martes, septiembre 18

¡Vigilad el cielo!


Ya hemos hablado en otra ocasión sobre el tema, pero ¿os habéis fijado en la cantidad de películas sobre invasiones extraterrestres se han estrenado durante la última década? Así, haciendo memoria, me vienen a la cabeza las siguiente:


Señales (2002), de Shyamalan
La guerra de los Mundos (2005), de Spielberg
Invasión (2007), de Oliver Hirschbiegel
Distrito 9 (2009), de Neill Blomkamp
Monsters (2010), de Gareth Edwards
Skyline (2010), de Colin Strause
Invasión a la Tierra (2011), de Jonathan Liebesman
Cowboys y Aliens (2011), de Jon Favreau
Attack the Block (2011), de Joe Cornish
Battleship (2012), de Peter Berg
V (serie de TV, 2009-2011)
Falling Skies (serie de TV, 2011-2012)

Eso sin contar con otras pelis de ETs cabrones, como Súper 8, La Cosa o Prometheus, y sin tener en cuenta que Transformers también va de extraterrestres dando caña, pero ya abiertamente en plan de encefalograma plano. Además, hay varias películas sobre el tema en cartera, como la adaptación de Bajo la piel o The 5th wave.

Pero centrémonos en la lista de más arriba. No he visto Attack the Block ni la serie V, así que las dejaremos de lado. En cuanto a la excelente Distrito 9, no es exactamente una invasión alienígena; o quizá sí: ¿una invasión de espaldas mojadas espaciales? Pues bien, de los film que quedan, el mejor es sin duda Monstruos, una modestísima producción independiente rodada con gran inteligencia y sensibilidad.

En cuanto al resto de las pelis... bien, digamos que ninguna de ellas tiene ni pies ni cabeza. Os recomiendo, al respecto, un artículo de José Hernández llamado “Los 10 planes más ridículos para invadir la Tierra” (podéis encontrarlo pinchando AQUÍ). Y es que si una raza alienígena, dotada con un nivel tecnológico capaz de dominar el viaje interestelar, llegara a nuestro planeta con ganas de bronca, sencillamente nos correrían a gorrazos, nos barrerían, nos exterminarían, acabarían con nosotros en un parpadeo. Y, desde luego, no lo harían liándose a tiros en plan “yo te disparo con mi futurista arma de rayos, pero, caray, qué pupa me haces con tu anticuado lanzagranadas”. No, nada de batallitas entre marines y bichos del espacio, ese no sería su plan. Supongo que nos fumigarían, o algo parecido; desde luego sería un holocausto mucho más eficaz y mucho menos épico.

Bien, dejando la coherencia de lado, La guerra de los mundos de Spielberg me parece mucho mejor película de lo que suele afirmarse; un buen espectáculo que, eso sí, no alcanza ni de lejos la magia del original literario en que se inspira. En cuanto a Señales, de Shyamalan, es absurda de principio a fin, pero contiene secuencias muy potentes y una atmósfera oscura y opresiva más que notable. El resto de las películas son a cual más infumable, empezando por esa innecesaria y absolutamente fallida cuarta versión de La invasión de los ladrones de cuerpos que es Invasión (¿para qué demonios cuatro versiones si las dos primeras ya eran excelentes?). Aunque, eso sí, la palma de soplapollez se la lleva Battleship que, aparte de contar con todos los tópicos mal rodados que os podáis imaginar, nos muestra cómo un desvencijado destructor de la Segunda Guerra Mundial tripulado por ancianos veteranos logra destruir a la nave insignia de una flota alienígena. La palabra “ridículo” no expresa en toda su dimensión lo que es este film. Cowboys y Aliens prometía, por su título, un divertido delirio pulp, pero se quedó en una tontería sosa, incoherente y aburrida. Skyline e Invasión a la Tierra son sendas bobadas, igual que lo es la vomitiva Falling Skies.

