jueves, julio 16

Supertipos




            No estoy seguro de cuál fue el primer cómic de superhéroes de mi vida. Puede que Superman, pero el primero que recuerdo es el Capitán Marvel (no el de la Marvel, sino el creado por Bill Parker y C. C. Beck, también conocido como Shazam). Luego vinieron todos los de D.C. que publicaba la editorial mexicana Novaro: el citado Superman, Batman, Flash, Linterna Verde, Aquaman, El Detective Marciano, Flecha Verde, etc. Me encantaban los tebeos de superhéroes.

            Luego, a mediados de los 60, Fraga Iribarne prohibió los cómics de superhéroes (porque Superman le parecía demasiado similar a Cristo) y me quedé durante un tiempo sin supertipos. Hasta que en 1969, Editorial Vértice comenzó a publicar las historietas de la Marvel. Mi personaje favorito era Ironman, supongo que por ser el más cercano a la ciencia ficción; pero también leía Spiderman, Daredevil o el Capitán América. Poco después, mi interés por los superhéroes comenzó a decaer. Yo ya era un jovenzuelo con bigote y aquellas historietas se me antojaban demasiado ingenuas y esquemáticas. Seguí siendo aficionado a los cómics, pero a otra clase de cómics. Porque, reconozcámoslo, el cómic clásico de superhéroes acaba siendo muy aburrido.

            Durante muchos años me mantuve alejado del género, hasta que a finales de los 80 comencé a oír hablar de un cómic de superhéroes que, al parecer, era la bomba: Watchmen, de Alan Moore y Dave Gibbons. Lo compré y aluciné en colorines, porque aquello no se parecía a nada que hubiese leído antes. Mi interés por el género se reavivó y consumí seguidos varios títulos canónicos: Batman año uno, The Dark Knight Returns, Daredevil Born Again o Miracleman, todos ellos excelentes cómics. De hecho, aquello era una revolución en el género, y un  montón de creadores siguieron la corriente, escribiendo y dibujando tebeos donde los superhéroes dejaban atrás la inocencia y se convertían en seres oscuros, violentos y con frecuencia torturados. Por desgracia, no todos aquellos creadores tenían el talento de Moore o Miller, y la moda acabó convirtiéndose en un coñazo similar en monotonía al de los superhéroes luminosos de periodos anteriores.

            En realidad, Watchmen (título del que hablaré largo y tendido en otro momento) no era una obra germinal, sino terminal. Lo que hizo Moore fue trazar una frontera, más allá de la cual, siguiendo ese camino, no hay nada. Es decir, puedes afrontar los superhéroes de muchas maneras distintas, pero desde una perspectiva realista, Watchmen es la versión definitiva.

            ¿Qué hizo Moore? Se preguntó qué pasaría si en la vida real hubiera vigilantes enmascarados. O, mejor dicho, ¿por qué alguien se pondría una máscara y comenzaría a combatir el crimen por su cuenta y riesgo? Las respuestas son demoledoras: por ingenuidad patológica, por montaje comercial, por megalomanía, por psicopatía, por locura, por fascismo... Y es que, no nos engañemos, la figura del justiciero, un tipo que aplica la ley –su ley- de por libre, es en esencia antidemocrática. ¿Quieres un vigilante realista? Échale un vistazo a la película de Scorsese Taxi Driver.

            (NOTA: Si leéis este post hasta el final, os explicaré por qué Superman, y otros supermendas, llevan los calzoncillos por encima de las mallas)

            Bueno, a lo que iba: Desde la época de Watchmen no había vuelto a prestarle mucha atención a los superhéroes. Hasta que, de pronto, el cine comenzó a llenarse de ellos. ¿Cuántas películas de supertipos se han estrenado? ¿Y cuántas quedan por estrenarse? Me estremezco sólo de pensarlo. Hay superhéroes hasta en la supersopa. Y la mayor parte de esas películas me parecen iguales, se mezclan en mi cabeza formando un amasijo de puñetazos, rayos destructores, gente volando y acción sin demasiado sentido. Un supercoñazo. No obstante, entre tanto payaso disfrazado, hay algunas joyitas que merecen salvarse.

