jueves, enero 14

Episodio 7


 
            Quería que me gustase, amigos míos; estaba dispuesto incluso a rebajar mi listón de calidad con tal de recuperar la ilusión. Es más, estaba seguro de que me iba a gustar. A fin de cuentas, J. J. Abrams hizo un notable trabajo resucitando la franquicia Star Trek, y además nada podía ser peor que los episodios 1, 2 y 3; es decir, la segunda trilogía por orden de rodaje. El desnortado Lucas se había quitado de en medio, así que cabía abrigar esperanzas ante Star Wars: El despertar de la fuerza. Por desgracia, ay, mis esperanzas se han visto frustradas.

            ¿Es el Episodio 7 una mala película? No; al menos, no en el sentido en que era malo el Episodio 1, el de ese bicho insufrible, Jar Jar Binks. ¿Es entonces una buena película? No, tampoco. Yo diría que es un film “plof”. Para que me entendáis: lo vi hace más o menos un mes y ahora no recuerdo casi nada de lo que pasaba. No se ha grabado en mi memoria ni una imagen, ni una secuencia, nada. No ha dejado la menor huella en mí.

            Porque, vamos a ver, ¿qué pretendía Disney con esta película, aparte de forrarse (cosa que está logrando con creces)? Recuperar el espíritu de la trilogía original; sobre todo el de los episodios 4 y 5. Pues bien, Abrams sólo lo ha logrado en el aspecto formal, el técnico, reduciendo al mínimo los efectos CGI (de los que tanto abusó Lucas en su segunda trilogía) y recurriendo más a lo analógico. Eso es todo. Por lo demás, del “aroma” del primer film no hay ni rastro.

            He leído en alguna críticas que el espectador de la segunda década del siglo XXI no tiene la ingenuidad del espectador de 1977, cuando se estrenó la primera cinta de la franquicia. Eso es cierto en un aspecto: los efectos especiales; lo que era una novedad en el 77 ya no lo es ni remotamente. Pero los efectos especiales no bastan para explicar el éxito de la franquicia. Entonces, ¿de qué ingenuidad estamos hablando? ¿Del concepto que hay detrás de los films?

            Puede que alguien piense que Star Wars, la película original (el Episodio 4, vaya lío...), era algo nuevo en 1977, pero no es cierto. Era una ficción antigua; incluso anticuada. Star Wars no es ni más ni menos que la versión fílmica de los space operas pulp que, en los años 30, escribían gente como Jack Williamson, Edmond Hamilton o E. E. Doc Smith. Eran novelas de aventuras espaciales muy ingenuas que, precisamente por su ingenuidad, en 1977 hacía mucho que habían pasado de moda. Sin embargo, Star Wars estaba claramente inspirado en La Legión del Espacio (1934), de Williamson, (además de en El mago de Oz, de Baum, en la Segunda Guerra Mundial, en un poquito Bushido y en la leyenda Artúrica). Es decir, que en 1977 los espectadores ya estaban lo suficientemente baqueteados para darse cuenta de que Star Wars era una ficción ingenua.

            Pero que algo sea ingenuo no significa que sea malo o rechazable, siempre y cuando se aderece bien. Lucas usó estereotipos clásicos y los remozó en el contexto de una épica futurista, lubricándolos con buenas dosis de sentido del humor. Es decir, un puñado de tópicos, pero sabiamente utilizados. Lo cual condujo a una película muy divertida que, además, creó una mitología.

            Así que el Star Wars original se inspiró en la ficción pulp (igual que Indiana Jones, por cierto). Pero ¿en qué se ha inspirado el Episodio 7? Pues en el Star Wars original; ahí comienzan y se acaban sus influencias. No hay más referentes. Es la copia de una copia. Una copia sin alma.

