jueves, agosto 7

Abracadabra


 
            Me fascina el ilusionismo. Como a todo el mundo, supongo, pues ésa es la razón de ser de la prestidigitación: asombrar. Me gusta en particular la llamada “micromagia”, o “magia de proximidad”; es decir, la que se realiza a corta distancia del espectador, mediante cartas, monedas, bolas, etc. El tipo de magia que practica Juan Tamariz, para entendernos

            Mucha gente cree que el secreto de esta clase de ilusionismo reside en la agilidad manual del mago. A fin de cuentas, la palabra “prestidigitación” viene del latín prestus digitus, que significa “dedos rápidos”. Y es cierto, la habilidad manual del ilusionista es fundamental; pero no es la habilidad más importante.

            Hace poco, leí un libro de lo más interesante: Engañar a Houdini, de Alex Stone (Debate, 2014). En él, el autor narra el largo proceso que siguió para convertirse en ilusionista. Y os puedo asegurar algo: hace falta más tiempo, trabajo, dedicación y empeño para ser ilusionista que para ser neurocirujano. Pero bueno, a lo que íbamos: El autor, Stone, afirma que la principal herramienta del mago es su habilidad para dirigir la atención de los espectadores hacia donde él quiera. El ilusionista consigue que mires su mano derecha mientras que con la izquierda hace algo que no ves.

            De hecho, últimamente la neurobiología se ha dedicado a utilizar el ilusionismo para estudiar la percepción humana y las formas en que es engañada. En España se han publicado varios libros al respecto, como por ejemplo Los engaños de la mente, de S. L. Macknik y S. Martínez-Conde (Destino, 2012).

            Vale, ahora voy a hablar del molt honorable Jordi Pujol, uno de los próceres del nacionalismo catalán y fundador del partido Convergencia Democrática de Cataluña, que actualmente lidera, junto con Esquerra Republicana, el movimiento independentista. Reconozcámoslo; Pujol siempre ha sido un ilusionista de primera. ¿Recordáis su campechano “eso ahora no toca”? Un abracadabra magistral para desviar la atención. O su asombroso transformismo que le permitió pasar de ser un mero dirigente político a convertirse, junto con su partido, nada más y nada menos que en la encarnación de la mismísima Cataluña. Ni David Copperfield sería capaz de algo semejante.

            Pero su número maestro, su gran actuación, ha sido un fabuloso ejercicio de escamoteo. Pujol, solo en el escenario bajo la luz de los focos, alza lentamente la mano derecha y en ella aparece un rótulo resplandeciente que pone PATRIA. El público, asombrado, embelesado, centra la atención en la maravilla que muestra la mano derecha del prestidigitador, y el hábil Pujol aprovecha esa distracción para hacer desaparecer con la mano izquierda unos cuantos cientos de millones del erario público.

            Eso es la esencia del ilusionismo, no me digáis que no. La clave está en desviar la atención. Si os fijáis, los movimientos de los magos son exagerados, ampulosos, hipnóticos. Cuando extienden un brazo, lo hacen con un gesto amplio, cadencioso, acompañado de un suave floreo de la mano. Es imposible apartar la mirada de esos ademanes, son magnéticos.

            Del mismo modo, los prestidigitadores sociales usan palabras ampulosas para atrapar y distraer la atención del público. Son las famosas Palabras Grandes de las que ya he hablado aquí en más de una ocasión. Me refiero a palabras como PATRIA, DIOS, RAZA, HONOR, PUEBLO... palabras grandes en el sentido de que superan la dimensión del ser humano; de hecho, son más grandes que la vida misma. Y, al mismo tiempo, palabras difusas, imprecisas, cuyo significado puede adaptarse al gusto de cada cual. Como los ademanes de los magos, que no significan nada, pero, coño, cómo molan.

            El caso es que de esto ya hablé en una entrada de septiembre de 2012 llamada Carnaza, mucho antes de que el gran mago Pujolini confesara (parcialmente) su truquito. Joder, cómo me gusta tener razón...

            Pero ya sé que da igual. Las trampas de Pujol, de su familia y de su partido no van a empañar el fulgor del independentismo catalán. Puede que antes el ex molt honorable fuese la encarnación de las esencia patrias, pero ahora de golpe se ha convertido en un mero individuo del que hay que olvidarse. El hombre ha fallado, dirán, pero el ideal permanece.

