viernes, abril 7

Lanzarote


Queridos amigos/as: mañana me largo de vacaciones a Lanzarote, así que durante una semana os vais a librar de mí. No pienso hacer nada, salvo tumbarme a la sombra (odio tomar el sol), leer, bañarme, pasear y perder la mirada con indolencia en el horizonte marino. ¿A que os doy envidia? Bueno, la verdad es que pensaba dedicar este post a seguir dándoos envidia hablando de Lanzarote, de su clima privilegiado, de sus playas y paisajes, de las langostas del Atlántico, pero... Veréis, ayer encontré en el periódico algunas de las conclusiones del I Congreso Nacional de la Lectura y, la verdad, estoy un poco confundido. La primera conclusión es la siguiente: “Rechazo frontal a la lectura como puro entretenimiento”.

Rechazo frontal, qué fuerte... Es decir: si leer te entretiene, malo. (“Padre, el otro día cogí un libro y... disfruté” “Dios santo, hijo, qué terrible pecado. Si quieres obtener el perdón, lee tres veces “Saúl ante Samuel” y “Volverás a Región”)

El escritor Luis Mateo Díez opinaba: “No hay que leer porque sea diver. No hay que bajar el listón. Todos los placeres de la vida son costosos”. Es cierto; por ejemplo, irse de putas cuesta un huevo. Y los libros están a veinte eurapios como mínimo. Lo mejor del estoicismo, así como del analfabetismo, es lo barato que sale.

El crítico Manuel Rodríguez Rivero añadió: “Eso que tanto se dice de que leer es un placer, para contrarrestar el sex appeal de la pantalla del televisor, del videojuego, del chat... la lectura es algo más que un placer”. Ya, pero... si no es de entrada un placer, ¿puede llegar a ser algo más? ¿Y si es algo más ya no es un placer? ¿Lo bueno debe ser coñazo y lo divertido caca? Jo, qué putada...

Luis Landero, por su parte, comentaba: “Rechazo una sociedad infantilizada que invita a la lectura como algo meramente lúdico”. ¿La literatura un juego? ¡ANATEMA!

En fin, dilectos amigos, me siento perplejo. Yo siempre había creído que “divertido” no es lo contrario de “serio”, sino de “aburrido”. Pero estaba equivocado. Es más, teniendo en cuanta las unánimes conclusiones del Congreso de Lectura, elaboradas por un grupo de brillantes intelectuales, sin duda mucho más preparados y lúcidos que yo, he sacado mis propias conclusiones:

1. No me gusta leer. Hago algo parecido, es cierto, pero como es una actividad que me divierte, sin duda no se trata de auténtica lectura, sino de un juego infantiloide que sume mi cerebro en la oscuridad.

2. Odio la literatura. Es aburrida.

3. No soy escritor. Sí, vale, hago algo parecido a escribir; pero como me preocupa mucho que lo que hago sea divertido para el pseudolector que pseudolea mis pseudonovelas, pues eso, que lo mío no es literatura sino... joder, ni siquiera sé lo que es.

En resumen: estaba equivocado, lo reconozco. Olvidad todo lo que he dicho hasta ahora sobre literatura, novela de género, narrativa, etc., porque soy un palurdo tan ignorante que creía que si un arte no produce placer, no es arte. Ah, y pasad de Borges, porque él decía lo mismo que yo (coño, ya sé por qué no le dieron el Nobel).

Así que mil perdones. A partir de ahora, si noto que un libro me divierte, lo quemaré. ¿Sabéis si están editadas las obras completas de Benet? ¿Dónde se compran los cilicios? ¿Alguien conoce la dirección de un buen club sado-maso? Mi vida va a cambiar, os lo juro. He aprendido la lección. A partir de ahora, intentaré ser un buen intelestual. A partir de ahora, seré aburrido.

