jueves, mayo 23

Le Métèque



Nació en Alejandría, que es un sitio de lo más romántico para nacer; era mitad árabe, mitad judío, mitad griego y mitad francés (demasiadas mitades, ya lo sé). Se llamaba Giuseppe Mustacchi, pero era más conocido como Georges Moustaki. Fue uno de los grandes cantautores franceses (su nacionalidad es un lío, pero cantaba sobre todo en francés), junto con Georges Brassens (su maestro), Jacques Brel o Léo Farré.


Nunca fue un cantante de masas; sus seguidores solían ser gente con inquietudes intelectuales (eran “progres”, ese término que (Des)Esperanza Aguirre sabe pronunciar con tantísimo desdén, aunque yo creo que es una palabra más bien anticuada). Su canción más popular, con diferencia, fue la que da título a esta entrada: Le Métèque (El extranjero); probablemente es la única suya que hayáis oído, si es que habéis oído alguna (hay merodeadores muy jóvenes en Babel). Pero a mí también me gustaban muchas otras suyas, como Il est trop tard, La Dame Brune o Ma Solitude.

Fue uno de mis cantantes favoritos entre finales de los 70 y comienzos de los 80; yo tenía (y creo que sigo teniendo) cuatro vinilos suyos. Durante una época demasiado turbulenta de mi vida me refugié en su melancólica música, oyendo sus canciones una y otra vez, y también en la de Leonard Cohen. Quizá por eso ambos autores están íntimamente asociados en mi memoria. Después, conforme el siglo se agotaba, dejé de escucharle; no por nada en especial, sino porque cada vez escucho menos música. Fue como uno de esos amigos muy queridos a los que, sin saber cómo ni por qué, acabas perdiéndoles la pista. Hoy me he enterado de que acaba de morir, en su casa de Niza, a los 79 años de edad.

Descanse en paz.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Le métèque, el extranjero. Pero también advenedizo, inmigrante. Por eso, según se utilice, es una palabra que puede tener una indudable carga de xenofobia y racismo. En español meteco. ¿No te recuerda a charnego o expresiones semejantes que, además de su significado literal, tienen otros más inconfesables? Un ejemplo es, efectivamentre, la utilización despectiva que Desesperanza Aguirre hace de lo progresista.
Lo mismo se puede decir de moro y sudaca.
Yo creo que Moustaki reivindicaba el orgullo de ser un auténtico meteco, una persona de muchas "patrias" (una cualidad, sin duda) como muy bien explicas.
Y por eso nos gustaba tanto. Junto a (ahí es nada los nombres que citas) Brassens, Brel y los demás. Yo también le he relacionado con Cohen y, como reflejo en España, puesto que eran su modelo, la canción catalana de Llach, Ovidi Monllor, Raimon, Pi de la Serra. Y al otro lado del Oceano Violeta Parra. ¡Qué recuerdos! ¿Inquietudes intelectuales? Sobre todo inquietudes políticas.
Me gustaba Le Métèque cantada por el meteco Moustaki, aunque yo también prefiero Ma solitude.

Como tú, tengo vinilos de todos ellos. Lo que quiere decir que son de una época desconocida para muchos.

Vino a España varias veces. Y ahora mismo le recuerdo en una actuación en televisión. Cantó una canción con Ängela Molina que también aparecía en el disco al que pertenecía.
Era una figura cercana y atractiva con su barba blanca y de un hablar suave con acento meteco, naturalmente.
Me alegro de que nos des pie a recordarle.

Samael dijo...

si muy bien, pero yo esperaba que pusieras a parir a Ansar.

Diva Chalada dijo...

Creo que yo también estoy incluida en el saco de los merodeadores jóvenes... Y escuché una canción de Moustaki en clase de francés en el instituto. Mi profesora era una mujer genial y nos enseñó muchas cosas de la cultura francesa y bastante música. Y un día nos puso "Ma liberté". Me encantó, pero al final no acabó en mi iPod. Ahora la vuelvo a escuchar, todavía me acordaba de la última línea: "Y te he traicionado por una prisión de amor y su bella carcelera". Preciosa :)

Gracias por recordárnoslo. Y como Samael, yo también espero que te ensañes a gusto con esa... ese... Eso. Directamente. Eso. Un beso,

Cristina

Anónimo dijo...

Yo lo he recuperado en el Ipod , los vinilos estan bien guardados , cuando me entra la vena melàncolica y agarro la guitarra , me viene casi de inmediato "ma solitude".
Desde luego lo tengo asociado a un tiempo de esperanza donde creímos que podíamos conseguir muchas cosas y algunas llegaron .Volvemos a estar en un momento complicado pero han conseguido que no nos ilusionemos y que casi nos acostumbremos a la situación , sin rechistar...
Cesar ,gracias por hacernos recordar aquellos tiempos . Mario

Anónimo dijo...

Yo lo he recuperado en el Ipod , los vinilos estan bien guardados , cuando me entra la vena melàncolica y agarro la guitarra , me viene casi de inmediato "ma solitude".
Desde luego lo tengo asociado a un tiempo de esperanza donde creímos que podíamos conseguir muchas cosas y algunas llegaron .Volvemos a estar en un momento complicado pero han conseguido que no nos ilusionemos y que casi nos acostumbremos a la situación , sin rechistar...
Cesar ,gracias por hacernos recordar aquellos tiempos . Mario

Anónimo dijo...

Yo lo he recuperado en el Ipod , los vinilos estan bien guardados , cuando me entra la vena melàncolica y agarro la guitarra , me viene casi de inmediato "ma solitude".
Desde luego lo tengo asociado a un tiempo de esperanza donde creímos que podíamos conseguir muchas cosas y algunas llegaron .Volvemos a estar en un momento complicado pero han conseguido que no nos ilusionemos y que casi nos acostumbremos a la situación , sin rechistar...
Cesar ,gracias por hacernos recordar aquellos tiempos . Mario

Anónimo dijo...

Soy el autor del primer comentario.
Vuelvo por aquí para darte la enhorabuena.
Por tu presencia en el suplemento Babelia de El Pais, foto incluida, que acabo de abrir. Veo además que en el artículo de Savater sobre literatura fantástica hace una referencia a La Isla de Bowen. Referencia obligada, por otra parte.
No es que Babelia sea la biblia literaria pero sí es un suplemento especializado de prestigio. Y si estás ahí será por algo.
Repito mi enhorabuena.
Luis