Supongo que no se os habrá pasado
por alto que ya estamos en plena campaña electoral. En Andalucía y, en lo que
más me afecta, también en Madrid. Y, caray, qué perezón cielo santo, qué
aburrimiento y qué... Mi buen amigo Samael, gestor del blog La tertulia perezosa, dice en la última
entrada de su bitácora que el panorama político (se refiere a Madrid) le
provoca asco (la entrada se llama así, “Asco”). Pues para ser sinceros, me
parece que se queda corto. Los políticos de Madrid –especialmente los de la
formación que lleva décadas gobernando el ayuntamiento y la comunidad- me
producen... eh... esto...
Vaya, no encuentro ninguna palabra
para definirlo. De hecho, creo que esa palabra no existe, así que voy a
inventarla. Los políticos madrileños del PP me provocan cojojundia. ¿Y qué es “cojojundia”? Aquí va una definición que le
cedo amablemente a la RAE:
Cojojundia:
1.
f Desagradable sensación en la que se mezclan la repugnancia, el cabreo, la
indignación, la incredulidad, el pasmo, la ira, la depresión, la rabia, el
desánimo y un intenso deseo de emigrar, así como el irresistible impulso de
matar a alguien.
2. f Severa alteración estomacal
provocada por algo que incita al vómito, unida a intensos dolores testiculares
y ataques de caspa.3. f Miedo.
Bueno, pues la política madrileña
–la española, a decir verdad- me produce cojojundia, en abundancia y en todas
sus posibles acepciones.
Comencemos por el actual presidente
de la Comunidad Madrileña, don Ignacio González. Nadie el votó; está ahí porque
su jefa, doña Esperanza Aguirre, dejó el cargo para no verse cubierta de mierda
por el inminente desvelamiento de la Red Púnica. Además, todos hemos escuchado
sus bochornosas conversaciones con el comisario Villarejo, donde queda claro
que González es a) un mentiroso y b) un corrupto. Ni siquiera en su partido le
apoyan (su caída en desgracia se debe al “fuego amigo”), y le han dado la
patada apartándole de la carrera electoral. Vale, pero ahí sigue el tío,
todavía presidente de la comunidad, sin dimitir y sin que nadie de una
explicación convincente. De hecho, si no le han dejado ser candidato no es
porque sea un mentiroso y un corrupto, sino porque pertenece al cartel de
Aguirre, y Rajoy no quiere que “La Lideresa” acumule demasiado poder. No me
negaréis que el asunto da mucha cojojundia.
¿Y qué me decís de la candidata del
PP a la alcaldía? Bajo su mandato en la Comunidad, y su presidencia del PP
madrileño, floreció en Madrid la mayor red de corrupción que pueda concebirse,
con tropecientos imputados (incluyendo a su número 2, Granados) y millones de
euros de dinero público defraudados (es decir, nuestra pasta). Eso bastaría
para que, en un país civilizado, cualquier político dimitiera de todos sus
cargos y corriera a esconderse en el agujero más profundo que pudiera encontrar.
Eso por no mencionar su incidente de tráfico, con fuga y desacato, lo que
condenaría al ostracismo a todo político de un país decente. Pero estamos en
España, amigos, no en un país civilizado y decente; así que ahí la tenemos, a
la reina de la corrupción, de la mentira, del descaro, del populismo, de la
marrullería, elegida rutilante candidata de un partido que, manda cojones,
pregona ahora la regeneración. Y lo malo es que habrá gente que la vote. Y lo
aún peor es que probablemente ganará; no con mayoría absoluta, pero si en
términos relativos. Es para morirse de cojojundia.
Para que no se me tache de
parcialidad, por solo darle caña a los miembros del Partido Podrido (cuyo Gran
Presidente mandó SMS’s de apoyo a su corrupto tesorero, y ahí sigue el muy
chorizo sin dimitir), para que no se me acuse de parcial, insisto, hablemos un
poco del PSOE andaluz, bajo cuyo mandato se han defraudado más de 1.000
millones de euros de dinero público (es decir: nuestra pasta), aparte de
cometerse una amplia gama de delitos aún por determinar. Y sin embargo, todas
las encuestas anuncian que el PSOE ganará las elecciones. Qué cojojundia, dios
mío.
