martes, septiembre 23

¿Ser o no ser?

 

            Hola, queridos merodeadores (si es que queda alguno). Dije que volvería en septiembre, y aquí estoy, aunque a este septiembre solo le queda una semana de vida. Estoy aquí, en efecto, pero sobre todo estoy hecho un mar de dudas. ¿Tiene sentido hoy un blog como La Fraternidad de Babel? Recapitulemos:

            1. Babel se creó en 2005 (¡hace 20 años!), en plena eclosión de los blogs. Todo el mundo creaba su blog, aunque no tuviera nada que decir, pese a que los blogs existían precisamente para decir algo. Por eso la inmensa mayoría cerró. Pero algunos perseveramos y, tras un periodo de cierto esplendor, comenzó el declive. Fijaos en la lista de blogs recomendados que aparece aquí, a la derecha, bajo el epígrafe de “Universos Paralelos”. Permanecen en activo menos de la mitad. Y algo más: Babel ha ido progresivamente teniendo menos visitas. Está claro que la era de los blogs ha terminado, en beneficio de las redes sociales.

            2. Babel es un blog personal; es decir, que no está dedicado a ningún tema en concreto, sino a lo que me salga a mí del bolo. Es decir, partía de la presunción de que mi personalidad, mis opiniones y mi forma de escribir iban a resultar interesantes para los demás. Pero todo cansa. Yo canso. Hasta yo estoy harto de mí mismo.

            3. Reconozcámoslo: Hoy por hoy carezco del ímpetu que me movía cuando inicié el blog. Me cuesta más escribir las entradas, muchas veces me da pereza hacerlo.

            4. ¿Tengo algo nuevo que decir? La política me irrita, me cabrea la derecha asalvajada, y me deprime la izquierda desnortada. Me asusta el crecimiento de los zombis fascistas. No quiero hablar de nada de eso, ¿para qué, si lo único que consigo es cabrearme. ¿Y la actualidad? Es para echarse a llorar. ¿Qué puedo decir sobre el atroz genocidio que están cometiendo los israelís contra el pueblo palestino? Niños muriendo de hambre, ¡de hambre!, hombres y mujeres asesinados por el mero hecho de intentar conseguir agua y comida, ciudades sistemáticamente arrasadas por las bombas... Los nazis no lo habrían hecho mejor. No hay palabras para describir ese horror. ¿Y Trump, ese payaso grotesco y sicópata que deja en mantillas al Pennywise de Stephen King? Me ofende su mera existencia. No quiero escribir sobre nada de eso.

            5. Tengo 72 años, soy asquerosamente viejo, repelentemente viejo, inevitablemente viejo. Hago todo lo que puedo por intentar que en mi mente queden rescoldos de juventud, intento no fosilizarme, mantenerme intelectualmente vivo, pero soy consciente de que el tiempo corre más que yo y que en algún momento no muy lejano acabaré convirtiéndome en un viejo de mierda que no le interesa a nadie. Si es que eso no ha ocurrido ya, claro.

            6. Hasta ahora, he colgado 743 entradas en el blog y, sinceramente, no me acuerdo ni de la décima parte. Así que lo que faltaba, que comenzara a repetirme.

            7. Profesionalmente me va muy bien, lo que se traduce en que tengo mucho trabajo. Y después de  todo el día dándole que te pego al teclado, apetece poco seguir escribiendo

            8. ¿Cuántos merodeadores de Babel quedan? Conozco a unos cuantos inasequibles al desaliento (sois adorables, os amo); pero después de casi dos años de inactividad deben de ser muy pocos.

            Con todo esto en la cabeza, no sé si tiene sentido seguir. O sí lo sé: no lo tiene. Pero hay otras cuestiones que tiran en sentido contrario. En primer lugar, los fieles merodeadores que han permanecido en Babel contra viento y marea. En segundo lugar, el cuento de Navidad; quiero seguir escribiéndolo. Y por último, siento que dejar morir al blog sería dejar morir una parte de mí. Vale, me estoy poniendo cursi, pero es cierto: en algunos textos del blog me he desnudado, poniendo al descubierto zonas muy sensibles de mi interior, y descubriendo así aspectos de mí o de mi familia que yo mismo desconocía, o contemplando nuestra historia desde un punto de vista diferente. En especial, me resisto a que las diez entradas que le dediqué a la vida de mi hermano Eduardo se pierdan en el ciberespacio, como lágrimas en la lluvia (De hecho, sobre esto último tengo un proyecto –llamado precisamente En la lluvia- del que os hablaré en un futuro más o menos cercano).

            Así que, con todos estos argumentos depositados en una balanza imaginaria, os diré lo que voy a hacer: Voy a mantener La Fraternidad de Babel, comprometiéndome a colgar al menos un post al mes. Durante un año. Luego, ya veremos qué pasa.