            ¿De qué iba la trilogía original? Había un Imperio malo y una Alianza Rebelde buena. El Imperio estaba regido por dos malos muy malos, el Emperador y su secuaz Darth Vader. Los rebeldes estaban representados por una princesa republicana, Leia. Los malos tenían un arma morrocotuda, la Estrella de la Muerte. Leia tenía los planos de ese arma, pero como la capturó el Imperio, ocultó los planos en un robot simpático. Luego hay un joven humilde que acabará siendo la leche en bote, Luke. Un mentor en plan Merlín, Obi Wan. La Fuerza, los Jedi y todas esas zarandajas. Un aventurero socarrón, Han, que al principio es egoísta, pero luego demuestra ser el fiel compañero que todos esperábamos. Y hay un conflicto familiar: el chico ingenuo resulta ser el hijo del infame malvado. Los rebeldes se cargan la Estrella de la Muerte (dos veces), el malo malísimo se regenera, mata al pérfido Emperador y se reconcilia con su hijo, regresando al lado guay de la Fuerza, el Imperio se derrumba y colorín colorado este cuento se ha acabado (¿Acabado?; pero si eso sólo era el comienzo, capullo...)

            Vale, ¿de qué va el Episodio 7? (Atención: Spoilers) Hay un grupo de malos, los restos del Imperio, que se hacen llamar la Primera Orden, y hay una Nueva República buena cuyo brazo militar se llama la Resistencia. Al frente de la Primera Orden hay un tío muy malo que sólo aparece en holograma y que no sé quién es (recuerda al infame Emperador), y un tío enmascarado, Kylo Ren. Los malos tiene un arma colosal, la Starkiller, que es como la Estrella de la Muerte, pero más gorda. Los buenos están más o menos representados por la ahora generala Leia (que está hecha una pasa) y por el piloto más chachi de la galaxia: Poe Dameron. Luego hay una chica humilde y soñadora, Rey, que parece destinada a ser la leche en bote.

            El caso es que por algún motivo es fundamental encontrar al último maestro Jedi; es decir, a Luke. Le encomiendan esa tarea a Poe y éste localiza un fragmento de mapa que conduce al Jedi. Pero los malosos le capturan, aunque él tiene tiempo de ocultar el mapa en su simpático robot ¿Os suena?

            También hay un golfo simpático, el desertor de los malos llamado Finn. Y aparece Han Solo, haciendo de Han Solo junto al felpudo con patas. Y hay un conflicto familiar, porque el supermalísimo Kylo Ren resulta ser el hijo de Han y de Leia. Y se carga a papá. La Resistencia destruye la Starkiller (¡Y van tres! Desde luego, estos malos son incapaces de construir una superarma que no explote a la primera de cambio). Rey recupera el mapa, encuentra a Luke en un planeta remoto y la película se acaba, aunque no hay que ser un lince para sospechar que Luke se convertirá en el sabio mentor de la chica soñadora.

            Resumiendo, el Episodio 7 es un calco, pero un calco aguado. Aunque lo peor no es eso, sino los personajes: ninguno de ellos tiene ni pizca de carisma. Ni Poe, ni Finn... ¿Ni Rey? En fin, Rey sería el equivalente de Luke, y Luke nunca tuvo demasiado atractivo como personaje, así que puede que ahí salgamos ganando. Aunque lo realmente chungo es lo de Kylo Ren.

            Vamos a ver, ¿cuál es el elemento más icónico de Star Wars? Sencillo: Darth Vader. Un malo de verdad, poderoso, invencible, cabrón como él solo, un hijo de puta de cuidado realmente temible. Su equivalente en el Episodio 7 es Kylo Ren, que también milita en el lado de la Fuerza al que le han cortado la luz y también va enmascarado. Ahora bien, Vader llevaba casco y máscara por razones de salud (recordad el sonido del respirador); pero ¿por qué lleva máscara Kylo Ren? ¿Para molar? Pues menudo gilipollas. Y eso no es todo. Al final Kylo Ren se enfrenta en un duelo a espadas laser con Rey, una chica que jamás ha recibido instrucción en esa clase de lucha, ¡y la jovenzuela le gana! ¿Ése es el temible malvado que viene a sustituir a Darth Vader? Ni de coña; es un puto pringao. Da más vergüenza ajena que miedo.