            Pero antes voy a citar una obra que seguro que a muchos merodeadores les encanta, pero que a mí no: la trilogía sobre Batman de Christopher Nolan. Me aburre sobremanera esa visión solemne, y supuestamente realista, de un chalado disfrazado de murciélago. Es cierto que la caracterización del Jocker realizada por Heath Ledger es estupenda, pero el resto me produce superbostezos. Me apresuro a aclarar que el Batman de Burton tampoco me gusta, y que el de Schumacher produce vergüenza ajena. Pero bueno, vamos a lo que sí me gusta.

            Superman (1978), de Richard Donner. La primera producción de superhéroes de gran presupuesto. La verdad es que no es gran cosa como película, pero tiene cierto encanto nostálgico. Y desde luego, Christopher Reeve ha sido el mejor Clark Kent/Kal El de la historia.

            El protegido (2000), de M. Night Shyamalan. Una mirada profunda, incluso poética, sobre la esencia del mito superheroico.

            Watchmen (2009), de Zack Snyder. Llevar el comic de Moore y Gibbons a la pantalla parecía una tarea imposible, pero Snyder lo consiguió con notables resultados. Muchos criticaron el film: ¡Es mejor el comic!, dijeron. Vale, ¿y qué? La película es una fiel ilustración de la historia original y se sostiene por sí misma.

            Spiderman II (2004), de Sam Raimi. Una demostración, a mi modo de ver, de que el mejor enfoque para las películas de superhéroes es la fábula. El segundo film de la trilogía de Raimi es en realidad un cuento de hadas trufado de humor amable. Y el antagonista, ese Dr. Octopus excelente interpretado por Alfred Molina, quizá sea el villano más complejo del género, con la posible excepción de Adrián Veidt/Ozymandias.

            X Men II (2003), de Bryan Singer. La crítica a la xenofobia dota de cierta profundidad a los X Men. Algunas secuencias del film, como la incursión de Rondador Nocturno en la Casa Blanca, son muy notables.

            X Men: Primera generación (2011), de Matthew Vaughn. Curiosamente, la mezcla de superhéroes, Guerra Fría y espías funciona muy bien.

            Los Vengadores (2012), de Joss Whedon. Sin ser para tirar cohetes, la película es espectacular y divertida. Los Vengadores II: La era de Ultrón, sin embargo, me provocó bostezos.

            Capitán América: El primer vengador (2011), de Joe Johnston. Una película naíf para el más naíf de los superhéroes. Su ambientación en la Segunda Guerra Mundial -en un mundo más ingenuo- y su tono de fábula la convierten en mi película de la productora Marvel preferida (casi la única, en realidad).

            Los Increíbles (2004), de Brad Bird. Una demostración más del inmenso talento de la factoría Pixar.

            Kick-Ass (2010), de Matthew Vaughn. ¿Cómo no iba a gustarme una película tan políticamente incorrecta? En realidad, una sátira sobre lo superheróico.

            Chronicle (2012), de Josh Trank. Una versión realista, y terrible, de lo que sucedería si unos adolescentes adquirieran superpoderes.

            Y, salvo error u omisión, eso es todo.

            Ahora la respuesta a la pregunta: ¿por qué algunos superhéroes llevan los calzoncillos por encima de las mallas? Ante todo, hay que dejar claro que Superman no fue el primer héroe con esa vestimenta. En 1936, dos años antes de que apareciera el kryptoniano, comenzó la serie de comics The Phantom (en España El Hombre Enmascarado), de Lee Falk, cuyo prota ya iba con los Calvin Klein al aire.

            Bien, a comienzos del siglo XX, en todas las ferias y circos ambulantes de Estados Unidos, había espectáculos de forzudos. Tipos fornidos que levantaban pesas, doblaban barras de acero o cualquier otro tipo de proezas físicas. Como es lógico, esos forzudos tenían que lucir su poderosa musculatura, pero el pudor de aquellos tiempos les impedía ir con las piernas y el torso descubiertos, así que se ponían mallas muy ceñidas. Pero eso les marcaba mucho los cataplines, de modo que ocultaban el bulto de sus vergüenzas poniéndose unos pantaloncitos cortos por encima de las mallas. Por tanto, cuando los superhéroes nacieron, el “uniforme oficial” de los forzudos era mallas+calzoncillos.