¿Os he dicho ya que me voy a Lanzarote? ¿Lo conocéis? Ya he estado un par de veces y es un lugar alucinante. Por allí anduvo sir Francis Drake, el muy pirata. En 1730, comenzó a salir lava de la tierra y así estuvo la cosa durante seis años. La isla aumentó una cuarta parte su superficie, creándose lo que hoy es el Parque Nacional de Timanfaya. Un océano de lava solidificado, ¿os lo imagináis? Es un paisaje alucinante, extraterrestre. De hecho, se han rodado allí varias películas de ciencia ficción, como por ejemplo “Enemigo mío”. Pero hay mucho más, claro: la Cueva de los Verdes, los Hervideros del Golfo, la Laguna Esmeralda, las piscinas estilo César Manrique, el marisquito, los pescados frescos, las tumbonas, el buen tiempo, no hacer nada...

¿Estáis verdes de envidia? Bien, bien; así me gusta... ;-)

Feliz Semana Santa a todos.

Ciao.

22 comentarios:

Arioch dijo...

Iba decir algo sobre esos señores (perdonad que les llame señores, pero no les conozco demasiado. Y ya de paso perdonad esta burdo paráfrasis de Groucho Marx) del Congreso Nacional de la Lectura; pero, me he dado cuenta que ya habías dicho todo lo que iba a decir. Hasta lo de los cilicios y el sado-masoquismo :P

Así que lo único que puedo decirte es que disfrutes de esas vacaciones en Lanzarote. Y cuando vuelvas a seguir dándonos envidida. ;)

Álex Vidal dijo...

Envidia, no: ¡¡EN-VI-DIA!!

Hala, disfruta de tus vacaciones, que seguro que las disfrutas. Porque, total, ir de vacaciones, según estos intelectualoides amargados, es ir para sufrir; no sé, un campamento de trabajo en la estepa siberiana.

Ganas de joder que tienen...

B. Llamero dijo...

Estuve una vez, sí, en es isla y me matas de envidia.
De lo otro, no sé por qué te sorprendes: muertos los gigantes, la literatura ha quedado en manos de enanos. ¿Y un enano qué ve? Poca cosa, la hierba le impide cualquier visión.
Me jode decirlo, pero un día de estos habrá que pisarlos: ¡sin querer, por supuesto! Y con novelas, en vez de zapatos.
Amén.

César dijo...

Pues mira, Julián, por una vez, y sin que sirva de precedente, estoy enteramente de acuerdo contigo. Incluso con tu punto 3: ganaremos. De hecho, ya estamos ganando. Y como dice Llamero: a base de novelas.
Llamero: has dado en el clavo, tienes toda la razón: en ausencia de gigantes, mandan los enanos. Pero ya les queda poco.
Zigzag es divertida, sí; y mejor escrita que un King o un Crichton. Esa clase de novelas son muy necesarias para nuestra literatura (porque no había).
No son señores, Mármol; son enanos mentales. Y cómo mola tu... bueno, eso que da vueltas (llevo dos horas mirándolo)
¡Tienes razón, Alex! Joder, si quiero pasar unas vacaciones intelectuales tendré que ir a un sitio coñazo a tope. El Congreso de la Lectura hubiera valido, pero ya se ha clausurado... qué pena. Tendré que probar lo de Siberia.
Sabia actitud, Cristian: no leer tonterías.
Felices vacaciones a todos :-)

Anónimo dijo...

Patéticas las conclusiones. Todo el día mirándose el culo. Después se quejarán de que no se lee. Creo que ese sentimiento es un poco inquisitorial, lo de la risa y la diversión nunca le gustó a los torquemadas. Si un libro provoca felicidad o risas debe ser horrible.
Con G de Gilipollas (disculpad la palabreja).
Y vaya envidia, dí que sí (por cierto a ver si los paisajes de Lanzarote te inspiran algun relato de sc-f, je je).

FELICES FIESTAS A TODOS

Anónimo dijo...

¿Por qué los aficionados estáis siempre arremetiendo contra Benet? ¿No se os ha ocurrido pensar que a algunos nos gusta tanto Benet como el género fantástico? ¿O está prohibido hacer esas cosas?

Arioch dijo...