            ¿Sabéis en qué momento se anima la película? Cuando aparece Han Solo; tal es el poder de ese personaje y tal es la escasa entidad del resto de los caracteres. La ex-princesa Leia también aparece, pero más bien como si pasara por allí y se quedara un rato a mirar. Además está irreconocible; y no porque ya no lleve ensaimadas en las orejas, sino porque Carrie Fisher ha envejecido fatal.

            En resumen, el Episodio 7 es, básicamente, un producto de marketing, un film rodado con más cálculo que inspiración. No aburre ni indigna, como ocurría con la segunda trilogía, pero tampoco emociona en ningún sentido. Es más de lo mismo, un producto olvidable. Y una oportunidad perdida. Otra más.

            Por cierto, he leído que Disney está preparando la quinta película de Indiana Jones. Y me echo a temblar; porque me gustaba la primera trilogía de Star Wars, pero mucho más me gustaba Indiana Jones. Se rumorea que el sustituto de Harrison Ford en el papel del arqueólogo saltarín será Chris Pratt; no me parece mal la elección. Pero, visto lo que han hecho con el Episodio 7, me temo lo peor. Aunque, claro, teniendo en cuenta la bochornosa cuarta entrega de Indiana Jones, cualquier cosa que se haga será mejor...

            Ay, qué poquito le pedimos ya al cine de masas...

10 comentarios:

Ferran dijo...

Buenas César

Pues esta vez si estoy de acuerdo en todo jeje...

Cuando me enteré que iban a sacar el Episodio VII, pensé: "Las leyendas no se tocan...". Y efectivamente, ha sido un producto de marketing puro y duro.

Aún así, tampoco me ha desagradado, será por que es mi segunda película de Star Wars que puedo ir a ver al cine... Es cierto que se repite la historia (otra estrella de la muerte? otro enmascarado?) y hasta recuerdo oír risas en la sala del cine en el momento que Kylo Ren se quita la mascara... pero creo que también tiene buenos momentos.

Además, el personaje de Rey me gustó bastante y tengo esperanzas en su futuro.
Para acabar, creo que sí hay un nuevo personaje con un poquillo más de carisma, ese es Poe Dameron. Aunque evidentemente no llega al nivel de Han Solo, tiene un buen papel en la película y da buenas sensaciones cuando aparece.

Por cierto, que hará Chewbacca solito?

Un saludo!

Juan H dijo...

Hola César, la verdad es que kylo Ren parece un adolescente en la edad del pavo con problemas de contencion de ira, un rebelde sin causa de las galaxias que une a los malos para llamar la atencion de sus padres; nada que ver con Vader que era una pesadilla andante, este malo de ahora,no parece hijo de Han Solo Y Leia, parece el hijo de Marilyn Manson sin lentillas y maquillaje. Estoy totalmente de acuerdo contigo, a mí la película, me ha dejado indiferente y todo tecnicamente está bien pero no cuaja el resultado. Por cierto te recomiendo que veas, que igual la has visto, "un dia perfecto" de Aranoa, a mi me gustó mucho más.

José Antonio dijo...

A mí me ha gustado como producto de entretenimiento aunque es totalmente cierto que el malo deja mucho que desear - tiene muchísimo más carisma el personaje del General (además de que es mucho mejor actor Donmhall Gleeson), de hecho en más de una ocasión le vacila a Kylo Ren. Pero es que en definitiva, llegar al nivel de Darth Vader estaba complicado.

Para mi gusto la película va de más a menos que es lo que quizás deja ese poso de decepción. Veremos cómo continúa la serie y también veremos qué tal estarán esas películas "spin-off" que van a sacar entre entregas.

Sebastián González dijo...

Muy acertado comentario. Me ha gustado mucho la película, en realidad, pero Kylo Rrn es blando como caramelo.
Pero de quien espero mucho es de Finn. Me ha resultado simpático.

