Cielo santo, qué desastre. Hace tres
días, el nueve de diciembre, Babel cumplió trece añitos de vida, y por primera
vez desde que existe el blog lo olvidé. En fin, acababa de volver de México,
estaba medio tonto y se me fue el santo al cielo. Me disculpo.
Trece años…Cómo pasa el tiempo.
Me gustaría daros las gracias a
todos los que merodeáis por Babel desde el principio (si es que queda alguno),
y a los que llegasteis más tarde, y también a los que abandonasteis el blog en
algún momento de la singladura (¿Por qué os fuisteis, cabrones? ¿En qué os
fallé? ¿Qué tienen los blogs que ahora seguís que no tenga yo?) (sollozos)
Se aproximan las fiestas, ya huele a
pino, a musgo y a corcho, una marea de espumillón y luces de colores inunda la
ciudad. El año pasado colgué el cuento de Navidad días antes de Nochebuena, y
ese cambio no os gustó; a mí tampoco, así que este año colgaré el cuento el
mismo veinticuatro, como siempre. Se llama El
visitante de medianoche.
Eso es todo, amigos. Feliz
cumpleaños con retraso.
7 comentarios:
¿¿Felicidades!! :) Es el primer año que me paso por aquí, así que espero que cumplas muchos más.
Lo triste es que mi blog cumplió 13 años hace como un mes también y me he tenido que dar cuenta leyendo tu entrada... Un año sin actualizar hace estragos. ¡Un abrazo!
Y yo que esperaba una diatriba en contra del 13 por su mala fama y va y se te olvida... Vaya, un buen ejemplo de lo que significa el número 13. ;)
¡Felicidades un año más! ¡A por el siguiente! ¡Que no decaiga!
Sabela González: Pues felicidades también por el décimo tercer cumpleaños de tu blog.
Jarl-9000: Si me hubiese acordado me habría enrollado sobre el significado de ese número, pero me olvidé :( Lo cual, como señalas, demuestra el maleficio del 13.
Felicidades (atrasadas me parece a mí xD)!!! Y que cimocum muchos más y nosotros lo veamos!!!
Paula De Vera: ¡Gracias!
Yo no te abandonaré.
Muchas felicidades y que sea por muchos años.
Jane Jubilada: Qué maja. Gracias.
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