            ¿Aunque ese ideal haya sido el señuelo de unos cuantos ilusionistas sociales aficionados al latrocinio? Pues vale... ¿Cómo podría yo hacer ver a cierta gente, por lo demás estupenda, que cuando alguien te viene con Palabras Grandes es porque quiere manipularte? En fin, ya sé que no voy a poder. ¿Y Samuel Johnson podría? Suya es esa frase que reza: “El patriotismo es el último refugio de los canallas”.

            Pero da igual; las personas son reacias a reconocer que han sido manipuladas o a aceptar que son manipulables. Como sabéis, trabajé durante muchos años como creativo publicitario; era un manipulador profesional, sé de qué va la cosa. Y a lo largo del tiempo me he encontrado con numerosas personas que afirmaban, con gran solemnidad, que a ellos la publicidad no les afectaba. Por supuesto, yo me reía para mis adentros, porque sabía, sé, que la publicidad afecta a todo el mundo; incluso a mí y a los profesionales del medio, que nos conocemos los trucos.

            De hecho, si algo demuestra el ilusionismo es que todos podemos ser engañados y manipulados. Y no hay que sentirse tonto por ello; está en la esencia de nuestra percepción, en nuestro programa básico. Los magos pueden engañar incluso a los más inteligentes. La diferencia está en que algunas personas, las que menos se dejan llevar por las emociones y son más propensas al escepticismo, quizá no sepan descubrir los trucos, pero saben con certeza que el mago les está engañando. Otros, los menos reflexivos, creen que, aunque el mago sea un tramposo, la magia es real.

12 comentarios:

César dijo...

Esta vez seré el primero en comentar. Últimamente, Babel se había convertido en un lugar bastante fúnebre y hay que cortar de algún modo con esa tendencia. Y no se me ocurre nada mejor que sacar un tema polémico.

El problema es que se trata de un tema demasiado polémico, como siempre que se ponen en tela de juicio las Palabras Grandes. Y más en este caso, dada mi condición de catalán. Así que, os aviso, no tengo la menor intención de debatir. Podéis comentar lo que os venga en gana, pero yo no responderé. De hecho, si alguien quiere conocer con mas profundidad mis opiniones sobre el nacionalismo (todo tipo de nacionalismo), os sugiero que le echéis un vistazo al post "Carnaza", donde dije casi todo lo que tenía que decir al respecto.

De hecho, este post no debe entenderse como una crítica concreta al nacionalismo catalán, pues ese nacionalismo, igual que el caso Pujol, no son aquí más que un ejemplo reciente y cercano, de las múltiples formas que adopta la manipulación social.

Un abrazo para todas y todos.

Mazcota dijo...

Buenas César. Como buen aficionado a la magia, imagino que conocerás el recurrente truco de, una vez finalizada la actuación, volver a sorprender al incrédulo espectador con un inesperado "más difícil todavía". Algo así como que un mago te invite a escoger una carta de su abanico, la mires, vuelvas a depositarla en el montón y él logre dejarte con la boca abierta cuando, tras barajar insistentemente, consiga extraer la misma carta que tú dejaste. Le preguntarás, asombrado, que cómo lo ha hecho. Y él te contestará que muy fácil, volteará la baraja de cartas y las extenderá ante tus narices para que veas que todas son la misma carta, menos la tuya, y que el verdadero truco ha sido cambiar el resto de cartas sin que te dieses cuenta. Y, segundos más tarde de la primera sorpresa, volverás a maravillarte. Bueno, es un número que me acabo de inventar, pero creo que puede ilustrar perfectamente lo que vengo a referirme.

Pues hay gente que cree ver, en esa repentina confesión de fraude fiscal, un último truco del Sr. Pujol. Y no me extraña nada, pues desvelar, en estos momentos, una evasión de impuestos sobre un capital heredado hace más de treinta años es, al menos en este país, insólito.

No sé si se trata de una estratagema para lograr la deseada consulta o ha sido un irrefrenable impulso de purgar sus delitos. Eso sólo lo sabe el President. Lo que sí tengo claro es que un político profesional es como un prestidigitador profesional: los dos despistan y asombran con sus trucos, pero en el fondo únicamente lo hacen para ganar dinero.

Anónimo dijo...