Ante esto, me surgen dos preguntas. La primera, y más simple, es ¿por qué demonios, teniendo entre manos un tema tan jugoso, las productoras lo desarrollan con tan poquísima imaginación? De todas las películas citadas, sólo Monsters y Distrito 9 abordan la invasión alienígena de una forma original. Y quizá ahí esté la respuesta, porque precisamente se trata de los dos únicos films producidos fuera de Estados Unidos. Hollywood tiende a elaborar sus producciones tomando como referencia la mente de un niño de diez años. Pero ojo, ni siquiera un niño de diez años escasamente espabilado se tragaría un bodrio como Battleship.

La segunda y más compleja pregunta es ¿por qué tal acumulación de películas sobre invasiones extraterrestres? El otro día leí un artículo que le echaba la culpa al éxito de Independence Day, pero esa película es de 1996, y la gran avalancha de invasiones se produjo catorce años después. Demasiado tiempo. Por cierto, la película de Emmerich me parece honesta, porque da lo que promete: una serie B rodada con presupuesto A; sin pies ni cabeza, pero al menos divertida.

El caso es que no entiendo el por qué de tantos aliens invasores. Ya hemos comentado en otra ocasión que en épocas de crisis prolifera el cine de terror, algo que es fácil de constatar en las presentes circunstancias. Eso explica, por ejemplo, la proliferación de zombis. Pero las pelis de invasiones extraterrestres no son exactamente de terror. Son de catástrofes. Y, ahora que lo pienso, los zombis no se usan tanto en su sentido terrorífico como en el catastrófico. Entonces, ¿el cine está sublimando en clave de fantasía o ciencia ficción la catástrofe económica y social en la que estamos inmersos? Y si es así, ¿por qué nos gusta verlo?

Qué raritos somos los seres humanos.

28 comentarios:

En Zona Roja dijo...

Hay una explicación muy sencilla: Hollywood se ha quedado sin enemigos a los que enfrentar sus bravos héroes de celuloide. Una vez derrotada la Unión Soviética, con los nazis relegados a papeles secundarios en dramones históricos que son carne de Óscar, y la amenaza del terrorismo islámico relegada a la ficción televisiva, último remanso de calidad en el páramo de creatividad que ha creado este clima de excesiva corrección política, ¿quién queda para plantarle cara al ejército de los todopoderosos Estados Unidos de América del Norte FUCK YEAH? ¿Los chinos? Por favor. Aparte de ser el principal mercado de muchas de las películas que Hollywood produce hoy en día, prácticamente son los dueños de los USA gracias a las ingentes cantidades de deuda estadounidense que llevan años comprando pacientemente, (como dice Homer Simpson: 'El Dragón está despertando, Marge'). Traducido: no muerdas la mano que te da de comer. No es casualidad que el remake de Amanecer Rojo haya cambiado a los chinos por norcoreanos como ejército invasor, no vaya a ser que la República Popular ponga a la MGM en la lista negra y se tengan que poner a vender sus películas en el top manta. Por eso en los últimos años los malos de los blockbusters americanos son los políticamente correctísimos dinosaurios, robots gigantes o alienígenas cabreados, que no tienen un grupo de presión o un bufete de abogados antidifamación que los proteja. Es hipocresía y falta de huevos, no de imaginación. Y lo que nos queda.

CorsarioHierro dijo...

¿Para que más versiones de ladrones de cuerpo si las dos primeras son excelentes? Pues para pillar a la tercera excelente. Y como buen negocio, al menos el primer fin de semana reaudará pasta...aparte que alivia un final feliz aunque esté mal hecho.

Ramón Merino Collado dijo...

