martes, agosto 19

Soy una especie en extinción

Pensaba escribir sobre otra cosa, pero el azar ha determinado que esta mañana tropezara con una información tan inquietante que me siento obligado a divulgarla cuanto antes. Veréis, mi apellido tiene ventajas e inconvenientes. De entrada, es un apellido poco común, lo cual resulta útil a la hora de reservar mesa e identificarte en los restaurantes. Además, se le relaciona inmediatamente con el Mallorquí más famoso, mi padre, y eso me ha granjeado las automáticas simpatías de muchos desconocidos.

Anécdota: hace tiempo, estaba yo en el aeropuerto de Barajas sacándome la tarjeta de embarque en clase turista para un vuelo a Barcelona. El empleado de Iberia que me atendía –un caballero de unos cincuenta años- realizó todos los trámites, pero antes de entregarme la tarjeta se fijó en el apellido que figuraba en el billete. “¿Es usted pariente de José Mallorquí?”, me preguntó. Le respondí que era su hijo y el buen hombre estuvo un rato hablando maravillas de mi padre. Entonces se detuvo un momento, rompió la tarjeta de embarque que acababa de imprimir e hizo una nueva, pero esta vez de primera clase. “No puedo consentir que un hijo de José Mallorquí viaje en turista”, dijo al tiempo que me entregaba la tarjeta.

El problema de mi apellido es su, al parecer, confusa ortografía. Con frecuencia lo escriben “Mallorquín”, o “Mayorquín”, o “Mayorquí”, o incluso “Marroquí”. Una lata, vamos; hasta tal punto que, cuando me preguntan cómo me llamo, suelo responder, todo seguido y sin respirar: “Mallorquícondoselesyacabadoenilatina”. En cualquier caso, estoy razonablemente contento con mi apellido. Según me contó mi padre, es judío y su origen se encuentra en una familia valenciana que tenía una barca con la que realizaba frecuentes viajes comerciales a Mallorca. Sus vecinos, en vez de molerlos a palos –como solía hacerse con los judíos en el pasado -, les llamaban “los mallorquí”, los de Mallorca. Ignoro si esta historia es cierta o no; indudablemente es un apellido judío, pero no estoy seguro de lo de la barca, entre otras cosas porque no hay ni un puñetero Mallorquí en Valencia. Sea como fuere, jamás me había preocupado particularmente por mi apellido. Hasta hoy.

Veréis, esta mañana, mientras escribía la segunda novela de Carmen Hidalgo, se me ha ocurrido comprobar el origen del apellido de uno de los personajes (“Zayat”, en concreto). Lo he buscado con ayuda de Google y he acabado en kindo.com, una página que ofrece información genealógica. Y también la posibilidad de averiguar al instante cuánta gente con un determinado apellido hay en España. Una tentación demasiado grande para dejarla correr, de modo que he tecleado “mallorquí” y he pulsado enter. ¿Sabéis la respuesta? En total, hay 226 personas así apellidadas en nuestro país. 135 en Gerona, 56 en Barcelona, 20 en Tarragona y 6 en Madrid (ya, faltan nueve; supongo que no estarán localizadas).

¡226 personas, vaya miseria! Con eso no llenas ni un cine de barrio, es deprimente. Si un día los López (hay casi 900.000) se cabrean con los Mallorquí, nos corren a gorrazos. ¿Pero qué demonios le pasaba a esa familia de barqueros valencianos? ¿No les gustaba follar o es que seguían un severo plan de control de la natalidad? ¿O quizá los Mallorquí somos un grupo de inadaptados incapaces de hacer carrera en el viejo juego de Darwin? Joder, me siento una especie en peligro de extinción. Peor aún, porque se habla mucho de los linces, pero aún quedan 1.200 ejemplares, una multitud en comparación con los Mallorquí. ¿Y qué me decís de los tigres? Los ecologistas se rasgan las vestiduras llorando por los tigres, pero quedan unos 6.000 ejemplares; es decir, 26’5 veces más que ejemplares de Mallorquí. ¿Y los gorilas de montaña? Todo el mundo va por ahí diciendo: ay que nos quedamos sin gorilas de montaña, ay que penita más grande que la diñan los gorilas, pero joder, quedan 700 ejemplares, el triple que especímenes Mallorquí. Pongamos las cosas en su sitio: cuando te dan envidia hasta los gorilas de montaña, es que algo marcha condenadamente mal.

Y yo me pregunto: ¿es que nadie va a hacer nada? Vamos a ver, circunscribámonos a los Mallorquí locales; es decir, los de Madrid. En total hay seis. Mi hermano (Big Brother), mi sobrina, mis dos hijos y yo. Queda por ahí un Mallorquí suelto al que no tengo el gusto de conocer (pero está claro que o es una mujer, o no se ha reproducido). Bien, mi hermano tuvo una hija y no repitió la jugada. Ahora, sinceramente, le veo un poco mayor para cargar sobre sus espaldas un plan extensivo de salvación de la especie. En todo caso, podríamos clonarlo, aunque no sé si vale la pena. Mi sobrina Leonor ha tenido dos hijas, de modo que a la siguiente generación se perderá el apellido. Mis dos hijos son voluntariosos, pero quizá aún demasiado jóvenes. Así pues, sólo quedo yo, the last semental. Ahora sólo faltan las numerosas hembras que necesito para aparearme y salvar la especie.