Hola Cesar, creo que todos los políticos son prestidigitadores. Absolutamente todos, al margen de las apreciaciones o gustos personales de cada cual. Y solo tenemos que irnos a las declaraciones de nuestro actual presidente durante su campaña, pero si tiras a los anteriores, pues igual: hablan, prometen, se desdicen, mienten, niegan, etc,,,y Pujol en ese sentido no deja de ser un político. Por desgracia yo personalmente considero a la clase política de lo más bajo, no por nada, sino porque pese a sus buenas intenciones, el recorrido que tienen que hacer, el endiosamiento y la cercanía al poder los va transformando. Al menos en una muy amplia mayoría (y aquí me pregunto qué falta le haría a Pujol mangonear dinero). Pero eso es como tomar el anillo de frodo, te acaba corrompiendo (y no digo que yo no cayera también, no voy a ir de inmaculado).
En cuanto a los nacionalismos, el problema es que se presta a manipulación por desgracia. Hace unos días hablé con un amigo israelí y me comentaba que daba asco salir a la calle porque la profusión de banderas y de exaltación patriótica estos días era tal que era puro fascismo, con la que estaba cayendo en Gaza. Ahora bien, creo que un nacionalismo por sí no es descartable, en algunas de las diatribas de Babel sobre el tema, salió un nacionalista catalán diciendo de forma racional que se sentía catalán y que a él le gustaría tener un autogobierno y una independencia, pero no recuerdo que lo dijera de forma agresiva, sino que pensaba así y se manifestaba molesto por la actitud de crítica virulenta de algunos otros merodeadores. Yo creo que pensar de esa forma es lícito. A fin de cuentas, los estados, países y naciones, nacen así en su mayoría. Y si ese es tu sentimiento, pues es lo que hay. El problema es otra vez la manipulación. Porque por cada 1 bien pensante te puedes encontrar 9 manipulados y una clase política que aprovecha la circunstancia para desviar la atención como prestidigitadores sobre cualquier cuestión más acuciante (paro, economía, fraudes, etc…).
Por otro lado, al margen del nacionalismo, un auto gobierno tampoco es la panacea, ya que no puedes vivir de forma autárquica, y hay que ver si esas aventuras pueden traer más problemas que beneficios. “Hijo mio, te vas de casa, pero a partir de ahora, tu solito”. Y el país del que te separas bien pudiera cerrarte las puertas, después de todo es una decisión tan legítima como la de separarte. Siempre he pensado que el juego del nacionalismo catalán en este país era estirar la cuerda pero sin romperla ( o no, ya veremos).
Mazarbul

Anónimo dijo...

Y yo me he preguntado lo mismo que Mazcota, a qué venían las declaraciones de Pujos en estos momentos?. No le encuentro explicación.
Mazarbul

César dijo...

Ya sé que no iba a comentar, pero sólo será un momento. ¿Por qué la repentina confesión de Pujol? Pues no lo sé, pero, entre otras cosas, quizá por intentar salvar a sus hijos echándose encima todas las culpas. Y también es posible que haya algo de chantaje; a fin de cuentas, tanto el PP como el PSOE tenían y tienen dosieres secretos con las tropelías de la familia Pujol. ¿Asqueroso? Para vomitar.

Numael dijo...

Lo del 3% en todas las adjudicaciones públicas en Cataluña es voz populi desde hace bastante tiempo. ¿Por qué se "descubre" ahora? Adivina, adivinanza...

Lansky dijo...

Los nacionalismos -sí, todos- son formas autoinmunes de enajenación; unos caen en ellas, los más, otros se aprovechan de ellas, los menos (los Pujol), de diversas formas (incluyendo el conocido mira al pajarito o a otra parte mientras hago desaparecer a la señorita), y algunos que se precian de más humanos son inmunes a esos opios, como otros lo son a las religiones organizadas o a la furia del fútbol. Eso sí, desde la lógica y apuntando a la cuestión catalana, hay que ser muy emocionalmente crédulo para pensar que los problemas de Cataluña (o del mundo si a eso vamos), se arreglan añadiendo una frontera más a las muchas existentes ya, que eso sí que me parece que crean problemas, al menos para los más débiles.

Confío que vayas superando poco a poco el duelo. Un saludo

Elena Rius dijo...

De todo este turbio asunto (lo del 3% y los negocios del clan Pujol era un secreto a voces desde hace mucho, aunque había quien siguiera creyendo en el "complot de Madrid"), lo que más me intriga es esa súbita confesión de Pujol. ¿Por qué ahora? ¿Y para qué esta confesión a todas luces parcial y que no especifica nada? Todo hace pensar, como dices, en un truco de prestidigitación. Uno más. Mientras todos miramos al escándalo de la confesión, ¿qué nos estarán colando con la otra mano? Me pregunto si alguna vez llegaremos a saberlo.
Por lo demás, como catalana que vive en Cataluña estoy muy de acuerdo con Byron: ¿independientes de qué y para qué? Aún no me lo ha aclarado nadie.