Y, perdonad, pero no puedo evitar
citar algo que se me antoja el culmen de la cojojundia. Antonio Sanz, el delegado
de gobierno en Andalucía, diciendo: “"No quiero que en Andalucía mande un
partido que se llama Ciutadans, que tiene un presidente que se llama Albert”. Me
apresuro a añadir que el comentario no se le ocurrió al señor Sanz solito, porque
no hizo más que reproducir el argumentario oficial del PP; es decir, dejar
claro en todo momento que Ciudadanos tiene un origen catalán para frenar su
ascenso. O dicho de otra forma: fomentar el odio entre los españoles para
conseguir arañar unos cuantos votos. Si eso no da cojojundia, que venga dios y
lo vea.
Disculpad
que vuelva al PP, pero es que ese partido es una constante fuente de
cojojundiez. El caso es que ¿cómo puede la gente seguir votando a malas
personas, a incompetentes y a corruptos (o todo ello a la vez)?
La respuesta es sencilla: En España
no tenemos cultura política, pero sí futbolística. Así que los votantes se
relacionan con los partidos políticos como si estos fueran equipos de fútbol. Y
cuando uno es de un equipo, lo es para toda la vida. No importa si lo hace bien
o mal, no importa si practica el juego sucio, no importa si compra partidos, no
importa si el jugador estrella ha violado o maltratado a alguna que otra pobre
mujer, todo eso da igual, porque se es de un equipo por razones emocionales, no
racionales.
Bueno,
pues con los partidos políticos igual. Aunque no es lo mismo, claro; lo del
fútbol no tiene consecuencias, pero la política sí. Aunque es indiferente; los
electores cautivos seguirán votando a los candidatos de su partido aunque les
pillen sodomizando a niños de pecho. Puede que esos políticos/jugadores sean
unos hijos de puta, pero son sus hijos de puta y hay que estar con los colores
a muerte. Aunque claro, quien vota a corruptos, a sabiendas de que lo son, ¿no
es cómplice de la corrupción?
Si queréis que sea sincero, creo que
el problema de España no es que tenga unos políticos desastrosos y deshonestos,
sino que tiene unos votantes impresentables.
Ah, pero puede que las cosas estén
cambiando, ¿verdad? No he hablado de las formaciones emergentes como, Podemos y
Ciudadanos. Bueno, ya charlaremos de eso otro día. Ahora me voy a vomitar, que
esta entrada me ha dado mucha cojojundia.
8 comentarios:
Esto es españa, y aquí, como decimos por el sur, "aquí no pasa ná de ná, quillo". pero si lo pensamos históricamente, exceptuando la transición y tal, tampoco los políticos del pasado eran muy diferentes: arribistas, nobles sin luces pero tremendamente ambiciosos, ladrones, militarotes, terratenientes, curas, ... y aquellos que tenían algo de voluntad, o se tuvieron que marchar o se los quitaron de en medio, o se murieron de asco.
La autopista es la misma
Mazarbul
Muy certera la entrada, César. Cojojundiados estamos todos, consciente o inconscientemente, al menos la gente normal.
A ver si puedes poner tus conclusiones sobre Podemos y Ciudadanos pronto, que a mí me toca votar este domingo, y siempre valoro tu opinión.
Por lo que a mí respecta hasta el momento, Podemos nunca me ha convencido. Aunque parezca que ahora estén definiendo mejor su programa, me da la sensación de que prometen la luna para captar votos. Ciudadanos parece más sensato y me da mejores vibraciones. Eso sí, desde hace un tiempo exijo como requisito indispensable para dar mi voto a alguien que en su programa se mencione al menos la firme intención de anular los privilegios de los cargos públicos (cosa que a mi entender tenía que haberse hecho durante la transición; visto con perspectiva, se lo montaron bien entonces, oye), y ni a PP ni a PSOE ni a IU se les pasa por la cabeza algo así (por mucho que a todo se el mundo se le llene la boca ahora con la lucha contra la corrupción), no vaya a ser que se queden sin impunidad.
Con respecto a lo de que los votantes sean "cómplices de corrupción", es más cierto de lo que crees. Aquí decimos que hay mucho estómago agradecido (una forma eufemística de decir que tienen una mafia bien montada). Ahora bien, dudo que todos los votos que recaudan consistan en eso y, si malo es ser cómplice de corrupción, serlo sin llevarte nada a cambio es ya de gilipollas.
Aun así y con todo lo que llueve, volverá a ganar el PSOE; que de otra cosa no tendrá ni puta idea, pero de ganar elecciones...