            Y para terminar, ¿cuál es mi superhéroe favorito? Citaré dos. El Capitán Marvel (Shazam), de Parker y Beck. Pura nostalgia: ya os he dicho que fue mi primer superhéroe; no obstante, sus historias están llenas de humor, autoparodia y surrealismo. El segundo: Rorschach, de Watchmen. Es un fascista, un maniaco y un tipo muy desagradable. Pero también, por algún inexplicable motivo, resulta fascinante.

18 comentarios:

Juan M. dijo...

Te olvidaste de The Rocketeer, quizá la mejor adaptación de un superhéroe, o algo así. Una película maravillosa

Mazcota dijo...

Coincido bastante con tu elección como "mejores películas de superhéroes", aunque es una lista demasiado larga para mi gusto. Yo me quedaría con tres o cuatro: El protegido, con ese M. Night Shyamalan de los comienzos, donde encadenaba maravilla tras maravilla. Spiderman 2, sin duda la mejor adaptación al cine de un cómic, con un Sam Raimi en estado de gracia que puso al servicio del film toda su sabiduría como director. Y Chronicle, la más fresca y sencilla, a la vez que profunda, historia de gente normal adquiriendo superpoderes.

Luego, quizá, podría citar a Los Increíbles. No llega a la altura de las tres primeras pero es una gran película. Aunque debo reconocer que, tratándose de Pixar, me esperaba otra obra maestra (sí, nos tienen muy mal acostumbrados).

Y sobre Cristopher Nolan y su trilogía de Batman... No es que me aburra; de hecho, me parecen unos guiones interesantes (sobre todo la segunda) y admiro su decisión a la hora de sacar adelante proyectos arriesgados pero, a mi entender, arrastra enormes carencias como director. Y ojo, que yo a un director sólo le pido que coloque la cámara en el sitio más adecuado y que luego la mueva con sentido, pero parece que no atesora demasiada habilidad. Con esto no quiero decir que destroce películas, pero aún no le he visto ni una escena de acción memorable en ninguna de ellas.

Anónimo dijo...

Buen resumen y buen listado de pelis. Ahora, dado el éxito de este subgénero, comienzan a aterrizar en televisión: Arrow, Flash, Gotham, Daredevil... Me temo que van a acabar quemando el género, igual que está pasando con los zombis. La saturación (sobresaturación en este caso) va a provocar hastío.

Jarl-9000 dijo...

Uy, cuántas cosillas para comentar...

El Batman de Nolan. Entiendo lo que dices. Es que esas películas no están rodadas en clave de superhéroe (sino en clave Nolan), y eso se convierte en un lastre. Las dos primeras me encantan por argumento y guión, pero no son películas para repetirlas de cuando en cuando, pues son muy plomizas. La tercera me parece directamente un coñazo. Y además, no aguanto a la Cotillard, así que cuando a los 45 minutos de película me di cuenta de que interpretaba a mi querida Talia, casi me da un ataque. Por cierto, el Joker de la segunda es muy interesante, sí, pero no es el Joker de verdad, le falta la magia del genuino (y lo mismo podría decirse de todo el conjunto en general).

El Watchmen de Snyder. Sinceramente, creo que para un neófito la peli no funciona. Se queda a medio camino. Lo cual es una lástima, porque visualmente es igual que el cómic, pero tan solo se queda con la forma, no con el fondo. Y el resultado queda muy vacío, cuando no ridículo. Como muestra, un detalle que en realidad es insignificante, pero a mí me parece muy sintomático: cuando Espectro de Seda entra en la nave búho, toca donde no debe tocar, activa un lanzallamas y casi provoca un incendio. En el cómic ocurre porque busca un encendedor y ve un botón con una llamita, comprensiblemente se confunde y lo pulsa. ¿Qué pasa en la peli? Pues que ella no fuma (porque está mal visto que una buena fume), entonces simplemente ve un botón con una llamita y lo pulsa, quedando como una gilipollas. Para eso más valía que hubiesen omitido el detalle, que no hubiese pasado nada, pero como quisieron reproducirlo todo, así de estúpido quedó. (Además Moore aprovecha la situación y juega con nosotros al contarnos que al Comediante una vez le pasó lo mismo, si es que da tal palo, tal astilla...)