            Y esto es todo. Hola de nuevo y hasta la vista.

 

15 comentarios:

Juan Herrera dijo...

Hola César me alegro encontrarte por aquí de nuevo, pedirte disculpas por no vernos en el Celsius, espero que el año que viene sea distinto. Con el blog puedes y debes hacer lo que te apetezca, ya quedamos pocos merodeadores; echaría de menos el cuento de Navidad y lo que escribes aquí, por otro lado, no me extraña que te aborrezca escribir después de trabajar escribiendo, tiene que se agotador, pero puedes hacer entradas más cortas y espaciadas en el tiempo, yo que sé, los pirados como yo te seguimos igual, no te preocupes, hagas lo que hagas, bienvenido de nuevo!
Juan H.

Anónimo dijo...

Bieeeeen...César ataca de nuevo. No tengo más que decir. Yo estoy aquí y te leo. Mil abrazos desde Cantabria de Aurora Boreal.

Anónimo dijo...

Bien por ti, César, y por los merodeadores del blog, que estamos por aquí, husmeando de vez en cuando. Siempre te hemos dicho que es tu blog y que hagas con él lo que te dé la gana. Yo te leo y me siento tan de acuerdo contigo que poco tengo que añadir. Y sigo algunos otros blogs de la lista que tienes a la derecha, los que siguen activos merecen mucho un ratito de lectura. Mil abrazos desde el Norte cántabro de Aurora Boreal.

Anónimo dijo...

Hola, César, un saludo rápido para que veas que te leemos, jejeje. Por supuesto, haz lo que más te apetezca, todo es efímero en el fondo, pero también puede ser bonito. :-)

Miguel Ángel Cañadas dijo...

Yo soy uno de esos merodeadores que sigue disfrutando con tus escritos. Me alegra que decidas seguir pues me encanta tu escritura. Gracias

Gini-Gini dijo...

Gracias a ti me interesé por la lectura y desde entonces he leído todo lo que has ido sacando, lo que encontré en la biblioteca y, por supuesto, este blog. Así que mientras sigas teniendo Facebook para ver cuando subes una nueva entrada, te seguiré leyendo jajajaja

Anónimo dijo...

Pues cuando he visto tu blog he abierto rápidamente el link para ver lo que tenías que contarnos así que por mí no lo cierres...

Anónimo dijo...

Que alegría César, te seguiré siempre!!!

Anónimo dijo...

Ese cuento de Navidad, ya esta tardando, que luego todos son prisas, cuantos cuentos llevas ya, ese libro recopilatorio que siempre te pido. Tu blog es un oasis en el desiero de internet....

Anónimo dijo...

Yo tengo un blog, lo tengo ahí sin escribir una entrada desde que el mundo comenzó a gustarme menos, ya estaba en el principio de muchos de los cambios que citas. Dejé de escribir del todo, ni blog, ni nada de nada, abandoné el sueño de ser escritora, solo vivo. Tengo un blog que ni releo, sin embargo me gusta saber que existe aún por si a alguien le sirve. Cerré los comentarios porque ni lo visito ni los leería a tiempo. Era un lugar que me encantaba del modo en el que ahora me gustan tantas cosas más alejadas de los sueños.
Siempre te leo. Creo en ti y en todo lo que dices y haces. Me encanta este lugar lleno de verdad. Un abrazo
Begoña

Mar dijo...

Aquí una merodeadora de las que leen pero no comentan (el pero tipo de merodeadora, lo sé). Me parece que es hora saludar y decir que aprecio mucho las entradas de la fraternidad, que soy una nostálgica sin remedio y que echo mucho, pero mucho de menos la época de los blogs.

José Luis dijo...

¡Hola, César! Qué alegría leerte de nuevo por aquí. Un saludo.

Dorotea Hyde dijo...

Si es que cada vez da más pereza ponerse a escribir, pero seguimos leyendo. Seré una de las que se pase una vez al mes. No prometo comentar siempre porque últimamente no tengo tanto que decir, pero aquí estaré. Me alegra tu vuelta, aunque habría respetado y entendido tu marcha. :)
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Buenas noches, César. ¡Qué alegría me ha dado ver que habías subido una nueva entrada al blog! Quiero decirte que lo conocí hace 2 años aproximadamente y me gusta mucho meterme a leer lo que sueles subir y leer los cuentos de navidad. Por lo que me alegra ver que seguirás subiendo contenido durante otro año más.
Saludos de un fiel lector tuyo

Alberto T dijo...

Pues por mi parte darte las gracias por todo este tiempo de blog, empecé a leerlo si no fue en 2005 fue en 2006, y es en el único blog que a día de hoy sigo entrando de vez en cuando para ver si hay novedades. Así que seguiré leyendo ese post mensual que comentas y tus libros, por supuesto. Mil gracias por todos esos hilos que nos has ido regalando estas dos décadas.