"estrella a violado" Ejem, ejem.
De rodillas y de cara a la pared.
Lo de Andalucía es mucho más sencillo de entender de lo que la gente se cree. ¡Cómo serán los otros para que la gente siga votando al PSOE!
Saludos:
Sí, es campaña electoral, y lo que nos queda aún... Prácticamente todo el año será campaña electoral. Una tortura china.
Aquí, en Andalucía, el domingo debemos votar para elegir quienes nos desgobiernen la próxima legislatura. Con un poco de suerte lograrán hundirnos aún más en la miseria, si ello es posible.
La "lideresa" del PSOE intenta lograr un buen resultado, aunque las encuestas le vaticinan gobernar en minoría o pactando, más que nada porque es vox populi que quiere dar el salto a nivel nacional. Su líder "interino" no aparece mucho por aquí, para no contagiarse de los ERE y para no ayudar a quien puede luego apuñalarle por la espalda.
En el PP, se han dado cuenta de que Ciudadanos les quita votantes, y ondean el espantajo de que son catalanes, olvidando que su propio candidato nació en Barcelona, de padres emigrantes. Eso pasa porque ni siquiera sus compañeros de partido le conocen.
IU sigue en caída libre, en peligro de ser fagocitado por Podemos. Aunque casi nunca han dado la impresión de querer ganar realmente, más bien de que ya les valía con ser bisagra. Eso sí, guardando las esencias de la "auténtica izquierda". Lo lamento por su líder nacional, Alberto Garzón, quien me parece un político decente y preparado, merece mejores compañeros de viaje.
El Partido Andalucista y UPyD, parecen abocados a ser convidados de piedra que suerte tendrán si consiguen un escaño.
Los nuevos -Ciudadanos no lo es en puridad, pero es la primera vez que se presentan en Andalucía, creo- como Ciudadanos y Podemos parecen arrancar votos de PP y PSOE e IU, además de recoger el voto descontento de quienes se abstenían por no encontrar partido acorde con sus ideas. No creo que puedan gobernar, porque en esta tierra puede mucho el miedo a cambiar, aunque sepas con seguridad que lo de siempre no es ni mucho menos lo mejor, ni siquiera lo deseable.
Panorama muy liado en principio, para saber quien, solo o en compañía de otros, se hará con el Trono de Hierro andaluz.
Estoy harto ("jarto" en andaluz) de esta banda de golfos apandadores. No puedo soportar su desvergüenza, su estrechez de miras, su ineptitud, su estulticia, su pensamiento único, su sectarismo... No piensan, ni pensarán, ni nunca han pensado en nada más que en su beneficio personal y partidista... No les importamos lo más mínimo, sólo cuando llegan las elecciones, porque somos necesarios para justificar con nuestros votos el poder que ponemos en sus manos. Por eso no voté durante bastantes años, por eso soy cómplice por omisión, de la situación en la que nos encontramos. Pero era algo superior a mis fuerzas, me sentía literalmente enfermo de tener que elegir al menos malo de entre toda una caterva de impresentables y prefería no legitimar sus desmanes con mis votos.
Ahora sí voy a votar. Creo que hay que trazar una línea y decir: "Hasta aquí has llegado. Ni un paso más". Solemos creer que nuestro voto no vale nada, se han encargado de que así lo pensemos, pero no es cierto. Cada voto que castigue a los corruptos e incapaces, mentirosos y fulleros, aprovechados y vividores, les manda un mensaje alto y claro: The Times They Are a-Changing...
Juan Constantin
Completamente de acuerdo con la nueva palabra acuñada, pero en su definición introduciría otro sentimiento que también está presente, quizá en un porcentaje menor, pero ahí está, escondido y anudando el gaznate: pena. En la cojojundia también hay pena.
Maldita sea.
A mí también me da asco la forma de hacer política en este país, César. Y lo que más rabia me da es que haya tan poca gente que se dé cuenta de ello, pocos alcanzan a comprender que en este país para un político lo más importante es mantener su orgullo llevando la contraria al rival, aunque compartan una misma idea. Por ello, y te lo digo en serio, cuando veo noticias de política, solo me entran ganas de cargarme la tele, sobre todo cuando sale la presentadora y dice que tal político ha dicho tal cosa, y el otro le ha contestado que tal y cual... ¿A quién le importa lo que se digan entre ellos los políticos? ¡Pero si es siempre la misma historia, la misma habladuría convencional e irracional de siempre! Hay otras noticias mucho más importantes que las declaraciones de los políticos.
