lunes, julio 22

Floreat Celsius


 
            Como todos los años, salvo cuando me da por romperme una pierna, la semana pasada disfruté, junto con Pepa y nuestro hijo Pablo, del Festival Celsius 232. Se trata, como sabéis, de un festival de fantasía, ciencia ficción y terror que se celebra en Avilés. Su nombre se debe a que 232 grados Celsius equivalen a 451 grados Fahrenheit. Y si sigues sin entenderlo, ¿qué haces merodeando por Babel? Es broma, es broma; me encanta que deambules por este humilde blog. El nombre del festival hace referencia a la famosa novela de Bradbury.

            El Celsius se celebra en la plaza Domingo Álvarez Acebal, en dos entornos: una carpa situada en la plaza y el salón de actos de la vecina Escuela de Artes y oficios. Participan un montón de autores, tanto españoles como extranjeros. Hay presentaciones de libros, charlas, mesas redondas, talleres, exhibiciones, firmas de libros, fiestas de disfraces, cine al aire libre, cosplayers como el que podéis ver en la foto.

 


            Nota: Si os llama la atención mi camisa, si tenéis que guiñar los ojos para contemplarla, eso es porque vivís en un mundo gris, oscuro y deprimente, mientras que yo vivo en un universo en technicolor lleno de luz y alegría. Fijaos en la cara de mala leche que tengo en la foto y pensadlo bien antes de decir nada. Es un aviso.

            Además, hay un montón de tenderetes de venta de libros o de bisutería. El festival dura cuatro días, de martes a sábado y la entrada es libre y gratuita. Pero lo mejor de todo es que, en un radio de doscientos metros como mucho, hay un montón de terrazas, bares y restaurantes. Y todo lleno de frikis. ¿Sabéis lo que significa eso? Pues que toda la gente que te rodea ama la literatura, el cine y los cómics. Porque los frikis, salvo algún que otro caso enfermizo, son grandes lectores, gente interesada en la cultura, gente progresista, gente muy, pero que muy interesante.

            No negaré que quizá lo que más me gusta del Celsius es encontrarme con buenos amigos, personas a las que sólo veo una o dos veces al año, como Susana, Sergi, Ricard, Teresa, Pablo, Elia, Sofía, Rudy, José Antonio, Gabriella, Jesús, Ana, Víctor (que no se llama Víctor, ya lo sé), Ian, David (mi ex-negro), Maite, Pep, Javier y muchos otros que, por tener memoria de pez de colores, ahora no recuerdo. Y, por supuesto, también me encanta conocer a estupenda gente nueva.

            Este año he presentado en el festival mi novela Manual de instrucciones para el fin del mundo, la segunda parte de la Trilogía del Parásito. Y, además, sin sospecharlo lo más mínimo, me he llevado una gran y hermosa sorpresa. Este año, los directores del festival han otorgado unos premios especiales a aquellas personas que, por las razones que sea, consideren valiosas para el Celsius. Y Jorge Iván Argiz ¡me lo ha otorgado a mí! Podéis ver el galardón en la foto de arriba, con su preciosa cabecita de Cthulhu. No creo merecerlo, pero gracias de todo corazón.

            Y gracias a todos los que colaboran con el festival, en especial a sus tres organizadores: Cristina Macía, Jorge Iván Argiz y Diego García Cruz. Sin ellos, sin su increíble esfuerzo, este festival sería imposible. Por cierto, Diego es traductor profesional, y verle traducir es un espectáculo en sí mismo, algo así como ver a un gran ilusionista o a un magnífico malabarista. También quiero darle las gracias a un merodeador de Babel llamado Juan, pero eso lo haré en la siguiente entrada.

            En fin, amigos míos, el Celsius ya ha pasado, pero me quedan un montón de bonitos recuerdos. Si sois un poquito frikis (sólo un poquito, mi mujer ni siquiera lo es y se lo pasa bomba), sí sois un poquito frikis, insisto, no lo dudéis un instante y visitad el próximo Celsius. El único problema es que volveréis con unos cuantos kilos de más, porque en Asturias se come mucho y de maravilla. Todo lo demás será pura fiesta. Y, qué demonios, comer y beber demasiado también.

10 comentarios:

Amparo dijo...

¡Qué envidia me dan todos esas actividades! Lo has explicado tan bien que te mereces un premio; claro que ya te lo han dado y creo que bien merecido.

Ahora me queda comprar el libro y leerlo y, espero,que me pille tanto como "La isla de Bowen" o "Las lágrimas de Shiva" que no me canso de recomendar.

Felicidades por ese premio y a seguir triunfando

Juan H. dijo...

Ostras César!que me pongo colorado en seguida..., gracias a tí por tu amabilidad y la de Pepa al recibirme al salto de mata tras la presentación de la novela, no pude quedarme más porque entraba de guardia ese viernes y el fin de semana y me perdí medio festival, y es que me puede la timidez, qué dirá mi hija cuando sea más grande, bueno lo que dice mi mujer ahora, que no tengo arreglo.
Enhorabuena por el premio! Jorge Iván y compañía son unos cracks . Siempre he dicho, que no se te valora lo suficiente , y no lo digo por los premios más que merecidos, sino porque eres un gran escritor y una gran persona, en realidad lo digo por la estatura, je, je, el fin, lo digo porque te aprecio un montón
Juan H.

Samael dijo...

felicidades por el premio, por los kilos de más que no los necesitabas y por disfrutar de lo lindo. Da gusto ver a alguien que se lo pasa tan bien, y por lo que veo el Celsius lo tiene todo para conseguirlo. Joder, a ver si voy el año que viene maldita sea, aunque solo sea por los kilos. Ya contarás viejo truhán.