Fumar está mal visto. Pero romper huesos no. Y bien que se los rompen en la peli a los pandilleros del callejón, viéndose explícitamente. Pero es que eso mola. Y también mola ver a Rorschach pegar unos cacho de saltos. ¿Qué ocurre entonces? Que el que no ha leído el comic se cree que todos tienen superpoderes, cuando el único que los tiene es el Dr. Manhattan. Y, claro, se lía. Pues así con todo.

Por otro lado, quitar al calamar del final y echarle la culpa al Dr. Manhattan es comprensible porque simplifica bastante la trama. No queda mal, pero lo del calamar es mejor porque se trata de una amenaza externa e intangible que une a todos los países de la Tierra, mientras que Manhattan es una amenaza interna (procede de EE.UU.).

Por último, visualmente está muy bien, pero Ozymandias quedó fatal. Además, ya en su primera aparición clama a los cuatro vientos que es el villano de la historia.

Jarl-9000 dijo...

Continúo...

Spiderman 2. No me gusta demasiado. En esa película, Peter Parker pasó de ser un pringado a un gilipollas. Lo que no me podía imaginar era que en la tercera elevasen su estupidez a cotas astronómicas.

Curiosamente, la primera del Spiderman de Raimi fue la película que más he disfrutado en el cine, pero es que iba más que dispuesto a ello. Para que te hagas una idea, contaré una anécdota. Tuve que esperar unas semanas a poder verla porque me cogió en época de exámenes. Yo maldecía mi suerte y estaba que no podía aguantarme. Pues bien, entre tanto, un día repusieron Hook en la tele. Me encontraba yo haciendo zapping y me topé con la escena en que Robin Williams aparece volando en el barco pirata, ante el disfrute de Garfio. Y escuché (lo puedo jurar) a Dustin Hoffman decir "Es Peter Parker". En ese momento me di cuenta de lo mal que estaba.

X-Men Primera Generación. Mira que X-Men 2 es buena, pero ésta es una verdadera joya. En todos los aspectos. Cada vez que la veo me ratifico en ello. Y creo que fue la primera vez que sentí que verdaderamente había visto un cómic de superhéroes en una peli de acción real (Los Increibles es de animación).

Los Vengadores 2. A pesar de todos sus defectos (sobre todo lo concerniente a Ultrón, que lo estropearon), me gustó más que la primera. Por cierto, ¿estaba planeado desde 2008 que Paul Bettany hiciese de Visión? Porque si no, no entiendo lo bien que le queda. Es que es igualito. Y eso de que se pongan a discutir que si un ascensor es digno de portar el poder de Thor es impagable.

Me apunto la de Chronicle, que no la conocía.

Muy interesante lo de las mallas de los forzudos. Nunca había caído en ello.

Un abrazo y perdón por otro tocho.

Juan M. dijo...

La película de Linterna Verde está muy olvidada y a mí me pareció que no estaba nada mal.

José Antonio dijo...

Muy buena selección, para mi gusto la segunda del Capitán América también está bastante bien sobre todo en cuanto a la acción muy bien rodada.

Y sobre todo estoy de acuerdo con lo que estáis comentando de la sobre-saturación. Es increíble. La cantidad de pelis que están por venir no es normal, se nota que cuando algo da pasta, hay que exprimirlo, y ya cansa tanto blockbuster con superhéroes luchando contra muñecos digitalizados. Por eso creo que me gustó tanto la nueva de Mad-Max, por fin acción en la que los malos son personas y no un puñado de "aliens-robots-minions" digitales (minions en el sentido de "esbirros" no de muñequitos amarillos).

También me gustaron la primera de Hellboy y la segunda de Blade, ambas dirigidas por Guillermo del Toro.

César dijo...

Juan M.: Vi The Rocketeer cuando la estrenaron, hace mucho tiempo, y la verdad es que no la recuerdo bien (salvo a la preciosa Jennifer Connelly). En cuanto a "Linterna Verde", creo que es una de las películas que más me han aburrido en los últimos tiempos.