Y, para terminar, te digo, César, que yo critico a la política, sino a los políticos (de hecho, tú haces lo mismo y debes de estar de acuerdo conmigo). Me da pena pensar que la política nos afecta a todos, y más pena me da aún que sus representantes sean tan... cojojundios.
Mustapha Bousakla el Boujdaini.
(Perdón de antemano por el tocho, pero no tengo blog propio donde ponerlo.)
¡Señoras y señores! ¡Bienvenidos a "Juego de Poltronas"! ¡El cuento de nunca acabar del momento!
Ayer, en Sevilla capital, todas las previsiones decían que iba a caer lo más grande, de forma continua y exagerada, durante todo el día. Los nubarrones a primera hora parecían confirmarlo.
Al final, mucho nubarrón negro, sí, pero caer, caer, más bien poquito. Ni se ha notado, oye. Y a media tarde hasta salió el sol.
Un día como otro cualquiera.
Ah, y en cuanto a lluvia, tres cuartos de lo mismo.
Hagamos un repaso al panorama tras la resaca electoral.
PSOE:
Susana es, a día de hoy, la gran jugadora al "Juego de Poltronas", como bien demostró ayer. Su jugada de adelantar las elecciones ¡un año! cuando no había necesidad alguna ha funcionado a las mil maravillas: cogió a Podemos y Ciudadanos por sorpresa cuando aún no tenían piezas bien situadas y ha conseguido minimizar su impacto; ha sabido PERretener todos sus escaños sin despeinarse (¡y le ha hecho la peineta al PP!); y hasta ha jugado a su favor el hecho de encontrarse embarazada. Todo un alarde de estrategia. Cojojundia da mucha; pero no puedo reprimir mi admiración. Me quito el sombrero. Ella, que igual se veía dando a luz en la cárcel, y anoche estaba que no cabía en sí de gozo.
PP:
Cojojundia también, claro; pero de admiración nada. Se han pegado un batacazo y se lo merecen, porque está visto que no saben jugar. Ha quedado demostrado que el respaldo que obtuvo en 2012 (cuando lo tenían más fácil para ganar y ni así lo consiguieron) fue una ilusión, proporcionada por la falta de alternativas para castigar al PSOE (porque todos sabemos que (al menos en Andalucía) votar a IU es lo mismo que votar al PSOE). Y así seguirán. Sin autocrítica no se puede aprender a jugar.
Podemos:
Gran entrada, muy digna, aunque parece que la estrategia que han seguido no ha dado todos los frutos esperados. Esperemos que para las siguientes batallas puedan prepararse mejor, que me parece que siguen todavía muy metidos en aspectos teóricos. Ellos pueden.
Ciudadanos:
Cogidos totalmente por banda, han sabido reaccionar y meterse donde nadie lo esperaba con un resultado nada desdeñable. Puede que aquí haya un buen jugador si consigue sobrevivir el tiempo suficiente para coger fuerza.
IÜ:
Se han hundido, pero menos todavía de lo que se esperaba. No se rinden y explotan su estilo de juego hasta el final, arañando lo que pueden. Pero han perdido el efecto bisagra con el que se encuentran tan cómodos y han quedado fuera de juego.
Conclusiones:
Se dice que PSOE gobernará en minoría al no poder pactar con IU. Con Podemos y Ciudadanos puede llegar a pactos puntuales, pero poco podrán hacer éstos si el PSOE llega a algunos de esos acuerdos con el PP (no me extrañaría, sobre todo en lo tocante a la corrupción, PP y PSOE se necesitan mutuamente).
Veremos la maestría de cada uno en el día a día del "Juego de Poltronas".
Números: No solo me he puesto de rodillas cara a la pared, con los brazos extendidos y un montón de libros en cada mano, sino que además me he dado una colleja, por burro. Gracias por advertirme del error. Ya está corregido.
Samael: Sí, tienes razón. Pena también.
Jarl-9000: Muy de acuerdo con tu análisis. Me produce cierto optimismo la irrupción de Ciudadanos. Ya sé que es un partido de centro-derecha -y yo no lo soy-, pero creo que una de las cosas que necesita urgentemente este país es una derecha moderada. Ya hablaré de eso en una futura entrada.
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