Juan H dijo...

Hola Cesar, al final los Corleone eran unos santos comparados con los politicos de este pais, el señor Pujol, o más conocido como Joda, es sólo una muestra más de la enfermedad, más contagiosa que el Ébola que ya es decir, (ese asunto da para otra entrada porque menudo lío se ha montado) que es la corrupción, eso sí es un hombre de familia, de eso no cabe duda, pero al final todo quedará en agua de borrajas.Asistimos a otro acto de la misma función sin fin, independientemente de las autonomias.¿Hasta cuando aguantaremos? ¿Donde está el dinero?¿ Vale sólo con disculparse o acusarse para salvar a la familia y ya está? ¿Tienen impunidad de serie como el airbag o el aire acondicionado, el probleam es que lo damos por hecho? Muchas preguntas tontas...sin respuestas, DDMM, como decían en una novela de King, creo que era el cazador de sueños, vaya rollo que he soltado...sobre esta comedia que es España o cómo se llame, al final no importa porque acabamos hablando de lo mismo, del ser humano que ha deajarlo de serlo. Un abrazo.

Juan Constantin dijo...

Saludos:

También soy un aficionado a la magia -aunque sólo como espectador- y un ferviente admirador de Juan Tamariz. Cada vez que lo veía por televisión cuando era un niño -y cuando ya no lo era-, se me alegraba el día. Aúna magia y humor, cosa que me parece muy acertada.
También podía contemplar por esa ventana a otros mundos en riguroso B/N, la serie El Mago, protagonizada por Bill Bixby antes de convertirse en El Increíble Hulk (la homenajeó en un capítulo). donde luchaba contra el crimen y ayudaba a los indefensos con sus trucos de ilusionista.
También hubo otra serie posterior Blake el mago, que duró aún menos que la de Bixby (21 y 13 episodios) y que procuraba no perderme.
Luego, ya a finales de los 90 hubo una producción británica llamada Jonathan Creek sobre un creador de trucos para magos que va resolviendo misterios aparentemente sobrenaturales, pero no pude ver muchos episodios.
En el ámbito cinematográfico, apartando la magia fantástica de Harry Potter, el film El Prestigio protagonizado por Hugh Jackman y Christian Bale está basado en la novela homónima de Christopher Priest, muy recomendable para mi gusto.
Pero un libro estupendo con mago incorporado es Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay de Michel Chabon, basado en Joe Shuster y Jerry Siegel -creadores de Supermán- y el nacimiento de la industria americana del comic book, donde los protagonistas crean al Escapista, un héroe antinazi que mezcla a Houdini con La Sombra, Batman, The Phantom...
Y, claro, siempre queda Mandrake the Magician. Sublime creación de Lee Falk, que me ha ido proporcionando durante décadas horas de diversión y disfrute.

En cuanto al molt honorable, qué puedo decir. Tiene toda la pinta de que han elegido el momento para intentar torpedear "La Consulta". Que era sabido desde el principio y que se decidió hacer la vista gorda para conseguir los apoyos necesarios para seguir en el Poder. Y que ahora se usa esa información para intentar evitar que los catalanes creen su propio Estado Independiente.
Pues no creo que lo consigan, por muy ciertos que puedan ser los datos que van trufando los informativos y las tertulias. Los habitantes de esta piel de toro, somos muy nuestros y no vamos a permitir que la realidad estropee una buena ilusión. Siempre preferiremos que nos robe uno de los "nuestros" antes que uno de "ellos".
Es casi lo mismo que lo de Messi y los aficionados al Barcelona, no quieren creer que ha pringado con Hacienda, él y el Club que es "més que un Club".
En fin, sarna con gusto no pica... demasiado.

Yo, por mi parte, cuando un político en campaña me ha dado la mano, siempre, siempre, después me he contado los dedos... por si acaso.

Juan Constantin

Emilio dijo...

Un mago que lo es... nunca revela sus trucos.

César dijo...

Juan Constantin: Pues si te interesa el ilusionismo, no dejes pasar el libro de Stone que menciono en el texto. Entre otras cosas habla del mundillo de la magia y, chico, es como una sociedad secreta o algo así.

Comparto todos los referentes que mencionas, salvo Jonathan Creek, que ni me suena. Me encantó El prestigio, tanto la novela como -algo menos- la película. ¿Y qué decir de Mandrake? Fue uno de los héroes de mi infancia.