Excelente compendio y reflexión. Coincido en todo menos en un punto: a mí Señales me pareció una película redonda en muchos sentidos. Creo que está infravalorada; para mi gusto es probablemente la segunda mejor cinta de Shyalaman. Dejando de lado todo el rollo determinista-religioso, me parece genial ese final en el que no hay azar, sino que cada pequeño acto está minuciosamente precisado por un destino impersonal y misterioso. Eso, evidentemente, es pura ciencia ficción, pero ese es el género de la película, ¿no? El tema del azar como ilusión sería tratado más tarde por Shyalaman en La joven del agua, pero sin tanto acierto. Y a todo esto hay que añadir el magnífico tratamiento del terror, al estilo oriental. Apenas llegamos a ver a los extraterrestres y sin embargo están presentes en todo momento, inquietando con una presencia que quizá sea más poderosa que si se hubieran mostrado abiertamente. Y luego tenemos la excelente banda sonora, la puesta en escena, el pausado desarrollo de las secuencias el cual consolida la maestría del director a la hora de jugar con la intriga... Vale que la lógica del plan alienígena está a la altura del betún, pero para eso tenemos ese comodín de la excusa que es la suspensión de la incredulidad, ¿no? Además, la lógica no es universal. Quién sabe qué extrañas ideas pueden cruzarse por una mente alienígena. Como siempre, tendemos a antropomorfizarlo todo, incluso los hipotéticos designios de una raza extraterrestre. ¿Cuela como defensa? :-/

Samael dijo...

está claro que no se harían tantas películas de un determinado género si no tuvieran su retorno en la caja. Ahora se hacen muchas películas de un tipo y se han dejado de hacer de otro. Ya no hay pelis de romanos ni del oeste, que cuando yo era pequeño eran las que hacían furor. Las pelis de catástrofes también tuvieron su momento dulce, y luego están las eternas comedias románticas que son indisolubles en el tiempo y seguirán estando siempre. con las series de TV pasa lo mismo, por eso cuando una se desmarca de les chemins bien batus, y está bien y tiene gracia, pues resulta un exitazo. Esas son las que molan, que que buscan vericuetos diferentes.
Es el momento de decir que me encanta Big Bang, serie que me recomendaste tú y de la que soy enloquecido fan, lo cual tiene mérito pues no me prodigo en estas lides.

Jarl-9000 dijo...

Ha sido leer el post y pensar de inmediato en el plan de Ozymandias en Watchmen. Pero vamos, no digo que ésa sea la intención ni mucho menos, tengo mejor consideración de Ozymandias. ;)

Juanma dijo...

No, nada de batallitas entre marines y bichos del espacio, ese no sería su plan. Supongo que nos fumigarían, o algo parecido; desde luego sería un holocausto mucho más eficaz y mucho menos épico.

Vamos, Los genocidas, de Thomas M. Disch. Ah, no, que no es una peli de Hollywood, sino una novela... y no ni habrá huevos de llevarla al cine.

César dijo...

En Zona Roja: Sí, supongo que tienes mucha razón en tu comentario. A fin de cuentas, el revival de invasiones alien comenzó justo después de la caída de la Unión Soviética. No obstante, creo que hay algo más, porque no se trata sólo de "enemigos", sino de "catástrofes". ¿Los aliens representarían la catástrofe que procede del exterior y los zombis la catástrofe interna? No sé, no sé...

CorsarioHierro: Pues puede ser, pero me sigue pareciendo una idiotez tanta versión.

Ramón Merino Collado: Para los ETs de "Señales" el agua es como ácido. Vale. Imagínate que eres un lider terrestre del futuro y quieres invadir un planeta. El único problema es que los mares de ese planeta son de ácido sulfúrico, igual que la lluvia. Pese a ello, vas tú y decides mandar a tus soldados allí, pero los mandas desnudos y sin más armas que un gas letal de corto alcance. ¿Qué significa eso? Que te ha tocado el título de lider en una rifa.

Una coas es la supresión de la incredulidad y otra la supresión de todo rastro de pensamiento crítico. "Señales" no tiene ni pies ni cabeza. Sin embargo, estoy de acuerdo contigo en que en muchos otros aspectos es una excelente película.

Samael: Toda moda tiene una razón, siempre hay un motivo para que ciertos temas se popularicen en detrimento de otros. Por ejemplo, no es casualidad que las pelis de monstruos surgidos de la radioactividad (como Godzilla o las hormigas gigantes de "Them!") se pusieran de moda después de Hiroshima. Y ya que mencionas los westerns, el western épico de los 30 y 40 fue sustituido en los 60 y 70 por el western crepuscular o por la suciedad del spaghetti-western. ¿Por qué? Pues porque el Zeitgeist de la sociedad había cambiado. Las modas, toda clase de modas, son signos y señales. Siempre significan algo.