Mazcota dijo...

¿Que el espectador de la segunda década del siglo XXI no tiene la ingenuidad que el del 1977? Por supuesto que no, porque los de hoy en día son mucho más ingenuos. Y en este grupo incluyo a los críticos, de los que aún no he visto una sola mención claramente negativa.
La peli es una copia descarada de esquemas, como lo fueron las tres primeras, pero en este caso mucho más descarada, pues repite situaciones y escenas hasta la saciedad. Y encima es tan torpe perfilando la personalidad de sus protagonistas que estos, en comparación con Han Solo, Chewbacca y compañía, parecen secundarios contratados únicamente para correr y sudar en las escenas de acción. Una cosa es intentar invocar el espíritu de las pelis originales (que no sé cómo puede lograrse, pero viendo el resultado les hubiera ido mejor ayudándose de un tablero Ouija), y otra muy distinta es calcarlo todo; y, encima, con menos gracia. El olor a pereza extrema que desprende cada fotograma es inaguantable. Cuando he visto aparecer otra Estrella de la Muerte (y ya van...) se me ha caído la mandíbula al suelo. Aunque debo confesar que, con los bostezos anteriormente dados, no ha hecho falta que cediera mucho más. ¿Tanto costaba trazar un diseño diferente para esa nave? ¿O es que el dibujante no sabe nada de ángulos y le salen todas redondas?
En fin, lo dejo, porque podría estar despotricando hasta que estrenen la próxima película. Y me temo que debería continuar quejándome (esta vez del episodio ocho).
Esperemos que no.

PLINIO dijo...

Bueno, bueno, a mi me ha gustado. Quizás las expectativas eran muy altas y la huella de Stars Wars en toda una generación supone una gran responsabilidad, pero en conjunto creo que es un buen producto. Desde luego, J.J. Abrams es, en mi opinión, mejor director que Lucas y domina mejor las escenas de acción. Aunque, sí, lo de Kylo Ren es bastante mejorable.

Eduardo Mejia Loredo dijo...

Kylo Ren es un sith en formacion, quiza por eso, una chica con algun entrenamiento con un baculo pudo ganarle. Y le doy meritos para que sea un tipo mas cabron que
Darth Vader, pues este pudo matar a su padre, y Vader no pudo matar a su hijo.

Vamos a flipar si en el siguiente episodio, la super arma de los malotes es una esfera gigante que encierre una estrella. Al menos asi, si seria una estrella de la muerte.

Eladio Lestrove dijo...

Hombre, César, no eres justo! De lo que se trata es de ponernos a los que éramos unos niños cuando vino la primera Star Wars a hablar entre nosotros. Las discusiones, en el caso de mi grupo de viejunos, fue:
-La chica de quién viene siendo? ¿Es hija de Luke, hija de una virgen como su abuelo o la otra hija de Leia y Han Solo, que no han tenido "solo" a su hijo subnormal? La tercera opción ha tenido votos en mi grupo, no creas: quizá lo que han descubierto los jedis por fin es que no tienen ni puta idea de como educar a los niños. (Ya fallaron con Anakim, y por eso mejor es dejar a los "elegidos" creciendo a solas en planetas hostiles).
-¿Les han pagado a los guionistas como guionistas, o sólo como adaptadores de las anteriores historias para hacer un refrito?
-¡Mira cómo han envejecido estos tipos! Leia mal, es cierto, pero Han Sólo está hecho unos zorros. Yo creo que lo han matado por si no aguanta a la siguiente película. ¡Oye, y el cabrón de Luke, que siempre fue feo de cojonos, no ha envejecido mal, debe ser cosa de la Fuerza!
-Curiosa la estética. De los uniformes "soviéticos" de los malosos en la primera serie se ha pasado ahora a una estética abiertamente nazi.
-¿Cómo es que no se le ocurrió antes a la chica pillar el Halcóm Milenario y largarse del planeta a buscar, cual Marco, a su mamá? Se podía llevar a un robot y llamarle Amedio, para seguir con copias...
-¿Alguien se acuerda ya de la cagada de los midiclorianos? ¿Qué habrán hecho con el guionista al que se le ocurrió esa estupidez? ¿Trabajará en un McDonalds, o se lo habrá cargado la mafia?
-¿Qué problemas de transmisiones tienen los tipos estos galácticos? ¡Por Dios, que contraten ya una conexión de banda ancha! ¡Que poca definición! (Y el Emperador que contrate ya a alguien para asesorarle en su imagen)
-La poca evolución de los cazas me parace triste. Han evolucionado más los uniformes que las armas.
-Sigo flipando con el nulo análisis económico que hacen los guionistas. ¿De qué viven en los planetas desérticos como Tatooine o el de esta peli? Un planeta así no debería poder sostener tanta población. Ni siquiera podría sostener el planeta helado del episodio 5 a aquellos bichos en el hielo. Es un error económico y de sostenibilidad ecológica. Tengo varios amigos muy preocupados por la posible burbuja económica en estos planetas, que están teniendo más vida de la que pueden permitirse.