>césar dijo...
No son señores, Mármol; son enanos mentales. Y cómo mola tu... bueno, eso que da vueltas (llevo dos horas mirándolo)>

A mí me pasa lo mismo, como uno se ponga a mirar el centro puede perder la noción del tiempo. Pero, no podía dejar de ponerlo, últimamente veo espirales por todas partes y me encantan las ilusiones ópticas :)

Y que no se os suban los enanos a las barbas ;)

Anónimo dijo...

últimamente veo espirales por todas partes... jo, yo también. ¿Será una epidemia?

Anónimo dijo...

Lanzarote... Precioso. Y la isla La Graciosa aún mejor.

No me extraña que la gente no lea. Si leer es aburrido incluso para los "entendidos" ¿qué será para los que no entendemos nada de nada?
Ellos, ¿habrán leído tebeos? Seguro que no. ¡Cómo iban a perder el tiempo leyendo semejantes tonterías!

Creo que me voy a gastar el dinero que empleaba en libros en pagarme varias consultas psiquiátricas, con una no tendré bastante. Cuando voy a comprar un libro me lo tomo con calma (pereza, un pecado capital), me entretengo en los diferentes expositores, acaricio algunos lomos (pura lujuria, como véis), leo las solapas para saber algo del escritor (envidia, sin duda, porque ya me gustaría a mí escribir un libro), miro el precio calibrando si me compensará el comprarlo porque me apetecen muchísimos (otro pecado capital¡Dios mío!, la avaricia ¿o será gula porque quiero más de los que puedo?), y siento una rabia enorme por no poder comprarme todos aquellos que anhelo (de nuevo, pecando, la ira) y, finalmente, me voy satisfecha, orgullosa, ansiosa (la soberbia, y ya tengo los siete) con ganas de llegar a mi casa o de sentarme en un café, abrir la bolsa y comenzar a leer.
Visto así, es comprensible que los sesudos señores del Congreso consideren que leer no debe ser divertido... además es pecaminoso, por lo menos en mi caso.
De todas formas, que les den.

Anónimo dijo...

Si no fuese porque es cantidad de triste tendría su gracia lo del Congreso de la Lectura...

Desde mi pobre experiencia existencial, los "señores" que escriben aburrido y complicado es porque suelen tener un bonito complejo de inferioridad, que les hace necesitar sentirse un poquito superiores por esos medios.

Y si lo entretenido no es Literatura, pues el Congreso ese se acaba de cargar las consideradas mejores obras de la literatura española: Porque que yo sepa, por ejemplo, El Quijote pretendía entretener...

Tema Lanzarote: Sí, estoy verde de envidia. Verde + vestida de negro = La sombra de Linterna Verde es alargada.

De Lanzarote me gusta el color de la tierra, el color del cielo, el olor, el viento, las piscinas y los donuts y las tortitas de los buffets todo incluído.

Verde, verde, verdosa de envidia.

Álex Vidal dijo...

Será que, de los siete pecados capitales, a los Poderes sólo les interesa canalizar la ira y la supina tontería (eh... bueno, sea la supina tontería el octavo pecado capital), alineándonos en uno de los bandos de un partido de fútbol cualquiera.

Sí, yo también disfruto lujuriosamente tocando los libros en una librería :D

Ramón Masca dijo...
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Ramón Masca dijo...

Aquí hay una reseña más o menos amplia del congreso (pego el link partido)
http://www.elcultural.es/news/
Destacados/congresocaceres.asp

Anónimo dijo...

YO SOLO QUIERO PREGUNTARTE UNA COSA CESAR...
ME ENCANTARIA VER LAS DOS PELIS QUE SE HICIERON DEL COYOTE CON CORONADO DE ACTOR DON CESAR DE ECHAGUE Y EL TRIBUNAL DEL COYOTE YA QUE LA VUELTA DEL COYOTE LA VI EN CINE, LA TENGO EN VHS Y...ME GUSTÓ LO RECONOZCO...SERIA POSIBLE?

Anónimo dijo...

AH MI EMAIL ES manpastor@telefonica.net

Anónimo dijo...