Respecto a Big Bang, me alegro de que te guste. A mí también me gusta, como es lógico, porque si no no te la habría recomendado. En cualquier caso, deberías cuestionarte esa desconfianza atávica hacia la TV, porque la TV ha cambiado muchísimo.

Jarl9000: En efecto, Ozymandias lo haría mejor.

Juanma: Pues sí, en efecto. La única perspectiva lógica es la que plantea "Los genocidas". Y ningún ejecutivo de Hollywood le daría el visto bueno a la producción de esa película. O sí, quién sabe: bastaría con darle un final feliz.

Anónimo dijo...

Evidentemente, como ya se ha dicho, si unos extraterrestres avanzados decidieran invadirnos lo harían como en "los genocidas" de Disch y lo demás son tonterías.

A mí una de las pelis de invasiones alienígenas que más me divierte es "Están vivos", de Carpenter, donde resulta que los marcianos son ¡¡los ricos!!. Sí, vale que la película es cutre, es mala y está pésimamente interpretada (el protagonista era nada menos que la estrella de la lucha libre americana Roddy Pipper, alias "el gaitero loco") pero no me digáis que no tiene guasa la cosa, descubrir que el capitalismo no es más que una trampa alienígena para mantenernos en la sumisión y en la esclavitud y que los marcianos son, precisamente los ricos, los yuppies y los altos cargos de la sociedad. eso sí que es un plan de invasión y lo demás tonterías. A la vista de lo que está pasando no hago más que plantearme si tal vez debería comprarme unas de esas gafas negras que salen en la peli...

Rickard

Juanma dijo...

En la onda élites que no son como nosotros (y no comento más para no hacer ningún spoiler), recomiendo Society, de Brian Yuzna. :)

Anónimo dijo...

A mi me encanta el cine en general, y creo que aun nadie ha conseguido un extraterrestre como Alien el 8 pasajero, esa si que es buena!!!.
Y un extraterrestre de los pocos amigables: el maravilloso E.T.

Mabel

Anónimo dijo...

Aunque pensándolo bien, hay algo peor que que los marcianos sean una raza hostil y beligerante armada de rayos desintegradores y es la posibilidad de que sean... ¡unos pesados! Si no me creéis, recomiendo leer "¡Marciano, vete a casa!" de Fredric Brown y "Los humanoides", de Jack Williamson.

Rickard

Anónimo dijo...

Aunque pensándolo bien, hay algo peor que que los marcianos sean una raza hostil y beligerante armada de rayos desintegradores y es la posibilidad de que sean... ¡unos pesados! Si no me creéis, recomiendo leer "¡Marciano, vete a casa!" de Fredric Brown y "Los humanoides", de Jack Williamson.

Rickard

Anónimo dijo...

A proposito de extraterrestres, ver este video tan gracioso, ni ellos nos quieren invadir.

http://youtu.be/S6LZKnyOgWw

Mabel

Cristian García Álvarez dijo...

La respuesta es que a los guionistas se les han acabado las buenas ideas para rodar las películas inolvidables de antes y ahora aplican temas de extraterrestres porque hay infinidad de posibilidades y sucesos que pueden ocurrir, lamentablemente el argumento siempre es el mismo (una invasión).

Sinceramente espero que la situación mejore y pronto vuelva el cine como lo conocíamos.

Un saludo César :)

Anónimo dijo...

Me ha venido a la cabeza una de las pelis de chicho ibañez serrador, sobre una invasion alienígena. Hay un tipo que es un superdotado en la universidad, y rarito, hace música extraña, y sorprende por sus ideas a profes y alumnos, y el tio escala hasta sacarse la carrera y el doctora ante el asombro d eun profesor, pero, claro, algunas chicas (enma cohen creo que era), se siente atraída por el, y hay varias muertes...el profe descubre que hay más tipos así en otras universidades, de CVs increíbles...cuando alerta a las autoridades (llega a tener una conversación con él), resulta que ya es demasiado tarde y está todo copado. Una suerte de invasión de ultracuerpos a la española ( o lo narciso ibañez serrador)
Mazarbul

Juanma dijo...