Chicas, no lo dudéis, es por una buena causa. Si estáis en edad fértil, venid a mi y tened cachorros conmigo; yo reconoceré a los vástagos y el apellido Mallorquí se salvará. Creo que con doscientas o trescientas hembras será suficiente, aunque si queremos ir a por los López harán falta unos cuantos centenares más.

¿Cómo, que yo también estoy bastante añoso?... Vale, puede que sí, pero contempladme como a un viejo gorila de lomo plateado: las canas me escarchan el vello corporal, pero sigo siendo el macho alfa, regio, sereno, imponente, con todo el encanto de un galán maduro. Además, no es momento de ponerse tiquismiquis: los Mallorquí vamos a desaparecer, y aún no he visto a un puñetero naturalista preocuparse por el asunto. ¿Os podéis creer que ni siquiera me han anillado todavía?

Así pues, esto no es un post, sino una llamada de auxilio. Si no hacemos algo y rápido, los Mallorquí acabaremos ingresando en el club de los mamuts, los dientes de sable y los dodos.

Aunque vete tú a saber; a lo mejor nos lo merecemos.

20 comentarios:

Miroslav Panciutti dijo...

Me has hecho reír un rato largo. Te comento que esa función la ofrece también el INE (www.ine.es), que es donde he comprobado la frecuencia de mi apellido. Es más o menos el doble de la tuya, pero coincidirás en que también bastante escasa. Así que, con algo menos de urgencia, creo que me sumaré a tu llamamiento procreador, a ver si cuela. Saludos.

Francisco Frutos dijo...

Jajajaja, hacia días que no reía tanto leyendo.
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Para el 30 de Agosto en el centro de Madrid queda convocada una manifestacion con el lema: !!!POR LA VISIBILIDAD DE LOS MALLORQUí, NO DEJES QUE SE EXTINGAN!!!

sfer dijo...

Podría ser peor... Podrías llamarte "Barbajosa", como uno de mis tíos (a quien confunden constantemente con Garbajosa, el jugador de baloncesto...). Según esta web que mencionas, en España solo hay 14!!

Éremos dijo...

¡Los Alzamora somos solo 849!, ¡Y 500 estamos en las Baleares T_T, y solo 44 fuera de los paises catalanes!

He encontrado uno de solo 19 personas, Penya.
Y otro super provocativo, Calle, 9999 personas, con ese apellido no me digas que no te entran ganas de procrear.
Y el apellido que se perdió con mi abuela, Sard, solo contaba con 140 personas u_u

Joder, es un puto vicio esto de mirar apellidos.

Jorge dijo...

Y yo me pregunto: ¿de dónde salen esos datos? ¿de dónde los obtiene kindo.com? ¿hasta qué punto son fiables o actuales?

"Big Brother is watching you"...

Anónimo dijo...

jajaja buenísimo Cesar!

Yo me apellido "Del Pozo" y muchas veces me han preguntado si pertenezco a la familia de la famosa marca de embutidos... otras que si soy familiar del mariconazo ese "enrique del pozo" que sale en los programas del corazon poniendo a parir a todo cristo... en fin...

Saludos

Jose Ignacio Alvarez dijo...

César, eres un tío grande. Gracias por el buen rato que me has regalado leyendo tu entrada. ¡No te preocupes! Tu cruce con la saga de Canday y San Román garantiza mallorquís, aunque sí es cierto que con los López no vais a poder y tampoco con los Álvarez.

Jose Antonio del Valle dijo...

Yo me las prometía muy felices con mi nombre y primer apellido. Luego, en la mili, ya encontré otros dos que se llamaban igual, pero es que un día buscándome en Google (sí, ya... ya sé) encontré al menos siete que se llamaban como yo repartidos por España e Hispanoamérica. Hay que joerse.

Anónimo dijo...

Las fotos que debías poner en esta entrada, ¡¡son las de tus hijos!! ¡¡So aprovechao!! ¡Queremos ver a esos otros Mallorquí disponibles!!
:PPP

Vallejo: Hay 20.000 y pico. No creo que se extingan.

Chavarino: Sólo hay 72. Ya lo decía mi abuelo... ¡Que se pierde el apellido!

No tiene lógica la ley esta de que sea el hombre quien transmita el apellido. A ver: La que está claro que es la madre es ¡la madre! El padre, bueno, siempre queda la duda. ¿No?

(Sí, ya sé que ahora también puedes poner tu segundo apellido en primer lugar, pero hay que hacer papeleos: Lo suyo sería al revés: que por defecto primero se herede el de la mujer, luego el del hombre).

Anónimo dijo...

