

Anónimo dijo...

¿Tolerancia con los intolerantes?
Dejémosles vivir.
O aburrirse... mortalmente.

Ramón Masca dijo...

El que unos se apropien, en un ejercicio de prepotencia, del derecho a conceder la etiqueta de "literatura seria" y desprecien aquello que se escapa a su estrechez de miras, no significa que, como respuesta, los que no estamos de acuerdo tengamos que hacer exactamente lo mismo pero a a la inversa. Eso lo entiendo. Pero también entiendo que ciertas poses de las presuntas "elites" -que ya puestos, tampoco son tan elites- le enciendan a uno.

Tampoco se puede decir que expresar un punto de vista con entusiasmo le convierta a uno en un talibán, porque si no es que lo seríamos absolutamente todos. O casi.

Anónimo dijo...

Sí, sí, demostremos que podemos leer de todo e incluso ¡puede gustarnos!:

Después de un mes con Benet (o más) ¡ahora resulta que me está gustando! (incluso con su manía de no poner puentos y aparte, hacer frases largas e imposibles, y hacer que todos sus personajes hablen y piensen igual).

:P

Nota: Que conste que empecé a leer a Benet espoleada por este blog. Y en este tiempo batallando con sus estilo han caído también cosillas de ciencia ficción y juvenil... Lo hago para compensar y que no se me oxiden las neuronas.

sfer dijo...

Yo me he estado conteniendo hasta ahora para, como dice javier esteban, no llevarme un palo. Porque, sí, estoy de acuerdo con lo que dice César, pero por otra parte, también, en cierto modo, entiendo parte de las cosas que dice equis.

Por centrarme en un aspecto en concreto (y atreverme a llevarme un palo de nuestro House literario), sí que creo que haya diferentes "niveles de lectura". No creo que sea lo mismo leer una novela de Danielle Steel que leer "El amante de Lady Chatterley" (por hablar de mujeres cuarentonas con líos sentimento-sexuales). Creo que están en dos "niveles" o dos "planos" diferentes. Yo, estando en la biblioteca, si vienen a pedirme una novela romántica, intentaré siempre antes que se lleven a Lawrence que no que se lleven a Steel, porque creo que una es de un nivel superior a la otra.

¿Quiere decir eso que sea una talibán cultural? Hombre... yo no lo veo así. Creo que tiene que ver con la consideración que se tiene de la lectura: o como fin en sí mismo, o como medio para conseguir algo más que placer. O sea: leer solo por el placer de leer (Steel)o leer para eso y algo más (Lawrence).

[Las categorías, por supuesto, no son rígidas. Habrá quien lea a Steel buscando algo más - eso sí, no me preguntéis el qué - y habrá quién lea a Lawrence simple y llanamente por placer, sin hacerse ni una puñetera pregunta]

Si creer que la gente que lee buscando algo más que placer es ser talibán cultural, quizá tenga que "repensarme", porque nunca me había considerado como tal.

[¿Tiene sentido algo de todo esto? Si no lo tiene, no me lo tengáis en cuenta. Es viernes y mañana tengo que trabajar :(]

César dijo...

Querida Sfer: sería una tontería negar que existen diferencias de calidad entre unas novelas y otras. Pero esas diferencias no serán de blanco/negro, sino de escala de grises. Y además, no siempre se podrá manejar la misma escala. Comparemos "El amante de Lady Chatterley" con, por ejemplo, "La isla del tesoro", de Stevenson. ¿Podrías en este caso establecer con facilidad cuál de estas dos obras se encuentra a más alto "nivel"? ¿A que no? De hecho, siendo las dos literatura, siendo ambas excelente narrativa, practicamente no pueden compararse, porque obedecen a propósitos y técnicas distintas. Yo no pretendo reivindicar a los malos escritores; lo que digo es que la literatura puede ser buena de muchas maneras diferentes. Ésa es precisamente su grandeza. Y lo que me harta es ese pensamiento único que sólo acepta una forma de entender el hecho literario.
En cuanto a lo del placer... Mira, cuando digo "placer", no me refiero a leer un texto con el encefalograma plano; me refiero a disfrutar de la estética formal de un relato, a paladear su forma narrativa, a empatizar con unos personajes bien construídos y, por supuesto, a pensar sobre las ideas que propone. ¿O es que pensar no es divertido? El escritor que mayor placer me produce es Borges, precisamente por lo mucho que me hace pensar. (¿A que no he sido malo contigo?) ;-P

Y a todos los demás: tampoco he sido malo con Equis, ni mucho menos. A lo sumo, he sido un poco irónico.

Miguel Sanfeliu dijo...

De acuerdo totalmente. Pero una cosa no implica la otra. El talibán cultural, si no lo he entendido mal, sería el que juzga una obra únicamente por el género al que pertenece. ¿Sería una atrocidad afirmar que algunas novelas publicadas con el formato de "best-seller" son buenas? Pues hay gente que no compra los libros publicados en determinada editorial, simplemente por que dicha editorial está especializada en "best-sellers" o en novelas de ciencia-ficción, etc. Sin embargo, otras editoriales son consideradas más "literarias" (como Anagrama, Tusquets, Alfaguara, etc.) A tal extremo se puede llegar. Y estos prejuicios creo que nos empobrecen.

sfer dijo...

