jueves, mayo 15

MI BIBLIOTECA (2.6): EL BIBLIÓMANO BIPOLAR


 
            Hace unas semanas, mi buena amiga Elena Rius, creadora del magnífico blog Notas para lectores curiosos, me pidió que escribiera un artículo describiendo mi biblioteca. Era para su bitácora, donde tiene una especie de sección informal en la que distintos blogueros hablan de eso, de sus bibliotecas y de la relación que mantienen con ellas.

            Es imposible negarle algo a una dama tan encantadora y, además, colaborar con un blog tan excelente como el suyo es un honor, así que, aunque con cierta demora, escribí el artículo y se lo mandé. Y ahora ya está publicado, de modo que si queréis saber algo más sobre este vuestro seguro servidor, podéis hacerlo pinchando AQUÍ.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias, César. Voy a enviar tu entrada a mi mujer para que, cada vez que me mete la bronca por mis libros, al menos vea que hay gente peor que yo.

La última vez que dejé de contar mis libros andarían por los 5.000 y de eso hace ya unos cuantos años. Problema que se ve agravado por mi otra gran pasión: el cine, que ha hecho que a la mencionada cifra de libros se añada una cantidad igualmente abrumadora (no las he contado pero es probable que se acerquen o superen el millar) de películas en DVD (pues también soy tan idiota que no me descargo las películas, las compro).

La solución, transitoria, en mi caso y motivada por las diversas amenazas y ultimatums de mi mujer ha sido triple:

Por un lado, regalarme un ebook para reducir mi compulsiva compra de libros. Dicha medida ha tenido un éxito relativo. Sigo comprando libros (yo también los adoro como objeto en sí, algo que mucha gente no entiende; que un libro no es sólo un conjunto de páginas sino un depositario de tus memorias, sensaciones y recuerdos) aunque en menor cantidad, eso sí.

Por otro lado, ir vendiendo o regalando poco a poco todos aquellos libros que tengo repetidos pues sí, también tengo libros repetidos ya sea en diferentes ediciones o porque algunos los tengo en inglés y también en castellano. Y soy tan idiota que, aun teniéndolos repetidos, me duele venderlos y sobre todo cuando veo la miseria que me dan por ellos.

Por último, ir trasladando mi ingente biblioteca, poco a poco, a la casa del pueblo para volver a convertir nuestro hogar en un espacio habitable.

En cuanto a los DVDs, aún no se ha llegado a ninguna solución más drástica que la de repartirlos por las demás habitaciones de la casa.

En fin, todo esto para decir que te comprendo perféctamente y que no eres el único loco de estas características que anda por ahí.

Al menos me queda la esperanza de que cuando mi mujer vea la foto de tu mesilla de noche piense que los hay peores y atempere sus gritos en el cielo al ver la mía.

Rickard

César dijo...

Rickard: Me alegro de servirte de ejemplo (o, mejor dicho, de antiejemplo), pero me temo que no te va a valer para nada. Me imagino a tu mujer alzando una ceja y diciendo algo así como: "Que los haya más tarados que tú no significa que tenga que aceptar estar casada con un tarado". ¿Y sabes lo peor de todo? Que tendrá razón.

Anónimo dijo...

Efectivamente, ni que la conocieras en persona...

Rickard

Anónimo dijo...

Lo siento, yo también he utilizado la foto de tu mesilla de noche (he alucinado, lo reconozco) enseñándola a mi mujer para que vea que los hay peores...mi mesilla no tiene tantos libros, pero los cajones están llenos de revistas de divulgación y libros, nada de ropa interior, o lo que se meta en una mesilla de noche. Lo curioso es que mi mujer me ha dicho: "sólo es cuestión de tiempo si te dejo".
por cierto, yo tb tengo colecciones inconfesables de las que no me quiero desprender: os acordáis de los libros de realismo fantástico de Plaza y Janés?, era una colección de ensayos que incluían obras de jacques bergier (el retorno de los brujos), jacques sadoul, Von daniken y otros...me encantaban, obras sobre alquimia, y delirantes teorías sobre la odisea en clave de cf, "pruebas de visitantes", etc... son como la joya de la corona.
Mazarbul

Numael dijo...