Mazcota: A mí, Nolan siempre me ha parecido un bluff (incluyendo sus celebradas) "Inception" e "Interstellar").

Jarl9000: Estoy de acuerdo en que lo peor de "Watchmen", el film, es que Ozymandias canta a villano desde el primer plano. Pero, por lo demás, me parece una adaptación muy notable.

José Antonio: Comparto tu aprecio por la última de Mad Max. No sólo es un curso doctoral sobre cómo filmar escenas de acción, sino que además da gusto saber que lo que ves en pantalla es real.

Juan Constantin dijo...

Saludos:

Tampoco recuerdo exactamente el primer tebeo de superhéroes que leí. Puede que fuera alguno de Superman o Batman de Novaro, o quizá algún SpiderMan de Vértice, da igual. Lo cierto es que desde entonces me convertí en un aficionado al género, a pesar de las salvajadas que llevaban a cabo aquellas editoriales con los comic books originales (retoques, reducción de tamaño, modificación de viñetas...).
La que sí que recuerdo es la primera película de supertipos que vi y fue Superman de Donner. No la tengo, como algunos, tan idealizada como para ponerla como vara de medir las posteriores pelis del género que fueron apareciendo. Hoy en día, la tecnología y los efectos especiales han avanzado una barbaridad, y hay situaciones y escenas de los comics que sin medios digitales no serían, no digo creíbles, sino disfrutables. Siempre que se utilicen adecuadamente: las pelis de los Transformers, me parecieron muy aceleradas, apenas se podían ver los combates y transformaciones. Watchmen sin los efectos digitales no sería tan buena adaptación.
He visto muchas películas del género super, y aunque haya algunas que me han decepcionado bastante de casi todas puedo encontrar algo bueno, bien adaptado o bien modificado. Yo no quiero que las pelis sean calcos exactos de los cómics, para eso tengo mi imaginación. Prefiero que sean adaptaciones y actualizaciones.
Por ejemplo, de las pelis de los 4F, destaco las continuas pullas-peleas de la Cosa y la Antorcha Humana, aunque la Chica Invisible y Mr fantástico -no digo ya el Doctor Muerte- fueran francamente mejorables, al igual que la creación digital de Estela Plateada me pareció estupenda, abominé de la imagen de Galactus como nube energética.
En Iron Man, genial que Robert Downey Jr, se haya hecho con el personaje, dándole una personalidad de bon vivant, mujeriego, chulillo y que no duda un segundo en confesar que él es Iron Man -vamos, se la pelan las posibles consecuencias negativas-.
De los X-Men, aparte de que Hugh Jackman encarna a Wolverine/Lobezno de una forma que no creí posible -al igual que Fassbender con Erik Magnus/Magneto- me gustó Nightcrawler y que no hubiera uniformes de colores chillones.
De todas formas, debo decir que suelo disfrutar mucho más con películas que no son superproducciones, y que no pretenden serlo, que se quedan en un tono más pulp: como las más que disfrutables The Phantom -parecía un serial de los 30-40, aunque tuviera el enorme fallo de mostrar el rostro del Espíritu que Camina-, Rocketeer, The Shadow y Doc Savage El Hombre de Bronce -más por cuestiones sentimentales que por otra cosa, la verdad-, e incluso el Conan de John Millius rodado en España (hoy la gente flipa porque ruedan aquí partes de Juego de Tronos).
Te recomiendo Defendor, peli de serie B, con Woody Harrelson interpretando a un tarado que se cree un superhéroe, bastante más realista que Kick-Ass y con muy mala baba.

Juan Constantin

César dijo...

Juan Constantin: La verdad es que ya no soy aficionado a los comics de superhéroes (ni a sus versiones fílmicas), así que no puedo opinar sobre tus comentarios. De todas las películas de mi lista, sólo una me parece una gran obra: "El protegido". El resto tienen su punto, pero los considero films menores.

Ya he visto "Defendor", y me gustó; pero "Kick-Ass" tiene, en mi opinión, mucha más mala leche (aunque es menos realista, estoy de acuerdo).

Anónimo dijo...

Me encanta que hayas tocado este tema porque a mí también me interesa mucho y mi experiencia vital en cuanto a los tebeos de superhéroes se parece mucho a la tuya.