¿Salía Manuel Tejada? ¿Había una escena en la que el protagonista iba a hablar con uno de ellos para advertirles de que había marcianos infiltrados, ve una mano monstruosa surgir de la ducha y, cuando vuelve a mirar, hay un cuerpo humano? Creo recordar haber visto eso (¿un capítulo de Mis terrores favoritos?) cuando yo era un crío.

Anónimo dijo...

Juanma y Marzabul: efectivamente,en ese episodio que comentáis salía Manuel Tejada pero era un episodio de "Historias para no dormir" y no de "Mis terrores favoritos". El episodio se titulaba "El fin empezó ayer" y fue uno de los editados en el pack de DVDs que Vellavista sacó sobre la serie. Lo que no recuerdo es la escena esa de la ducha, volveré a revisarlo a ver.

Rickard

Juanma dijo...

Ten en cuenta que yo era un niño de unos siete años. A lo mejor es un recuerdo distorsionado, una yuxtaposición de capítulos o, vete a saber, la semilla del futuro friki en el que me iba a convertir. :-D

CorsarioHierro dijo...

Sí, yo la recuerdo. Esa escena (un tentáculo o brazo saliendo de la ducha, cogiendo la toalla en realidad la tengo grqabada. Yo debia andar en el instituto, en los ochenta. Eran nuevos y modernos (entonces) episodios para recuperar la ya mítica Historias para no dormir. Creo recordar que el asunto llegaba a instancias militares pero lo paraban por qué los extraterrestres estaban infiltrados. Mis Terrores Favoritos eran lárgometrajes de terror presentados por Chicho báñez Serrador.

Anónimo dijo...

Respondiendo a la pregunta que hacía César, es evidente que el cine fantástico, en general, actúa muchas veces como catalizador de los miedos sociales del momento. Así, por ejemplo, el cine expresionista alemán de los años 20 y 30, con sus ambientes opresivos y claustrofóbicos (El gabinete del dr. Caligari), es producto, en gran medida, de la inestabilidad social de la Alemania del momento con el nazismo en ciernes; el de ciencia-ficción de los años 50 fue una respuesta evidente a miedos como a la guerra nuclear (Ultimatum a la Tierra), al comunismo (La invasión de los ladrones de cuerpos) o a los peligros de la ciencia descontrolada (La Humanidad en peligro) mientras que el cine catastrofista de los años 70 fue una respuesta en parte al miedo a la inestabilidad económica (el miedo a perderlo todo económicamente hablando) provocada por la crisis del petróleo en los 70.

De igual modo, el auge actual del cine de catástrofes, invasiones y zombis se debe en cierto modo a la crisis económica actual. En ese sentido, no es casualidad que el género zombi conociera su auge a partir de finales de los 70 y principios de los 80 (Zombi, la de Romero es de 1978). El zombi vendría a ser una representación simbólica del miedo de las clases medias y altas a las grandes masas empobrecidas, hambrientas e “irracionales” cada vez en mayor aumento por la pobreza y crisis económica. El mensaje estaba claro en Zombi de Romero donde la obsesión principal de los zombis era, recordemos, invadir un centro comercial. Por eso no es de extrañar que el género zombi, tanto en su versión literaria como cinematográfica haya vuelto a resurgir con tanta fuerza en tiempos recientes.

Rickard

Anónimo dijo...

El cine de invasiones alienígenas vendría a reperesentar distintos miedos como el miedo al terrorismo (la influencia de 11-S es clara en algunas películas como la última Guerra de los Mundos de Spielberg) o el miedo a ser invadido por elementos extranjeros, extraños (el ejemplo más claro en este sentido es Distrito 9). El extraterrestre representa al "otro", al que nos es ajeno, "incomprensible" en su forma de actuar ya sea porque es de otra cultura, otra religión u otra realidad económica (el tercer mundo) y que tememos que acabe con nosotros, invadiéndonos. En ese aspecto creo que las películas de invasiones alienígenas suponen una traslación muy clara del miedo a la inmigración (otra película de cf que también mostraba muy bien este aspecto era Alien Nation).