La foto de la mesilla es de antología.
Yo me voy a pasar al ebook, por motivos de espacio y económicos. Espero acostumbrarme, pero como tu dices, César, un libro es algo más que la información que lleva impresa, es el tacto, el olor...
No se si la experiencia de lectura será igual. Y por otra parte me temo que seguiré comprando libros de papel.
Y hay una cosa que me da un poco de miedo en esto de los ebooks: son muy fáciles de comprar, y son baratos, lo que para un comprador de libros compulsivo como yo puede ser muy peligroso. Si ahora tengo una pila de libros por leer enorme no quiero pensar lo que puede suceder en poco tiempo. (Todavía no tengo el lector y ya he comprado 6 o 7 libros) estoy enfermo, cielo santo.

Samael dijo...

es terrible, lo sé, pero el ibook acabará haciendo los hogares de las siguientes generaciones más espaciosas.
Por cierto, cuando yo me cambié de casa, antes de decidirme por la que ahora tengo, visité cerca de la docena y he de decir que solamente encontré libros, como para poder decir, aquí tienen libros, en una de ellas.
Como anécdota, os puedo contar que, obviamente no pude resistir la tentación del cotilleo, y vi un título que me llamó tanto la atención que al salir busqué corriendo una librería para comprarlo. Por si os pica la curiosidad, se llamaba "La Química del Fuego".

César dijo...

Mazarbul: Comprendo que le enseñes a tu mujer la foto de mi mesilla, pero te digo lo que a Rickard: no te va a valer de nada. Al contrario; con esa foto lo que le estás mostrando es precisamente lo que ella ha dicho: el grado de demencia al que podrías llegar si no te pusiera freno. Contraproducente, créeme.

Y ya que hablamos de locuras, ¡yo también tengo muchos de los libros de realismo fantástico que dices! Y bastantes ejemplares, si no todos, de la revista Horizonte, que iba de lo mismo. Y que era la versión española de la francesa Planète, creada por Pauwels y Bergier. Cuyo formato (casi cuadrado) fue copiado por la famosa revista de cf Nueva Dimensión. Esos libros reflejan toda una época.

Numael: Quizá deberíamos fundar una asociación de Bibliómanos Anónimos. Los libros también pueden ser una adicción, ¿no?

Samael: Las bibliotecas de las casas -cuando las hay- son una valiosa fuente de información sobre sus propietarios (y cuando no hay bibliotecas también, ahora que lo pienso).

Si todos los libros están perfectamente encuadernados y son del mismo color, ya sabemos que no son libros, sino elementos de decoración (Una vez, en la Feria del Libro de Ocasión, oí a una mujer pidiéndole a un librero "Tres metros y medio de libros verdes"). En realidad, para saber si los dueños de la casa son auténticos lectores, basta con fijarse en si hay libros de bolsillo o no.

En cuanto a lo de "La química del fuego", supongo que era un libro científico, pero sería un título precioso para una novela.

Samael dijo...

sí, era científico, pero efectivamente, suena muy literario.

Es cierto lo que dices. Estoy haciendo un curso Online de Social Physics (ou yeaaa), supermoderno, y una de las cosas que dice es que se puede hacer un perfil muy exacto de una persona simplemente mirando su teléfono móvil: los apps que tiene, las páginas que visita, el número de mensajes que envia y sobre todo que recibe, con cuantas personas se relaciona, cuantas son de trabajo... pero lo cierto es que aún más información tiene la biblioteca o la falta de biblioteca.
Lo de los siete metros de libros verdes, supongo que será una coña...

César dijo...

Samael: Lo de los "3'5 metros de libros verdes" es totalmente real, palabrita del niño Jesús. Yo fui testigo. En aquel entonces, el librero le contestó: "Señora, aquí no vendemos los libros por metros". Pero me temo que hoy diría: "¿Qué tono de verde quiere la señora?".