Estimado César. No estoy del todo acuerdo con los comentarios que haces sobre el Congreso. Es verdad que las declaraciones de algunos escritores sorprenden por su desacierto y por su falta de sentido. El delectare ya era una máxima de la literatura en la Edad Media. Especialmente me duelen las que vienen de Luis Landero, que ha escrito una de las mejores novelas de los últimos años.
No sé muy bien por qué utilizan esas desajustadas palabras.
Entiendo, eso sí, el posible fondo que hay tras ellas: la preocupación del constante dominio de lo visual frente a lo escrito, la lenta agonía de la literatura frente al mundo de la imagen.
Insisto: no comparto las expresiones que han utilizado, pero creo que detrás están esas razones.
El ejemplo del Quijote que cita un contertulio es muy adecuado. Cervantes quería divertir, y así se entendió en su época, pero su obra desarrolla un ingenio y una fina ironía que nadie había practicado nunca con tal maestría. Por lo tanto, es algo más que una obra hilarante. Es también la primera novela de la historia, la primera obra que superó los corsés establecidos por los géneros renacentistas.
Creo sinceramente que el Congreso es necesario y que la lectura y el libro necesitan un apoyo institucional, más allá de los presupuestos.
Podrían unir, digo yo, el mundo del tebeo, recientemente aludido en las Cortes. Sería estupendo.
Respecto a Benet y compañía, sé que no son de tu devoción. Lo has dicho en otras ocasiones. Pero tampoco coincido del todo con tus observaciones. Hay obras de Benet de difícil lectura, que seguramente escribió para demostrar que era un sesudo con la forma y el lenguaje. De acuerdo, son aburridas, pero no son desechables. Como tampoco lo son, en el otro extremo, las novelitas más sencillas y redundantes, que también tienen derecho a su propio espacio.
Además, no toda la obra de Benet es aburrida. Sus últimas novelas son mucho más asequibles y pueden leerse sin inconveniente alguno. Te lo aseguro.
Marías, otro de los que no te gustan, ha escrito obras magníficas que no me parecen tan impenetrables como dices.
Son espacios o niveles distintos, nada más. De hecho, Marías es un defensor a ultranza de las novelas de aventuras y del cómic, como ha confesado en muchas ocasiones. Lo mismo que Fernando Savater, quien es capaz de escribir sobre la filosofía más adusta y hablar después de tebeos, de Verne, de Salgari o de ciencia ficción.
En fin. No quiero ser pesado, pero creo que todos estamos en el mismo barco. De verdad. Todos pertenecemos al Círculo de Jericó.
Un saludo afectuoso.

Anónimo dijo...

Acabo de leer en la revista "Qué leer" un artículo - editorial que sin mencionar el famoso Congreso, viene a decir lo mismo:

Reivindica la literatura de humor, relegada y vilipendiada en un mundo (literario) donde lo aburrido es bueno, y lo entretenido basura. (César, cuando vuelvas de vacaciones podías hablar de literatura de humor: Aquí los fans sugiriendo temas pra el blog por si no se te ocurren. Puff).

Otros temas: Soy una ignorante. He leido a Marías, pero no a Benet, y... ¡me habéis despertado la curiosidad! Así que, mira tú por dónde, este blog está fomentando la lectura de obras "sesudas".

Pasmoso. ;)

Anónimo dijo...

Pasad por http://elrincondenacho.blogspot.com/. Ahí están hablando del mismo tema, y las intervenciones son mucho más razonadas.

Anónimo dijo...

Yo no puedo razonar hoy, que las vacaciones llaman a la puerta.

Así que os pongo un enlace:

http://www.juliangallo.com.ar/2006/04/energa-infinita.html

Ya sé que no es el lugar, pero lo he visto justo antes de leer el encabezamiento del blog de César: lo de la Sociedad de Amigos del movimiento perpetuo y es que ¡por fin han inventado una fuente de energía infinita!

Creo que os gustará.

Tras la tontería, voy a meditar un rato sobre literatura o no literatura. rumble, rumble...

César dijo...