"sería una tontería negar que existen diferencias de calidad entre unas novelas y otras. Pero esas diferencias no serán de blanco/negro, sino de escala de grises"

por supuesto. ¿por qué te crees que he escogido dos libros tan opuestos? :P Soy consciente que la literatura no es o A o B, incluso sin moverse de un mismo género. es más, lo que para mí puede parecer gris claro para otros quizá se asemeje más al gris oscuro. creo que ya lo había dicho antes, pero estoy totalmente en contra de los cánones establecidos por los "entendidos" en literatura. que cada uno se construya el suyo, si lo considera válido.

con esto dicho, supongo que respondo a lo de "Comparemos "El amante de Lady Chatterley" con, por ejemplo, "La isla del tesoro", de Stevenson. ¿Podrías en este caso establecer con facilidad cuál de estas dos obras se encuentra a más alto "nivel"?"

por supuesto que no, pero es que tampoco creo que cuando equis hablaba del nivel de lectura de este país se refiriera a que unos géneros estén por encima de otros, igual que yo tampoco lo creo, y he disfrutado tanto de "los desposeídos" o de "1984" o de "Dune" como de "La música del azar", "Todos los nombres" o "Seda" y creo que todas son magníficas novelas.

no creo que cuando equis dice "Supongo que para el pésimo nivel de lectura de este país, está bien" quiera decir que como lo que más gusta en este país es la novela de género, y ésta es pésima, pues ya está bien que lean a Somoza (en su opinión, supongo - por cierto, ¿a nadie le parece que deberíamos invitar a equis a leer todo esto y darle la oportunidad de explicarse?). Dentro de los géneros, o mejor dicho, dentro de la literatura, sea cual sea su temática, hay de todo, bueno y malo. Y en este país, suele leerse más lo malo que lo bueno. "Poco y mal" (y la verdad que a mí me preocupa más el "poco" que el "mal").

Pero claro, aquí ya es leer más de lo que el sujeto en cuestión (equis) dice, y interpretándolo a mí manera.

En cuanto a lo de la lectura por placer, te puedo asegurar que, aun estando de acuerdo contigo, no es la opinión mayoritaria... Y si no, te invito a que te pongas durante un día detrás del mostrador de la sección de novela de cualquier biblioteca y cuentes las personas que te piden algo "que no sea mucho de pensar"...

Anónimo dijo...

¿Verdaderamente la crítica del señor X merecía el alud neuronal que ha provocado? ¿No estareis inventando "la crítica del crítico" como ensayo literario?.
Y no sigo, no vaya a ser que invente "la crítica de los críticos del crítico"
¿Qué hace un frívolo como yo en un sitio como éste?

sfer dijo...

Pues a mí este alud neuronal me parece muy interesante... De todos modos, tampoco creo que se esté criticando al crítico, sino expresando opiniones respecto a lo que el crítico ha dicho, aunque unos lo hagan con más ironía que otros...

Saludable diálogo, sí señor.

Miguel Sanfeliu dijo...

Es cierto que parece que se está centrando el tema en la tal "Equis". Yo, desde luego, hablo de una postura general, oficial, cultural, o como queráis decirlo. Además, el blog "sololibros" me ha gustado porque me parece sincero.
Suele distinguir entre literatura seria y literatura superficial o de evasión. Pero ¿acaso esta distinción no existe? No nos dejemos llevar por el entusiasmo y reconozcamos también que no será lo mismo Marcial Lafuente Estefanía que Faulkner. Digo yo. Una cosa es defender los géneros, la apertura de miras, y otra es pensar que todo vale.

Miguel Sanfeliu dijo...

Uno de los enlaces de la página "sololibros" nos remite a "La factoria de ideas", editorial especializada en la ciencia ficción y el terror.

Miguel Sanfeliu dijo...

Me doy cuenta ahora de que he escrito "sololibros" en lugar de "solodelibros", que es el nombre real. Sorry.
(Espero que nadie piense que intento hacerle publicidad. Aunque, si ha inspirado un post de César Mallorquí, quizá la merezca).

César dijo...

En fin, Sfer, no pretendo interpretar a Equis, pero cuando dice "Su escritura es facilita, muy sencilla, propia del género que trabaja" yo creo que está formulando una opinión despectiva contra, al menos, el género que suele frecuentar Somoza, que es el thriller o la novela de misterio. ¿No te parece eso un prejuicio? Y si le sumamos lo de los "lectores serios", yo diría que un prejuicio aristocrático.

Pero citar a Equis sólo ha sido un pretexto para hablar sobre el talibanismo cultural y creo que en eso estamos de acuerdo, ¿no? En cuanto a lo del placer... mira, a veces a mí también me apetece leer algo totalmente insustancial, un texto divertido y ligero que simplemente me distraiga. ¿Por qué no? Ya, vale, hay gente que sólo lee esa clase de libros, gente que consume basura literaria tipo Steel... pero, ¿qué es mejor: eso o no leer nada?