Un motivo más para que queramos ser George Clooney:

http://www.elpais.com/articulo/gente/irresistible/disculpa/George/Clooney/elpepugen/20080821elpepuage_4/Tes

RM

Anónimo dijo...

http://www.elpais.com/articulo/gente/irresistible/disculpa/George/Clooney/elpepugen/20080821elpepuage_4/Tes

a ver si ahora va el enlace entero.

Anónimo dijo...

Pues no va.

Nada: que el tío choca por detrás con el coche de una señora. Lo estropea un poquito. Cuando la señora va a recoger el coche al taller, el amigo George le ha comprado un coche igualito, flamante.

Por esas cosas queremos ser como él.

Alicia Liddell dijo...

Otra solución es que las mujeres Mallorquí exigan que su apellido figure el primero de su prole.

Y lo de Cloony ... es que es perfecto

Fernando Alcalá dijo...

Ay, César, solo puedo decir qeu se te echaba de menos ;)

Akaki dijo...

jeje, muy bueno

Gorinkai dijo...

--Sí, ya sé que ahora también puedes poner tu segundo apellido en primer lugar, pero hay que hacer papeleos--
Creo que no; los papeleos son si quieres cambiar el orden de los que ya estaban inscritos de otra forma. Ahora en el registro, cuando vas a inscribir a la criatura, te preguntan (y si no te preguntan, lo pides, que supongo que aún quedan funcionarios carpetovetónicos que se hacen los disimulaos por si cuela por despiste) cuál quieres que vaya primero; el que digas, ese ponen, y santas pascuas.

--Lo suyo sería al revés: que por defecto primero se herede el de la mujer, luego el del hombre--
Er... No. Eso sería pretender corregir una arbitrariedad con otra (y a los Mallorquí les perjudicaría igual si es un Mallorquí el que se prenda de una López). Me gusta más lo que hay ahora mismo: no hay obligatoriedad y pones primero el que quieras.

Muy buena la entrada, César. No tengo apellidos en peligro de extinción, pero me alegraste el primer café del día. :)

Anónimo dijo...

Ja, ja, ja Cesar... sólo dos comentarios sobre este desternillante post.
1. No hay un Mallorquí sin identificar en Madrid sino que falta uno por registrar... Te recuerdo a tus dos "sobrinas-nietas"... se te olvidaron en el recuento, supongo que intencionadamente.
2. Tu post llega demasiado tarde... me hubiese venido estupendo para justificarle al padre de las criaturas el cambio de orden en los apellidos...

¡Lástima! ahora tendrás que entregarte en cuerpo y alma a la dura taréa de darme primitos...

César dijo...

Miroslav: ¿Tu especie tiene el doble de ejemplares que la mía? Bueno, hay que salvarla, no digo que no, pero primero lo urgente; es decir: salvar a los Mallorquí.

Francisco: sí señor, ese es el espíritu necesario.

Sfer: Pues los Barbajosa lo tienen crudo, en efecto...

Éremos: Alzamora... qué apellido más bonito. Lo usaré con algún personaje, no lo dudes.

Jorge: pues imagino que esos datos provienen del censo. Es lo más lógico.

Phill: mi segundo apellido es Del Corral. ¿Te imaginas que alguien se llamara "Del Pozo Del Corral"?

Jinicio: Coño, José Ignacio, qué alegría verte por aquí. Al leer tu comentario me preguntaba quién podías ser para conocerme tanto...
Pues sí, lo tengo crudo con la saga Canday-San Román. Hay 867.723 López y 284.328 Álvarez. En total: 1.152.051 Los Mallorquí estamos perdidos, lo reconozco.

José Antonio del Valle: eso es lo que tenéis las especies no protegidas: exceso de abundancia.

Anónima de las 9:59: Mira, guapa, aquí no se elige el semental, que esto no va de rollete erótico, sino de ecología. ¡So viciosa!

RM: pues yo siempre me he encontrado un notable parecido con George Clooney...

Alicia Lidell: sí, lo que dices aliviaría el problema. Pero chica, me mola más mi plan de procreación extensiva.

Fernando Alcalá: y yo os echaba de menos a vosotros, no lo dudes.

Gorinkai: eso es, amigo mío; me encanta que aportes argumentos a favor de mi plan procreador.

Sobrina Mallorquí: 1º: Tus hijas, querida, no son Mallorquí. Son Pazos. Es decir, son híbridos (como las mulas), y por tanto incapaces de reproducir su apellido. Sencillamente, no cuentan. Lo siento. 2º: Pero si no necesitabas argumentos; entre tu padre y yo podríamos haberle hecho a tu marido una oferta "que no habría podido rechazar". 3º: No sabes la manía que te tengo, guapa. ¿Cómo cojones se te ocurre convertirme en tío abuelo? Eso es, sencillamente, cruel. Ay, ya le dije a tu padre cuando naciste que debía esterilizarte, que si no luego igual te daba por reproducirte...

Anónimo dijo...

Jaja, lo que me he leído con la entrada. ¿Entonces hay 900.000 López? Pues yo soy una de ellas ^_^ jaja no pensaba que habría tantos.

Anónimo dijo...

Pronto lo confundiran con un futbolista que es mi nieto y se apellida barbajosa