En la anterior entrada surgió, no sé
muy bien cómo, una interesante charla sobre viajes en el tiempo y paradojas. Se
trata de uno de los temas básicos de la ciencia ficción (cf)... aunque, ahora
que lo pienso, yo nunca he escrito un relato de esa temática. Bueno, casi,
porque mi novela El coleccionista de
sellos trata, no de viajar en el tiempo, sino de mandar mensajes al pasado
y modificar la historia.
Para darnos cuenta de la importancia
de este subgénero de los viajes temporales, basta con considerar que la primera
novela de H. G. Wells, el padre de la cf, fue precisamente La máquina del tiempo (aunque la primera historia de máquinas del
tiempo, El anacronópete, la escribió
un autor español Enrique Gaspar en 1887, ocho años antes de que Wells publicara
su novela).
Hay, no obstante, otras temáticas de
la cf tan básicas como los viajes temporales. Así, de memoria, se me ocurren
los siguientes: Viajes espaciales. Universos paralelos. Apocalipsis. Poderes
mentales. Mutantes. Inteligencia Artificial/Robótica. Alienígenas. Ucronías.
Distopías. Transhumanismo. Inmortalidad. Superciencia. Divinidad. Futuro
lejano.
Creo que éstas son las temáticas
principales; es decir, las que conforman el núcleo básico del género. Hay
otras, claro, pero son, por decirlo así, temáticas compuestas, como el space
opera o el cyberpunk. En cualquier caso, hay que hacer algunas aclaraciones. En
primer lugar, ¿por qué incluyo la Divinidad como temática de cf? Pues porque,
según y cómo lo mires, Dios puede ser un concepto de cf (la teología es una rama más de la literatura fantástica, Borges
dixit). Y no solo eso; Dios es un concepto frecuentemente explorado por la cf,
y basta con recordar 2001: Una odisea del
espacio.
Por otro lado, cabría preguntarse si
las ucronías y las distopías son realmente ciencia ficción. Hay opiniones para
todos los gustos, pero yo diría que por tradición, sí. También cabe plantearse
si alguna de esas temáticas no es más fantasía que cf. Por ejemplo, los poderes
mentales. Durante un tiempo se creía que eso de la percepción extrasensorial
tenía una base científica, así que la cf la usaba con frecuencia (por ejemplo
en La Fundaciones de Asimov o en Muero por dentro, de Silverberg). Pero
ahora sabemos que eso de la telepatía, la telequinesis o la precognición no son
facultades reales. No existen, así que
serían magia, no ciencia.
Igual sucede con el viaje en el
tiempo. Estoy convencido de que es imposible trasladarse al pasado y actuar
sobre él. ¿Por qué? Pues porque en cuanto te planteas el viaje al pasado,
descubres que las paradojas crecen como hongos. Y las paradojas encajan mal con
la realidad. Son una señal de algo no marcha bien con la lógica que estás
empleando; como cuando en una operación matemática empiezan a aparecerte
infinitos. Además, dado que la única forma de generar una ucronía sería viajar
en el tiempo y alterar la historia, y como viajar en el tiempo es imposible,
entonces las ucronías no son posibles. No obstante, como el mecanismo de la cf
es la plausibilidad, no la realidad, y también por tradición, aceptamos que las
máquinas del tiempo, los poderes mentales y las ucronías son cf (aunque, sensu
stricto, deberían ser fantasía). Por lo demás, el resto de las temáticas entran
en el ámbito de lo posible (sí, incluida la divinidad; o, más bien, ciertas formas
de divinidad).
Como buen friki de la cf que he sido
(y en parte sigo siendo) muchas veces me he preguntado qué acontecimiento de cf
me gustaría vivir. O, dicho de otra forma, qué temática de cf me gustaría
protagonizar. Bueno, supongo que todos elegiríamos la inmortalidad. Lo que pasa
es que, para darte cuenta de que eres inmortal, ha de pasar bastante tiempo.
Además, se trata de un don con facetas oscuras (como por ejemplo que se vaya
muriendo toda la gente a la que quieres mientras tú sigues fresco como una
lechuga).
Viajar en el tiempo molaría un huevo.
Entre otras cosas, porque podrías forrarte apostando. Pero dejando aparte eso,
sería fabuloso visitar el Stonehenge de hace cuatro mil años, o el Imperio
Romano en su apogeo, o el Egipto de los faraones... También sería cojonudo
poseer poderes mentales, adivinar el futuro, leer la mente o ponerte cabrón en
plan Carrie. Lástima que ni el viaje en el tiempo ni los poderes mentales
existan.
Viajar por el espacio también
estaría bien. Visitar otros planetas, otras estrellas... Aunque me temo que esa
clase de viajes consistiría, básicamente, en quedarse encerrado en la nave sin
poder salir. Desplazarse a universos paralelos, sin embargo, no me parece del
todo atractivo. La realidad alternativa puede ser de cualquier manera (de
hecho, será de todas las maneras posibles), y pudiera ser que te tocara un
universo paralelo de lo más coñazo. ¿Os imagináis caer en una realidad poblada
por clones de Rajoy? Tampoco tengo especial interés en ver a un mutante, ni en
conocer la humanidad de dentro de, pongamos, 20.000 años. ¿Cómo sería? Pues
incomprensible. Y, por supuesto, ni la menor gana de enfrentarme a cualquier
forma de divinidad.
Así pues, si tuviera que elegir una
temática de cf para vivirla, creo que escogería a los alienígenas. ¿Os habéis
parado a pensar en nuestra soledad como especie? No conocemos a ningún ser
semejante a nosotros, no compartimos con nadie aquello que nos singulariza: la
inteligencia. La raza humana es un monólogo sin diálogo posible. Por eso, creo
que descubrir la existencia del “otro”, del alienígena, supondría un inmenso
cambio cultural y personal. Dejaríamos de estar solos.
Aunque, claro, los aliens pueden
venir en plan hjijoputa, a lo Independence Day. O, más probablemente, serían
totalmente incomprensibles. Pero da igual (me refiero al segundo caso, no al
primero); el mero hecho de saber que existen ya sería maravilloso. Además,
teniendo en cuenta que los alienígenas, si han llegado hasta aquí, han de
poseer una tecnología fabulosa, igual nos invitan a viajar por el tiempo y el
espacio, y a trasladarnos a universos paralelos, y puede que nos proporcionen
poderes mentales, o que nos hagan inmortales... ya puestos, podrían convertirnos
en Linterna Verde. Como veis, esta elección sería un “todo en uno”.
Ahora bien, si me olvido de los
cómics e intento contemplar el asunto de forma adulta (si es que hay alguna
forma adulta de contemplar este asunto), ¿de qué temáticas de cf estamos más
cerca ahora, en nuestra actual sociedad? Pues yo diría que de la inteligencia
artificial y la robótica. Pero también de la distopía y del apocalipsis. ¿O soy
demasiado pesimista?