Mi primer superhéroe fue, y durante mucho tiempo mi favorito, fue, si no me equivoco, "El hombre enmascarado" ("The Phantom" en la versión original), tal vez por su aire totalmente "pulp" (en realidad no es un seuperhéroe propiamente dicho). Me encantaba toda su mitología: los piratas, los antepasados, el anillo y la guarida de la calavera, los nativos y la leyenda del "espíritu que camina"... Aunque recuerdo que mi hermano menor se reía mucho de mi afición por él debido a su traje morado (todo debido a un error cuando se decidió colorear al personaje) y su calzoncillo a rayas.

Luego ya me pasé a los superhéroes Marvel y DC. Nunca fui un gran fan de Superman aunque me encantaba y aún guardo con cariño un libro que publicó Javier Coma contando los orígenes del superhéroe y con algunas de sus historietas más antiguas (cuando los personajes y lugares aún tenían nombres "castellanizados": Luisa Lane, Pedro White, Jaime Olsen, Villachica, El Planeta...). Sí lo fui de Batman en su etapa de Neil Adams pero, especialmente de los superhéroes Marvel. Mis favoritos eran Thor (por todo lo relacionado con la mitología nórdica), Spiderman (por ser un pupas), La Masa (para nosotros nunca fue Hulk) y la Patrulla X (por todo lo que tenía de ciencia ficción).

Luego pasé mi etapa en que los dejé de lado en favor de otros comics hasta que descubrí esas otras joyas que mencionas: "Watchmen", "El regreso del caballero oscuro", "Batman Año Uno"... a los que yo añadiría "V de Vendetta", otra más que interesante reflexión a cargo de Alan Moore sobre el papel del ¿superhéroe? y muchas otras cosas y "La liga de los caballeros extraordinarios" del mismo autor, donde establece un hilo de unión nada traído por los pelos entre los superhéroes del cómic y los héroes de la clásica novela de aventuras.

Por todo eso y por esa nostalgia hacia los comics de mi infancia/adolescencia, me divierte mucho esta nueva moda del cine de superhéroes que no me carga en absoluto siempre y cuando estén bien hechas. Es decir, no desprecio el cine "de superhéroes" por su género en si sino tan sólo en tanto si son o no buenas o malas películas.

A ese respecto coincido en casi todo lo que dices salvo en algunas excepciones. A mí sí me gusta mucho la trilogía de Batman del sr. Nolan pero es que, en realidad, también me gusta todo su cine y, en cambio, no siento mucho aprecio ni por "Spiderman 2" ni por "Kick-Ass" que creo que pervierte bastante el espíritu del comic original.

(continuará)

Rickard

Anónimo dijo...

(continuación del anterior)ç

Respecto a las demás sí que coincidimos: "Superman" me parece una joya llena de nostalgia e inocencia bien entendida; me gusta "X-Men 2" y aún más "X-Men. Primera generación" y es que qué bien le sienta al género de superhéroes el tono retro a los años 60 con esa estética a lo "James Bond"; "Los vengadores" es una muestra de un buen blockbuster palomitero hecho con suma profesionalidad; "El Capitán América. el primer vengador" es un buen homenaje al cine más clásico de aventuras con su tono "pulp" mientras que su continuación "El soldado de invierno" tampoco es nada despreciable con ese homenaje al cine conspiranoico de los 70 ejemplificado en la presencia, nada accidental, de Robert Redford; "El protegido" es una muy buena reflexión sobre la figuar del superhéroe y el fan del superhéroe mientras que "Watchmen" (a pesar de las quejas del pejigueras Alan Moore) me parece una adaptación bastante digna (en líneas generales) del cómic original cuya influencia es también muy evidente en la estupenda "Los increíbles" (donde vuelve a mezclarse el género superheroico con la estética y el tono "Bond").

La de "Chronicle" me la apunto.

Tal vez en ese listado se te ha olvidado mencionar (o a lo mejor no) a la adaptación de "V de Vendetta", bastante fiel y respetuosa (otra vez en líneas generales) con su material de origen. En cualquier caso, a mí me parece que merece estar ahí.