Rickard

Anónimo dijo...

Además, hay que tener en cuenta que el cine fantástico, precisamente por su calidad de "fantástico" ofrece posibilidades expresivas que otros géneros más realistas no ofrecen.

Al actuar como metáfora de determinados aspectos de la realidad, muchos cineastas utilizaron el cine fantástico para saltarse la censura del poder del momento y hablar entre líneas de temas que no hubieran podido abordar de una forma más directa.

Rickard

Anónimo dijo...

En cuanto a lo de por qué nos gustan este tipo de películas, las respuesta es que nos sirven de catarsis al permitirnos enfrentarnos a nuestros temores más profundos (aunque sea de forma metafórica) pero desde la posición de seguridad que nos da una sala de cine.

Rickard

Anónimo dijo...

Ayer volví a ver el episodio ese de "Historias para no dormir" que comentábais un poco antes. Pertenece a una etapa más moderna de la serie, de los años 80, en la que ya se rodó en color. El episodio, titulado "El fin empezó ayer" es un remake de otro rodado para una serie que Chicho realizó años antes, en los 60, titulada "Mañana puede ser verdad" sólo que actualizó un poco el guión y le cambió el título.

Como ya se ha dicho, el episodio está protagonizado, entre otros, por Manuel Tejada, Emma Cohen y Natalia Dicenta. La verdad es que se trata de uno de los episodios de la serie que peor ha envejecido, sobre todo comparado con los episodios anteriores en blanco y negro.

La escena de la ducha aparece y es tal como sigue: el profesor protagonista hace una visita a Manuel Tejada, que es el extraterrestre infiltrado, en su habitación para despedirse de él antes de que abandone la universidad. Cuando el profesor entra en la habitación se oye la voz de Manuel tejada que le dice: "Un momento profesor, estoy en la ducha. Ahora salgo". En ese momento se abre la puerta del cuarto de baño y se ve un brazo muy delgado y alargado de color marronáceo y acabado en una mano de dedos largos que coge un albornoz que está colocado en el respaldo de una silla al lado de la puerta. El brazo con el albornoz desaparece por la puerta e inmediatamente después aparece Manuel Tejada con su aspecto humano y el albornoz puesto.

La verdad es que esa escena, vista hoy en día, da un poco de risa aunque es de entender que en su momento impactara. Mucho más impactante es la escena posterior en la que Manuel Tejada se muestra al profesor con su verdadero aspecto: aunque no se ve dicha transformación, se intuye por la reacción en la mirada del profesor protagonista que asiste a la transformación y por el juego de sombras sobre el suelo de la habitación en donde se ve una sombra que crece revelando la presencia de un ser enorme y, aparentemente con cuatro brazos. Así de una forma muy sencilla se logra un efecto mucho más impactante que con un efecto especial.

Como también han comentado por ahí, el episodio termina (ATENCIÓN SPOILER) con el profesor acudiendo ante las autoridades militares quienes fingen hacerle caso pero descubriéndose al final que también son extraterrestres infiltrados.

Rickard

Paolo2000 dijo...

Mazrabul, Juanma y Rickard...

Mil gracias! Estaba buscando como localizar ese episodio y ustedes han resuelto la incógnita!

Recuerdo lo mismo que ustedes!

Y esa mano de la ducha! Fantástico!

Mil gracias!

AKL dijo...

Como fanático de Stephen King, debo decir que soy un amante del estilo de ficción y fantasía, matizado por terror sicológico, por lo que, después de leer "La compañía de las moscas" me obliga a compararlo con "Apareció Caín" del citado autor.

Me imagino ambas situaciones, sin embargo, en "Apareció Caín" no se explica con tanta profundidad los motivos que pueden llevar a una persona a transtornarse de esta forma, la profundidad sicológica de los personajes, analizados desde el prisma de un hiper observador, con un "superpoder" de mimetizarse con los sentimientos y sentir de sus congéneres, con una inteligencia superior a la media y con una capacidad de análisis sorprendente, hacen de "La compañía de las moscas" una novela un poco mas profundas a otras que he leído de este autor.