Jaimemarlow dijo...

¡Felicidades por el premio, César! Yo me he llevado tres premios de este. Celsius: la lectura de Trece monos, que ha disfrutado como un mono rodeado de bananas; la dedicatoria tan chula que me pusiste en un ejemplar del libro antedicho; y el haber podido intercambiar unas (breves) palabras contigo mientras me lo dedicabas.
Nos vemos el próximo año, si el tiempo y la autoridad nos dejan. ��

César dijo...

Amparo: Muchas gracias, eres un encanto.

Juan H: Te contestaré como mereces en la próxima entrada.

Samael: El Celsius te espera, viejo jamelgo.

Jaimemarlow: Tú sí que eres un premio, chavalote. Muchas gracias.

Jarl-9000 dijo...

Jo, qué envidia. Yo estuve por esas fechas en Santander, no muy lejos de allí, con unos familiares de mi mujer. Llevo varios años queriendo acercarme a ver cómo es el Celsius o la Semana grande de Gijón, pero nunca me atrevo, me da la sensación de que los niños se van a aburrir (o peor, me van a estropear la diversión a mí). El mayor, con doce años, todavía; además ha leído algunas de tus novelas y le han gustado. Pero los pequeños, con seis (ahora siete recién cumplidos), es más difícil. Quizá cuando sean un poco mayores.

Y ya que hablas de "Manual de instrucciones...", esperando estoy septiembre para "La Hora Zulú". Tengo un par de teorías que no veo el momento de comprobar si son acertadas o no...

César dijo...

Jarl-9000: Ir con niños pequeños te limita, es cierto. De todas formas, en el Celsius hay talleres y actividades para niños (aunque no sé exactamente cuáles ni cuántas). También hay demostraciones de esgrima con armas antiguas y gente disfrazada. De modo que se lo pueden pasar bien. Quizá no todo el tiempo, pero al menos sí una parte.

Oye, no dejes de comentarme esas teorías sobre mi trilogía. No ahora, porque podría hacerte spoilers, pero sí cuando leas el tercer título.

Jarl-9000 dijo...

Bueno, aquí no lo voy a soltar por los spoilers (si acaso te lo mando por privado). De todas formas, tampoco te creas que son gran cosa. No son un ensayo ni mucho menos, simplemente es que me parece intuir algunos detalles del tercer libro y, si estoy en lo cierto, tengo muchas ganas de ver cómo se resuelven esos puntos, porque no me parece fácil. Y si por el contrario me equivoco, tengo curiosidad por saber entonces por donde discurre la trama. Y sí, ya sé que jugar a adivinar detalles de las historias es peligroso porque aumenta tus expectativas a base de falsas ilusiones y lo más probable es que luego te lleves un chasco, pero es que no puedo sustraerme a ello, es algo que me encanta.

Lo que sí me gustaría compartir contigo por aquí -pido disculpas a todos de antemano por las licencias- es una pequeña teoría de "Mujeres desesperadas" (si no recuerdo mal, una de tus series preferidas), la cual en su momento interrumpí en la quinta temporada y recientemente he revisionado completa y entonces me dije: "Esto se lo tengo que contar a César". Aviso que es posible que no sea una teoría original mía y haya sido recogida ya en algún sitio; yo no la he encontrado por internet, pero tampoco he buscado de forma exhaustiva.

Contado muy por encima, consiste en que cada una de las cuatro protagonistas representa a un elemento clásico y de ahí deriva su personalidad e intereses, llevando el asunto a un extremo radical. Así, por ejemplo, Gabrielle sería el elemento Tierra, ya que es muy materialista y superficial, lo que la mueve es la estabilidad en su vida y principalmente se fija sólo en sí misma y en sus necesidades. Susan representa al Agua, que simboliza las relaciones y el amor y eso hace que sea una persona extremadamente social, emotiva y romántica que se expresa como un torrente y, unido a lo patosa que es, acaba arrasando con todo a su paso como un tsunami. Bree, por su parte, representa al Aire, el elemento más racional, lo que en su caso significa reprimir las emociones de manera enfermiza para mantener la cabeza fría y no perder el control, además de ser muy retorcida y manipuladora. Por último, Lynette sería el elemento Fuego (el cual simboliza el coraje y el trabajo), puesto que siempre se ve obligada a enfrentarse a las vicisitudes de la vida (marido, niños, trabajo, salud...) a base de voluntad y fuerza de espíritu, es la más luchadora y proclive a resolver los problemas de cara, lo que la lleva a querer tomar las riendas de la situación y a ser muy controladora. De ser acertado este punto de vista, cabe preguntarse si los creadores quisieron introducir también el Éter, el quinto elemento que, como su nombre indica, es el más etéreo de todos, el más espiritual, sutil y elevado, que se mueve por encima de los demás y actúa de interconexión entre ellos... Eeeh, ¿alguien dijo Mary Alice?

Al final me ha quedado un tocho. Espero no haber resultado un tostón.

César dijo...

Jarl-9000: Supongo que para mentes acostumbradas a la CF el problema que planteo en la trilogía del parásito tiene soluciones previsibles. En realidad, no muchas; al menos a mí sólo se me ocurrió una. Ya me contarás tus teorías cuando leas "La hora zulú".

Respecto a tus comentarios sobre "Mujeres desesperadas", son seductoramente convincentes. No creo que sus creadores tuvieran eso en mente, pero sin duda encaja con la serie. Supongo que la intención inicial era presentar cuatro arquetipos femeninos bien diferenciados, y esos arquetipos encajan con los elementos clásicos. Interesante especulación.

chanee dijo...

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