Para terminar, yo siempre he pensado que los tebeos de superhéroes y toda la mitología que llevan asociada no serían sino el equivalente moderno ("grosso modo") de los héroes y semidioses mitológicos de la mitología y las leyendas clásicas (Hércules, Aquiles, Teseo...) y que vendrían a cumplir la misma función que aquellos tenían en la narrativa oral como, entre otras cosas, servir de contrapunto y de arquetipo para los hombres frente a unos dioses, unos poderes divinos y un destino que el hombre veía como algo invencible e inmutable. Digamos que los superhéroes, los cómics y las películas de superhéroes vendrían a ser la mitología de nuestro tiempo. No es baladí que toda esta explosión de cine superheroico se haya producido precisamente en estos tiempos post 11-S y de incertidumbre ante amenazas que percibimos como globales pero a la vez como ignotas y un poco difusas (el terrorismo internacional, el estado islámico, los macropoderes económicos, etc.).

En cualquier caso, este nuevo auge del género me parece, sin duda, un motivo para la reflexión muy interesante.

Rickard

Anónimo dijo...

¡Ah! Y sí, yo también conocía el origen de los trajes de superhéroes y el porqué de las mallas y los calzoncillos por fuera.

En cuanto a "Rocketeer" a mí sí me gustó, me pareció una película con un aire "retro" (que ya estaba en el cómic original) muy simpática. Y reconozco que también disfrute como un gorrino en un lodazal con el nuevo "Mad Max"

Rickard

Anónimo dijo...

Lo que no sabía es lo de que Fraga Iribarne había prohibido los cómics de superhéroes. ¡Qué cosas! Supongo que el hecho de que se volvieran a permitir en 1969 tendría que ver con su salida del cargo de Ministro de Información en dicho año.

Rickard

Anónimo dijo...

Por cierto (y con esto me callo ya, que ya sé que soy un poco pesado), ¡qué mala es "El hombre de acero! Y es que no hay peor error que el tratar de convertir a Superman en un héroe "trascendental" (en el peor sentido de la expresión).

Rickard

César dijo...

Rickard: Yo también adoraba los comics de El Hombre Enmascarado. Pero, atención, cuando se publicó en España por primera vez (en los álbumes de Editorial Dólar), en las portadas (porque el interior era en blanco y negro) aparecía el Fantasma que Camina con uniforme rojo. Ese era el error, porque su auténtico uniforme es de color morado. De todas formas, The Phantom no es exactamente un superhéroe.

No he mencionado "V de Vendetta" porque no me parece que pertenezca al género de superhéroes. No obstante, la película me parece más que correcta. Respecto a la "Liga de los caballeros extraordinarios", es otra de las grandes ideas de Moore, y se centra, en efecto, en la relación entre los superhéroes y la novela de aventuras (sobre todo el pulp). La película era una mierda.

Y "El hombre de acero" me pareció aburridísima. Un Superman trascendente es, en efecto, una soplapollez.

Anónimo dijo...

En cuanto al uniforme del Hombre Enmascarado hay un doble error. Es un error que lo aquí publicaran vestido de rojo cuando en el original era morado pero no sé donde leí que ese color morado de las ediciones originales también se debió a un error con las primeras planchas cuando se decidió publicar en color y que luego se mantuvo, aún cuando a su creador Lee Falk no le gustaba nada (creo que la intención original era que el traje fuese gris oscuro).

Rickard

Sebastián dijo...

Concuerdo contigo en todas menos Superman y El protegido, que no las he visto. Además, yo añadiría:
X-Men: días del futuro pasado, de Bryan Singer. Es una brillante ampliación del tema de First Class, ahora en el contexto de Mayo del 68 y Vietnam. Además, siento debilidad por cualquier cosa donde aparezca Peter Dinklage.
Guardianes de la Galaxia, de James Gunn. Sí, está llena de humor simplón e infantil. Sí, el villano es de papel. Pero es imposible no amar una película donde un mapache dispara una ametralladora a hombros de un Ent espacial.
El Hombre de Acero, de Zack Snyder. Un reboot que me gustó mucho por renovar la imagen y la historia clásica de Superman, muy necesitado de un lavado de cara después del chasco de Superman Regresa.
En fin, saludos.