Si la comparo con "La Catedral", (primera noticia que tuve de Cesar Mallorqui, hace poco tiempo), es una novela escrita como por otro autor, distinta, con una dinámica diferente y con una profundidad mucho mayor.

Es agradable poder transmitir de alguna forma, de lector agradecido a autor, las congratulaciones, felicitaciones, reclamos y alegatos propios con que uno queda despues de degustar un libro, no puedo decir que Cesar Mayor´qui sea mi autor favorito, sería de mal gusto, pero su lectura liviana, simpática y de variadisimos temas haacen que sea un autor que busque con bastante ahínco en las librerias, reales y virtuales, a ver en que nuevo desafío nos embarca.

Mis felicitaciones al Chef, y huelga pedir que nos deleite con un nuevo plato.

César dijo...

AKL: No conozco "Apareció Caín"; supongo que es un relato corto, porque creo que King no tiene ninguna novela con ese título. Me alegro que te haya gustado "La compañía de las moscas". ¿Más profunda que otras novelas mías? Supongo que sí. Con ese título quise llevar el género juvenil al límite, y creo que lo conseguí, porque es mi novela menos vendida. Demasiado perturbadora, supongo.

No me considero un artista, amigo mío, sino un artesano. Pero, eso sí, intento ser un buen artesano. Si te gustó "La compañía de las moscas", quizá te guste "La mansión Dax", una novela no sé si profunda, pero sí más ambiciosa. Gracias por tu comentario.

Jose Ramon dijo...

Una vez más, tenéis (o habéis tenido, ya que el post es de 2012) la habilidad de llamar mi atención y plantearos cosas que yo también me he planteado durante mucho tiempo. Reconozco que las películas del tipo Invasión Extraterrestre hubo un tiempo en que me entretenían (Independence Day, sin ir mas lejos), pero últimamente he desarrollado una extraña alergia (me ocurre cuando estoy expuesto a situaciones que no entiendo). Además esta alergia se ha hecho extensiva a historias catastróficas, no necesariamente relacionadas con invasiones extraterrestres, me sirve cualquier tipo de invasión, contagio, etc. No creo que se trate de mostrar un nuevo enemigo de los EEUU, como se ha dicho en otro comentario por allá arriba, ni de simbolizar nada. Creo que se limita a expresar uno de los deseos más arquetípicos del ser humano, que venimos arrastrando desde que tomamos conciencia de nosotros mismos y que no es otro que el deseo de inmortalidad, aderezado con dosis de mesianismo, quizá como influencia de nuestra cultura judeo cristiana. Y os explico porqué. En la mayoría de este tipo de historias, poco importa el porque, el origen y la propagación o desarrollo de la invasión. En muchas de ellas se parte, o se llega en poco tiempo a una situación en la que el ser humano está al borde de la derrota, que prácticamente a sucumbido a la invasión zombie o extraterrestre. Ha sido reducido de forma apabullante bien por la superioridad numerica del enemigo, en el caso de los zombies, bien por la superioridad tecnológica en el caso de los extraterrestres. El increíble ejercito de los EEUU, y por descontado el del resto de países del mundo ha sido derrotado y dispersado. Solo quedan pequeños reductos de resistencia, normalmente jóvenes de instituto y personas de vida anodina, en muchos casos personas que han sido declaradas públicamente como inútiles para determinada tarea que les hacía mucha ilusión. Y gracias a estas personas frustradas (mesianismo que te crío) esos pequeños grupos, pésimamente armados, desorganizados y carentes de medios de comunicación con otros grupos similares consiguen dar la vuelta a una derrota que era cosa hecha. Resumen, Somos una especie inmortal, porque nosotros lo valemos, y por negras que se pongan las cosas, seguro que alguno de nosotros (nunca yo, mejor que lo hagan los demás) se levanta, se juega el pescuezo, nos organiza y nos guía a la victoria, porque de eso va el sueño americano que nos han vendido.