John Space & Jesús Duce: os pido disculpas, porque sin duda no me he explicado bien en lo referente a Benet. Veréis, no hablo de él como escritor, sino como ensayista y teórico de la literatura. De Benet he intentado leer dos novelas (?), precisamente las que cito en mi texto: “Saúl ante Samuel” y “Volverás a Región”. No acabé ninguna de las dos, pero leí lo suficiente como para sacar algunas conclusiones personales. Insisto: estrictamente personales. 1- Benet me parece un escritor sumamente aburrido. 2- Benet me resulta insufriblemente pedante. 3- No me gusta su estilo. 4- No me interesa lo que dice. Pero, y esto es importante, no he leído completa ninguna de sus obras, así que me considero totalmente inadecuado para cuestionarle como escritor. Por otro lado, comprendo y me parece perfecto que haya gente que disfrute con su obra; yo mismo leo algunas “cosas” que a mí me divierten, aunque podrían aburrir a una ostra.
No, lo que critico de Benet no son sus obras de ficción, sino su teoría literaria y la escuela construida en torno a ella. Esa teoría, plasmada en su ensayo “La inspiración y el estilo” (Alfaguara 1999), establece que el valor de una novela depende del estilo, de la capacidad del autor de generar una retórica personal, y no de la narratividad. De hecho, Benet desprecia la narrativa. Vale; dado que yo soy un entusiasta de la narrativa, huelga decir que estoy en completo desacuerdo con Benet. Pero me parece muy bien que la literatura abarque teorías muy diversas, incluso contrapuestas, pues eso la enriquece. El mundo de las letras es lo suficientemente amplio como para incluirlo todo... ¿O no?
Pues, según los benetianos, no. Porque la teoría literaria de Benet tiene vocación canónica y, por tanto, establece que sólo es auténtica literatura aquello que se ciña a su particular preceptiva. Pues bien, es ese afán exclusivista y aristocrático lo que critico y a lo que me opongo con todas mis fuerzas. Es la “escuela de Benet”, que durante tanto tiempo se adueñó de la crítica literaria académica, lo que considero uno de los grandes males de la literatura española contemporánea, y no el Benet escritor que, teniendo en cuenta lo poco que se le ha leído, poca influencia real puede tener.
En cuanto a Marías, amigo Jesús, la verdad es que no creo haber dicho nada acerca de él en este blog, ni a favor ni en contra. No es un escritor que me guste particularmente, aunque he disfrutado con algunos de sus relatos cortos, pero reconozco que, comparado con su maestro, es una juerga de literato.
Ah, John Space, no cometas el error de considerarme un frikiaficionado al fantástico y/o la ciencia ficción, porque no lo soy. De hecho, ni siquiera soy un lector habitual del género. Así que sacúdete los prejuicios y no me metas en ese saco. Y, por cierto, mi comentario era prevacacional y jocoso, sin excesiva pretensión de seriedad. Pero, cuando me pongo, soy capaz de razonar un poco. Palabrita.

César dijo...

Mazarbul: pues sí, seguro que esos pesados están todo el día mirándose el culo. Y, conociéndoles, seguro que tienen los culos más aburridos del mundo.
Nora: me encanta tu versión pecaminosa de la lectura. Creo que eso precisamente es lo que tendríamos que decirle a los jóvenes, que la literatura es pecado. Seguro que así leerían más. Y estoy contigo: a esos señores del congreso, que les den.
Anónima de la 9:59: sintonizo tanto con las cosas que dices que... en fin, no sé si no estaré empezando a enamorarme de ti. ¿Te gustan los galanes maduros? ;-)
Usuario anónimo: he recibido tu carta y... bueno, para contestarte rápido: yo tampoco he visto esas dos películas, así que mucho me temo que no podré ayudarte. Ah, dime por favor si has leído esto (para saber si he de responderte por carta o no).
Anónima de las 9:59 bis: Sí, yo también leí (en Lanzarote, por cierto) el artículo de Qué leer que citas, y estoy enteramente de acuerdo con él. De hecho, como bien señalas, habla del mismo tema. Por lo demás, recojo el guante que me arrojas y sí, en una próxima entrada hablaremos del humor. Y cuidado con Benet; te recomiendo sal de frutas para hacer la digestión. Ah, genial esa máquina de movimiento perpetuo que nos descubres: conocía la teoría, pero no la imagen. Meditaré sobre ella (rumble, rumble).

Anónimo dijo...

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