Sea como sea, a mí me molestan las actitudes altivas, la pedantería de situarte por encima de los demas ¡por lo que lees! Por favor, ¿un lector serio?... ¿quién quiere ser eso?

Anónimo dijo...

Bueno, yo en estas discusiones me acuerdo de una película del año de la tana (en blanco y negro) muy bonita... (Seguro que alguno de vosotros sabe el título y esos datos intelectuales de pro).

El protagonista es un director de cine de pelis de "entretenimiento". El hombre tiene una crisis de identidad, o creativa, o personal, o vete tú a saber que no recuerdo... La cuestión es que deja su trabajo y se mete en unos cuantos líos, para acabar en una cárcel, donde los condenados, sufren, son unos desgraciados y... malviven en penosas condiciones.

En el penal, los jueves "es el día de la película", y el prota ve con sorpresa, como mientras proyectan los filmes, todos esos pobres desgraciados, disfrutan como enanos: ríen, lloran... Durante dos horas, no son presos, son FELICES con las ficciones ¡¡que él había creado!!

Total, que el prota, descubre que su papel en el mundo es seguir haciendo pelis de esas, para hacer feliz a quién le haga falta...

Moraleja: Puede que D. Steel (¡vaya, tampoco la he leído!) haya hecho más por la humanidad, que Benet.

Puede que la gente que lee (que son esos que leen el el metro El Código Da Vinci y a Steel y desean "no pensar") necesitan terapeúticamente precisamente eso: no pensar, y vivir otras vidas que no son las suyas propias.

Y luego están "los otros". Y es que como decían los filósofos griegos, para ser filósofo hace falta tener el suficiente dinero y tranquilidad de espíritu, como para filosofar a gusto (o para escribir profundidades más o menos aburridas).

Son dos públicos, dos funciones literarias diferentes, dos objetivos distintos.

Ni mejor. Ni peor...

¿O sí?

Anónimo dijo...

De todo este "alud neuronal" podemos sacar una conclusión, que además está escrita por el propio César: resultan muy molestas las actitudes altivas y los pedantes que tratan de situarse con sus opiniones por encima de los demás.
Sfer, me gusta tu estilo.

César dijo...

Anónima de las 9:59: el nombre de la película es "Los viajes de Sullivan", del director Preston Sturges. ¡Yo adoro esa peli! En serio, la colocaría sin dudar un instante en cualquier lista de las mejores películas de la historia. Y sí, querida amiga, es un ejemplo perfecto de lo que pretendo decir.

Anónimo dijo...

"¿Verdaderamente la crítica del señor X merecía el alud neuronal que ha provocado?"

Para ellos, sí.

"¿No estareis inventando "la crítica del crítico" como ensayo literario?"

Inventándola, no. Ya fue inventada hace mucho. Sólo la practican.

"¿Qué hace un frívolo como yo en un sitio como éste?"

Lo mismo que yo: recordar por qué algunos guetos deben seguir existiendo.

César dijo...

Querido Juan Espacio: ese tonillo de pedante suficiencia... ¿no serás tú Equis? No, no puede ser, ¿verdad?, porque si lo fueras sabrías que Equis no era el crítico. Equis era el espontáneo lector que criticaba al crítico. Por tanto, nosotros somos aquellos que criticamos al crítico que criticaba al crítico. Lo cual, amigo mío, te convierte en el crítico que critica a los críticos que critican al crítico que criticaba al crítico. Ayayay, qué poco serio es esto para un lector tan serio como tú...
Perdona que insista, pero ¿no serás pariente de Equis? Porque el parecido de familia es sorprendente. Por ejemplo, esa mención a los guetos es tan ingeniosa... Podrías habernos llamado perros judíos, pero no, te limitas a señalar con elegancia lo necesarios que son los guetos para mantener encerrados a seres inferiores como nosotros. ¡Bravo, muchacho, eres un magnífico ejemplar de la raza aria literaria!

Anónimo dijo...

jajajaja me ha gustado.

vaya comentarios mas largos, si que ha suscitado interés el temita.

un saludo.

Anónimo dijo...

Suelo leerlo sin comentar, y he dudado sobre la conveniencia de dejarle mi opinión, porque es un artículo que escribí en mi bitácora, en enero:"José Mallorquí y Georges Simenon": http://gatopardo.blogia.com/2006/010401-jose-mallorqui-y-georges-simenon.php
Saludos cordiales

Anónimo dijo...

Querido César: sabré perder al ajedrez, porque no soy Lucrecia, a los chinos o al parchís mi honor y mi hacienda, pero guardaré tu comentario con el diagnóstico de que no soy impertinente en la caja fuerte blindada de mi corazón.
Cuenta conmigo como si fuera Delia, la madre de los Lugones, para partirles el alma a todos los que tienen alma de gringos, y parece que llevaran un bigotillo de mierda fresca cuando el autor no está respaldado por los académicos.
Un abrazo