Mi impresión es que no he visto una película, sino un esbozo de la película. Eso sí, con los efectos especiales ya muy conseguidos.

César dijo...

Eladio Lestrove: Me has hecho reír con tu comentario. Gracias. Si quieres repasar los muchísimos "agujeros" que tiene la película, te recomiendo que leas este artículo: http://www.huffingtonpost.es/seth-abramson/errores-star-wars_b_9048856.html

Luis Astolfi dijo...

Querido amigo, por no decir que no decimos nada ante esto, me quedo con una frase de tu texto y apunto un comentario:
"No aburre ni indigna, como ocurría con la segunda trilogía, pero tampoco emociona en ningún sentido."
Durante más de un año me preparé para el evento. Conseguí entradas para el estreno, me busqué un disfraz de Jedi para ir a Kinépolis con él puesto en cumplimiento de la promesa hecha a mi hijo de 10 años, que fue disfrazado de Darth Vader pequeño, y al que motivé durante más de ese año para que disfrutara el día en cuestión (no me hizo falta insistir mucho; a diferencia del niño del videoclip, a él sí que le gusta Star Wars).
Empezó la peli. “Hace mucho tiempo…” El ¡CHAN! De John Williams… Los pelos de punta, las letras amarillas, los pelos todavía de punta… Y de repente, gatillazo, y los pelos fláccidos.
Y luego me pasé toda la película esperando que volvieran a subir, que llegara la emoción, esa que sabes que te está emocionando, que te hace saltar las lágrimas… Pero nada. Ya se sabe que si cae, ya no sube. Y yo preocupado porque no me venía, la dichosa emoción. Miraba de reojo a mi mini-Vader, que se estuvo callado toda la peli (gran logro, porque nunca lo hace) y vi que se lo estaba pasando bien (la inocencia de la infancia, creo yo), así que casi todo iba bien. Pero yo, nada. 2 horas y pico divertidas (jo, es que ni Han Solo me tocó la fibra), y un final que casi me llega al corazón, pero que no lo hizo, quizá por algo que definió mi hijo con alguna de sus preguntas: “¿Y cómo hace Rey para encontrar a Luke a la primera, en todo un planeta, sin saber dónde estaba (porque, papá, no estaba en su casa, se había ido a pasear al campo)? ¿Cómo acierta? ¿Es que usa la fuerza?”
Al final aplaudimos. Mi hijo me preguntó antes de empezar que si había que aplaudir porque en sus 10 años de vida nunca había visto aplaudir al final de una peli, ancestral costumbre ya perdida y de la que yo le había hablado. Del resto del llenazo de la sala, sólo alguno lo hizo también, tímidamente, sin aspavientos.
Me alegra haber leído tu frase, César. Creía que me había hecho viejo y que había sido por eso.

Abrazo.
Luis Astolfi